sábado, 28 de mayo de 2016

Tres Provincias desde Somosierra

De nuevo volvemos al Sistema Central, no tan lejano de Burgos y esta vez para visitar una de sus cumbres señeras: el pico Tres Provincias. Como su propio nombre indica, se halla justo en la confluencia de las provincias de Madrid, Segovia y Guadalajara. Partiendo desde el pueblo de Somosierra, junto a la autopista A-1, subiremos hasta esta cumbre de la Sierra de Ayllón.


El Tres Provincias (derecha), visto desde Boceguillas (Segovia)
Aunque se halla a casi 150 kilómetros, es fácil llegar a Somosierra. Basta dirigirnos por la autovía A-1 de Burgos a Madrid. Una vez superado el Puerto de Somosierra, tomaremos la salida al pueblo del mismo nombre. Junto a la carretera, dejamos el coche.

Somosierra.
El pueblo se emplaza en un paso de montaña entre las sierras de Somosierra al oeste y Ayllón al este. Tras aparcar el coche, saldremos por la antigua carretera dirección Burgos buscando un desvío a nuestra derecha.



Comenzamos la excursión por la antigua carretera N-1.
Tras casi un kilómetro de asfalto y cuesta abajo, salimos por la derecha. Atravesamos una valla y llegamos al cauce del arroyo de las Pedrizas. Este curso de agua forma una magnífica cascada a muy pocos metros de donde estamos y es muy visible si nos fijamos desde la misma autopista cuando subimos el puerto.


Ya vemos la cascada de la Peña del Chorro
Estamos en el comienzo de la primavera, por lo que la cascada luce todo su esplendor y merece la pena acercarse hasta su misma base. Para ello, nos desviamos a mano derecha ascendiendo por un estrecho sendero que sube entre las rocas en paralelo al arroyo que discurre abajo a nuestra izquierda. Ya desde lejos vemos la cascada. Llegamos con facilidad hasta posicionarnos frente a ella para obtener los mejores ángulos de contemplación. No nos defrauda, la cascada baja con un gran caudal, produciendo un gran estrépito. Se trata de la cascada más caudalosa de toda la provincia de Madrid.

La cascada de la Peña del Chorro.
Tras obtener buenas fotos, bajamos de nuevo al camino, cruzamos el arroyo y continuamos. La pista comienza a ganar altitud realizando varios largos. A medida que subimos, descubrimos extensas panorámicas sobre el puerto de Somosierra y la vertiente SO. del Sistema Central, con las cumbres nevadas de las Sierras de Guadarrama y Navacerrada. El día ha salido claro y la visibilidad es excepcional.


A una cota 1600 llegamos al término de la Majada, un llano entre pinares. Frondosos bosques de pinos nos flanquean. Al fondo divisamos ya las cumbres nevadas de la sierra. Pero aún nos queda un largo recorrido y superar un fuerte desnivel. Continuamos por esta vaguada. Al poco nos desviamos por nuestra izquierda, saliéndonos del camino por el que subíamos, penetrando en una pista forestal que sigue ganando altitud.

Seguimos por una pista que sube hacía la cresta de la sierra.
Sobrepasada la cota 1700, la nieve ya es permanente. Nos ponemos el equipo de invierno, palos, raquetas. El camino es ancho, caminamos con comodidad. Llegamos en poco al borde norte de la sierra, posicionándonos sobre la ladera que cae a pico sobre el lado segoviano. Las panorámicas sobre la meseta castellana al norte son excepcionales.

Impresionantes vistas de la meseta castellana desde la cresta de la Sierra de Ayllón.
Continuamos por el cordal, dejando la ladera a la izquierda, a la búsqueda del Tres Provincias, aún oculto. La pendiente se agudiza. Si miramos atrás, descubrimos una excepcional panorámica de la Sierra de Guadarrama. Son más 200 kms los que podemos visualizar de esta Cordillera alcanzando casi Gredos.

Divisamos el sector suroeste del Sistema Central.
Abordamos el ataque final al Tres Provincias subiendo por una larga y empinada ladera que cubrimos pacientemente superando un desnivel de unos 200 metros desde la cresta hasta la cima.

Continuamos por el cordal camino del Tres Provincias.
Tenemos que superar una larga cuesta antes de llegar a la cima del Tres Provincias.
Llegamos por fin al entorno del Tres Provincias. En primer término, gran monolito conmemorativo con placa. Un poco más adelante, el hito montañero señalizando el punto más alto, cima del Tres Provincias (2129 metros). La cumbre se halla en un amplio llano, cómodo para sentarse, descansar, disfrutar de las panorámicas. Mirando hacia el norte, contemplamos la inmensidad de la meseta castellana. Los perfiles sinuosos de las Sierras de la Demanda y Urbión son perfectamente distinguibles. Hacia el este, el cordal de la Sierra de Ayllón prosigue y aún se eleva más al encuentro del cercano Pico del Lobo. Hacia el sur, las cumbres nevadas de la Sierra Norte de Madrid y el Valle del Jarama. Hacia el oeste, como ya hemos mencionado, las sucesivas sierras que componen el sector SO. del Sistema Central, comenzando por Guadarrama, Navacerrada hasta alcanzar su culmen en Gredos, que proporciona las máximas cotas de todo el sistema.

Monolito con placa junto a la cima del Tres Provincias.
Cima del pico Tres Provincias, donde confluyen Madrid, Segovia y Guadalajara.
Emprendemos el regreso a Somosierra. Podemos volver por el mismo itinerario pero preferimos continuar por el cordal que desciende por el SE., siguiendo la llamada Sierra Cebollera, dejando a nuestra derecha los barrancos y arroyos que descienden hacia Somosierra.


Video


Durante este recorrido, encontramos excursionistas que realizan el camino inverso de ascensión a la cumbre. El día es soleado, las vistas son en todos las direcciones extraordinarias. La caminata es fácil y placentera, siempre sobre nieve.

Emprendemos el regreso por la cuerda de la Sierra Cebollera.
Tras recorrer unos dos kilómetros, podemos contemplar por primera vez a nuestra izquierda la cumbre aislada del Ocejón, cumbre señera de Guadalajara, emplazada en la aislada comarca de los pueblos negros.

Valle del Jarama en primer término y pico Ocejón al fondo.
Seguimos camino por la cuerda de la Sierra Cebollera. Esta cresta está recorrida por una cómoda pista, recorremos muchos kilómetros y las piernas van pesando. A nuestra derecha dejamos los barrancos de la Peña del Chorro y las Pedrizas que descienden hacia el Puerto de Somosierra.

Perdemos altura descendiendo hacia la Dehesa de Somosierra.
Sobrepasado el mogote del Coto de Montejo, la pista describe un arco hacia el este y camino del Collado del Peón sobrepasamos extensos muros de piedra que supuestamente, sirvieron de parapetos defensivos durante la pasada Guerra Civil.

Viejos muros defensivos procedentes de la Guerra Civil.

No llegamos hasta la cumbre de Cebollera la Nueva, extremo SO. de la sierra, sino que antes, emprendemos el descenso. Abandonamos la cresta por nuestra derecha incorporándonos a una marcada pista que pierde altura entre los pinos. En unos trescientos metros, nos saldremos de nuevo por nuestra derecha y perdemos mucha altura bajando por terreno libre, entre los pinos, al encuentro del fondo del barranco recorrido por el arroyo de la Dehesa. Llegamos y comprobamos que el río baja con mucha agua, pero podemos vadearlo fácilmente.

El arroyo de la Dehesa baja impetuoso.
Ya en la otra orilla, seguimos su curso por terreno muy desigual que nos obliga a alejarnos y acercarnos salvando muros, obstáculos vegetales. En algún punto, tenemos que superar alguna alambrada, pero siempre intentamos seguir el desarrollo del arroyo barranco abajo, ya que éste desciende hacia las inmediaciones del pueblo de Somosierra.
Superamos una nueva valla y nos plantamos en la confluencia con lo arroyos de Cambronales y del Barcal. No estamos ya lejos de Somosierra. Superamos estos cursos con cierta dificultad, ya que el terreno está muy encajonado y nuevas vallas nos exigen un esfuerzo extra. La ayuda del GPS es inestimable para no despistarnos y tomar la dirección correcta. Por fin, tras superar un nuevo muro, nos incorporamos con cierto alivio a una amplia pista, que desciende desde la Fuente del Hoyo hasta el pueblo.

Último tramo bajando hacia el pueblo de Somosierra.
Por esta pista, ya sin dilación y con rapidez, llegamos al pueblo de Somosierra ciertamente algo cansados tras haber recorrido algo más de 18 kilómetros por todo tipo de terrenos.

Llegamos de nuevo al pueblo de Somosierra.


TRES PROVINCIAS DESDE SOMOSIERRA
Dificultad
Media-alta, por transcurrir por terreno agreste, sin señalizar y fuertes pendientes.
Ciclable
No.
Circular
Sí.
Orientación
Difícil, sobre todo en el retorno desde la cresta hacia el pueblo de Somosierra por el arroyo de la Dehesa por terreno difícil.
Época recomendable
Todo el año, pero si se quiere realizar la ruta con nieve, de enero a marzo.
Inicio
Somosierra (Madrid).
Distancia de Burgos
151 kilómetros.
Tiempo total
6 horas 40 minutos.
Distancia total
18,3 kilómetros.
Interés
Cascada de la Peña del Chorro, Sierra de Ayllón, panorámicas de las sierras Norte de Madrid, Guadarrama y Navacerrada.
Altitud mínima
1374 m.
Altitud máxima
2125 m.
Mapas
1:50000: 0458 Prádena.
1:25000: 0458-2 Robregordo.

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h

Notas:
- La subida al Tres Provincias no es especialmente complicada. La dificultad de esta ruta reside sobre todo en el retorno por los barranco que descienden al pueblo de Somosierra por terrenos imprecisos.
- En el pueblo de Somosierra podemos encontrar todo tipo de servicios, bar, cafetería, tienda de comestibles.
- Existen otros picos "Tres Provincias" cuyas excursiones ya han sido publicadas en este blog:


Entradas relacionadas:


Mapa topográfico


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sábado, 21 de mayo de 2016

Desfiladero de Peñacoba

Muy cerca de la Yecla, se halla un aún más agreste desfiladero, muy poco visitado, que presenta grandes atractivos por la belleza de las formaciones rocosas que alberga en su interior. Partiendo de la localidad de Santo Domingo de Silos, atravesamos la sierra hasta Peñacoba y retornamos por el interior de la garganta.



Partiremos de la localidad de Santo Domingo de Silos. Llegaremos a través de Covarrubias, desde donde tomamos el desvío a Santibáñez del Val y Silos. Otra alternativa, más larga, es ir primero a Lerma desde donde cogemos la carretera local que lleva a Silos.

En cualquier de la calles del pueblo, podemos dejar el coche. En esta ocasión, nos acercamos al entorno del convento, y tras atravesar el arco de la muralla, dejamos el coche al otro lado del río.
Allí mismo, nace el camino que sube a la sierra y por el que iniciaremos nuestra excursión. Este recorrido, ya ha sido descrito en la entrada Santa Bárbara, máxima cima de la alineación de cimas que cierra el valle donde se asienta Silos por el sur. 

Peñacoba
Una vez en la cresta de la sierra si tomamos el camino que sigue a nuestra derecha, llegaríamos hasta la cima del Santa Bárbara, muy identificable por poseer unas antenas de telecomunicaciones muy visibles desde lejos. Para continuar hacia el desfiladero, tenemos que bajar por la ladera sur hacia Peñacoba. No hay senderos viables, pero afortunadamente, la ladera se presenta bastante limpia y descendemos al llano con relativa facilidad y rapidez progresando entre matojos y esquivando pedreras.

Dejamos las casas de Peñacoba a nuestra derecha.
No es necesario acercarse hasta las casas de Peñacoba, que vemos frente a nosotros al otro lado de un sembrado, sino que, siguiendo la linde de un campo de labor, continuamos rodeando la sierra dejando las casas del pueblo a nuestra derecha.

La sierra continúa por un enriscado cordal hacia la Peña del Águila.
A la derecha, observamos que la sierra continúa hacia el este, enriscándose aún más.
En poco, llegamos a la entrada del desfiladero, muy evidente desde lejos. Nos incorporamos enseguida a un marcado camino que viene de Peñacoba y llegamos al inicio de la garganta.

Penetramos por un camino en el desfiladero.
Entramos y cruzamos por un puentecito el arroyo de Peñacoba, muy disminuido en verano. El camino describe una cerrada curva y gana en altitud penetrando en el bosque de pinos y sabinas que recubre toda la ladera. Continuamos monte arriba alejándonos un poco del desfiladero.


Dejamos atrás la entrada del desfiladero, una bonita cluse que atraviesa el anticlinal de Peñacoba de norte a sur.
Alto de Peñacoba, visto desde las inmediaciones de las tenadas del Cerrito.
En poco tiempo, llegamos a una amplia explanada, donde se ubican las tenadas del Cerrito. Llaman la atención la gran cantidad de construcciones que hay, algunas en aceptable estado de conservación todavía.

Tenadas del Cerrito.
Desde las tenadas, intentamos de nuevo aproximarnos al borde del desfiladero, que hemos perdido de vista. Sin grandes problemas, vamos progresando por terreno impreciso, entre los árboles, buscando tenues trochas que poco a poco se van acercando hacia nuestro lado izquierdo. En poco, llegamos al borde rocoso del desfiladero. Continuamos pegados a él, progresando entre los riscos sin dificultades.


Comprobamos a nuestra izquierda que el fondo del desfiladero está cubierto por vegetación. Las elevadas pendientes hacen imposible descender. Seguimos por el borde buscando el mejor sitio.

Continuamos por el borde del desfiladero buscando el mejor lugar para descender a su fondo.
Lo encontramos un poco más adelante. A nuestra izquierda una empinada ladera de pedriza baja hacia el fondo y parece factible. Perdemos altura con cuidado. Realmente no estamos seguros de que no nos lleve a un camino sin salida y haya que volver de nuevo arriba, pero descendemos con relativa rapidez entre los riscos.

Ya vemos Silos al fondo del desfiladero.
Llegamos al fondo del barranco y nos situamos sobre el lecho seco del río. Arroyo arriba, vemos algunas pozas con agua, más producto de la lluvia que de un caudal constante que no hay. Nos rodean elevadas paredes calizas y riscos que se desploman hacia el fondo del desfiladero.


Curiosas formaciones rocosas.
Nuestros temores son infundados y podemos seguir por el fondo del desfiladero en dirección a Silos. Nos salen el paso bloques de piedras, maleza, hendiduras, peor lo vamos sorteando con relativa facilidad.

Progresamos por el fondo del desfiladero.
Avanzamos. En algún punto, no nos queda más remedio que remontar la ladera por nuestra derecha para superar algún obstáculo insalvable. Encontramos cuevas y oquedades con señales de haber sido ocupadas en algunos puntos.

Oquedades en la pared de la roca.

Poco a poco vamos llegando a los tramos finales. Tras sobrepasar una caseta, a punto de llegar al final, nos topamos con una sorpresa final. El desfiladero se estrecha aún más formando una estrecha garganta, que solo permite el paso de una persona. Se adivina que en época de lluvias sea imposible pasar por aquí.

Pasamos una estrecha garganta seca antes de salir del desfiladero.
En el otro lado, dejamos unas mesas junto a la pared rocosa, buen lugar para pasar una tarde de verano al fresco. Continuamos y salimos abandonamos ya definitivamente del desfiladero.

Área recreativa a la salida del desfiladero.
Salimos por un camino que se dirige sin dilación a Silos, cuyas casas vemos ya. Seguimos por él hasta llegar en breve al encuentro del arco de la muralla, donde hemos dejado el coche, terminando esta magnífica excursión.

Retornamos a Santo Domingo de Silos.


DESFILADERO DE PEÑACOBA
Dificultad
Media, ya que el fondo del desfiladero es muy agreste y el avance es complicado.
Ciclable
No.
Circular
Sí.
Orientación
Fácil, solo hay que seguir el borde o el interior en todo momento.
Época recomendable
Todo el año. Como siempre, evitar épocas de lluvias o días muy calurosos.
Inicio
Santo Domingo de Silos.
Distancia de Burgos
59,3 kilómetros.
Tiempo total
Casi 3 horas.
Distancia total
7,55 kilómetros.
Interés
Desfiladero de Peñacoba, Sierra de Silos. Pueblos de Santo Domingo de Silos y Peñacoba.
Altitud mínima
993 m.
Altitud máxima
1216 m.
Mapas
1:50000: 0315 Huerta de Rey / Santo Domingo de Silos.
1:25000: 0315-1 Santo Domingo de Silos.

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Notas:
- Aunque no es peligroso, el recorrido por el interior del desfiladero es complicado en algunos tramos.
- Evitar los días calurosos de verano andar por el interior así como las épocas muy lluviosas en que puede estar impracticable.
- La excursión puede completarse con un recorrido por la paralela garganta de la Yecla.


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sábado, 14 de mayo de 2016

Laguna de la Cascada

Retornamos a las siempre atractivas Lagunas de Neila. Como continuación de la entrada ya publicada, en que visitábamos las lagunas Negra y Larga, en el anfiteatro superior, visitamos esta vez la Laguna de la Cascada en invierno. Desde ella, ascenderemos hasta las anteriores para así realizar el circuito completo.


Laguna de la Cascada



Desde Burgos salimos por la carretera de Soria. En Salas de los infantes tomamos el desvío a Quintanar de la Sierra. Una vez en el pueblo, cogemos la carretera que sube directamente a las lagunas, de forma casi paralela a la que se dirige a Neila. Tras pasar el enlace con el collado, encontramos ya nieve insuperable a una altitud de 1600 metros. Dejamos el coche en la cuneta y emprendemos la marcha.
Pese a que nos encontramos a últimos de abril, encontramos bastante nieve, por lo que nos ponemos las raquetas ya desde el comienzo.
En diez minutos, llegamos al aparcamiento de coches obligatorio donde tomamos el desvío por la derecha que lleva a la Laguna de la Cascada, la más inferior de todas y primer objetivo de nuestra excursión.


Tomamos el desvío a la Laguna de la Cascada.
La pista está cubierta de nieve, apenas tiene desnivel y caminamos por ella con comodidad habituándonos a las raquetas y al entorno invernal. En algo menos de un kilómetro, atravesamos la valla que impide que los vehículos accedan hasta el entorno del anfiteatro de la laguna de la Cascada.


Camino de la Laguna de la Cascada entre pinares.
El camino discurre teniendo la ladera rocosa a nuestra izquierda y el bosque de pinos que se desparrama por nuestra derecha hacia el fondo del valle. El rumor de las corrientes de aguas que descienden de las gradas superiores del circo rocoso en sucesivos saltos nos acompaña gran parte del recorrido.

Nos acercamos a la base de la cascada de hielo.
Llegamos al entorno de la Laguna de la Cascada, un llano flanqueado por un magnífico circo glaciar. El conjunto anfiteatro-laguna que visualizamos junto con el resto de circos que componen la Sierra de Neila, es el producto de la erosión producida durante las sucesivas glaciaciones que comenzaron hace 109000 años y cesaron solo hace 11200 años, fecha de la retirada de los últimos hielos. De este periodo, quedan hoy los circos, anfiteatros, los cierres morrénicos y las lagunas, como evidencias del hielo perpetuo. Hoy, cada año, se hielan a modo de recuerdo de la Edad del Hielo, no tan lejana en el tiempo como pudiera parecer.

Panorámica de la Laguna de la Cascada.
Completa el cuadro la gran cantidad de enormes piedras y bloques que encontramos en el borde exterior, que no son más que los restos morrénicos que el glaciar horadó y desplazó en su incesante caminar desde los niveles superiores a los inferiores. La mayoría de estas enormes piedras están hoy camufladas y ocultas en el interior del bosque que cubre la ladera norte de la sierra.

Llegamos al entorno de la laguna.
Todo el entorno es extraordinario. Sobre el circo rocoso que nos rodea, divisamos las dos cascadas que se desploman desde el nivel superior en sucesivos saltos de agua. La de más al izquierda es la llamada cascada de hielo, famosa por la práctica de la escalada. Hay mucha nieve y hielo, pero la cascada baja ya totalmente líquida formando la cabecera del arroyo de Paul Grande que baja impetuoso formando la cabecera del río de Neila.

La cascada baja con mucho caudal.
Para admirar la cascada más de cerca, subimos por la ladera siguiendo la orilla del arroyo. La subida hasta su base es complicada. La nieve se acumula en los recovecos entre los árboles y nos obligan a hundir la pierna hasta la rodilla con elevada pendiente. A una distancia de unos cien metros, no continuamos más y nos contentamos con hacer algunas fotos desde esa distancia.


Retornamos al entorno del lago. La laguna, de dimensiones considerables, aunque no tan extensa como la Negra y Larga del circo superior, se muestra serena y parcialmente helada. Cerca del refugio, ubicado en su extremo norte, cerca de la línea del bosque, leemos los paneles explicativos y disfrutamos del paisaje. Magnífico lugar para detenerse y descansar.




Refugio junto a la laguna.
Dejamos el refugio a un lado y continuamos por el bosque ya entre los árboles siguiendo un sendero señalizado. Por él, bordeamos el borde NO. del circo buscando la cresta rocosa que separa este circo del contiguo de la laguna de la Tejera. El camino recorre la llamada Senda del Tejo, señalizada. A cada momento, nos salen al paso enormes bloques de piedra que se desperdigan entre los árboles. Cuesta creer que fueron un día arrancados y transportados por la fuerza del hielo y desplazados varios kilómetros hasta su posición actual.


Siguiendo por el bosque, llegamos por fin hasta el cruce con una gran cortafuegos, hoy en proceso de regeneración. Por él, subiremos hasta el anfiteatro superior, donde se ubican las lagunas Negra y Larga. Emprendemos la ascensión. La pendiente es elevada, hay bastante nieve y los pinos pequeños que crecen por todo los lados, nos obligan a subir sorteando todos estos obstáculos.
Según vamos ganando altitud, si miramos atrás, divisamos un extraordinario paisaje. En primer término, el valle de Huerta-Neila y la cumbre del Cerezales y montañas aledañas. 
Al fondo, la cresta de la Sierra de la Demanda, en su tramo riojano. Paisaje invernal sumergido entre brumas.


Continuamos subiendo por el cortafuegos, que parece interminable. Por fin, llegamos a un pequeño collado, donde una señal nos indica que hay que abandonarlo y continuar por la ladera, ya dentro del bosque. La pendiente se empina aún más. Por fin, la cuesta nos da un tregua, el terreno se nivela algo más y continuamos entre los árboles. A nuestra izquierda, disponemos de fantásticas vistas de la Laguna de la Cascada y su impresionante anfiteatro, que parecen salidos de la niebla. El cielo se cubre y a ratos cae algo de nieve. Continuamos


Extraordinaria vista invernal de la Laguna de la Cascada.
Junto a un pasadizo rocoso, con buenas vistas sobre la laguna, descansamos y comemos algo. Continuamos.

Atravesamos los restos morrénicos de la Laguna Negra en la ascensión al circo superior.
En poco más de quince minutos, llegamos por fin al entorno del circo glaciar superior, donde se ubican las Lagunas Negra y Larga, quizás las más conocidas. Todo a nuestro alrededor es blanco, solo interrumpido por la línea rocosa que forma el borde superior del circo. No nos acercamos a la orilla de las lagunas, que está congelada, sino que continuamos bordeándola por su lado exterior, buscando las zonas más llanas que nos permitan progresar de la manera más rápida posible. El día está nublado, hay poca visibilidad y amenaza constantemente con nevar. Progresamos con lentitud, avanzando por amplios llanos entre los árboles y las morrenas y superando continuos cursos de agua que discurren bajo la nieve.


Dejamos las lagunas atrás y nos incorporamos ya a la pista que viene desde la carretera y sirvió en su día para acercarse en coche hasta la misma orilla de la laguna, hoy felizmente vetado a todo vehículo de motor. Comprobamos los avances del talud en recuperación, donde hasta diez años se levantó un bar-refugio y seguimos. Poco a poco la vegetación y la erosión lo va tornando a su estado natural y camuflándolo con el paisaje.

La Laguna de la Cascada vista desde el anfiteatro superior.


Video



Encontramos grandes espesores de nieve alrededor de las Lagunas Negra y Larga.

Atravesamos la valla que impide el acceso a vehículos de motor. Y nos incorporamos ya definitivamente a la carretera, descendiendo ya por ella sin detenernos. Llegaremos al coche tras un paciente recorrido de unos dos kilómetros caminando sobre la nieve.




LAGUNA DE LA CASCADA
Dificultad
Medio-alta en invierno. Hay mucha nieve y fuertes rampas para subir de la laguna de la Cascada a las superiores.
Ciclable
No.
Circular
Sí.
Orientación
Fácil.
Época recomendable
Si queremos disfrutar de la nieve, de diciembre a abril.
Inicio
Aparcamiento de las lagunas, en la carretera de Quintanar de la Sierra a Neila.
Distancia de Burgos
92 kilómetros.
Tiempo total
4 horas 25 minutos.
Distancia total
11,28 kilómetros.
Interés
Paisaje invernal de la Laguna de la Cascada. Bosques, panorámicas invernales de la Sierra de la Demanda y Neila. Práctica de la raqueta de nieve. Geología.
Altitud mínima
1618 m.
Altitud máxima
1934 m.
Mapas
1:50000: 0278 Canales de la Sierra.
1:25000: 0278-3 Lagunas de Neila.

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f
Notas:
- El recorrido no es especialmente complicado. En invierno, con nieve, puede resultar arduo y difícil si no se dispone del material adecuado como raquetas, botas y palos.
- Es imposible saber la cota de nieve de antemano, por lo que hay que estar advertido de la posibilidad de tener que dejar el coche a una cota baja y tener que cubrir andando un gran trayecto por carretera hasta llegar al área de las lagunas.


Entradas relacionadas:


Lagunas Negra y Larga

Lagunas de Haedillo



Mapa topográfico


Perfil de elevación


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