viernes, 25 de diciembre de 2015

Montes de Oca desde Belorado en bicicleta

En esta excursión recorreremos en bicicleta el sector más oriental de los Montes de Oca, rodando por extensos parajes despoblados. Partiendo de Belorado, seguiremos el curso del río Tirón. Tras atravesar su desfiladero, llegaremos al pueblo de Garganchón. Desde él, subiremos al monte para recorrer el largo trayecto hasta Villafranca-Montes de Oca. Volveremos a Belorado pasando muy cerca de la escondida localidad de Puras de Villafranca. Son casi 45 kilómetros sin pisar un metro de asfalto siguiendo siempre caminos y senderos muy poco frecuentados.

Llegaremos a Belorado por la carretera N-120 de Burgos a Logroño. En el pueblo dejamos el coche y emprendemos el recorrido sobre la bicicleta.

Belorado


Belorado - Garganchón

Iniciamos la excursión saliendo desde el centro de Belorado por la carretera que se dirige a Pradoluengo. Nada más comenzar, antes de salir del pueblo, nos desviamos a la derecha para incorporarnos al llamado Camino del Molinar, que se dirige hacia el sur entre huertas. Rodamos siguiendo el curso del río Tirón que queda a nuestra derecha. En apenas dos kilómetros y medio, llegamos a las inmediaciones del primer pueblo, San Miguel de Pedroso, cuyas casas vemos al otro lado del río. Lo atravesamos por el puente que lo cruza, pero continuamos siguiendo la orilla hasta sobrepasar la localidad. Casi un kilómetro después, cruzamos el río por un puentecito  continuando ya dejando el río a nuestra izquierda. El camino se introduce poco a poco en un desfiladero que nos llevará hasta Garganchón.


El valle se va cerrando y el camino se convierte en sendero. Tras dejar la histórica Granja de Arceredillo, continuamos, introduciéndonos en breve en el bosque porque entramos en los tramos más cerrados del desfiladero del río Urbión. A ambos lados, las laderas arboladas nos flanquean. El sendero se estrecha mucho y se va abriendo paso entre la vegetación de ribera, unos veinte metros por encima del lecho del río.

Entramos en los tramos más angostos del desfiladero del Urbión, cerca ya de Garganchón.
En algún tramo, el sendero se estrecha mucho y debemos tener cuidado en no caer sobre la vegetación. Si es preciso, hay que poner pie a tierra.


Poco a poco vamos saliendo del desfiladero, dejando la vegetación atrás. El valle se va abriendo y rodamos entre grandes paredes rocosas. Salimos a espacio abierto y tras pasar una gran chopera, llegamos a Garganchón, aproximadamente una hora más tarde de haber salido de Belorado.

Llegamos a Garganchón.
Arquitectura tradicional en Garganchón.
Garganchón mantiene aún muy buenas muestras de arquitectura tradicional, transición entre la construcción de la Bureba y la cercana Demanda. Pasamos por su centro y salimos por el camino que sale por el lado oeste del pueblo, remontando unas cuestas que dejan Garganchón detrás nuestro abajo.


Garganchón - Villafranca Montes de Oca

El camino deja el pueblo rápidamente atrás porque asciende con decisión hacia los Montes de Oca. Es un inmenso espacio deshabitado, poblado por bosques y baldíos, muy poco visitados, por los cuales recorreremos muchos kilómetros en la más absoluta soledad.
La pista por la que hemos salido de Garganchón se halla en muy buen estado. Ganamos altitud a la vez que ascendemos por el Barranco de Valle Hondo, poblado de robles y algunas hayas en las zonas más sombrías. A nuestra derecha dejamos la Peña Gavilán, sobresaliendo de los vallejos. Tras describir una gran curva en la zona más sombría del barranco, emprendemos la ascensión final que nos deja en el paraje de Los Tomillares, ya en el llano, grandes horizontes.

La pista sube por el Barranco de Valle Hondo hacia los Montes de Oca.
Bonito paisaje de los Montes de Oca en las cercanías de Garganchón.
Junto a una alambrada, descansamos y nos preparamos para el largo recorrido que nos espera hasta el pueblo de Villafranca. En el trayecto, atravesaremos los Montes de Oca de sur a norte y cubriremos unos 12 kilómetros por pistas forestales y parameras.


Emprendemos la marcha, continuando por la pista que traíamos, que se dirige hacia el NO. siguiendo el llamado Camino a Pradoluengo. En medio kilómetro, nos introducimos en un gran pinar, por el cual recorremos algo más de tres kilómetros. Los pinos desaparecen y llegamos a una gran encrucijada, justo delante de una gran vaguada. Tenemos que desmontar y bajar una larga cuesta de gran pendiente. Es el llamado Portillo Ribota, un gran cruce de caminos. En su fondo, tomamos el que sale más a la izquierda y nos incorporamos a una amplia pista que sigue que en un kilómetro sigue el curso del arroyo de Arroz Quemado. El camino discurre bajo arbolado, dejando a nuestra izquierda abajo el curso del arroyo, que desembocará en dos kilómetros aguas arriba en la cola de la Presa de Alba.

Recorremos muchos kilómetros por solitarios parajes antes de llegar a las inmediaciones de la Presa de Alba.
Son muchos kilómetros los que llevamos en absoluta soledad, sin ver a nadie, solo árboles y pistas. Nos acercamos a las inmediaciones de la presa, que ya vemos a nuestra izquierda.

Dejamos la Presa de Alba a nuestra izquierda.
No nos acercamos a su orilla ya que la pista que llevamos, en muy buen estado y recorrida por vehículos todo terreno, se introduce en un hayedo por la derecha para iniciar su descenso al río Oca, en las inmediaciones ya de la ermita de Nuestra Señora de Oca.

Bajamos de la presa hacia Villafranca por un hayedo.
Llegados a la orilla del río, dejamos el puente que nos lleva a la ermita a nuestra izquierda, sin cruzar, y continuamos por la pista en paralelo al arroyo. El camino se estrecha mucho y se abre paso entre la vegetación. En poco, llegamos a las primeras casas del barrio de La Revilla, que ocupa la orilla norte del río en Villafranca Montes de Oca.


Villafranca Montes de Oca - Belorado

No cruzamos el río, dejando el núcleo urbano a la derecha y abandonamos el pueblo rápidamente iniciando el regreso a Belorado, del que aún nos separan 17 kilómetros atravesando los Montes de Oca de nuevo. Salimos del pueblo por una gran pista siguiendo una amplia vaguada con ganado pastando. Ésta gira poco a poco hacia el este.


Dejamos Villafranca siguiendo una gran pista camino de Belorado.
Recorremos muchos kilómetros por esta pista, siguiendo una alambrada a nuestra derecha, tras la cual las vacas nos observan. Al fondo divisamos las cumbres nevadas de la Demanda.

Salimos de Villafranca siguiendo un cercado.
Este camino en invierno se halla llena de charcos y barro, pero en otoño, donde estamos, se encuentra en muy buen estado y tiene poca pendiente, por lo que cubrimos muchos kilómetros con gran velocidad. Llegamos de nuevo al portillo, cruce de caminos en el cuál tuvimos que descender una larga cuesta dos horas antes. Tomamos ahora el sendero que sale más a nuestra izquierda y que gira casi 180 grados en el sentido de la marcha que traíamos, introduciéndose rápidamente en el pinar.

Rodamos junto a extensos pastizales de ganado vacuno.
Por parajes solitarios, siguiendo caminos casi imperceptibles, vamos cubriendo kilómetros, sin más compañía que los árboles y los cantos de las aves. Dejamos el bosque e iniciamos un descenso realizando varias curvas. El sendero se estrecha mucho y la pendiente se agudiza. Pasamos por las inmediaciones de la aldea de Puras de Villafranca, ubicada en pleno corazón de los Montes de Oca. Vemos las casas abajo a nuestra derecha. El núcleo del pueblo se halla completamente rodeado de montañas.


Dejamos el pueblo atrás, subimos un poco de altitud y avanzamos siguiendo la linde de campos de labor, no muy lejos del pueblo de Villambistia, que no vemos desde donde estamos. El terreno se va allanando y descendemos con suavidad. Podemos ya atisbar a nuestra izquierda la carretera de Burgos a Logroño, señal de que nos vamos acercando a Belorado. El recorrido final es ya un largo descenso entre curvas siguiendo una amplia pista que nos dirige directamente a Belorado, que vemos ya al fondo en el llano.

Contemplamos Belorado desde la pista por la que descendemos de los montes.
Llegaremos a Belorado tras incorporamos al Camino de Santiago, junto a la carretera, un poco antes del desvío San Miguel de Pedroso. Tras cruzar el río Tirón, entramos por fin, algo cansados, en Belorado. Hemos rodado algo más de cuatro horas y cubierto casi 45 kilómetros por caminos y veredas de los solitarios y aún desconocidos Montes de Oca.


MONTES DE OCA DESDE BELORADO EN BICICLETA
Dificultad
Medio-alta.
Ciclable
Sí.
Circular
Sí.
Orientación
Muy difícil (si no se lleva GPS).
Época recomendable
De mayo a octubre, el resto del año pueden estar los caminos impracticables de barro o incluso nieve.
Inicio
Belorado.
Distancia de Burgos
47,5 kilómetros.
Tiempo total
4 horas 10 minutos.
Distancia total
44,4 kilómetros.
Interés
Paisajes naturales del interior de los Montes de Oca, pueblos pintorescos de Puras y Garganchón. Presa de Alba, desfiladero del río Tirón.
Altitud mínima
671 m.
Altitud máxima
1196 m.
Mapas
1:50000: 0201 Belorado; 0239 Pradoluengo. 
1:25000: 0201-4 Villafranca Montes de Oca; 0239-2 Pradoluengo.






Notas:

- El recorrido no es complejo desde el punto de vista físico, pero los continuos cambios de pista y el hecho de transitar por largos trechos sin referencias, puede ser arduo y complicado en la orientación.


Puras de Villafranca

- Belorado y Villafranca son los únicos lugares donde podemos encontrar un bar. Tampoco hay que contar con encontrar fuentes de agua por el camino, sobre todo en verano. Ambos pueblos bien merecen una visita.

Ruinas del Castillo de Belorado.

Plaza de Belorado.

Ermita de Nuestra Señora de Oca

Entradas relacionadas:



Puras de Villafranca



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sábado, 19 de diciembre de 2015

Isla de la Palma: Nacientes de Marcos y Cordero

Volvemos a las Canarias y a su isla más bonita: La Palma, de la que en este blog ya hemos dedicado dos entradas. En esta ocasión presentamos una de sus excursiones más espectaculares: los Nacientes de Marcos y Cordero. El camino discurre por una senda que se abre paso por el interior del bosque de laurisilva, que puebla la ladera norte de la Caldera de Taburiente. En su inicio, además de visitar los nacimientos, atravesamos varios túneles abovedados por donde se canaliza el agua.

Como se ha comentado, la excursión partirá desde los manantiales de los arroyos que han sido canalizados en una impresionante obra a 1500 metros de altitud. El recorrido de descenso exige primero llegar a estas canalizaciones, por lo que lo normal es que un taxi todoterreno acerque a los excursionistas hasta su inicio, subiendo por largas pistas a través del bosque. Para ello, alquilamos un taxi en el municipio de Los Sauces que nos sube hasta la parte más alta donde comenzaremos la excursión. Los Sauces se halla en la parte NE. de la isla, a unos 20 kilómetros de la capital, Santa Cruz de la Palma.

Espesos bosques de laurisilva tapizan las laderas septentrionales de la Caldera de Taburiente.
El viaje en coche, barranco arriba, hacia la cabecera del barranco del Agua, en cuya cabecera se hallan los nacederos, es en sí mismo una agradable experiencia en el que contemplamos a nuestra derecha el selvático bosque por el que cual descenderemos unas horas más tarde. El vehículo nos dejará en unos diez kilómetros en las inmediaciones de la Casa del Monte, a 1350 metros de altitud. Allí mismo, comenzaremos la excursión empezando de la manera más espectacular posible: atravesando una serie de túneles por los cuales discurren las canalizaciones de toma de agua. Estas canalizaciones fueron construidas a golpe de dinamita (además de pico y pala), a comienzos del siglo XX y sirvieron para recoger las aguas para ser aprovechadas como fuerza motriz en la Central Hidroeléctrica del Mulato, aguas abajo, además de servir de regadío.


Aunque su recorrido no es especialmente peligroso, sí que es imprescindible llevar linterna o frontal y tener cuidado en no golpearse con las paredes al caminar encorvado por su interior. Por su interior, caminamos entonces siguiendo la baranda de las canalizaciones de agua. En algunos tramos incluso nos mojaremos un poco ya que las paredes rezuman agua en algunos sitios. Salimos de los túneles (en total son 13) y continuamos por el sendero que aferrado a la ladera, recorre la cabecera del Barranco del Agua. Llegamos en breve a los nacederos. El primero de ellos, el del arroyo Marcos, brota de la pared en varios sitios y sus incipientes cursos se van agrupando ladera abajo. Un poco más adelante, llegamos a las inmediaciones del manantial de Cordero, también brotando de la roca, entre la vegetación. A nuestra derecha, una selva de vegetación se desparrama hacia abajo buscando la salida al mar. Los cursos de agua se van agrupando hasta encauzarse finalmente en la parte más estrecha del barranco.

Los nacientes de Marcos y Cordero brotan de la pared aguas arriba del Barranco del Agua.
Junto al segundo nacedero, Cordero, tomamos el camino señalizado que inicia el descenso. La cabecera del barranco es pedregosa, ya que el arroyo se infiltra y surge, por lo que tenemos que caminar por el lecho seco del arroyo, sorteando grandes bloques de piedras. Es de suponer que en épocas de lluvias, el nivel del agua sea muy superior al que encontramos en verano donde nos encontramos. 

Los nacientes de Marcos y Cordero.
Vamos descendiendo sin dificultades, siguiendo ya un sendero perfectamente señalizado que se adapta al barranco y discurre en paralelo al cauce. La vegetación lo invade todo y caminamos por auténticos túneles vegetales que incluso nos impiden ver las verticales paredes que flanquean el interior del barranco.

La sensación que tenemos es de caminar por el interior de una selva tropical.

Empinadas paredes flanquean el barranco por el que descendemos.
Nos encontramos en un bosque de laurisilva, auténtica reliquia del terciario, cuando este tipo de bosque poblaba grandes áreas del planeta, mucho más cálido de lo que es ahora. En las Canarias encontramos aún buenas muestras de él sobre todo en la isla en la que nos encontramos y en la vecina de la Gomera (ver la entrada Parque Nacional de Garajonay). En su interior, hasta veinte especies arbóreas, siendo las más frecuentes las de hojas lanceoladas (tipo laurel...), siempre verdes y perennes, además de musgos, helechos, muchos de ellos endémicos.


El bosque de laurisilva tapiza los barrancos septentrionales de la isla.


Tras aproximadamente hora y media de descenso, a 770 metros de altitud, un cartel nos anuncia la cercanía del Mirador del Espigón Atravesado, . Dejamos el camino y nos desviamos brevemente hasta él. Subiendo por una empinada escalinata accedemos a una plataforma desde donde podemos admirar un espectacular paisaje. Todo a nuestro alrededor es verde y el mirador asemeja una isla que brota de su interior.

Escalinata por la que subimos al mirador del Espigón atravesado.
Cuesta creer que estemos en el interior de una isla tan pequeña, la cual, como en todas las Canarias, solemos identificar con la sequedad y el sol. La sensación es precisamente la contraria.


Bajamos por la escalinata al sendero de nuevo y continuamos por él para cubrir ya el último tramo. En poco más de media hora, llegaremos a la carretera que sube desde Los Sauces al Centro de Visitantes de los Tiles. Es el punto final a la excursión.
Aquí, hemos quedado con el taxi que nos subió a lo alto del barranco a primera de la mañana. La alternativa es cubrir por la carretera los cuatro kilómetros que nos separan de Los Sauces, donde hemos dejado el coche. El taxi, puntual, nos recoge y lleva hasta la localidad, donde podemos reponernos de la excursión en cualquiera de sus bares y establecimientos.




Paisaje espectacular de la Isla de La Palma.

NACIENTES DE MARCOS Y CORDERO
DificultadMedia.
CiclableNo.
CircularNo.
OrientaciónFácil. Esta señalizado todo el recorrido.
Época recomendableTodo el año, excepto con lluvia.
InicioCasa del Monte, en el municipio de Los Sauces, Isla de la Palma.
Distancia de Santa Cruz de la Palma25,6 kilómetros.
Tiempo totalUnas cinco horas.
Distancia total11,1 kilómetros.
InterésTúneles, bosque de laurisilva, paisaje selvático.
Altitud mínima489 m.
Altitud máxima1512 m.
Mapas
1:50000: 1083 Los Sauces.
1:25000: 1083-2 Garafia; 1083-4 San Juan de Puntallana.



Notas:
- El acceso a la parte superior del barranco y la posterior recogida en la casa del parque debe hacerse mediante un taxi. Podremos alquilarlo en la localidad de Los Sauces.
- Para el paso por los túneles es necesario disponer de linterna o frontal y recomendable un chubasquero porque hay goteras.
- El descenso por está señalizado y es sencillo. 
- El Barranco del Agua, se emplaza en la cara NE. de la Caldera de Taburiente. En un viaje a la Isla de la Palma, no puede faltar un recorrido por su interior así como visitar los volcanes del sur (ver entradas publicadas en este blog).

La Caldera de Taburiente
Ruta de los Volcanes

Entradas relacionadas:


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( el track no ha sido generado por el autor del blog )



lunes, 14 de diciembre de 2015

Torres de Calvilla

Dentro de los montes que orlan las Sierras de Neila y Urbión por el sur, y que son continuación de las Peñas de Cervera, visitaremos una de sus cumbres más interesantes: el monte Calvilla o las llamadas "Torres de Calvilla". Partiendo de la escondida localidad de Moncalvillo, no muy lejos de Salas de los Infantes, subiremos a su cima, compuesta por curiosas formaciones pétreas, y retornaremos recorriendo apartados parajes por caminos poco visitados.

Moncalvillo


Para llegar a Moncalvillo, debemos salir por la carretera de Soria. Una vez en Salas de los Infantes, tomamos el desvío a Quintanar de la Sierra. Justo antes de Castrillo de la Reina, hay que tomar el desvío a la derecha por una carretera local que muere en el pueblo.
Moncalvillo, de significado "Monte de Calvillo", se ha hecho famoso por ser el pueblo originario del único español fallecido en los atentados del 11-S en Nueva York. La localidad se desparrama siguiendo el curso del río Ciruelos y ya ha sido objeto de una entrada en este blog (ver Desfiladero del Ciruelos).
El caserío, dividido por el curso del río, se conserva en buen estado. Varios puentecitos cruzan el Ciruelos. Dejaremos el coche junto al cauce y emprendemos la marcha.
Saldremos por el lado oriental del pueblo, siguiendo el río a nuestra izquierda. 
Nada más dejar las últimas casas, el camino se convierte en pista, muy amplia, que se dirige hacia Rabanera del Pinar, ya en la carretera de Soria. Tras realizar un giro pronunciado a la derecha y dejar un merendero en la otra orilla, nos encontramos ante el cruce donde debemos abandonar la pista. Por la izquierda emprendemos la subida al Calvilla. Hay una señal indicándolo como "La Mira".

Nos desviamos a la izquierda para emprender la ascensión al Calvilla.
Comenzamos a ascender. Inicialmente la pendiente es fuerte, pero el camino es muy amplio y cómodo. Poco a poco, vamos dejando Moncalvillo abajo y podemos contemplarlo a nuestra izquierda abajo escondido entre las peñas. Si miramos detrás nuestro, destaca la majestuosa silueta de la Peña Carazo, sobresaliendo del mar de nubes. Es pronto por la mañana y la niebla no se ha disipado. La peña asemeja una gran isla. Continuamos ascendiendo, la pendiente se suaviza.

Las primeras luces del día llegan a Moncalvillo.
Alrededor nuestro se desparraman las sabinas, muy separadas entre sí, aferradas a la ladera.

La Peña Carazo sobresaliendo del mar de nubes.
Poco más arriba, entramos en el bosque robledal, convirtiéndose la pista en sendero. Describimos una curva cerrada hacia la derecha y llegamos a los corrales de las Saleguitas, hoy en ruinas. Las vistas sobre la Peña Carazo continúan siendo impactantes.

El sendero se abre paso entre la vegetación hacia la cima.
Seguimos camino hacia arriba sin pérdida alguna. La pendiente se agudiza de nuevo, desaparecen los árboles. A ambos lados, la vegetación se aprieta al borde del sendero. Poco a poco van apareciendo grandes bloques de piedra componiendo curiosas formas. A lo lejos, divisamos ya la cumbre del Calvilla, a modo de castillo sobresaliendo de la parte más alta del monte. La sierra es zona de transición entre materiales formados en el Cretácico y Jurásico (calizas y dolomías), el Triásico (areniscas y arcillas rojas) y el antiquísimo Cámbrico (pizarras y cuarcitas). Testigo de las cuales encontramos grandes bloques de diferentes configuraciones desperdigados por las laderas, que nos hablan de una compleja evolución geológica en la zona. Una profunda falla corta la sierra por el norte, mientras que la ladera sur se presenta suavizada.


Una vez en la meseta, pasamos la alambrada que sirve de límite entre los municipios de Moncalvillo y Palacios de la Sierra. Llegamos a la misma base de las Torres de Calvilla. Caminando por la base, buscamos el mejor punto para acceder a su cumbre, a donde llegamos fácilmente tras una pequeña trepada entre los bloques.
Cumbre del Calvilla o Torres de Calvilla (1398 metros). Hay un hito geodésico, pero ningún buzón montañero. En los mapas también aparece la denominación de Alto de las Torres.


Llegamos a la base del Calvilla.
Mirando hacia el norte, impresionantes vistas sobre las Sierras de la Demanda, Neila y Urbión. A nuestros pies el valle del Arlanza y los pueblos de Quintanar de la Sierra y Palacios. Alejado a la izquierda, divisamos el pueblo de Monasterio de la Sierra, rodeado de una selva de árboles. Cerca de él, la gran cicatriz provocada por la construcción de la presa de Castrovido.
La cima, es un magnífico lugar para descansar, recrearse en el paisaje y comer algo antes de emprender la vuelta.
El regreso a Moncalvillo bien pudiera ser por el mismo camino, pero decidimos explorar el lado oriental del monte descendiendo hacia Palacios de la Sierra.


Las Torres de Calvilla.
Continuamos por el camino, que se mantiene en buen estado y emprendemos el descenso. Nuestra idea es salirnos de él a media ladera para tomar un sendero que debe  discurrir paralelo al arroyo del Lomo. Tras llegar al punto donde debe aparecer según nuestro GPS, comprobamos que la vegetación lo oculta a nuestra derecha y no conseguimos dar con él. La alternativa no es otra ya que continuar por la pista hacia Palacios de la Sierra para descender primero del monte y volver a Moncalvillo por el llamado camino del Cerro, siguiendo paralelos al monte por su lado sur.
Descendiendo del monte hacia Palacios.
Vista del Calvilla desde su lado sur.
El descenso del es largo pero sencillo. El sendero es siempre evidente, bajamos cómodamente por él hasta enlazar con una gran pista para vehículos que procede de Palacios. Nos incorporamos a ella por nuestra derecha y continuamos algo menos de un kilómetro hasta llegar a la Tenada Era de Ruiz, donde la abandonamos. Desde aquí, hay que tomar un sendero a nuestra derecha, el cual se abre paso por el bosque, continuando siempre en paralelo al monte, que queda a nuestra derecha. A veces se bifurca y surgen caminos a ambos lados, así que es necesario estar atentos a nuestro GPS para no perder el camino correcto.

Curiosas formaciones rocosas en el camino de vuelta a Moncalvillo.
Ya solo nos queda recorrer los siete kilómetros que aún nos separan de Moncalvillo. El camino se halla en buen estado y avanzamos con rapidez. A nuestra izquierda, vamos dejando pequeñas elevaciones pobladas de pinos. Continuamos, haciendo algún descanso porque los kilómetros se van acumulando. El terreno es en general llano. De vez en cuando surgen de entre la vegetación grandes moles de aglomerados y areniscas de caprichosas formas.

Enlazamos con la pista de Rabanera a Moncalvillo.
Llegamos a Moncalvillo.
Por fin, emprendemos el descenso hacia el valle del Ciruelos, incorporándonos a la pista de Moncalvillo a Rabanera que mencionamos al principio de este recorrido. Por ella, ya solo nos queda recorrer los dos kilómetros y medio que nos separan de las primeras casas del pueblo.


TORRES DE CALVILLA
Dificultad
Media.
Ciclable
Sí.
Circular
Sí.
Orientación
Difícil, no está señalizado y hay muchos cruces y cambios de senderos.
Época recomendable
De abril a noviembre. En invierno y primavera podemos encontrar los caminos impracticables.
Inicio
Moncalvillo.
Distancia de Burgos
71 kilómetros.
Tiempo total
4 horas.
Distancia total
16,1 kilómetros.
Interés
Pueblo de Moncalvillo, panorámicas desde la cima del Calvilla.
Altitud mínima
1047 m.
Altitud máxima
1395 m.
Mapas
1:50000: 0316 Quintanar de la Sierra; 0315-2 Castrillo de la Reina.
1:25000: 0316-1 Quintanar de la Sierra
h



Notas:

- A las Torres de Calvilla podemos también ascender desde la localidad de Palacios de la Sierra, partiendo del otro extremo del monte. Para ello, debemos salir de la localidad por la carretera a Hontoria del Pinar. Tras dos kilómetros, hay que tomar la pista que sale a la derecha y que se dirige a la Tenada de Era Ruiz. Antes de llegar, se cruza con el camino mencionado por el que descendimos de la cima. También podemos salir por la ermita del Arroyal.


Palacios de la Sierra
- En Moncalvillo podemos visitar el monumento a Edelmiro, la víctima española en los atentados del 11-S. Se halla sobre la ladera un poco más abajo de la posición que ocupa la iglesia.

Monumento en homenaje a Edelmiro Abad Elvira, único español fallecido en el atentado de las Torres Gemelas en 2001, natural de Moncalvillo, Burgos.



Entradas relacionadas:


Mapa topográfico


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