jueves, 2 de mayo de 2024

Despoblado de Ribamartín y Cascada de Pedrosa de Tobalina

Para los amantes de los despoblados y lugares abandonados, es ésta es una atractiva excursión en la que visitamos las ruinas de lo que fue una abadía desde la Edad Media hasta bien entrado el siglo XIX. Se trata de los restos de la Abadía seglar de Ribamartín y poblado anexo. Sus restos románticos se emplazan sobre un alcor asomado sobre el río Jerea, en el Valle de Tobalina. Aunque alejada de lugares habitados, su acceso es fácil y se reduce a una bonito paseo por colgados caminos de las Merindades. Si no se conoce, la excursión debe completarse con la visita a la cascada del Peñón, una de las más grandes de la provincia de Burgos.


Ribamartínf


  
Aunque parece haber otros modos de llegar desde las localidades tobalinesas de Pedrosa de Tobalina y Extramiana, elegimos el pueblo de Quintana-Entrepeñas como punto de partida. Esta pequeño pueblo se emplaza justo en la entrada del desfiladero que forma el río Jerea. A este despoblado nunca llegó la carretera asfaltada por lo que solo se puede acceder por caminos y pistas rurales. Mirando mapas, es posible también desde Pedrosa de Tobalina, el núcleo más cercano, cruzando el Jerea o, más lejos, desde la localidad también tobalinesa de Extramiana.



Quintana-Entrepeñas


Llegamos entonces a Quintana-Entrepeñas desde Burgos accediendo en primer lugar a Oña, desde donde seguimos por la N-629 hasta Trespaderne. Desde aquí, continuamos por la BU-550 que se dirige a Arceniega atravesando los valles de Tobalina y Losa.

A la derecha del tramo de carretera entre Pedrosa de Tobalina y Quintana-Entrepeñas pueden ya verse los restos de Ribamartín.
Tras pasar Pedrosa de Tobalina, entramos en el desfiladero del Jerea y en apenas tres kilómetros, nos desviamos, cruzando el río por la derecha, a Quintana-Entrepeñas. Dejaremos el coche a la salida de la localidad, ya que las calles son estrechas y podemos molestar o estorbar el paso.

Salimos de Quintana-Entrepeñas por una pista que se dirige hacia el sur.
Ribamartín se halla a escasamente 2,5 kilómetros y según mapas hay un camino que nos debiera acercar hasta sus restos. Tomamos entonces la pista que a la salida del pueblo se dirige hacia el suroeste, avanzando entre sembrados. esta vía se mantiene en buen estado bastantes kilómetros, pero es posible que presente mucho barro en época de lluvias.



Continuamos por esta pista, dejando rápidamente el desfiladero y las casas del pueblo atrás. Nos internamos de nuevo en Tobalina. 

Camino de Ribamartín.
El recorrido es placentero, caminamos en paralelo al río, que queda a nuestra derecha a unos doscientos metros.


Tras salvar un pequeño repecho, nos plantamos en un llano, en donde si nos fijamos bien, podemos visualizar un torreón en la distancia, asomándose sobre un bosquete. Se trata de uno de los muros del despoblado.


Seguimos, atravesamos el bosquete para salir a  la linde de un gran barbecho, a la izquierda del cual visualizamos el oteo en cuya cima se hallan las ruinas semiocultas entre la vegetación. No encontramos un camino o sendero que llegue a su base, así que no queda otra que abandonar el que traíamos, que continua hacia el sur y atravesar el baldío.

Las ruinas de Ribamartin se hallan sobre un altozano rodeado de baldíos.
No hay cultivos, el campo para estar descuidado, así que no vemos ningún problema en atravesarlo sin molestar a nadie.


Alcanzamos fácilmente la base del otero y trepamos por la ladera, superando una pequeña terraza rocosa hasta encaramarnos en la plataforma superior. Llegamos por fin a las ruinas del despoblado medieval de Ribamartín.

Alcanzamos la plataforma superior donde se hallan los restos de Ribamartín.

Tenemos que superar un pequeño repecho rocoso para acceder a la plataforma donde se hallan los restos de Ribamartín.
El lugar es impactante. Las vistas desde aquí son inmensas, dominan gran parte del Valle de Tobalina en su parte occidental, los Obarenes y la Tesla. Hacia el norte, se vigila la entrada al desfiladero del Jerea, la puerta hacia el Valle de Losa. La posición donde se erigió esta abadía parece haber sido elegida a conciencia por el gran dominio visual que tiene.

Restos de muros aún en pie.

Las ruinas se desperdigan por esta planicie, destacando sobremanera dos grandes habitaciones, la primera de ellas con altos muros, aún en aceptable estado. Junto a él, lo que, por sus formas, parece pudo haber sido la iglesia abacial. Es difícil reconocer las formas porque todo se halla invadido por la maleza.



Historia de la abadía seglar de Ribamartín

Hay noticias de un lugar llamado "Ripa" en 1035. Podría ser Ribamartín. En 1350 Riba Martín era el lugar de señorío de Gómez Ferrández. El personaje Gómez Ferrández hacía de abad de su monasterio y pasó a denominarse abadía seglar. Es una de las más conocidas de Castilla Vieja.

En el Libro Becerro de las Behetrías de 1352 aparece bajo el siguiente epígrafe:

"Riba Martin
Este logar es de Gomez Ferrandez de Riba Martin.
Derechos del Rey: Pagan al Rey monedas e seruiçios quando los de la tierra e non pagan otros derechos al Rey.
Derechos del Sennor: A y el sennor cada anno de infurçion XX maravedis e que pagan dellos por Sant Iohan e dellos por Sant Miguell; e quel dan por las casas en que moran cada anno XX almudes de pan, la meytad trigo e la meytad çeuada, e que lo dan en agosto, e danle mas de cada casa poblada vn par de gallinas; e otrosi quel dan cada semana de la casa poblada vna yunta de bueyes para arar e non a y otros derechos."

En 1378 Bernal Ximénez y doña María de Salazar, su mujer, hija de Gonzalo García, vendían a Pedro Fernández de Velasco sus legítimas en varios monasterios, entre ellos Riva Martín. Ferrán Gómez vendió en 1413 a Juan de Velasco cinco heredades que había comprado Pero Ruiz en los términos de Ribamartín al sitio de Villaseca, Viñas del Val;el Palmar, y el Pinar de Castillejo.
El titular parroquial fue San Martín. La abadía de Ribamartín cobraba seis almudes de pan, mitad trigo y mitad cebada en el lugar de Ahedo de Gijano (Ahedillo, Valle de Mena), era el patrono de las iglesias parroquiales y cobraba las dos terceras partes de Valujera (Valle de Tobalina) y San Lorenzo de Lechedo (Merindad de Cuesta-Urría) y por tanto nombraba a los beneficiados.
Esta datado arqueológicamente en la Edad Contemporánea, pero se recoge en el Inventario Arqueológico de Burgos un sarcófago exento en Pedrosa de Tobalina, que data de la Alta Edad Media, llevado allí desde el despoblado de Ribamartín.
Por tanto podría datarse en la Alta Edad Media. La cartografía de comienzos del siglo XX aún indicaba la existencia de una torre al oeste del casco urbano.

En 1752 no pagaba impuestos porque eran todos hidalgos. Lo habitaban tres familias. Tenía horno, 76 ovejas y 49 cabras. No había clérigo.

Según el Diccionario de Madoz, aún estaba habitado en 1845:

V. de la prov., dióc., aud. terr. y c.g. de Búrgos (15 leg.), part. jud. de Vilarcayo (4), ayunt. de la merind. de Cuesta-Urria, cuya cap. es Nofuentes (3). Sit. en una lastra, donde la combaten con mas frecuencia los vientos N. y O., siendo su clima sano y las enfermedades dominantes los catarros. Tiene 6  casas; una fuente de buenas aguas; una igl. parr. (San Martin) servida por un cura, y un cementerio continuo á la misma.Confina el térm. N. Quintana-entrepeñas; E. Estramiana; S. la Orden, y O. Lechedo. El término es secano y de mediana calidad, y contiene un monte llamado el Bujarral poblado de bujarros. Caminos: los de pueblo á pueblo,y la correspondencia se recibe de Frias. Prod.: trigo y cebada; cria ganado cabrio y caza de perdices y liebres. Ind.: la agricola. Pobl: 3 vec., 11 alm. Cap. Prod.: 47,600 rs. Imp.: 3,874.

Ribamartín pudo haberse despoblado totalmente a finales del siglo XIX.


En la parte posterior de la iglesia de Pedrosa de Tobalina, se puede ver un sencillo escudo de armas bordeado por un cordón franciscano. En su interior, un árbol y encima un águila dando de comer a sus polluelos. Son las armas de los abades de Ribamartín.


Escudo de los abades seglares de Ribamartín



Con cuidado, nos introducimos y husmeamos por las ruinas. Desgraciadamente, es poco lo que se puede reconocer más allá de muros desafiando la gravedad y la acción paciente y destructiva de la vegetación.


Restos de lo que pudo ser la iglesia abacial.
Sin duda  debió ser un lugar menor, pese a sus por lo menos 8 siglos de existencia.

El que pudo ser camino de acceso por el sur, se halla bloqueado por la maleza.
Panorámica sobre el valle del Jerea desde Ribamartín.

Alguien colocó un banco junto a los muros, gran idea para sentarse y recrearse con el paisaje.


Como hemos comentado, parece haber caminos a Extramiana y Pedrosa de Tobalina. En ambos casos no quedaría más remedio que desandar por carretera la distancia hasta Quintana-Entrepeñas, por lo que optamos por retornar siguiendo el mismo itinerario que en la ida.

Pontones para atravesar el río Jerea, en Pedrosa de Tobalina.
Retornando a Quintana-Entrepeñas. Al fondo de aprecia el desfiladero.

Pedrosa de Tobalina.



Cascada del Peñón de Pedrosa de Tobalina

En el vecino pueblo de Pedrosa de Tobalina, si no lo conocemos, es obligado visitar la magnífica  cascada del Peñón. En primavera será cuando alcance su máximo caudal, así que es recomendable visitarla en esta época del año. Se accede fácilmente desde la carretera, a la entrada del pueblo, está bien señalizado y no hay pérdida alguna.




Parte superior de la cascada.



RUINAS DE RIBAMARTÍN
Espacio natural
Valle de Tobalina.
Dificultad
Baja, es un sencillo paseo por el valle.
Tipo de camino
Pista y terreno libre para subir a la plataforma superior del otero.
Ciclable
Sí (con tiempo seco)
Agua potable
Encontramos en Quintana-Entrepeñas y en Pedrosa de Tobalina hay bar.
Tipo de marcha
Ida y vuelta.
Orientación
No está señalizado, pero el itinerario es muy sencillo.
Época recomendable
Invierno y primavera. Evitar épocas lluviosas en que podemos encontrar todo el recorrido embarrado.
Inicio
Quintana Entrepeñas.
Distancia de Burgos
82 kilómetros.
Distancia total
5,1 kilómetros.
Interés
Ruinas de Ribamartín, vistas sobre el Valle de Tobalina y el desfiladero del Jerea, Cascada de Pedrosa de Tobalina, Quintana-Entrepeñas y Pedrosa de Tobalina.
Altitud mínima
581 m.
Altitud máxima
656 m.
Desnivel acumulado
Inapreciable.


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Notas:
- La excursión es sencilla en líneas generales ya que el camino que parte de Quintana-Entrepeñas no tiene pérdida y las ruinas son visibles desde bastante distancia.
- En ciertas épocas podemos encontrar charcosy barro, sobre todo en el baldío que circunda el otero, así que es preferible ir con tiempo seco.
- Como se ha comentado, podemos llegar también desde Extramiana por una gran pista y Pedrosa de Tobalina, en este último caso debemos atravesar el río Jerea a pie por un paso de pontones o continuar en coche hasta el final del pueblo y cruzar el río en el desvío a La Orden, lugar desde el cual partiríamos.


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sábado, 6 de abril de 2024

Sierra de la Tesla: Peña del Agujero desde Valhermosa

Fácil ascenso a otra montaña de la Sierra de la Tesla. Partiendo del pueblo de Valhermosa, en el Valle de Valdivielso, intentamos alcanzar la Peña del Agujero, prominente cima de aspecto salvaje y ubicada justo en la vertical del pueblo. Desde ella, crestearemos hasta el vecino Alto del Llano, pasando por un collado. Como todas las cumbres de esta sierra, todo el recorrido es muy aéreo por lo que disfrutamos de muy buenas vistas sobre el valle y el Ebro, mirando hacia el sur, y el recóndito y sugestivo valle colgado interior de la Tesla, hacia el norte.


Sierra de la Teslaf

     
Llegaremos a Valhermosa saliendo por la C-629 de Burgos a Villarcayo. Después de descender el Puerto de la Mazorra, nos saldremos en Valdenoceda por la N-232 que recorre el Valle de Valdivielso. En poco, nos salimos de ella en dirección a Puente-Arenas. Atravesamos el río Ebro y continuamos valle abajo ahora siguiendo la margen izquierda del Ebro. Tras pasar por  Quecedo de Valdivielso alcanzamos la pequeña población de Valhermosa, punto de partida de nuestra excursión de hoy. Sus calles son estrechas y no es sencillo aparcar, por lo que dejamos el coche junto a la carretera.

Caserío de Valhermosa. La Peña del Agujero es la cima que se ve a la derecha.
Nos disponemos para la marcha. Mirando hacia el norte, visualizamos la línea de cumbres de la Tesla. La Peña del Agujero es fácilmente reconocible al estar situada encima de Valhermosa. La cresta sur de la Tesla es muy recortada, dominada por fuertes pendientes en una sucesión de cimas salvajes y gargantas. Subir a ellas por primera vez es un pequeño desafío al no haber seguridad sobre su accesibilidad. En todo caso, la mera aproximación e intento de subida, son en una pequeña aventura en sí.


Valhermosa


Saldremos de Valhermosa por el camino que abandona la población por el norte. La salida que sube a la sierra parece estar abandonada, ya que nos cuesta dar con ella. Tras alcanzar una granja a unos 600 metros del pueblo, debemos cubrir por terreno abierto unos metros para incorporarnos por fin a este vial. Ya no la abandonaremos en toda la subida.

Salimos de Valhermosa y subimos por una pista haca la sierra.
Pronto, comenzamos la ascensión. Es una larga rampa que intenta aminorar la pendiente. Subimos pacientemente dejando Valhermosa, el Ebro y el valle cada vez más abajo de nuestros pies a nuestra derecha. Las vistas son cada vez más grandiosas.

Ganamos altura por la pista con comodidad.
Poco a poco vamos alcanzando el collado, histórico portillo de montaña que junto con los Hocinos y los cercanos de Tartalés y Puente-Arenas fueron durante muchos siglos los pocos pasos que permitían atravesar la Sierra de la Tesla cuando se transitaba desde Burgos a Medina de Pomar camino de los puertos del Cantábrico. Afortunadamente y pese a nuestros temores iniciales, la pista se mantiene en muy buen estado. Disfrutamos con la marcha y la subida.

En este gráfico vemos como el camino de Valhermosa era uno de los cuatro pasos históricos para superar la Sierra de la Tesla en el camino de Burgos a Santander. Los otros partían de Puente-Arena y Tartalés de los Montes y el  restante atravesaba el desfiladero de los Hocinos (cuando era viable). Como se ve, el camino de Tartalés confluía con el de Valhermosa en el Portillo de Medina, junto al pico San Mamés y muy cerca del castillo de Montealegre, cuyas ruinas aún pueden verse hoy.
Dejamos una salida al collado a nuestra izquierda (que visitaremos en el retorno) y continuamos por la pista, que se convierte ahora en sendero. Seguimos hacia la base de la Peña del Agujero, cada vez más cercana.

El Valle de Valdivielso a nuestra derecha.
Desde la lejanía, observamos que es una cima totalmente forestada, hay dudas de su accesibilidad, no parece haber caminos. Lo comprobaremos.


Alcanzamos la base, donde efectivamente, no encontramos caminos o rutas, así que hacemos un intento libre para llegar al punto más alto.

Vista de la cresta de la Sierra de la Tesla hacia el S-SE.
Pero una cosa es decirlo y otra hacerlo. Encontramos pequeños pasillos vegetales que, con mucho esfuerzo, nos colocan en la cresta, muy exigua. Podemos posicionarnos a muy corta distancia del punto más alto de la Peña del Agujero, e incluso asomarnos sobre el valle central de la Tesla, divisando la cuerda norte de la sierra. Pero definitivamente comprobamos que el acceso a la cima, rocosa y salvaje, es materialmente inviable por la vegetación. En todo caso nos hemos quedado muy cerca del punto más alto.

Las laderas de la Peña del Agujero se presentan inaccesibles por la vegetación.
No perdemos más el tiempo y deshacemos la marcha hasta el camino que trajimos. Pero merece la pena disfrutar del paisaje desde donde estamos. En la base de la peña, junto al  sendero, nos sentamos y descansamos sobre una magnífica balconada asomada sobre el Valle de Valdivielso.





Iniciamos el regreso. Pero tenemos tiempo, llegamos al collado y nos desviamos hasta él.

Regreso hacia el collado.
De nuevo nos posicionamos en la base de la Peña del Agujero, contemplándolo este vez desde su ladera NO. que de igual manera de se presenta empinada y salvaje. Es obvio que cualquier intento es absurdo. No retornamos aún, continuamos siguiendo el cordal, ahora por terreno llano, para intentar llegar hasta el extremo donde se halla el Alto del Llano, otra cima, menos prominente, a menos de un kilómetro desde el collado.

La Peña del Agujero vista desde el collado de Medina.
Este recorrido es sencillo ya que se trata de una pequeña paramera colgada de la cresta. De nuevo, la cima del Alto Llano (1065 metros), menos prominente, al menos desde la lejanía, está invadida por la vegetación. Por el lado en que nos acercamos es más suave, pero aún así, no conseguimos acceder a su punto más alto.

Hacia el norte visualizamos el paso de Tartalés, junto al Pico de San Mamés.


Y es una pena, porque la maleza nos impide totalmente contemplar la continuación de la sierra hacia el norte y las gargantas que se suceden.

Construcciones junto al Alto del Llano, que se presenta inaccesible de nuevo.

Poco más tenemos que hacer. Hemos explorado estas desconocidas cumbres de la Sierra de la Tesla y solo tenemos que retornar a Valhermosa, que haremos siguiendo el mismo itinerario que hicimos en la ida.


PEÑA DEL AGUJERO
Espacio natural
Sierra de la Tesla.
Dificultad
Baja. El camino es siempre amplio y bien evidente. La cima es inaccesible por la vegetación.
Tipo de camino
Pistas en el llano y caminos hasta la cresta.
Ciclable
Es posible llegar hasta la base y moverse por la cuerda ya que el camino se mantiene amplio siempre.
Agua potable
Encontraremos únicamente en Valhermosa.
Tipo de marcha
Ida y vuelta
Orientación
Fácil.
Época recomendable
Todo el año. Evitar días lluviosos y atención a las nieblas, muy frecuentes, que nos pueden arruinar las vistas.
Inicio
Valhermosa.
Distancia de Burgos
73,1 kilómetros.
Tiempo total
Unas 3 horas.
Tiempos de marcha
Valhermosa-Peña del Agujero:   Peña del Agujero-Alto del Llano Valhermosa: 1 hora 15 minutos.
Distancia total
8,7 kilómetros.
Interés
Cuerda de la Tesla, panorámicas sobre el Valle de Valdivielso y la Sierra de la Tesla, arquitectura tradicional en el pueblo de Valhermosa.
Altitud mínima
637 m.
Altitud máxima
1062 m.
Desnivel acumulado
577 m




Notas:
- La excursión es en líneas generales sencilla, excepto el remonte por la ladera hasta la cimbre de la Peña del Agujero, que podemos obviar porque como hemos dicho, la cima es inaccesible.
- Desde el collado existe un camino que desciende por el norte hacia el interior de la Tesla, el estado de este sendero parece ser deficiente o incluso estar parcialmente perdido, por lo que se puede asegurar su viabilidad.


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