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martes, 28 de febrero de 2023

Sendero de las Torcas

Nueva visita al atractivo y pintoresco Valle de las Navas, a medio camino entre la Bureba y el Páramo de Masa. Partiendo del pueblo de La Molina de Ubierna, caminamos por apartados y áridos parajes hasta alcanzar la población de Cobos junto a la Molina. Durante el retorno, pasamos junto a la cascada de Val de la Sangre, ubicada en una curiosa torca. Fácil y cómoda excursión por esta bonita comarca.


Valle de las Navasf

  
Volvemos al Valle de las Navas, una particular comarca, muy cercana a Burgos, donde destacan sus paisajes áridos y geológicos. Esta vez, realizaremos una nueva excursión visitando otros parajes, menos visitados, de su sector sur. Iniciaremos la visita en la localidad de La Molina de Ubierna. Llegamos fácilmente desde Burgos saliendo por la carretera de Aguilar para tomar el desvío en Sotopalacios hacia Peñahorada. Nada más pasar la Vía Verde, torcemos a la derecha para llegar al pueblo.

Centro de La Molina de Ubierna,

A la entrada del caserío se ha habilitado un pequeño aparcamiento donde podemos dejar el coche. Iniciamos la marcha. Atravesamos el pueblo, donde destacan sus dos iglesias, una en el barrio de abajo y la otra, hoy en desuso, en la parte alta, asomada sobre la ladera. Cerca de ésta, tomamos el camino que nos sube hacia la Vía Verde del Santander-Mediterráneo

Panel informativo del Sendero de las Torcas.
El itinerario previsto seguirá el Sendero de las Torcas, no hace mucho habilitado. Estamos en invierno, con tiempo seco, hay buena luz, por lo que las tonalidades ocres y rojizas, que han dado fama a estos valles, se muestran con más intensidad. Abandonamos definitivamente La Molina por una cómoda pista, bien apisonada, avanzamos hacia el norte entre tierras de labor y pequeñas elevaciones.



En aproximadamente un kilómetro, abandonaremos esta vía principal por la izquierda, incorporándonos a un sendero, más estrecho, que comienza un suave descenso hacia la Vía Verde. Durante este trayecto, disfrutamos de bonitas vistas sobre las elevaciones de este sector del valle. El terreno está algo blando, en algunos puntos tenemos que sortear manchas de barro.


Conectamos con la Vía Verde, retornando entonces al piso firme y apisonado. Justo en este enlace, bajamos unos metros para ver la Fuente de la Trucha, que encontramos con agua. Retornamos a la vía y seguimos por ella.


La caminata por la Vía  Verde del Santander-Mediterráneo es cómoda y agradable.

Al fondo se ve el caserío de la Molina.
Nos cruzamos con algunos ciclistas, el valle poco a poco va siendo más conocido. Llegamos enseguida a las inmediaciones del pueblo de Cobos junto a la Molina. Vemos sus casas desde lejos, pues se hallan a un nivel inferior a la vía a nuestra izquierda.



Llegamos a Cobos junto a la Molina.
Saldremos por la izquierda y bajamos hasta el caserío del pueblo, entrando a la altura de la bonita iglesia románica de San Torcuato. Fue salvada de la ruina hace algunos años y ahora presenta buen estado de conservación.

Iglesia románica de San Torcuato de Cobos junto a la Molina.
Recorremos la calle principal del pueblo, donde la mayoría de sus casa han sido felizmente recuperadas en los últimos años, para salir por su extremo sur. Seguimos las indicaciones del PR.


Abandonamos el pueblo siguiendo ahora por un camino algo embarrado. Superamos los tramos más complicados y seguimos sin dificultades. A ambos lados nos acompañan las pequeñas vaguadas y oteros que componen el valle. Contrasta el verde de la hierba con el ocre de las laderas.


Nuestro próximo destino es alcanzar la cascada de Val de la Sangre. Este pintoresco nombre procede de la ubicación de este singular salto, en el interior de una torca. Su ubicación es algo recóndita. Para acceder, debemos apartarnos del sendero unos metros para remontar una ladera que nos posiciona a tiro de piedra de la torca.

Cascada de la Val de la Sangre y torca donde se halla.
Las expectativas que teníamos no se satisfacen completamente pues el salto lleva muy poca agua. de hecho, solo lleva un caudal apreciable en contadas ocasiones y solo tras copiosas nevadas o fuertes lluvias. No obstante el lugar en que se encuentra es bastante bonito, ya que un curso de agua se precipita por el borde de una torca salvaje. Rodeamos ésta para obtener las mejores vistas sobre este salto. El nombre le viene por la naturaleza rojiza de los suelos donde nos hallamos, característico del Valle de las Navas.


Desde aquí, ya solo tenemos que retornar al punto de origen. Seguimos la señalización del PR, muy evidente, y continuamos por estrechos senderos que siguen por zonas altas. Desde estas atalayas, disfrutamos de buenas panorámicas sobre esta parte del valle. Poco a poco vamos llegando al borde sur. Iniciamos el descenso por una gran pista, algo embarrada, que en unos doscientos metros, nos deja en la carretera que une La Molina con Cobos.


A unos trescientos metros del pueblo, visitamos el Área Recreativa de Fuente del Roble.


Se trata de un bonito paraje natural, atravesado por un arroyo, que ha sido rehabilitado y decorado por los vecinos de La Molina.




Terminamos la excursión cubriendo por carretera la corta distancia que nos separa de las casas de La Molina de Ubierna.


Crucero de La Molina de Ubierna.


SENDERO DE LAS TORCAS
Espacio natural
Valle de las Navas
Dificultad
Media. Aunque está bien señalizado, el terreno es blando y con tendencia a embarrarse. Seleccionar el día apropiado para recorrerlo con comodidad.
Tipo de camino
Pistas en el llano, senderos y trochas en las zonas altas. También un tramo por la Vía Verde del Santander Mediterráneo.
Ciclable
Solo en verano cuando el terreno está seco.
Agua potable
Encontraremos en Cobos y si hay agua, en la Fuente de las Truchas.
Tipo de marcha
Circular.
Orientación
Está señalizado, no obstante, no está de más llevar un GPS para no dudar en algunos cruces.
Época recomendable
Todo el año siempre con tiempo seco. No acercarse en épocas lluviosas. En verano, puede hacer bastante calor y no hay sombras.
Inicio
La Molina de Ubierna.
Distancia de Burgos
22 kilómetros.
Tiempo total
Casi 3 horas.
Tiempos de marcha
La Molina de Ubierna-Cobos junto a la Molina: 1 hora 15minutos;  Cobos junto a la Molina-La Molina de Ubierna: 1 hora 35 minutos.
Distancia total
kilómetros.
Interés
Paisajes del Valle de las Navas, pueblos pintorescos de Cobos y La Molina, cascada de Val de la Sangre, área recreativa de Fuente del Roble.
Altitud mínima
803 m.
Altitud máxima
800 m.
Desnivel acumulado
338 m.

h
h
Notas:
- La excursión es en líneas generales sencilla. El desnivel a cubrir es prácticamente despreciable y en general, está bien señalizada, aunque hay que prestar atención en no perder las señales en algunos puntos. Como siempre, es muy recomendable llevar GPS.
- Dada la naturaleza de estos suelos tan característicos, la única dificultad puede residir encontrar barro en los caminos por que hay evitar ir en épocas lluviosas. Lógicamente esto en va en contra de poder ver la cascada con caudal suficiente para ser admirada.


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miércoles, 12 de junio de 2013

Valle de las Navas en bicicleta

El Valle de las Navas es una zona de transición entre los altos del Páramo de Masa y los llanos de la Bureba. En su interior predomina un paisaje casi desértico de maeriales blandos con curiosas tonalidades que le dan un carácter único. Además de atravesar seis pueblos, pasaremos por los despoblados de Valdearnedo y Cobos junto a la Molina. El antiguo trazado del ferrocarril Santander-Mediterráneo (en fase de transformación en vía verde) discurre por la comarca de sur a norte y recorremos algunos de sus tramos.


Valle de las Navas



Comenzaremos en el punto más cercano y accesible desde Burgos: la localidad de La Molina de Ubierna. Llegamos por la carretera C-629 Burgos-Villarcayo que tomamos nada más pasar Sotopalacios. Tras atravesar Peñahorada y pasar la caseta junto a la antigua vía de ferrocarril, cogemos el desvío a mano derecha que nos deja en este pueblo.

La Molina de Ubierna, origen de la ruta.
Representación de la Pasión en La Molina.
Dejamos La Molina de Ubierna, primer pueblo del recorrido.
La Molina de Ubierna es conocido por la representación de la Pasión viviente que ofrecen sus vecinos todos los Viernes Santos, sobre la campa junto a la ermita en la parte alta del pueblo. Saldremos por una marcada pista paralela al antiguo ferrocarril, que sube casi en línea recta hacia el norte.

Cobos junto a la Molina.
En apenas, dos kilometros y medio, pasamos bajo un túnel del ferrocarril y entramos en el despoblado de Cobos junto a la Molina. Comprobamos, que aunque en franco abandono, aún mantiene vida los fines de semana y hay unas cuantas casas habitadas. Pasamos junto a su iglesia, en un extremo del pueblo y continuamos por la pista hacia el norte.

Puente bajo el ferrocarril Santander-Mediterráneo.
Cobos junto a la Molina.
Salimos de Cobos y divisamos la ermita de Ntra. Sra. de los Angeles.
Restos de la ermita románica de Nuestra Señora de los Angeles.

Tras pasar Cobos, continuamos hacia el norte por una larga pista. Dejamos a nuestra izquierda los restos románicos de la ermita de Nuestra Señora de los Ángeles, hoy en ruina total, y continuamos hasta el siguiente destino: Quintanarruz, en donde llegamos en apenas kilómetro y medio.

Nos acercamos a Quintanarruz.
En Quintanarruz destaca la espléndida portada románica de su iglesia, con bellos capiteles y arquivoltas.
Atravesamos el exiguo caserío del pueblo para incorporarnos a la carretera que sale hacia el vecino Lermilla, a donde llegamos por la carretera que muere en esta pequeña localidad. El río Homino, que nace cerca de Hontomín, pasa junto a sus casas.

Iglesia de Santa Leocadia de Quintanarruz.

Quintanarruz

Quintanarruz: curiosa ventana con blasón partido.

Aunque Lermilla se presenta algo apartado y muestra poca vida durante los meses invernales, en verano y períodos vacacionales recobra una gran actividad. Desde esta localidad, parten viejas pistas hacia Hontomín, Arconada y los despoblados de Valdearnedo y Bárcenas de Bureba, éstos últimos, a través de caminos hoy casi olvidados.

Llegamos a Lermilla, junto al río Homino.
Nosotros tomamos una marcada pista que continua la carretera, junto a una bonita fuente, que nos llevará a Arconada. La pista es amplia y discurre en paralelo con el antiguo trazado del ferrocarril Santander-Mediterráneo.

Lermilla.
Fuente junto a la carretera,
Dejamos atrás Lermilla por una pista que se dirige a Arconada.
Lermilla es el último punto "habitado" en un largo recorrido hasta el siguiente pueblo: Arconada de Bureba. Entre las dos localidades, recorremos muchos kilómetros atravesando parajes de caprichosas formas arcillosas que no dejan de sorprender (huelga decir que el suelo puede estar embarrado en épocas de lluvia y no es posible recorrerlo en bicicleta a riesgo de quedarnos clavados en el barro).

Relieve erosionado de vivos colores.
Arconada de Bureba ocupa la zona más al norte de esta curiosa comarca. Su iglesia, en lo alto, domina todo el pueblo.

Arconada de Bureba.
Dejamos Arconada y nos dirigimos a Valdearnedo.
Desde Arconada, debemos coger otra pista que definitivamente se dirige hacia el sur, iniciando el retorno hacia nuestro punto de partida.



Una marcada pista va zigzagueando entre vallejos descarnados al encuentro de la gran sorpresa del recorrido: el despoblado de Valdearnedo. Las ruinas se ubican en un ensanchamiento del vallejo recorrido por el arroyo Valdizán. El pueblo se presenta muy aislado ya que se halla rodeado de montes y lejos de cualquier de vía de comunicación.

Valdearnedo
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En Valdearnedo aún podemos apreciar casi intactas las casas abandonadas tal como las dejaron sus vecinos. Su iglesia, de origen románico, curiosamente aún resiste en pie, ya que sus muros fueron sujetados con unas barras de hierro que evitan el desplome de la bóveda.

Continuamos hacia el sur camino de Melgosa.
Desde Valdearnedo, proseguimos la ruta entre valles solitarios hasta Melgosa de Burgos, pequeña aldea, y su vecino Tobes y Rahedo. En este último pueblo destaca su iglesia románica.

Melgosa de Burgos.

Tobes y Rahedo.

Iglesia de San Miguel, de Tobes y Rahedo.

Cerca, junto al camino que se dirige a La Molina, paralelo a la Serrezuela, aún es posible visualizar los escasos restos del antiguo poblado medieval de Rahedo, hoy en día poco más que unos muros entre la vegetación.

Calle de Tobes y Rahedo.
Salimos de Tobes y Rahedo camino de La Molina de Ubierna. Al fondo, el Utero, de 989 metros.
Desde Tobes, solo tenemos que salir por la parte oeste del pueblo para rodar paralelos a la sierra por una ancha pista, la cual, en unos cinco kilómetros, nos deja en La Molina de Ubierna, punto de origen del recorrido.


VALLE DE LAS NAVAS EN BICICLETA
Dificultad
Baja.
Ciclable
Sí.
Circular
Sí.
Orientación
Difícil ya que hay que tomar muchos desvíos y cruces sin señalizar y no hay referencias claras.
Época recomendable
De mayo a octubre. El resto del año puede estar embarrado.
Inicio
La Molina de Ubierna.
Distancia de Burgos
22,2 kilómetros.
Tiempo total
4 horas.
Distancia total
36,5 kilómetros.
Interés
Paisajes arcillosos del Mioceno del Valle de las Navas, pueblos pintorecos, iglesias románicas de Quintanarruz y Tobes.
Altitud mínima
691 m.
Altitud máxima
877 m.
Mapas
1:50000: 0167 Montorio; 0168 Briviesca.
1:25000: 0167-4 Hontomín; 0167-2 Abajas; 0168-1 Poza de la Sal.


Notas:
- Se recomienda asistir a la representación viviente de la Pasión en La Molina de Ubierna.
- Cuando se inaugure la Vía Verde del Santander-Mediterráneo, podrá recorrerse por esta senda rehabilitada el tramo entre La Molina y Arconada (a junio de 2013, es posible pedalear cómodamente el tramo entre Sotopalacios y las inmediaciones de la Molina pasando por Peñahorada).


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