viernes, 17 de julio de 2015

Pan Perdido desde el Portillo de Busto

Los Montes Obarenes cierran por el norte la comarca de la Bureba y es la sierra más al sur de las que se consideran constituyen la orla meridional de la Cordillera Cantábrica. En su ramal sur, extiende unos 25 kilómetros desde las cercanías de Oña hasta más allá de Pancorbo. Compuesto por modestas alturas, sí destaca por el carácter agreste de muchas de sus cumbres. En esta ocasión, ascenderemos a la cima burebana más emblemática: el Pan Perdido, adonde subimos desde el Puerto del Alto del Portillo del Busto.

Aunque en algunas guías y libros aparecen los Montes Obarenes como pertenecientes al Sistema Ibérico, lo cierto es que su origen y composición geológica más corresponden a la Cordillera Cantábrica, de cuya orla de sierras meridionales forma parte.


Dentro de su sector burebano, entre Pancorbo y Oña, destaca como se ha comentado en la introducción una cima con el sugestivo nombre del Pan Perdido. Su silueta es fácilmente reconocible desde la Bureba. Aunque su altura no es muy elevada (apenas sobrepasa los 1235 metros) su ascensión recorriendo la cresta puede ser bastante dificultosa dada la naturaleza agreste de las cumbres que la preceden. Partiremos desde el aparcamiento que hay en el Puerto del Alto del Portillo del Busto.

Aparcamiento en el Puerto del Alto del Portillo del Busto.
Llegaremos desde Burgos saliendo por la N-I. Pasado Briviesca, debemos estar atentos a la salida a la izquierda hacia el pueblo de Busto de Bureba. Desde allí, tomaremos la carretera local que se dirige al portillo. Justo en lo alto del puerto, dejamos el coche en el aparcamiento establecido al efecto, junto a un bonito mirador. En el mismo parking, nace la senda que asciende hasta el Pan Perdido.

Primer obstáculo: el Carrascal.
Comenzamos el recorrido subiendo primero fácilmente hasta la cresta, donde encontramos un mirador sobre la Bureba.

Afrontamos la travesía por la cresta hacia el Pan Perdido.
Debemos recorrer la cresta dejando la Bureba a nuestra izquierda. La cima del Pan Perdido no es visible aún, pues la ocultan varias aristas rocosas intermedias, la primera de las cuales vemos cerca. Todo el trayectoo deberemos realizarlo haciendo continuos rodeos para sortear estos riscos, algunos muy aéreos, dotando a la ruta de cierto carácter “alpino”.

Vista del valle del Portillo de Busto. Al fondo: el pico Humión.
El primer obstáculo, muy cerca del portillo, es el llamado Carrascal: se trata de un estrecho crestón que nos obliga a descender hacia nuestra derecha unos 50 metros. Lo sorteamos y remontamos unos metros más adelante ascendiendo por una empinada vaguada. La intuición nos irá abriendo camino buscando el mejor punto donde atacar mejor siempre el cordal. Una vez en él, avanzamos unos quinientos metros más hasta toparnos con el siguiente obstáculo. Divisamos ya el Pan Perdido al fondo, pero entre medias, contemplamos una sucesión de riscos y afilados peñascos que nos parecen insalvables.

Avanzamos muchos metros por la ladera norte a poca distancia de la cresta.
Por al lado sur, cayendo hacia la Bureba, las laderas son rocosas con fuerte pendiente. Hacia el norte, a nuestra derecha, las laderas se presentan suaves y cubiertas de vegetación. Descendemos entonces de nuevo hacia este lado y nos introducimos enseguida en el bosque. Una senda algo difusa, discurre paralela a la línea de cumbres pero a una cota unos 50 metros menor. Por esta senda, recorremos casi un kilómetro, buscando el mejor punto a nuestra izquierda donde podamos atacar la cresta de nuevo. Lo conseguimos incorporándonos de nuevo a la divisoria subiendo entre los árboles. Llegamos enseguida a una pequeña cima donde encontramos una placa y buzón indicado como pico Custodio, 1235 metros. Sin duda se debe tratar de un error ya que no hay ninguna cumbre entre el portillo y el Pan Perdido que supere los 1200 metros.

Cima del pico Custodio.
Continuamos siguiendo el estrecho cordal hacia nuestro siguiente obstáculo, el llamado “El Castillo”: un gran crestón calizo que ofrece fuertes caídas verticales sobre ambas vertientes. Y es en esta zona donde precisamente se cree se ubicó el legendario Castillo de Petralata. De su existencia no se tienen dudas, ya que fue cabeza de un alfoz medieval, aunque su paradero no ha empezado a estar claro hasta hace relativamenre poco tiempo. es este paraje de los Montes Obarenes, muy cerca del pico Custodio, donde se han encontrado restos y huellas de que efectivamente aquí estuvo ubicado.


El castillo de Petralata

En su origen podría haber sido una construcción tardorromana de los siglos IV o V y de esa época podría ser, también, su aljibe y la escalera de acceso, conjunto que en la Alta Edad Media se habría completado con una torre de vigilancia y otras dependencias. Fueron los cronistas musulmanes los que se refieren a él por primera vez, cuando en 934 atacaron la "fortaleza de Oña", su llano y el monasterio. El castillo de Petralata aparece en la documentación medieval en 1040 en la carta de arras del conde García Sánchez III de Pamplona y posiblemente por aquel entonces pertenecía aún al reino navarro. Más tarde, Ramiro I de Aragón lo dona al monasterio de San Salvador de Oña, pero pierde eficacia militar ante Frías.


Foto y texto extraídos del libro "Burgos Castillos y Fortalezas"

Tuvo protagonismo durante los conflictos fronterizos entre Navarra y Castilla, donde pudo haber servido de frontera junto con las fortalezas de Tedeja (Trespaderne) y Pancorbo. Tras la batalla de Atapuerca (1054) pasó a Castilla definitivamente y ya desde el siglo XII, perdió importancia hasta desaparecer casi por completo cualquier resto o mención a él, sumiéndose su paradero en el más absoluto misterio, aún no del todo esclarecido.



Llegamos hasta el límite accesible y analizamos el mejor rodeo posible para salvarlo: hacia la derecha, no vemos posible descender por presentar grandes vacíos en vertical, por lo que perdemos altitud unos metros a nuestra izquierda. Continuamos unos metros por la ladera buscando el mejor acceso al collado que hay entre el Castillo y el Pan Perdido, que vemos cada vez más cercano.

Avanzando por la cresta. En primer término, el Castillo. Al fondo, el Pan Perdido.
Pero el terreno es más difícil de lo que parece y la fuerte pendiente de la ladera unida a la vegetación, nos hace progresar lentamente. No es posible por este al lado hasta el collado. Nos encaramamos a la cresta como podemos, muy cerca del Castillo, consiguiendo con cierta fortuna y algo de pericia pasar a la ladera norte atravesando los riscos. Con precaución, descendemos por una empinada vaguada salvando así el tramo más complicado y aéreo de toda la ruta. Por este lado, conseguimos así incorporarnos al gran collado que hay anterior al Pan Perdido.

Continuamos por la ladera norte hacia el collado anterior al Pan Perdido.
Justo antes de la ladera final hasta la cima, encontramos el camino señalizado que sube desde el llano abajo. Divisamos sobre la llanura el semidespoblado lugar de Soto de Bureba y más a la derecha, el caserío de Navas de Bureba. La ascensión final al Pan Perdido es ya muy sencilla, sólo tenemos que remontar una larga ladera superando un desnivel de unos 50 metros por un estrecho pero cómodo sendero hasta llegar a la cima.

Entrada del camino que sube hasta el collado.
Cumbre del Pan Perdido (1235 metros). Gran hito con buzón del Club Mirandés de Montaña. Enormes panorámicas por todas las vertientes. Hacia el sur: la gran llanura de la Bureba con la inconfundible silueta de la Sierra de la Demanda de fondo. Hacia el norte, la sucesión de alineaciones montañosas que se suceden de SE. a NO.: los Montes Obarenes en primer término, tras ellos las sierras de Oña, la Llana, la Tesla y más al fondo, los perfiles de los Montes de la Peña y la Sierra de Árcena. A pesar de la tenue neblina, podemos atisbar también las primeras cumbres de la Montaña Palentina.

Cima del Pan Perdido (1248 metros).
Hacia el NE. destaca la mole del pico Humión (1436 metros), máxima cumbre de los Obarenes(ver la entrada Humión y Flor desde Orbañanos) y que destaca en un gran área en su derredor. Entre nuestra posición y esta cima, el valle donde se hallan los pueblos de La Aldea, Zangández y La Molina del Portillo del Busto. El llamado Monte de Valdemoro, entre los pueblos de Tobera y Valderrama, nos impide la vista sobre Frías, que debe estar exactamente al norte de nuestra posición.

Panorámica hacia el norte. El pueblo que se ve es Barcina de los Montes.
Panorámica hacia el sur. En primer término, abajo, el pueblo de Navas de Bureba.
Tras descansar y tomar fotos, iniciamos el regreso. Éste pudiera realizarse por la cresta exactamente por el mismo itinerario que hemos llevado, pero preferimos descender a media ladera desde el collado hacia el sur para remontar la sierra hasta el portillo. Un sinuoso y en algunos tramos poco destacado sendero recorre toda la ladera. Ésta está tapizada por una sucesión de manchas de bosque bajo y matorral. En algunos tramos se pueden encontrar algunas barranqueras, por lo que es importante no despistarse de esta senda para no descender demasiado y encontrarnos con terreno difícil. Como referencia, lo mejor es avanzar sin apartarnos de la pared rocosa que nos acompaña permanentemente a nuestra izquierda.

Regresamos al Portillo del Busto a media ladera por la cara norte.
Huelga decir que lo mejor es, si se dispone de GPS, seguir el recorrido para estar seguro de no perder en ningún momento el camino y poder cubrir tranquilamente los más de tres kilómetros que nos separan del Portillo del Busto, de donde hemos salido hace unas cuatro horas.


PAN PERDIDO
DificultadMedio-alta. El recorrido por la cresta es en su mayor parte muy expuesto por lo que hay que realizar continuos rodeos.
CiclableNo.
CircularSí.
OrientaciónMedia. En algunos tramos hay que continuar guiados por la intuición.
Época recomendableDe marzo a noviembre. Evitar días fríos y lluviosos.
InicioAparcamiento del Alto del Portillo del Busto.
Distancia de Burgos67,2 kilómetros.
Tiempo total4 horas 20 minutos.
Distancia total8,1 kilómetros.
InterésRecorrido por una cresta alpina, panorámicas sobre la Bureba y el norte burgalés.
Altitud mínima956 m.
Altitud máxima1234 m.
Mapas
1:50000: 0136 Oña.
1:25000: 0136-4 Miraveche.


Notas:
- La distancia a cubrir no es grande, pero el terreno es muy complicado y obliga a continuar subidas y bajas desde la cresta para sortear los obstáculos rocosos.
- Algunos tramos son bastantes aéreos, es conveniente tener un mínimo de precaución y no arriesgar.
- Desde el aparcamiento del Alto del Portillo nace también la ruta de la Herradura que recorre la cresta hacia el este y desciende por el curioso paso de la Herradura hasta La Molina del Portillo del Busto.


Entradas relacionadas:
  • Pan Perdido desde el Portillo de Busto.
  • Humión y Flor desde Orbañanos
  • Recuenco.
  • Galdampio.
  • Castillo de Petralata desde Soto de Bureba.
  • Cuchillos desde Barcina de los Montes
  • Mesa de Oña desde La Parte de Bureba.



  • Recuenco

    Humión


    Mapa topográfico


    Perfil de elevación



    Ver y descargar track en Wikiloc




    3 comentarios:

    1. Particularmente creo mejor opción subir desde Navas o Soto siguiendo un sendero bastante bien señalizado. Ver http://tierrasdeburgos.blogspot.com.es/2015/03/ruta-de-senderismo-el-pan-perdido.html. En dirección contraria es más evidente el ascenso al Castillo, aunque efectivamente tiene algo de "miga"

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    2. Sin discusión desde Navas o Soto es mucho más sencillo, pero yo considero sin ninguna duda mucho más interesante y gratificante hacer la cresta desde el portillo y disfrutar además de las buenas vistas que hay sobre ambas vertientes.

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    3. Realizado el recorrido desde el Portillo, es espectacular tener siempre las dos vertientes para disfrutar sus vistas, a la izquierda la Bureba con la Demanda en el horizonte y a la derecha las Merindades y los montes de Cantabria y la montaña palentina. Hay tramos aéreos de la cresta que implican dificultad alta y exigen cierta experiencia.
      Muy recomendable.

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