viernes, 24 de julio de 2015

Monte Santiago y Salto del Nervión

En esta salida, de vuelta a las Merindades, visitaremos la cascada del Nervión, a caballo de las provincias de Burgos, Álava y Vizcaya y una de los saltos de agua más espectaculares de Europa. Completamos la excursión caminando por el Monte Santiago, uno de los hayedos mejor conservados del norte de España.


El Monte de Santiago, anexo a la cascada, se emplaza en el mismo borde de las provincias de Burgos con Álava y Vizcaya, muy cerca del puerto de Orduña. Para acceder debemos llegar primero al pueblo burgalés de Berberana. Saldremos de Burgos por la N-I de Burgos a Irún. Pasado Pancorbo, nos desviamos a mano izquierda en dirección a Puentelarrá. Por esta carretera, y tras atravesar unos kilómetros por la provincia de Álava, alcanzamos Berberana. Desde este pueblo, subimos el puerto de Orduña, donde en apenas dos kilómetros, llegamos al aparcamiento donde se ubica la entrada al parque natural.



Aunque en principio dejamos el coche junto a la carretera, es posible entrar por la pista forestal que nace allí mismo y que se dirige hacia la misma cascada. Entramos hasta la casa de centro de visitantes donde estacionamos el coche y nos ahorramos entonces casi seis kilómetros de marcha entre ida y vuelta. Estamos a mediados de marzo y aún hay nieve bajo en las zonas más sombrías del bosque. El salto del río Nervión y la cascada se hallan bastante cerca del aparcamiento y están unidos por un amplio y cómodo muy trasitado por caminantes.

Dejamos el coche en el aparcamiento junto al centro de visitantes.

Salimos por este camino y en apenas doscientos metros a nuestra izquierda dejamos los restos del antiguo monasterio medieval de Santiago de Langreiz, recientemente puestos en valor. Más adelante, a nuestra derecha, junto al sendero, se halla la entrada a la lobera de Santiago, recuperada no hace muchos años. Merece la pena desviarse y visitarla. Unas grandes estatuas de un pastor y un lobo parecen dar vida a lo que fue una trampa para estos animales no hace tantos años.

Lobera de Santiago.
Retornamos a la pista y en apenas diez minutos más, llegamos al borde del páramo donde se precipita el río Nervión. Hace dos semanas que nevó por última vez y hemos acertado plenamente porque el río presenta el suficiente caudal para desplomarse por el inmenso tajo en una gran cascada. Nos acercamos al balcón-mirador que hay, suspendido sobre el vacío desde donde podemos realizar las mejores fotos. El desnivel que presenta sobre el Valle de Délica abajo es de casi 300 metros y separa las tierras altas del interior del mar, no muy lejano desde donde estamos. El salto y el balcón en que nos hallamos se encuentra justo en la cruceta donde se unen tres provincias: Burgos, Álava y Vizcaya.

Salto del Nervión.
La cascada es un lugar muy frecuentado y visitado. Su cercanía a la ciudad de Bilbao y el País Vasco en general, hace que esté abarrotado de turistas, principalmente familias.



Video de la cascada



Balcón sobre el abismo junto al salto.
Camino del mirador Esquina Rubén, visitamos los restos restaurados de otra lobera.
Una vez visitado y fotografiado el entorno, continuaremos por un sendero que sigue sin pérdida junto al borde del precipicio a nuestra derecha.
Mirador Esquina Rubén.
Avanzamos sin dificultad, disfrutando de magníficas panorámicas del valle vasco de Délica donde se halla el pueblo de Orduña. A la izquierda la linde del hayedo nos acompaña en todo momento y en algunos puntos los árboles llegan hasta el mismo borde, que hace de frontera natural entre las provincias de Vizcaya y Burgos. En unos quince minutos, visitamos los restos también restaurados de otra antigua lobera, de menor tamaño que la anterior.


Desde la cascada llegamos en apenas media hora al mirador Esquina Rubén. Se trata de una balconada asomada también al vacío sobre el valle con los pueblos vizcaínos de Délica y Orduña directamente a nuestros pies. Una amplia explanada con mesas, invita a descansar y hay muchos caminantes que comen aquí.

Panorámica de Orduña desde el mirador Esquina Rubén.
Desde allí mismo, una amplia pista nos devolverá a través del bosque al aparcamiento en apenas diez minutos más, completando esta fácil y panorámica excursión.

Regreso al aparcamiento por el bosque.

MONTE SANTIAGO Y SALTO DEL NERVIÓN
DificultadBaja.
CiclableSí.
CircularSí.
OrientaciónFácil.
Época recomendableFebrero-marzo, en época durante el deshielo.
InicioAparcamiento del centro de visitantes, en Beberana.
Distancia de Burgos105,3 kilómetros.
Tiempo total2 horas.
Distancia total7,1 kilómetros.
InterésCascada del Nervión, Monte Santiago, lobera de Santiago, Mirador Esquina Rubén.
Altitud mínima803 m.
Altitud máxima933 m.
Mapas
1:50000: 0111 Orduña.
1:25000: 0111-2 Orduña.



Notas:
- Si queremos ver la cascada activa, con agua, es importante acercarse justo después de una nevada. Fuera de las épocas de nevadas y deshielo, la cascada permanece prácticamente seca.
- Todo el recorrido está perfectamente señalizado y es adecuado para familias.
- Podemos completar la excursión retornando por el cercano de Valle de Losa y parando en sus pueblos. Desde Berberana, hay que tomar la carretera que recorre el valle hasta Quincoces de Yuso, desde donde nos desviamos por el sur hacia Trespaderne-Oña para retornar a Burgos.

Entradas relacionadas:


Mapa topográfico

Perfil de elevación


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viernes, 17 de julio de 2015

Pan Perdido desde el Portillo de Busto

Los Montes Obarenes cierran por el norte la comarca de la Bureba y es la sierra más al sur de las que se consideran constituyen la orla meridional de la Cordillera Cantábrica. En su ramal sur, extiende unos 25 kilómetros desde las cercanías de Oña hasta más allá de Pancorbo. Compuesto por modestas alturas, sí destaca por el carácter agreste de muchas de sus cumbres. En esta ocasión, ascenderemos a la cima burebana más emblemática: el Pan Perdido, adonde subimos desde el Puerto del Alto del Portillo del Busto.

Aunque en algunas guías y libros aparecen los Montes Obarenes como pertenecientes al Sistema Ibérico, lo cierto es que su origen y composición geológica más corresponden a la Cordillera Cantábrica, de cuya orla de sierras meridionales forma parte.


Dentro de su sector burebano, entre Pancorbo y Oña, destaca como se ha comentado en la introducción una cima con el sugestivo nombre del Pan Perdido. Su silueta es fácilmente reconocible desde la Bureba. Aunque su altura no es muy elevada (apenas sobrepasa los 1235 metros) su ascensión recorriendo la cresta puede ser bastante dificultosa dada la naturaleza agreste de las cumbres que la preceden. Partiremos desde el aparcamiento que hay en el Puerto del Alto del Portillo del Busto.

Aparcamiento en el Puerto del Alto del Portillo del Busto.
Llegaremos desde Burgos saliendo por la N-I. Pasado Briviesca, debemos estar atentos a la salida a la izquierda hacia el pueblo de Busto de Bureba. Desde allí, tomaremos la carretera local que se dirige al portillo. Justo en lo alto del puerto, dejamos el coche en el aparcamiento establecido al efecto, junto a un bonito mirador. En el mismo parking, nace la senda que asciende hasta el Pan Perdido.

Primer obstáculo: el Carrascal.
Comenzamos el recorrido subiendo primero fácilmente hasta la cresta, donde encontramos un mirador sobre la Bureba.

Afrontamos la travesía por la cresta hacia el Pan Perdido.
Debemos recorrer la cresta dejando la Bureba a nuestra izquierda. La cima del Pan Perdido no es visible aún, pues la ocultan varias aristas rocosas intermedias, la primera de las cuales vemos cerca. Todo el trayectoo deberemos realizarlo haciendo continuos rodeos para sortear estos riscos, algunos muy aéreos, dotando a la ruta de cierto carácter “alpino”.

Vista del valle del Portillo de Busto. Al fondo: el pico Humión.
El primer obstáculo, muy cerca del portillo, es el llamado Carrascal: se trata de un estrecho crestón que nos obliga a descender hacia nuestra derecha unos 50 metros. Lo sorteamos y remontamos unos metros más adelante ascendiendo por una empinada vaguada. La intuición nos irá abriendo camino buscando el mejor punto donde atacar mejor siempre el cordal. Una vez en él, avanzamos unos quinientos metros más hasta toparnos con el siguiente obstáculo. Divisamos ya el Pan Perdido al fondo, pero entre medias, contemplamos una sucesión de riscos y afilados peñascos que nos parecen insalvables.

Avanzamos muchos metros por la ladera norte a poca distancia de la cresta.
Por al lado sur, cayendo hacia la Bureba, las laderas son rocosas con fuerte pendiente. Hacia el norte, a nuestra derecha, las laderas se presentan suaves y cubiertas de vegetación. Descendemos entonces de nuevo hacia este lado y nos introducimos enseguida en el bosque. Una senda algo difusa, discurre paralela a la línea de cumbres pero a una cota unos 50 metros menor. Por esta senda, recorremos casi un kilómetro, buscando el mejor punto a nuestra izquierda donde podamos atacar la cresta de nuevo. Lo conseguimos incorporándonos de nuevo a la divisoria subiendo entre los árboles. Llegamos enseguida a una pequeña cima donde encontramos una placa y buzón indicado como pico Custodio, 1235 metros. Sin duda se debe tratar de un error ya que no hay ninguna cumbre entre el portillo y el Pan Perdido que supere los 1200 metros.

Cima del pico Custodio.
Continuamos siguiendo el estrecho cordal hacia nuestro siguiente obstáculo, el llamado “El Castillo”: un gran crestón calizo que ofrece fuertes caídas verticales sobre ambas vertientes. Y es en esta zona donde precisamente se cree se ubicó el legendario Castillo de Petralata. De su existencia no se tienen dudas, ya que fue cabeza de un alfoz medieval, aunque su paradero no ha empezado a estar claro hasta hace relativamenre poco tiempo. es este paraje de los Montes Obarenes, muy cerca del pico Custodio, donde se han encontrado restos y huellas de que efectivamente aquí estuvo ubicado.


El castillo de Petralata

En su origen podría haber sido una construcción tardorromana de los siglos IV o V y de esa época podría ser, también, su aljibe y la escalera de acceso, conjunto que en la Alta Edad Media se habría completado con una torre de vigilancia y otras dependencias. Fueron los cronistas musulmanes los que se refieren a él por primera vez, cuando en 934 atacaron la "fortaleza de Oña", su llano y el monasterio. El castillo de Petralata aparece en la documentación medieval en 1040 en la carta de arras del conde García Sánchez III de Pamplona y posiblemente por aquel entonces pertenecía aún al reino navarro. Más tarde, Ramiro I de Aragón lo dona al monasterio de San Salvador de Oña, pero pierde eficacia militar ante Frías.


Foto y texto extraídos del libro "Burgos Castillos y Fortalezas"

Tuvo protagonismo durante los conflictos fronterizos entre Navarra y Castilla, donde pudo haber servido de frontera junto con las fortalezas de Tedeja (Trespaderne) y Pancorbo. Tras la batalla de Atapuerca (1054) pasó a Castilla definitivamente y ya desde el siglo XII, perdió importancia hasta desaparecer casi por completo cualquier resto o mención a él, sumiéndose su paradero en el más absoluto misterio, aún no del todo esclarecido.



Llegamos hasta el límite accesible y analizamos el mejor rodeo posible para salvarlo: hacia la derecha, no vemos posible descender por presentar grandes vacíos en vertical, por lo que perdemos altitud unos metros a nuestra izquierda. Continuamos unos metros por la ladera buscando el mejor acceso al collado que hay entre el Castillo y el Pan Perdido, que vemos cada vez más cercano.

Avanzando por la cresta. En primer término, el Castillo. Al fondo, el Pan Perdido.
Pero el terreno es más difícil de lo que parece y la fuerte pendiente de la ladera unida a la vegetación, nos hace progresar lentamente. No es posible por este al lado hasta el collado. Nos encaramamos a la cresta como podemos, muy cerca del Castillo, consiguiendo con cierta fortuna y algo de pericia pasar a la ladera norte atravesando los riscos. Con precaución, descendemos por una empinada vaguada salvando así el tramo más complicado y aéreo de toda la ruta. Por este lado, conseguimos así incorporarnos al gran collado que hay anterior al Pan Perdido.

Continuamos por la ladera norte hacia el collado anterior al Pan Perdido.
Justo antes de la ladera final hasta la cima, encontramos el camino señalizado que sube desde el llano abajo. Divisamos sobre la llanura el semidespoblado lugar de Soto de Bureba y más a la derecha, el caserío de Navas de Bureba. La ascensión final al Pan Perdido es ya muy sencilla, sólo tenemos que remontar una larga ladera superando un desnivel de unos 50 metros por un estrecho pero cómodo sendero hasta llegar a la cima.

Entrada del camino que sube hasta el collado.
Cumbre del Pan Perdido (1235 metros). Gran hito con buzón del Club Mirandés de Montaña. Enormes panorámicas por todas las vertientes. Hacia el sur: la gran llanura de la Bureba con la inconfundible silueta de la Sierra de la Demanda de fondo. Hacia el norte, la sucesión de alineaciones montañosas que se suceden de SE. a NO.: los Montes Obarenes en primer término, tras ellos las sierras de Oña, la Llana, la Tesla y más al fondo, los perfiles de los Montes de la Peña y la Sierra de Árcena. A pesar de la tenue neblina, podemos atisbar también las primeras cumbres de la Montaña Palentina.

Cima del Pan Perdido (1248 metros).
Hacia el NE. destaca la mole del pico Humión (1436 metros), máxima cumbre de los Obarenes(ver la entrada Humión y Flor desde Orbañanos) y que destaca en un gran área en su derredor. Entre nuestra posición y esta cima, el valle donde se hallan los pueblos de La Aldea, Zangández y La Molina del Portillo del Busto. El llamado Monte de Valdemoro, entre los pueblos de Tobera y Valderrama, nos impide la vista sobre Frías, que debe estar exactamente al norte de nuestra posición.

Panorámica hacia el norte. El pueblo que se ve es Barcina de los Montes.
Panorámica hacia el sur. En primer término, abajo, el pueblo de Navas de Bureba.
Tras descansar y tomar fotos, iniciamos el regreso. Éste pudiera realizarse por la cresta exactamente por el mismo itinerario que hemos llevado, pero preferimos descender a media ladera desde el collado hacia el sur para remontar la sierra hasta el portillo. Un sinuoso y en algunos tramos poco destacado sendero recorre toda la ladera. Ésta está tapizada por una sucesión de manchas de bosque bajo y matorral. En algunos tramos se pueden encontrar algunas barranqueras, por lo que es importante no despistarse de esta senda para no descender demasiado y encontrarnos con terreno difícil. Como referencia, lo mejor es avanzar sin apartarnos de la pared rocosa que nos acompaña permanentemente a nuestra izquierda.

Regresamos al Portillo del Busto a media ladera por la cara norte.
Huelga decir que lo mejor es, si se dispone de GPS, seguir el recorrido para estar seguro de no perder en ningún momento el camino y poder cubrir tranquilamente los más de tres kilómetros que nos separan del Portillo del Busto, de donde hemos salido hace unas cuatro horas.


PAN PERDIDO
DificultadMedio-alta. El recorrido por la cresta es en su mayor parte muy expuesto por lo que hay que realizar continuos rodeos.
CiclableNo.
CircularSí.
OrientaciónMedia. En algunos tramos hay que continuar guiados por la intuición.
Época recomendableDe marzo a noviembre. Evitar días fríos y lluviosos.
InicioAparcamiento del Alto del Portillo del Busto.
Distancia de Burgos67,2 kilómetros.
Tiempo total4 horas 20 minutos.
Distancia total8,1 kilómetros.
InterésRecorrido por una cresta alpina, panorámicas sobre la Bureba y el norte burgalés.
Altitud mínima956 m.
Altitud máxima1234 m.
Mapas
1:50000: 0136 Oña.
1:25000: 0136-4 Miraveche.


Notas:
- La distancia a cubrir no es grande, pero el terreno es muy complicado y obliga a continuar subidas y bajas desde la cresta para sortear los obstáculos rocosos.
- Algunos tramos son bastantes aéreos, es conveniente tener un mínimo de precaución y no arriesgar.
- Desde el aparcamiento del Alto del Portillo nace también la ruta de la Herradura que recorre la cresta hacia el este y desciende por el curioso paso de la Herradura hasta La Molina del Portillo del Busto.


Entradas relacionadas:
  • Pan Perdido desde el Portillo de Busto.
  • Humión y Flor desde Orbañanos
  • Recuenco.
  • Galdampio.
  • Castillo de Petralata desde Soto de Bureba.
  • Cuchillos desde Barcina de los Montes
  • Mesa de Oña desde La Parte de Bureba.



  • Recuenco

    Humión


    Mapa topográfico


    Perfil de elevación



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    sábado, 11 de julio de 2015

    Larra y Miradores

    En su devenir entre los valles de Valdivielso y Tobalina, el río Ebro ha excavado una agreste garganta abriéndose paso entre las sierras de la Tesla y la Llana. Es el desfiladero de la Horadada. Una excelente manera de observarlo desde arriba es ascendiendo a dos cimas que lo vigilan desde su lado oriental: los picos Larra y Miradores. Se trata de un sencillo y agradable paseo a muy poca distancia de Trespaderne.


    El pico Larra visto desde Tartalés de Cilla.

    La ruta comienza junto a la carretera comarcal que une los pueblos de Cillaperlata y Trespaderne, en las Merindades.
    Llegaremos desde Burgos accediendo primero a Oña. Desde aquí, tomaremos la carretera de Trespaderne. Un kilómetro antes de llegar a la localidad, nos desviaremos a nuestra derecha hacia Cillaperlata, cruzando el río Ebro por un pequeño puente. En apenas un kilómetro, una amplia pista nace a nuestra derecha.
    Aparcamos el coche en su inicio, junto a un corral de caballos y emprendemos el camino por la pista, llana en su tramo inicial.

    Comenzamos la ruta por la pista que sale junto a la carretera de Cillaperlata.
    La pista en su inicio va ganando altitud muy lentamente. De fondo vemos las laderas arboladas de la sierra de la Llana, donde se ubica estas dos montañas, cuyas cumbre son aún invisibles. En poco, el camino comienza a ganar altitud con suavidad. Nos introducimos en el bosque convirtiéndose el sendero en pista forestal. Extensos bosques de pinos cubren todo el área. El camino es cómodo e incluso carrozable ya que tiene anchura suficiente para permitir el paso de vehículos todoterreno.


    En apenas cuarenta minutos desde el inicio y tras describir unas marcadas curvas, llegaremos a un pequeño collado que se asoma ligeramente hacia el desfiladero, donde encontramos una doble señalización.


    Hacia la derecha, el camino que traemos continua hacia la cima del Larra y hacia la izquierda, una estrecha trocha sube entre los pinos hacia el pico Miradores. Visitaremos los dos.

    Continuamos camino por la pista que traíamos entonces hacia la derecha subiendo hacia el Larra. 
    La niebla aún no se he levantado y cubrimos el último tramo hasta la cumbre entre brumas. Pero no hay pérdida posible porque el camino está muy marcado y nos lleva inevitablemente hasta la cumbre.

    Tras describir una cerrada curva de 180 grados, cubrimos una larga recta visualizando ya desde lejos la gran antena que ocupa la cima.


    Cima e hito montañero del Larra.
    Las cumbres de la Tesla entre brumas.
    Contemplanos el castillo de Tedeja, junto a Trespaderne.
    Llegamos a la cumbre del Larra (999 metros). Gran hito montañero con monumento, buzón y torre de comunicaciones. Aunque en mapas aparece con altitud 1005, nuestro GPS no sobrepasa los 999.
    Las vistas, que se presumían amplias desde el desfiladero, se muestran algo limitadas sobre todo hacia el oeste. Entre la cima donde estamos y la muralla vertical que cae sobre el río hay un espacio de monte cerrado, imposible de cubrir andando, de unos 100 metros que nos impide asomarnos.Mirando hacia el norte, vemos el pueblo de Trespaderne, cercano y la silueta de la Sierra de Árcena de trasfondo. También podemos ver las ruinas del castillo de Tedeja, encaramado sobre un altozano a muy poca distancia de la salida del desfiladero. La cima es amplia y apropiada para descansar.Para visitar el segundo hito de nuestra excursión, la cima del Miradores, debemos desandar el camino hasta el collado mencionado anteriormente.


    Desde él, subimos por una sinuosa senda entre los pinos. No ofrece dificultad especial más que superar la fuerte pendiente y poner cuidado en no resbalar pues el sendero es muy estrecho y con gravilla.


    Por esta senda llegamos a un ancho cortafuegos por el cual llegamos en poco a un amplio cruce de pistas forestales señalizado. Hacia la izquierda, nos dirigiríamos hasta el aislado pueblo de Villanueva de los Montes, lejano. Hacia la derecha, por donde continuamos, llegamos fácilmente en cinco minutos a la cumbre del Miradores. Según nos acercamos, visualizamos ya la gran torre de vigilancia y caseta que la ocupan.

    Llegamos a la cima del Miradores.
    Vista de la Horadada y la Tesla desde el Miradores.
    Llegamos a la cima del Miradores (1022 metros), también llamado Los Miradores. Las panorámicas que disfrutamos desde aquí son incomparablemente mejores que las que tuvimos en el Larra, que queda a nuestra derecha.


    Video desde la cima del Miradores



    Nos encontramos directamente sobre el Desfiladero de la Horadada y frente a los cantiles rocosos de la Tesla que se desploman sobre el Ebro. De fondo podemos ver también las cumbres que separan los valles de Valdivielso y Caderechas. Es un paisaje labrado y por el que se ha abierto pasado el río Ebro que ha horadado incesantemente las fenomenales estructuras calizas depositadas durante el Cretácico Superior entre hace 100 y 60 millones de años.
    Así pues el nombre dado a esta cima está plenamente justificado.

    Bajamos del Miradores entre pinares.
    El retorno al punto de inicio será por el mismo itinerario. Primero debemos retornar al collado y desde él, descender tranquilamente hasta el coche por la pista forestal por la que habíamos subimos.

    LARRA Y MIRADORES
    DificultadBaja.
    CiclableSí (excepto 200 metros por la senda que sube desde al collado hacia el Miradores).
    CircularSí.
    OrientaciónFácil.
    Época recomendableTodo el año, aunque cuidado con los días de niebla y lluviosos, frecuentes en la zona que pueden impiden ver el paisaje.
    InicioCarretera de Cillaperlata.
    Distancia de Burgos84,6 kilómetros.
    Tiempo total1 hora 30 minutos (tiempo sin contar el tiempo detenidos en ambas cumbres).
    Distancia total11,1 kilómetros.
    InterésVistas sobre la Sierra de Tesla y desfiladero de la Horadada. Pinares.
    Altitud mínima552 m.
    Altitud máxima1019 m.
    Mapas
    1:50000: 0136 Oña.
    1:25000: 0136-1 Trespaderne.




    Notas:

    - Todo el recorrido es sencillo y fácil y que invita a detenernos mucho tiempo en las dos cimas contemplando el paisaje ya que son amplias y cómodas.
    - Al Miradores se puede acceder también en vehículo todoterreno desde el pueblo de Villanueva de los Montes por una larga pista forestal. Llegaremos a Villanueva de los Montes desde la carretera de Oña a Trespaderne desviándonos a la derecha por una carretera que muere en el pueblo.
    - Una buena propuesta, es aprovechar el viaje desde Burgos visitando los pueblos de Poza de la Sal a la ida y Oña a la vuelta.


    Oña.


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    Perfil de elevación


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