miércoles, 24 de diciembre de 2014

Desfiladero del Homino

El río Homino nace en el borde oriental del Páramo de Masa, muy cerca del pueblo de Hontomín. En su curso alto, desciende impetuoso desde el páramo hacia los llanos de la Bureba. El desfiladero que forma, es un auténtico vergel y contrasta con el paisaje semiárido de las cárcavas y barrancos laterales que conforman el Valle de las Navas. Una ruta senderista, recientemente habilitada, recorre este espacio de erosión que sirve de transición entre las adustas tierras calizas del páramo y los terrenos arcillosos y arenosos del llano.

Llegamos a Hontomín saliendo por la carretera de Santander. Nada más pasar Sotopalacios, hay que tomar el desvío a la derecha por la N-623. Tras pasar Peñahorada y subir al páramo, alcanzamos el pueblo. Su nombre no es más que la derivación de "font homin", es decir, fuente del Homino. No en vano, como se ha reseñado en la introducción, tiene este río su nacimiento a escasa distancia.

Hontomín


Dejaremos el coche junto a la plaza de la iglesia. Desde allí, hay que coger la calle que discurre por la parte trasera del templo hacia el norte. Tras pasar una casona y el antiguo lavadero, cruzaremos el río Homino por una amplia pasarela.



Aquí nace el camino de Lermilla, que sale a mano derecha nada más pasar el puente. Hay un panel explicativo de la ruta, que está señalizada, así que no debemos preocuparnos porque todos los cruces están perfectamente indicados.


Dejamos pues el pueblo por una amplia pista de tierra que se dirige hacia el este, avanzando cómodamente por ella. Vamos descendiendo de altitud poco a poco y dejando el páramo atrás. El terreno, se va tornando de roca caliza y arenas, a arcilloso y muy blando, por lo que en época de lluvias, puede presentarse húmedo y muy embarrado. Estamos en verano y el terreno se presenta seco y firme.

La ruta recorre el espacio de transición entre el Páramo de Masa, de origen mesozoico y compuesto por materiales cretácicos, fundamentalmente calizos y perteneciente a la cuenca del Duero con el borde SO. de la Bureba, perteneciente a la cuenca del Ebro y formada por depósitos limo-arcillosos. En la foto se observan las cárcavas formadas sobre la ladera oriental del páramo formadas por las corrientes de agua que descienden hacia el llano y erosionan continuamente su borde occidental y trasladan materiales y agua de la cuenca del Duero al Ebro.



Poco a poco, vamos descendiendo de altura, mientras el camino describe algunas curvas. El paisaje se va transformando y volviendo más árido, ya que nos movemos por terreno elevado entre dos profundas cárcavas. 

Descendemos del páramo calizo a través de terrenos áridos y blandos de composición arcillosa.
Nos acercamos al fondo desfiladero del Homino por su parte alta.
A nuestra derecha divisamos ya el extenso bosque de ribera que se desarrolla siguiendo el Homino. Se trata de una isla verde que contrasta vivamente con el rojo arcilloso de las alturas en que nos situamos.

Vista del desfiladero y cárcavas adyacentes.
Llegados a un marcado cruce, teniendo ya a la vista, al fondo abajo, el pueblo de Lermilla. Siguiendo la indicación, debemos abandonar el camino principal que traíamos y desviarnos a la derecha. El sendero, desciende hacia el fondo del barranco por donde discurre el río. Como el terreno es muy desigual, blando y resbaladizo, se han habilitado recientemente unos escalones de apoyo por los que podemos descender hasta el fondo del barranco, muy cerca ya de la orilla del río.

Descendemos a la ribera del Homino por unas escaleras incrustadas en el terreno.
Cruzamos el río Homino por una pasarela y continuamos por la otra orilla, siguiendo un estrecho sendero que se introduce en el bosque, que se presenta muy exuberante y formado, entre otras especies, por chopos, sauces, álamos y alisos. En ningún momento encontramos dificultad en avanzar, el camino está limpio. Hemos pasado rápidamente de un entorno árido y de color ocre a un auténtico vergel, en el fondo del barranco.

Caminamos junto a la orilla del río por un sendero señalizado.
Continuamos siguiendo la orilla río arriba, buscando el páramo y el pueblo de Hontomín, de donde hemos salido. La vegetación es en algunos tramos muy frondosa y amenaza con comerse el sendero. La progresión es sencilla, siempre encontramos señales que nos indican que seguimos en la dirección correcta. Cruzamos de nuevo el río por otra pasarela, al otro lado de la cual hay una mesa y bancos para descansar.

Puente sobre el Homino.
Continuamos por el barranco. Éste se va estrechando poco a poco y el naciente arroyo se encajona cada vez más. El río ha erosionado la ladera del páramo al salvar el fuerte desnivel (unos 150 metros) que hay con el llano. Esta erosión es favorecida por el carácter blando de los materiales, formadas por margas y arcillas del Mioceno.

Seguimos las indicaciones.
Poco a poco nos acercamos al páramo y el camino asciende de nivel, siempre de manera gradual.

El Homino discurre entre una frondosa vegetación de ribera.


Dejamos temporalmente el barranco y ascendemos algunos metros por una pista de nuevo arcillosa, teniendo el río abajo a nuestra derecha. Este camino sube el páramo, pero para llegar a Hontomín, que vemos ya al fondo, debemos descender de nuevo al lecho del río para continuar por su orilla.

Ganamos altitud  sobre el desfiladero por un camino arcilloso.
Como el desnivel es fuerte, de nuevo se han habilitado escalones de apoyo que permiten descender al fondo con facilidad.

Unos escalones nos ayudan a descender de nuevo hasta la orilla del río.
Seguimos de nuevo la orilla a través de un sendero que se abre paso entre la vegetación que se presenta muy salvaje. Tras atravesar una pequeña pradera, el camino comienza a ganar altura entre el río a la derecha y la pared de roca a la izquierda. Estamos ya muy cerca de Hontomín, oculto aún por el bosque.


Muy cerca ya del pueblo, antes de emprender la ascensión final, nos aguarda una bonita sorpresa: el río se despeña formando una bello salto sobre una poza de agua. La vista desde el sendero en que nos encontramos es encantadora. Es la llamada Cascada de la Salerilla.

La cascada de la Salerilla sobre el Homino se halla muy cerca de Hontomín.

Dejamos la cascada y en breve, abandonamos el bosque, emprendiendo la ascensión final.

Antes, dejamos a nuestra derecha los restos de lo que fue el antiguo molino del pueblo.

En unos minutos, alcanzamos las primeras casas y huertos de Hontomín, muy cerca del borde del páramo.
Panel explicativo de la ruta del desfiladero.
Entramos en Hontomín por su lado sur, junto al borde del páramo.


Aunque hemos terminado ya nuestra ruta, es muy recomendable visitar el mirador sobre el desfiladero del Homino.

Para ello, al llegar al páramo, en vez de seguir a la derecha hacia las primeras casas del pueblo, un cartel nos indicará que hay que tomar la dirección contraria hacia la izquierda. Seguimos por el borde del páramo, dejando el río a nuestra izquierda y en poco tiempo, llegamos al mirador.


Éste ha sido habilitado recientemente y desde él disfrutamos de extraordinarias vistas sobre el desfiladero del río Homino.

Disfrutamos de magníficas vistas sobre el desfiladero desde el mirador recientemente construido muy cerca de Hontomín.

DESFILADERO DEL HOMINO
DificultadBaja.
CiclableNo.
CircularSí.
OrientaciónAunque hay varios cruces, está señalizado todo el recorrido.
Época recomendableDe junio a octubre, el resto del año puede estar embarrado.
InicioHontomín.
Distancia de Burgos27,9 kilómetros.
Tiempo totalAlgo más de 2 horas.
Distancia total7,8 kilómetros.
InterésDesfiladero del Homino, paisajes del Valle de las Navas, transición de materiales entre el páramo (Cretácico) y la Bureba (Mioceno).
Altitud mínima803 m.
Altitud máxima956 m.
Mapas
1:50000: 0167-4 Hontomín.
1:25000: 0167 Montorio.


Notas:
- La ruta es sencilla y muy apropiada para ser realizada con niños. Por su cercanía a Burgos, puede realizarse perfectamente en una mañana.
- Como se ha explicado, cerca de Hontomín, se ha habilitado sobre una loma un mirador. Su acceso es un sencillo paseo por un camino que sale desde lado sur del pueblo.
- Se puede también visitar el desfiladero desde la localidad de Lermilla, emplazado aguas abajo del Homino. Para ello hay que tomar el camino que sale de las huertas que hay al oeste del pueblo y se dirige a Hontomín.

Entradas relacionadas:


Mapa topográfico


Perfil de elevación


Ver y descargar track en Wikiloc



3 comentarios:

  1. Muchas gracias por tu pagina y por lo bien explicado todo. Aquí un senderista novato y un poco torpe que ha empezado con esta ruta y espero que no sea la ultima.
    Finalmente hicimos la ruta al revés porque al inicio de la ruta el cartel del camino indica "vía verde Lermilla" y el "Cañon del rio Homino" te dirige hacía el final de la ruta. Aún así genial.

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  2. Muchas gracias. Realmente da igual el sentido en que se haga. Me alegro de que os haya gustado.

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  3. Preciosa ruta. Muy fácil de seguir perfecta para hacer en una mañana.

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