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jueves, 28 de noviembre de 2013

Desfiladero del Ayuda

Dentro del Condado de Treviño, se localiza uno de los desfiladeros de mayor interés de la provincia de Burgos. Se trata de una estrecha y profunda garganta excavada por el río Ayuda en su recorrido por los Montes de Vitoria. Una senda recorre el desfiladero entre el pueblo burgalés de Sáseta y el alavés de Oquina.

Para llegar a Sáseta, hay que salir por la A-1 Burgos-Irún. Una vez pasado Miranda de Ebro, continuamos por la A-1 quince kilómetros más para salirnos en La Puebla de Arganzón, ya en el Condado de Treviño. Dejamos la localidad a un lado y seguimos la carretera principal que recorre el condado de de O. a E. Nada más pasar las Ventas de Albaina, tomaremos el desvío a mano izquierda que por Páriza y Urarte (Álava) nos deja en la aldea de Sáseta, territorio burgalés.

Sáseta, Condado de Treviño.
Dejaremos el coche en una plaza al final del pueblo, junto a una casona blasonada. Desde allí mismo, bajamos por la calle que se dirige hacia el río, donde comienza el sendero que recorre el desfiladero del Ayuda, ya visible al fondo.
Comienzo de la ruta.
Plaza y casona de Sáseta.
Todo el camino está perfectamente señalizado y siempre caminaremos dejando el río a nuestra izquierda con lo que no debemos preocuparnos por la orientación.
El sendero poco a poco va avanzando por el valle, en su curso alto aún amplio. En los primeros kilómetros, el río Ayuda queda abajo a nuestra izquierda oculto siempre por la espesa vegetación. La progresión es fácil y cómoda.

Erosión de origen kárstico en las paredes del desfiladero.
Poco a poco el desfiladero se va encajonando y las paredes laterales se van acercando al camino. Éste, asciende poco a poco en alturay a unos dos kilómetros del comienzo, entramos en el hayedo. Estamos a mediados de octubre y ya atisbamos los primeros indicios del otoño. Sin embargo el verano ha sido muy seco y el entorno y los saltos laterales de agua se presentan aún sin agua.

Hayas dentro del desfiladero.

El valle se estrecha y el camino se acerca a la orilla del río. Las paredes laterales se empinan cada vez más y en algún tramo nos emplazamos al mismo nivel del río, que discurre mansamente serpenteando entre las rocas y formando pequeños saltos de agua.

Bella estampa del interior del desfiladero.

Recorridos cuatro kilómetros, cruzamos el río por una pequeña pasarela y nos encontramos en una amplia pradera donde nace una amplia vaguada que sube a nuestra derecha. Se trata del barranco de Arangachi. Estamos exactamente en el límite de las provincias de Burgos y Álava. Frente a nosotros hay una casa de campo. Podríamos continuar por el desfiladero siguiendo el curso del Ayuda hasta el pueblo de Oqueta, en el lado alavés, pero la excursión podría ser demasiado larga por lo que optamos por retornar remontando el barranco.


El barranco de Arangachi, también llamado de Artola, tiene un gran interés. Por él discurren las impetuosas aguas del arroyo del mismo nombre que desagüan en el Ayuda. En su recorrido encontramos interesantes ejemplares de tejos aparte de multitud de otras especies vegetales. Abundan también los fósiles animales y vegetales. 
Comenzamos la ascensión por el barranco por una difusa senda. En el comienzo, descubrimos la curiosa surgencia de la Sarona, donde brotan aguas ferruginosas.


Inicio del barranco de Arangachi.
La senda remonta poco a poco el barranco serpenteando aguas arriba junto al arroyo, completamente seco a estas alturas del año. Por lo que en algunos tramos caminaremos por su mismo lecho pedregoso.

Surgencia Sarona.
La vegetación que nos acompaña es exuberante. Hayas, avellanos, tilos, bojes nos van acompañando todo el recorrido. 
Transcurridos unos quinientos metros, encontramos los primeros tejos, confundidos entre las hayas. Este árbol puede superar los tres mil años de vida, pero debido a su intenso uso en la Edad Media para la fabricación de arcos y útiles de guerra y otros aperos (su madera es muy dura y fue muy apreciada) se halla en franca regresión.
Continuamos la progresión y entramos en los tramos más umbríos del barranco.
Por las dimensiones del lecho del arroyo y el tamaño de los barrancos laterales que vamos dejando, nos hacemos idea del gran caudal que debe de poseer el arroyo en primavera y época de lluvias.

Ascendemos por el barranco Arangachi.
Por fin, alcanzamos la cabecera del barranco. Junto a unas rocas, observamos el nacimiento del arroyo y continuamos aún unos metros por la senda que se adentra en un encinar ampliándose los espacios.
Fósiles vegetales.
Avanzamos por el lecho del arroyo.
En esta posición, debemos torcer y cruzar el barranco a la derecha para dejarlo atrás y alcanzar el llamado camino de Santa Lucía. El bosque ya no es muy espeso, por lo que sin excesivas dificultades, entre escobas y matorrales alcanzamos la ladera derecha y nos encaramamos sobre la otra orilla del barranco.

Ganamos las alturas sobre el barranco de Arangachi.
No hay referencias claras a seguir pero si continuamos en perpendicular a la línea del barranco, que dejamos atrás, debemos conectar enseguida con el ancho camino de Santa Lucía. Iniciamos el regreso a Sáseta. Al fondo, divisamos la llanada del condado y detrás las estribaciones de la sierras de Portilla y Toloño, que separan Álava de la Rioja.

Vista de las Sierras de Toloño y Portilla.
Caballos pastando en el camino de Sáseta.
Nos quedan aún unos siete kilómetros de tranquila caminata entre encinares y robledales.
Todo el camino es un lento descenso hacia los llanos del condado. Pasamos junto a algunos pastos donde buenos ejemplares de caballos pastan en completa libertad.
A unos quinientos metros de Sáseta, nos reincorporamos a la senda que recorre el desfiladero por la cuál llegamos al pueblo, punto origen de nuestra excursión.



Desfiladero del Ayuda


Notas:
- Cerca de Sáseta, se encuentran los pueblos también burgaleses de Bajauri y Obécuri emplazados en medio de magníficos hayedos.
- A escasamente 5 kilómetros de Sáseta, se pueden visitar las llamadas Gobas de Laño, antiguos eremitorios y albergues de la Alta Edad Media excavados en la roca.
- En el Condado de Treviño no hay que dejar de visitar la ermita románica de San Vicentejo, en la localidad del mismo nombre, así como los pueblos de Treviño y la Puebla de Arganzón.

Condado de Treviño
Gobas de Laño.
Ermita de San Vicentejo.


Mapa topográfico


Perfil de elevación

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