martes, 29 de noviembre de 2022

Montes de Oca: de Alarcia a Puras de Villafranca en bicicleta

Excursión otoñal en bicicleta por el corazón de los  Montes de Oca. Partiendo de la localidad de Alarcia, en su vertiente sur, pedaleamos por el interior hasta Puras de Villafanca, pasando por la pequeña población de Rábanos. Retornamos siguiendo largas y solitarias pistas a través de frondosos bosques, visitando por el camino la pequeña y encantadora población de Villamudria. Aunque la distancia total no es mayor de 30 kilómetros, sí se trata de un recorrido complejo, donde pondremos a prueba nuestra orientación.


Montes de Ocaf

El Portillo de Ribota.
Llegamos a Alarcia por la carretera de Pradoluengo. A mano derecha, frente al caserío, hace varios años se habilitó un amplio aparcamiento de caravanas. Estacionamos el coche y nos disponemos para iniciar la ruta en bicicleta.

Salimos de Alarcia por una pista asfaltada por su parte NE.
Cruzamos la carretera y atravesamos las calles del pueblo para salir por una amplia pista asfaltada que abandona las casas por su parte NE. Inmediatamente, comienza a ganar altura. A la derecha, tenemos a la vista la línea de cumbres de la Demanda.

Llegamos a un amplio cruce donde hay una cruz y un panel informativo.
En unos diez minutos de suave ascenso, alcanzamos un gran cruce de caminos y pistas. Estamos en un pequeño alto asomado sobre el valle de la Genciana. Frente a nosotros la línea del Trigaza. Es importante aquí tomar el desvío correcto pues no es el más evidente.


Este sendero, en mal estado, inicia un pronunciado descenso. Se halla algo deteriorado. Rodamos con cuidado. El camino desciende hacia un pequeño valle, donde encontramos ganado pastando. Una vez en el llano, el sendero parece difuminarse entre la vegetación.  El terreno es ondulado y tenemos que poner pie a tierra y estar atentos a seguir la línea marcada por el track en nuestro GPS ya que no hay referencias.

Continuamos por un pequeño valle sin caminos claros.
Atravesamos una pantalla vegetal y continuamos valle arriba buscando la línea de bosque que vemos en el horizonte hacia el NE. El terreno es desigual, avanzamos a ratos caminando siguiendo trazas de senderos. Llegamos por fin al bosque, nos introducimos y seguimos ahora sí por un marcado camino que se adentra en la espesura.

Avanzamos valle arriba hacia la línea arbolada.
Pedaleamos por el interior, entre los robles, sumergiéndonos en el interior del bosque. Pronto nos reciben los colores otoñales.

Nos adentramos en el robledal.
El camino inicia un suave descenso, alcanzando pronto un pequeño cruce.  A la derecha, en unos metros, llegaríamos a un colmenar, pero el desvío correcto es el de la izquierda, que es poco evidente. Por él, ganamos unos metros hacia arriba y dejamos enseguida el bosque atrás. Salimos a terreno descubierto de nuevo.


Estamos cerca de Rábanos, cuyas casas vemos al fondo abajo. Solo tenemos que descender por la pista hasta alcanzar la carretera, frente a las casas del pueblo.

Descendemos a Rábanos.
Entramos en las solitarias calles de Rábanos. Junto a la iglesia, sale el camino de Puras que tomamos.


Abandonamos el pueblo por su lado NE. Esta pista, con pocas  variaciones, será la que nos lleve a nuestro próximo destino, Puras de Villafranca, distante unos 9 kilómetros.


Rábanos


Pronto deja el vallejo donde se asienta Rábanos atrás, siguiendo por terreno deforestado. Poco a poco vamos avanzando por las tierras altas de los Montes de Oca en su extremo más oriental. El camino se mantiene en buen estado, avanzamos a cierta velocidad. Pasamos parajes desolados, con pequeñas manchas arboladas extensas vistas en todas las direcciones.

Gran parte del trayecto entre Rábanos y Alarcia (9 kilómetros) discurre por terreno descubierto.
Tras un par de kilómetros por terreno abierto, atravesamos un pequeño bosquete para continuar hasta alcanzar un gran cruce de pistas. Tomamos el de la derecha.

Entramos en el bosque.
Estamos en el borde oriental de los Montes de Oca, en poco tiempo,  nos acercamos  a la ladera este, visualizando a nuestra derecha el valle del Tirón. Pasamos también junto al hito  geodésico del Muladardo (1184 metros). Pedaleamos muchos metros junto a un cercado metálico separador de municipios.


Dejamos la valla metálica atrás y la pista, transformada en sendero, inicia por la izquierda un descenso buscando una vaguada. Entramos en el bosque de nuevo.


Nos introducimos en un bonito vallejo, muy estrecho. El sendero emprende un largo  descenso pronunciado, pero seguro, atravesando un túnel vegetal hacia el valle del río de Puras.

Descendemos al calle de Puras por un estrecho sendero.
Alcanzamos el valle. El sendero gira a la izquierda y en unos pocos minutos, llegamos a las primeras casas de Puras de Villafranca. Esta escondida localidad es famosa por sus minas de Manganeso y la cueva de Fuentemolinos. La carretera de acceso muere aquí, el silencio y la paz inunda sus calles siempre.


Pasamos junto a un molino a la izquierda, cruzamos el río y entramos en las calles del pueblo. Estamos en el punto más alejado de nuestra ruta, así que es buen sitio para parar, sentarnos y descansar.


Puras de Villafranca


Tras reponer fuerzas, continuamos. El regreso a Alarcia será ahora por parajes más salvajes e intrincados como iremos comprobando.

Dejamos Puras de Villafranca atrás.
De momento, dejamos Puras por la pista que sale desde la plaza hacia el sur, siguiendo el río. A la izquierda, dejamos el desvío hacia la mina de manganeso, hoy visitable.

Camino de la dehesa de Puras.
Después de superar un pequeño repecho, la pista, en muy buen estado, gira a la derecha, introduciéndose en la magnífica dehesa de Puras, un extraordinario bosque donde abundan los robles y las hayas, resplandecientes de otoño de colores. Nos cruzamos con muchos senderistas.


Seguimos el barranco de Vallearriba, un valle seco. En los parajes más sombríos y frescos, encontramos magníficos ejemplares de hayas. El recorrido es cómodo, la pista es amplia y la pendiente muy suave.


Giramos hacia el sur, avanzando por espacios más amplios, siempre por una cómoda pista. Estamos atentos al GPS para no pasarnos del punto donde tenemos que desviarnos a la derecha.


Llegado a él, abandonamos la pista por la derecha y penetramos en el pinar, siguiendo un sombrío camino forestal. Este desvío no es evidente, es importantísimo no pasarlo. Seguimos unos doscientos metros por el pinar, donde encontramos árboles caídos por lo que tenemos que echar pie a tierra. Empalmamos en breve con otra pista, más amplia. Nos incorporamos torciendo a la derecha.


Estamos ahora en el antiguo camino de Garganchón a Villafranca. La pista se desarrolla  por una cañada, siguiendo la línea del pinar.


Obviando varias alternativas, seguimos recto y alcanzamos enseguida el portillo de Ribota, un gran cruce de caminos donde debemos seleccionar el que se dirige hacia el SO. Las vistas sobre los bosques circundantes son excepcionales. Desde este punto parten algunos cortafuegos y otras pistas que se dirigen a Villafranca y la no muy lejana zona de la Presa de Alba.

El Portillo de Ribota.
Nos metemos de nuevo en el pinar, siguiendo estrechos senderos bajo cubierta vegetal. Estamos en lo más profundo de los bosques de los Montes de Oca, el silencio es total, estamos lejos de todo núcleo habitado. Los caminos están en general en buen estado, perfectos para la BTT.


Seguimos algo menos de dos kilómetros siguiendo estrechos senderos entre los árboles, hasta enlazar una amplia cañada transversal. Torcemos a la derecha. Esta pista sigue el camino de Rábanos a Villafranca y se desarrolla por el valle del arroyo de Arroz Quemado.


Un kilómetro más adelante, abandonamos la pista por la izquierda, continuando ahora por el interior del bosque siguiendo un camino de entidad menor, pero en buen estado. Dicurrimos bajo cubierta vegetal, iniciamos un suave descenso hacia el valle del Oca. En este tramo encontramos de nuevo magníficos ejemplares de hayas en las zonas más sombrías.


Enlazamos con el camino de Villamudria a Haedillo. Continuamos por la izquierda hacia la primera población, donde llegamos rápidamente por una cómoda pista.



Villamudria


Plaza de Villamudria.
Atravesamos las calles de esta pequeña y encantadora localidad ubicada en un solitario paraje rodeada de bosques. Salimos por su lado sur, junto a la ermita de Santa Eugenia (o Santa Eufemia), desde donde parte la pista que se dirige a Alarcia.

Pista forestal entre Villamudria y Alarcia.
El camino de Villamudria a Alarcia discurre por el interior del pinar, siguiendo una amplia cañada. Poco a poco comienza un suave descenso, nos aproximamos al extremo sur de los Montes de Oca, bajamos de nuevo al valle de la Genciana.

Descenso hacia Alarcia.
Llegamos a un cruce y continuamos por un sendero, más estrecho, que penetra en el bosque. Por él, alcanzamos enseguida la gran pista que sale del pueblo y por donde hemos salido unas horas antes. Estamos a escasos metros de Alarcia, cuyas casas atisbamos ya entre la vegetación. Cubrimos una pequeña distancia y llegamos a las casas del pueblo, finalizando esta atractiva y amena excursión.





DE ALARCIA A PURAS DE VILLAFRANCA EN BICICLETA
Espacio natural
Montes de Oca.
Dificultad
Medio-alta. Aunque la distancia no es moderada, toda la ruta discurre por senderos y caminos sin señalizar con frecuentes ascensos y descensos. En algunos puntos deberemos echar pie a tierra. Puede hacerse dura si no se está habituado a pedalear por  estos terrenos.
Tipo de camino
Pistas y senderos.
Agua potable
Encontraremos en todas las poblaciones por las que pasamos.
Tipo de marcha
Circular.
Orientación
Muy difícil. Necesario el uso constante del GPS. Es una zona muy extensa, vacía y desolada. No hay referencias, es fácil extraviarse.
Época recomendable
De mayo a octubre. Evitar días de mucho calor y tras lluvias.
Inicio
Alarcia.
Distancia de Burgos
36,6 kilómetros.
Tiempo total
Depende de la marcha que llevemos, las fotos que hagamos, pero calcular no menos de cuatro horas.
Tiempos de marcha
Alarcia-Rábanos: 50  minutos; Rábanos-Puras: 1 hora; Puras-Villamudria: 2 horas; Villamudria-Alarcia: 30 minutos (Incluye parada para hacer fotos y algunos tramos caminando).
Distancia total
Unos 30 kilómetros.
Interés
Montes de Oca, poblaciones pintorescas, hayedos y robledales, parajes solitarios, arroyos.
Altitud mínima
900 m.
Altitud máxima
1265 m.
Desnivel acumulado
965 m

h
Notas:
- Magnífica excursión ciclista por lo más profundo de los "misteriosos" Montes de Oca, muy apropiada para ser realizada en otoño, siempre con tiempo seco.
- La única dificultad técnica que tendremos será la orientación, por lo que  debemos consultar el GPS en los innumerables cruces y desvíos que nos vamos encontramos.
 Al pasar por varios pueblos, podemos repostar agua, parar, descansar con asiduidad por lo que se trata de una ruta cómoda.
- Aunque nunca encontramos fuertes pendientes, el desnivel acumulado si nos irá lastrando. Por otro lado, algunos tramos son agrestes, con mucha  vegetación,  encontrando ocasionalmente troncos caídos, en los que tendremos que echar pie a tierra  caminar.
- En otoño son frrecuentes las cacerías, estar atentos porque nos puede obligar a dar la vuelta en cualquier punto del recorrido.


Entradas relacionadas:


Mapa topográfico




Perfil de elevación


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miércoles, 16 de noviembre de 2022

Barrancos de la Valsorda y Rivacote

Magnífica salida otoñal por un paraje poco transitado y agreste de los Montes Obarenes. Partiendo de la carretera que une Encio con Cubilla de la Sierra, recorreremos los profundos barrancos de la Valsorda y Rivacote. A continuación, ascendemos al Alto de Cabezas, un magnífico mirador sobre los Obarenes y la Sierra de Pancorbo. Descendemos hasta el punto de partida a través de tupidos y espesos bosques caducifolios. Durante el recorrido, pasaremos por varios hayedos por lo que es muy apropiado para ser realizado en otoño. El trayecto no está señalizado y son muchos los cruces que hay que tomar, por lo que es estrictamente necesario utilizar GPS para no extraviarse por estos antiguos y alejados caminos.


Barranco de la Valsordaf

  
El escondido valle de la Valsorda, es uno de los parajes más sugestivos de los Montes Obarenes. Se ubica entre los Montes de la Verdina y la Sierra del Humión - Mancubo.  En su interior, se encuentra el pueblo de Cubilla de la Sierra, emplazado a los pies del pico Humión. En el interior de esta valle se ubicó el antiguo monasterio cisterciense de Santa María la Real de Obarenes, hoy reconvertido en granja. Hasta hace poco tiempo ni siquiera tenía una carretera de acceso asfaltada, sino que una pista de tierra era la única vía de comunicación por su lado oriental.

Carretera de Encio a Cubilla de la Sierra.
Tiene dos entradas, una por su lado oriental partiendo de la localidad de Encio, y la otra, por su lado occidental, desde La Molina del Busto. La manera más rápida de acceder desde Burgos es por el primer lugar indicado. Saldremos por la AP-1 hasta Pancorbo, donde continuamos por la N-1. Tras atravesar el desfiladero de Pancorbo, nos desviamos hacia Puentelarreina. En unos dos kilómetros, llegamos a la pequeña localidad de Encio, Desde aquí, parte el vial indicado anteriormente que se dirige a Obarenes y Cubilla. Esta carretera se interna pronto en el estrecho barranco de la Galera para desembocar, al ganar altura, en el más amplio de la Valsorda. El paisaje que contemplamos al internarnos en el valle es excepcional. El lugar donde dejaremos el coche a mano derecha de la carretera a unos 6 kilómetros de Encio. Es un punto muy evidente ya que hay un gran panel informativo sobre el Sendero del Mancubo.

Frente al aparcamiento, atravesamos un cerramiento para descender al fondo del barranco de la Valsorda.
El fondo del valle transcurre en paralelo a la carretera a un nivel inferior. Cruzamos el asfalto y justo al otro lado, atravesamos un cerramiento de madera que nos interna en el bosque. Descendemos unos 50 metros hasta llegar al sendero PR en el fondo del barranco. Nos incorporamos a él. Seguimos ahora a mano derecha valle arriba por un camino en buen estado.


El silencio total nos irá sumergiendo en este excepcional paraje. A nuestra izquierda nos acompaña la línea del bosque de ribera (el arroyo apenas lleva agua), compuesto principalmente por robles y algunas hayas. Por la derecha seguimos la línea del roquedo a un nivel inferior a la carretera.

Seguimos por el fondo del barranco de la Valsorda.
El sendero se abre paso entre la vegetación.
Poco a poco, iniciamos un leve ascenso. El camino se adapta a la pared derecha, mientras que el fondo del valle va quedando cada vez más abajo a nuestra izquierda sumergido en una selva vegetal. 

El sendero asciende hacia la carretera dejando el fondo del barranco a la izquierda.
Algo más de media hora después de haber iniciado la marcha por el fondo del valle, alcanzamos el llano junto a la carretera. Durante la subida, si miramos atrás, disfrutamos de buenas vistas sobre el barranco de la Valsorda.

Vista hacia el sur.
Nuestro plan es enlazar con el barranco y hayedo de Rivacote pe. El camino que nos lleva hacia él sale unos metros más adelante desde la carretera por lo que tenemos que cubrir casi un kilómetro caminando por el asfalto.

Dejamos el barranco de la Valsorda atrás y continuamos por el llano.
Seguimos unos metros por el asfalto en dirección a Cubilla.
Esta carretera es muy poco concurrida y discurre a los pies del Mancubo. Es agradable caminar por ella. Llegamos al punto donde sale el camino por la izquierda que se dirige hacia la línea de alturas que flanquean el valle. Atravesamos un cerramiento metálico y abandonamos la carretera.

Abandonamos la carretera atravesando un cercado de alambrada.
El plan es enlazar con el antiguo camino que iba desde Cubilla a Silanes, una magnífica pista que se desarrolla por el interior del barranco de Rivacote, nuestro próximo destino. Llegamos a ella cubriendo algo más de un kilómetro entre prados y arbustos. En todo este recorrido tenemos de fondo las siluetas de las peñas Hiedra y la Encina.

Seguimos un sendero en dirección a Rivacote. Al fondo, la peña Hiedra.
Llegamos a la pista tras un pequeño descenso hacia el fondo del barranco.


Vista hacia el norte. Al fondo el pueblo de Cubilla y pico Humión.
Continuamos por ella con comodidad ya que se halla en buen estado y es incluso utilizada por vehículos de motor.

Descendemos hacia la pista que recorre el barranco de Rivacote.
Pronto, nos internamos de nuevo en el bosque. El valle se va estrechando.


La pista va contorneándose adaptándose a las abruptas laderas de la peña Hiedra, a nuestra derecha. El bosque cubre el fondo del barranco donde nos hallamos.

Entramos en el hayedo de Rivacote.

Las hayas aparecen. Los colores otoñales nos acompañan durante unos kilómetros. El silencio y la serenidad de este paraje es formidable. Nos encontramos lejos de carreteras y poblaciones. El valle se va encajonando cada vez más, buscando su salida sur junto a la peña del Buey.

Magnífico aspecto otoñal del hayedo.
Pero nuestro plan no es llegar a la salida, sino retornar superando primero la línea de alturas que se hallan a nuestra izquierda. Abandonamos la pista y alcanzamos un pequeño collado. Esta zona aparece denominada en los mapas como el Hondón de Matute.

Nos plantamos en la base del Alto de Cabezas.
Aquí debemos abandonar el camino por la derecha, ya que si continuáramos por él, descenderíamos por el pinar de nuevo hacia el barranco de la Valsorda. Iniciamos la subida  por terreno libre por la ladera hacia el Alto de Cabezas. La pendiente no es fuerte y alcanzamos fácilmente los altos que dominan el valle por el que  hemos venido y vemos ahora desde arriba.

Panorámica del barranco de Rivacote.
Llegamos a una balconada, que es el borde norte de un alargado espolón rocoso que separa los valles de la Valsorda y Rivacote.

Hacia el SO. la Sierra de la Verdina.
Las vistas son muy extensas sobre todo hacia el S-SE sobre los Montes de la Verdina y parte del llano de la Bureba. Magnífica vista. Continuamos.

Hacia el Alto de Cabezas.

Ahora tenemos que alcanzar el punto más alto de este espinazo. Seguimos una alambrada metálica cubriendo los 500 metros que nos separan de él en su borde norte.


Panorámica desde el Alto de Cabezas. Al fondo, el pico Humión.
Alcanzo el Alto de Cabezas (1158 metros). Buzón montañero. Extensas vistas hacia el N-NE. sobre el valle de la Valsorda, el Mancubo detrás y la línea de alturas Flor-Humión más hacia el norte. Hacia el E-SE tenemos amplísimas vistas sobre la Sierra de Pancorbo y la llanura burebana. Buen lugar para parar, sentarse, comer, descansar, recrearse con el paisaje.

Descendiendo del Alto de Cabezas hacia el norte.

Solo nos queda ahora descender hacia el valle de la Valsorda de donde venimos. Bajamos en un primer momento por la ladera este del espinazo rocoso, sin seguir un camino claro. Perdemos altura a medida que nos vamos acercando por la línea de bosque que sube por la ladera a nuestra izquierda.

Enlazamos con un sendero que desciende hacia el fondo del barranco de Rivacote.
El terreno es agreste y no podemos errar en los senderos por los que tenemos que bajar  por la ladera cubierta de bosque. Siguiendo el GPS, enlazamos con la pista que sube desde el valle. Conviene no despistarse y llegar a este punto, que está marcado con unos hitos de piedras. Una vez en este camino, solo tenemos que seguirlo por el interior del bosque. Perdemos altura sin preocuparnos de perder la traza.


Nuevamente entramos en un hayedo.
Unos metros más adelante, el camino gira a la izquierda y tenemos que atravesar una pequeña pantalla vegetal. Aunque parece que el sendero desaparece, tiene salida y lo superamos sin dificultades. La guía del GPS en este tramo es importante para no despistarse.


La pisa de nuevo se amplia y entramos en el hayedo iniciando una leve subida, tras la cual, reiniciamos el descenso. Los colores otoñales son de nuevo fascinantes.

Aspecto otoñal de la ladera del Alto de Cabezas, cubierto de helechos.
Más adelante, atravesamos un pequeño helechar que amenaza con ocultar el sendero. Lo atravesamos sin dificultad porque la traza del camino siempre es evidente.

Hayedo.
Seguimos perdiendo altura ahora por un camino más amplio, siempre por el interior del bosque. Las hayas desaparecen y ahora se alternan los pinos con los robles, fresnos y otras especies que le siguen dando colorido. Por debajo de los 800 metros de altitud, alcanzamos por fin el fondo del barranco, por donde iniciamos la marcha. Esta vez estamos un poco al sur del punto de partida.

El descenso hacia el barranco de la Valsorda es a través de tupidos bosques.
Estamos cerca de la granja Espergua y hay un gran cerramiento metálico que por fortuna podemos traspasar, abriendo y cerrando un gran portón La alternativa hubiera sido regresar prácticamente por el mismo itinerario ya que no hay posibilidad de vadear esta valla..


Ya solo tenemos que continuar barranco arriba durante unos 400 metros hasta llegar al punto inicial. Remontamos unos 50 metros a la derecha y alcanzamos de nuevo la carretera, justo enfrente de donde estacionamos nuestro coche.

Regresamos al punto de partida por el fondo del barranco de la Valsorda de nuevo.

Finalizamos esta magnífica excursión otoñal. Ha sido compleja en su realización y desarrollo, poniendo a prueba nuestra orientación, pero muy gratificante por la variedad de parajes que hemos visitado en estos valles recónditos de los aún poco conocidos Montes Obarenes



BARRANCOS DE LA VALSORDA Y RIVACOTE
Espacio natural
Montes Obarenes.
Dificultad
Alta. Prácticamente todo el recorrido es por terreno agreste y sin señalizar.
Tipo de camino
Senderos y pistas forestales
Ciclable
No.
Agua potable
Hay arroyos en los dos barrancos pero es mejor ir bien pertrechados de agua sobre todo si realizamos la excursión en verano.
Tipo de marcha
Circular.
Orientación
Difícil. Llevar GPS.
Época recomendable
Sin ninguna duda, el otoño será la época más apropiada al discurrir la ruta en gran parte por el interior de bosques caducifolios.
Inicio
Carretera de Encio a Cubilla, km 6,6 desde el primero.
Distancia de Burgos
77,6 kilómetros (por Pancorbo).
Tiempo total
3 horas.
Tiempos de marcha
Inicio-collado anterior Alto de Cabezas: 1 hora 40 minutos;  Collado-Inicio: 1 hora 25 minutos.
Distancia total
11,4 kilómetros..
Interés
Hayedos, robledales, senderos de montaña, vistas panorámicas sobre los Obarenes.
Altitud mínima
799 m.
Altitud máxima
1169 m.
Desnivel acumulado
606 m.
Mapas
1:50000: 0137 Miranda de Ebro.
1:25000: 0137-3 Santa Gadea del Cid.

h
Notas:
- La excursión no es sencilla. Es muy importante llevar GPS y estar muy atentos en todos los desvíos y cruces a los que llegamos.
- Sin ninguna duda la época más apropiada es el otoño. Evitar con tiempo lluvioso porque podemos encontrar el terreno embarrado.
- Hay otras alternativas para alcanzar el barranco de Rivacote, como por ejemplo partiendo desde Cubilla por el norte o Silanes por el sur. Posiblemente desde él se pueda acceder a los barrancos que descienden por la vertiente norte de la Sierra de la Verdina.


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Mapa topográfico



Perfil de elevación


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