lunes, 15 de abril de 2013

En torno a la Presa de Alba

Esta excursión es una de las más atractivas que pueden encontrarse en un radio de 40 kilómetros de la ciudad de Burgos. Se trata de una ruta circular en la que podemos recorrer un desfiladero, un embalse, hayedos, un pueblo abandonado y hallar una rica vegetación y fauna.



Presa de Alba




Se accede a Villafranca-Montes de Oca saliendo por la carretera N-120, Burgos-Logroño, donde en apenas 35 minutos, y tras bajar el Puerto de la Pedraja y, antes de entrar en Villafranca, tomamos el desvío a mano derecha que nos dejará en la ermita de Nuestra Señora de Oca. Ésta se halla en un área recreativa frecuentemente utilizada para fiestas y romerías. En las campas anexas, aparcamos el coche.

Ermita de Nuestra Señora de Oca, de Villafranca-Montes de Oca
Comenzamos la ruta caminando en dirección contraria a Villafranca, siguiendo el río Oca, que pasa junto a la ermita. Nada más comenzar, nos topamos con la fuente de San Indalecio, un pequeño estanque donde dice la leyenda que fue martirizado el santo.

Fuente de San Indalecio, junto a la ermita.
Seguimos caminando en dirección a las peñas que se divisan al fondo, siempre dejando el río Oca que discurre a nuestra derecha.

Desfiladero del Oca.
En apenas un diez minutos, llegamos a la entrada del desfiladero. Es una pequeña garganta encajonada tallada por el río Oca entre grandes paredones que desemboca sin posible salida en el muro de la presa, unos trescientos metros aguas arriba. La presa fue inaugurada en 1996.


Desfiladero del Oca.
Presa de Alba, sobre el río Oca.
El paseo a través de la garganta es fácil y podemos divisar fácilmente buitres y otras aves. Sobre nuestra cabezas, quedan numerosas oquedades en las paredes.
Ya a la vista del muro de la presa, que nos cierra la perspectiva totalmente, el río está canalizado porque no es más que el desagüe de la presa.
Llegamos al muro y subimos por una larga escalinata que asciende por el lado derecha de la presa. Arriba, nos plantamos en la misma orilla del embalse.






Desde aquí, pudiéramos continuar junto a la orilla del embalse, pero el terreno es blando y hay mucha vegetación, con lo que es mejor seguir cuesta arriba por la carretera de acceso a la casa del embalse. En su punto más alto, hay un ensanche donde aparcan los coches y se goza de las mejores perspectivas de la presa y su entorno, bastante modificado desde el represamiento del río casi dos décadas atrás.
Desde allí mismo, baja un camino que nos lleva de nuevo hacia la orilla del embalse.
Por él, solo nos queda caminar dejando las aguas a nuestra izquierda por una cómoda pista. El recorrido es ameno, ya que es fácil encontrar aves acuáticas sobre las aguas, así como buitres, milanos y otras aves sobrevolando las peñas y alturas que nos flanquean a nuestra derecha. Sobre uno de los riscos, se emplazó el castillo de Alba, hoy desaparecido.
Transcurrido un cuarto de hora, a nuestra derecha se ensancha el valle subiendo una vaguada.
Un cartel nos indica que a unos 200 metros se hallan las ruinas del despoblado de Alba.
Éste se despobló a mediados del siglo XX (ver libro "Los pueblos del silencio" de Elías Marcos Rubio) y dio nombre a la presa cuando ésta se inauguró. Aún son perceptibles sus restos, muros, antiguo lavadero, cada vez más engullidos por la maleza y la hiedra. Sin duda, un lugar emotivo y melancólico. Como curiosidad, en una de las losas del lavadero, aún puede leerse la inscripción: "Prohibido lavar los hombres", inscrito en 1931.

Restos del lavadero del despoblado de Alba.
Detalle inscripción sobre la losa del lavadero.
Desde las ruinas de Alba, volvemos al camino y seguimos. El sendero asciende y se introduce en un pequeño hayedo, así que caminamos bajo enormes hayas hasta llegar a unas peñas por donde continuamos, dejando atrás ya el embalse.
En otoño todo el paisaje está salpicado de llamativos colores.
Pequeño hayedo junto al roquedo, muy cerca de las ruinas de Alba.
Cabecera de la presa.
El sendero, continua un poco más hasta un punto en que desciende hasta el naciente Oca. Atravesamos fácilmente por unas piedras río. Nos encontramos en la cabecera del embalse que forma un pequeño desfiladero donde se encajona el río. El nacimiento del Oca se produce muy cerca de aquí. El sendero se transforma en una ancha pista y asciende fuerte. En apenas diez minutos, nos encontramos de nuevo a la vista de las aguas del embalse, que queda a nuestra izquierda abajo. El camino, siempre señalizado, va rodeando el embalse atravesando solitarios parajes. Atravesamos el barranco del arroyo de Arroz Quemado y continuamos por una pista hacia el embalse de nuevo, dejando a la derecha algunos caminos que se dirigen hacia los pueblos de Rábanos y Garganchón, en el corazón de los Montes de Oca.

Caminando por el lado oriental del embalse.
En otoño son abundantes las setas en todo el recorrido.
Llegados a un cruce bien señalizado: a la izquierda, se dirige hacia el castro de Somoro, una enorme peña que se asoma sobre el embalse. A la derecha, hacia Villafranca-Montes de Oca. Tomamos este último desvío y enseguida nos introducimos en un pequeño hayedo que desciende hasta la orilla del río por un intrincado sendero.

Hayedo bajando a la ermita.
A través de un pequeño puente, cruzamos el Oca y llegamos de nuevo en la campa junto a la ermita donde habíamos dejado el coche.

Puente sobre el Oca junto a la ermita.
Hay que decir, que durante el recorrido hemos avistado muchas especies de aves, entre ellas: águila culebrera, águila calzada, carbonero palustre, bisbita arbóreo, arrendajo, halcón peregrino, alcaudón dorsirrojo, herrerillo, busardo ratonero, acentor común y otras.



EN TORNO A LA PRESA DE ALBA
Espacio natural
Montes de Oca.
Dificultad
Baja.
Tipo de camino
Senderos de montaña.
Ciclable
No.
Agua potable
Encontramos en la ermita y en la fuente de San Indalecio. También podemos beber en el río Oca.
Tipo de marcha
Circular.
Orientación
En general sencilla, pero atención en no despistarse en la zona de la cabecera del pantano.
Época recomendable
Todo el año. Evitar épocas lluviosas en que encontraremos terreno embarrado.
Inicio
Ermita de Villafranca Montes de Oca.
Distancia de Burgos
35,6 kllómetros.
Tiempo total
3 horas.
Tiempos de marcha
Ermita-Alba: 1 hora 10 minutos; Alba-Ermita: 1 hora 55 minutos.
Distancia total
9,6 kilómetros.
Interés
Presa de Alba, hayedos, desfiladero del Oca, ruinas de Alba, aves.
Altitud mínima
964 m.
Altitud máxima
1113 m.
Desnivel acumulado
499 m.
Mapas
1:50000: 0201 Belorado.
1:25000: 0201-4 Villafranca Montes de Oca.



Notas:
- Durante el otoño, el entorno del embalse luce sus mejores colores cromáticos.
- Es posible dejar el coche también accediendo por la carretera que deja la ermita y asciende hasta un mirador.
- En Villafranca-Montes de Oca hay bares y restaurantes donde poder comer.
- Villafranca es también punto de partida de otras posibles excursiones tanto caminando como en bicicleta de montaña por los Montes de Oca.
- Desde el barrio de arriba del pueblo salen pistas que se dirigen a los pueblos de Puras de Villafranca, Garganchón, Rábanos y Villamudria. A todos estos lugares se accede por pistas poco transitadas entre bosques.


Entradas relacionadas:




Mapa topográfico



Perfil de elevación



Ver y descargar track en Wikiloc


11 comentarios:

  1. He hecho esta ruta unas cuantas veces, es muy apetecible sobre todo en primavera y otoño, aunque siempre he pensado que tenía más de 9,6km...

    Por cierto, me encanta este blog. Es muy útil para preparar rutas y está muy actualizado.

    ¡Haces una gran labor!

    ResponderEliminar
  2. Hicimos ayer esta bonita ruta.

    Solo insistir en que LA SEÑALIZACION ES INSUFICIENTE y precisamente donde más harían falta referencias no las hay.

    Asi que quien quiera hacerla que tenga claro que necesitara mirar previamente el trazado y llevar un mapa.

    Lo digo porque nos encontramos con gente con niños que no sabían por donde seguir.

    A mi personalmente no me parece una ruta para hacer con niños muy pequeños pero eso supongo que es ya una decisión personal, creo que hay otros bonitos lugares más accesibles para que los niños disfruten.

    En cualquier caso una pena que no inviertan en una señalización correcta como en la mayoria de los PRC.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De acuerdo contigo. Solo hay señales cuando el sendero es evidente

      Eliminar
  3. Los Montes de Oca tienen muchas posibilidades y son unos drandes desconocidos, pese a estar sus pueblos muy cerca de Buros. Precisamente esta ruta de la Presa es en mi opinión una de las más interesantes y amenas pero es cierto como dices que la señalización es nula.

    ResponderEliminar
  4. La ruta es bastante dura y poco señalizada por lo que se deambula muchas veces sin saber cual es el sendero correcto
    La belleza de la zona, compensa todas las dificultades.

    ResponderEliminar
  5. La ruta es un rompe-piernas, está muy mal señalizada, nos perdimos sobre tres veces y no disfrutas del paisaje pensando en desandar lo desandado. Esta ruta yo la acortaría hasta el pueblo abandonado y vuelta por el mismo camino, ya que desde aquí empiezan las subidas y bajadas y el no saber si vas bien o mal; ha sido una experiencia dura.

    ResponderEliminar
  6. Vaya, pues es una lástima porque el circuito circular completo es muy bonito. El paso del río Oca en particular se produce en un vado ubicado en un precioso paraje entre rocas. Cierto es como comentas que al no estar señalizado, no es sencillo seguir el itinerario si no se lleva GPS.

    ResponderEliminar
  7. Nosotros hicimos la ruta completa con gente que hacía de guia y con mi hijo de 6 años, que aguantó bastante bien, volveremos, sin duda.

    ResponderEliminar
  8. La ruta es muy bonita pero aún yendo con el track nos sentíamos perdidos, desde el pueblo abandonado al final es lo más complicado. Con calor se hace dura, sin apenas sombras. El paisaje merece la pena.

    ResponderEliminar
  9. Ruta demasiado dura para hacer con niños, muy larga y rompepiernas y mal señalizada, nosotros nos perdimos varias veces.
    Pese a todo la zona es muy bonita y merece ser visitada.
    Yo personalmente llegaría al pueblo abandonado y volvería pese a perderme el un precioso bosque por el que pasamos antes de cruzar el río Oca.

    ResponderEliminar
  10. Quizá sea por que he realizado la ruta muchas veces, tengo como tradición hacerla una vez al año y no me parece difícil orientarse. Tan sólo hay que bordear la presa dejándola siempre a la izquierda y el río se puede atravesar por varios puntos, con la diversión que ello supone; cruzar por troncos, quizá mojarse un poco...
    La última vez que la hice, el pueblo abandonado de Alba estaba completamente limpio de maleza y se podían ver muchas de las antiguas construcciones y andar entre ellas, cosa que otras veces era imposible.
    Al loro eso si al andar por esa zona, volví lleno lleno de garrapatas.

    ResponderEliminar