lunes, 31 de diciembre de 2018

El Pozo Negro en invierno

Excursión invernal a la laguna de montaña más visitada de la Sierra de la Demanda: el Pozo Negro. Partiendo del área de Tres Aguas, subiremos por el barranco del alto Tirón para remontar a continuación por el Barranco de los Bañaderos. Desde la pista superior que recorre todo el valle, descenderemos hasta la laguna del Pozo Negro. El retorno lo realizaremos siguiendo la orilla del naciente Tirón, atravesando su espectacular hayedo.


El Pozo Negro
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La excursión comienza en el refugio de Tres Aguas, en el interior del barranco del alto Tirón. Partiendo de la localidad de Fresneda de la Sierra Tirón, saldremos en dirección al Puerto de Pradilla-Ezcaray para a los pocos metros, antes de cruzar el puente sobre el río Tirón, salir por la derecha para remontar por una amplia pista el alto valle de este río. En unos 6 kilómetros, llegaremos a un amplio cruce donde se encuentra una caseta, es el refugio de Tres Aguas donde dejaremos el coche.

Iniciamos la excursión en el refugio de Tres Aguas.
Tomamos el camino que se dirige siguiendo la orilla del río Tirón, que precisamente nace en el destino de nuestra excursión, la laguna de montaña del Pozo Negro, que también da nombre al barranco.


La pista remonta el valle con poca pendiente. Las aguas del río Tirón bajan cantarinas a nuestra izquierda, formando pequeños saltos. La ruta habitual de ascenso al Pozo Negro se realiza siguiendo siempre la orilla, para lo cual debiéramos cruzar el río justo en el punto donde el arroyo desciende por un estrecho barranco, atravesando un precioso hayedo (ver entrada Pozo Negro).

Iniciamos el ascenso por una pista siguiendo el barranco de los Bañaderos.
Pero nosotros esta vez queremos llegar por una ruta alternativa, desde la gran pista que sube desde el valle y se dirige hasta el Alto de la Cruz de la Demanda, a una altitud incluso superior a la que se halla el Pozo Negro.


En unos 35 minutos de haber iniciado la excursión, cruzaremos entonces el río por nuestra izquierda, pasando un rústico puente. Al otro lado, el camino inicia una fuerte ascensión siguiendo el barranco del arroyo de los Bañaderos. La pista que llevamos, en muy buen estado, remonta con fuerza, realizando varios zigzags para superar la fuerte pendiente. Estamos en los comienzos del invierno y las hayas se han despojado ya de su cobertura de hojas. El naciente arroyo Bañaderos desciende con cierto caudal, formando pequeñas cascadas, despeñándose entre las rocas.

Ganamos altura subiendo por el barranco de los Bañaderos.

Poco a poco vamos dejando el barranco del Pozo Negro (o del Tirón) muy abajo a nuestras espaldas y nuestras vistas se elevan ya sobre las cumbres de la Demanda. Tras un último gran meandro, enlazamos con una amplia pista que recorre longitudinalmente el valle a gran altura (para más detalles, ver entrada: Campos Blancos, Otero y Torocuervo). Lo más difícil ya está hecho, ya que ahora solo nos queda recorrer los tres kilómetros que aún nos separan del Pozo Negro, caminando por esta pista sin apenas pendiente. Estamos por encima de los 1800 metros y el recorrido lo hacemos ya sobre nieve permanente, en algunos puntos abundantes y con hielo.



Las vistas que tenemos sobre el valle del alto Tirón y la cresta principal de la Sierra de la Demanda, en su tramo burgalés, son extraordinarias.

Continuamos varios kilómetros por la pista superior del valle, que se presenta con mucha nieve.
Por fin, tras casi dos kilómetros, llegamos al desvío que por la derecha, nos lleva, en suave descenso, hasta el Pozo Negro. 

La niebla aún recubre el fondo del valle.
Si continuáramos por la pista que traíamos, habríamos llegado poco más adelante al amplio collado que hay entre las cumbres del Campos Blancos (2058) y el Otero (2049).

Tomamos un desvío a la derecha iniciando el descenso hacia el Pozo Negro.
Llegamos por fin a la orilla del Pozo Negro. Pese a su misterioso nombre, las aguas de la laguna presentan hoy una tonalidad verde oscura.

Bellas tonalidades verdosas bajo el sol invernal.
Las laderas nevadas del pequeño circo glaciar que lo flanquea contrastan con el intenso verde de sus aguas.


Nos encontramos a 1770 metros de altura y el frío es intenso. La espectacularidad del lugar, nos invita a descansar junto a la orilla, comer algo y disfrutar de este particular paraje, uno de los más recónditos de la Sierra de la Demanda. Aunque la laguna es cada vez más conocida y visitada, sobre todo en época otoñal, son muy pocos los que se acercan aquí en pleno invierno.

El barranco del Pozo Negro o del alto Tirón visto desde su cabecera junto a la laguna
El retorno desde el Pozo Negro se realizará por el itinerario más habitual: en primer lugar debemos descender por el lado norte, siguiendo un estrecho sendero que discurre junto al arroyo del naciente río Tirón.

Descendemos siguiendo la orilla del arroyo del Pozo Negro.
En poco, la pendiente se aminora, y continuamos siguiendo su orilla (que queda a nuestra a izquierda) a través de un espléndido hayedo, uno de los mejores conservados de la Sierra de la Demanda. Una vez descendido el barranco, cruzamos el río para incorporarnos a la pista que recorre todo el fondo del valle y llega hasta la carretera de Fresneda al Puerto de Pradilla. 


Por esta pista, ya solo tenemos que cubrir cómodamente los tres kilómetros y medio que nos separan del refugio Tres Aguas, donde dejamos el coche.




EL POZO NEGRO EN INVIERNO
Espacio natural
Sierra de la Demanda, valle del alto Tirón.
Dificultad
Media-alta. Hay que superar empinadas pendientes y caminar por terreno nevado y con hielo.
Tipo de camino
Pistas de montaña, senderos por la orilla del Tirón.
Ciclable
No.
Agua potable
Encontraremos en los arroyos que encontramos.
Tipo de marcha
Circular.
Orientación
Media. El remonte de la ladera por el barranco de los Bañaderos, no es sencillo. Encontrar el camino de regreso desde el Pozo Negro puede resultar complicado su no se conoce la zona. Llevar GPS.
Época recomendable
Todo el año (cada estación tiene sus atractivos propios).
Inicio
Refugio de Tres Aguas (Fresneda de la Sierra Tirón).
Distancia de Burgos
61,9 kilómetros.
Tiempo total
5 horas 20 minutos.
Tiempos de marcha
Tres Aguas-Pista: 2 horas 20 minutos; Pista-Pozo Negro: 45 minutos; Pozo Negro-Tres Aguas: 1 hora 50 minutos.
Distancia total
16,3 kilómetros.
Interés
Alto valle del Tirón, barrancos de los Bañaderos y Tirón, Pozo Negro, hayedo.
Altitud mínima
1104 m.
Altitud máxima
1913 m.
Desnivel acumulado
926 m
Mapas
1:50000: 0240 Ezcaray.
1:25000: 0240-1 Valgañón; 0240-3 Cruz de la Demanda.

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Notas:
- La excursión se produjo en invierno, sobre terreno nevado y en algunos sitios hielo y baja visibilidad. Hay que llevar ropa de invierno, abrigo, botas, palos.
- El recorrido se produce por varios barrancos, con cambios de pistas y caminos sin señalizar. Es muy recomendable llevar GPS o mapas.
- El Pozo Negro se halla alejado de carreteras y núcleos de población. Si no se conoce la zona, no es aconsejable ir solo y menos en época invernal.


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domingo, 23 de diciembre de 2018

De Montorio al Nido del Buitre

A mano derecha de la carretera de Burgos a Aguilar, poco antes de llegar pasar Ubierna, llama la atención una frondosa grieta en el roquedo. Se trata del llamado Nido del Buitre. En su interior, oculta por la vegetación, se halla la Covatona. Desde la localidad de Montorio, recorremos la cresta paralela a la carretera hasta este bonito paraje.


El Nido del Buitre
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Llegaremos a Montorio saliendo de Burgos por la carretera de Aguilar. En apenas 26 kilómetros, tomamos el desvío a la derecha y entramos en la población, que se halla muy cerca de la carretera principal.


En la amplia calle principal, dejaremos el coche. El plan es salir del pueblo y llegar a las inmediaciones del Nido del Buitre siguiendo la cresta caliza que discurre paralela a la antigua cañada, hoy carretera.

Plaza de Montorio
El retorno queda abierto ... haremos una ruta circular intentando volver por los páramos del interior.


En primer lugar, salimos del pueblo por el ramal asfaltado primero que se dirige hacia la cercana cantera de grava.

Subimos a la cresta, dejando las casas de Montorio y la cantera atrás.
En poco, llegamos a una gran explanada, junto a la entrada de la cantera. Intentamos cruzar por algún lugar el arroyo que nos separa de la línea de rocas por la que queremos continuar. Retrocedemos un poco siguiendo la orilla hasta la carretera de entrada.


Siguiendo el asfalto, en unos metros, pasamos un puentecito sobre el arroyo y comenzamos a ascender, por terreno abierto, hacia la cresta rocosa. Fácilmente alcanzamos su parte superior, agreste, pero cómoda de recorrer.

Alcanzamos la línea de cresta y avanzamos por ella.
Ya vemos desde aquí las casas de Montorio a los pies del monte del Cerro detrás nuestro. En dirección SE, hacia donde nos dirigimos, se distingue también la gran antena instalada sobre la Peña Ladilla (que visitaremos en el retorno).


A la derecha divisamos la carretera de Burgos-Aguilar, paralela a la línea de rocas. Al otro lado, las peñas de la comarca de Huérmeces y el desfiladero del Úrbel.

Seguimos en paralelo a la carretera de Burgos a Aguilar, que queda a nuestra derecha.
Avanzamos. Es primavera avanzada y los campos lucen verde intenso en todo su esplendor. En algo más de un kilómetro, la cresta emprende un escarpado descenso hacia el arroyo Güidivilli, que la ha horadado y conformado una bonita cluse visible desde la carretera.

Nos descolgamos de la cresta siguiendo tenues trochas.
En este punto, no nos queda más remedio que descolgarnos por la ladera derecha, perdiendo altura siguiendo trochas y evitando los árboles que nos salen al paso. Poco a poco, nos vamos acercando al lecho del curso de agua, no muy lejos de la carretera. El lugar es impactante, el arroyo Güidivilli ha horadado aquí una bonita garganta formando una espectacular cluse. Los riscos del lado contrario se levantan en vertical, por lo que parece complicado seguir la línea de la cresta. Continuamos entonces siguiendo primero la orilla del arroyo y bordeando la cresta por el lado contrario de la carretera. A la izquierda, se hallan unos campos de labor.

Vertical sobre la hoz del arroyo Güidivilli.
Continuamos por el borde la línea de cresta.
Hacemos algún intento en remontar la ladera por nuestra derecha, pero el terreno está muy sucio y complicado. Desistimos y continuamos por el valle, buscando un acceso más sencillo en algún punto.

Aspecto primaveral del valle.
Bordeamos los campos de labor buscando el fondo del valle, donde podemos ver que es posible subir con más facilidad. Accedemos de nuevo a la línea de altura paralela a la carretera, en este sector más llana.

Nos plantamos en la zona alta de nuevo.
La cresta efectivamente es más amplia, avanzamos con comodidad, por terreno abierto, guiados por el GPS al encuentro del paraje del Nido del Buitre. La orientación es evidente, solo tenemos que caminar en paralelo al borde rocoso a nuestra derecha. Poco a poco nos vamos acercando a nuestro objetivo, cuya cercanía intuimos al divisar a nuestra izquierda el vallejo del arroyo de Santa Cecilia que desagüa al valle en el Nido.

Nos posicionamos sobre el Nido del Buitre.
Llegamos por fin a la parte superior del paraje del Nido del Buitre. Se trata de una gran oquedad en la línea de roca, que ha sido horadada por el arroyo en su salida al valle.

Vertical sobre el Nido del Buitre.
El cresterío rocoso se desploma formando paredes verticales y curiosas formaciones rocosas. Destaca la cueva de la Covatona, en su base. Esta oquedad tiene hasta 26 metros de desarrollo y 11 de desnivel. Su acceso, como puede comprobarse por la fotos, solo puede realizarse descolgándose con cuerda. La hiedra recubre gran parte de la superficie de la roca.

En la base de la pared se halla la Covatona.
El lugar es cautivador, buen lugar para detenerse y descansar. A primera vista no parece sencillo el descenso hacia la base y la carretera desde aquí. La vegetación lo recubre todo y peligroso intentar descolgarse entre las rocas.

Salida del arroyo de Santa Cecilia hacia el valle.
Emprendemos el retorno. Lo haremos por el valle colgado, que parece seco, formado por el arroyo de Santa Cecilia. En su tramo inmediatamente anterior a la hoz, ha creado un mini cañón por el cuál nos descolgamos. Por el lecho del regato emprendemos el regreso.

Regresamos por el lecho seco del arroyo.
El camino que seguimos por el interior de este pasillo es encantador.  Poco a poco, vamos saliendo del vallejo, ganando altura y posicionándonos de nuevo sobre el páramo. Al fondo, distinguimos ya la Peña Ladilla, al otro lado de los campos de labor que atravesamos antes.

Subimos hacia el páramo.
Tras dejar una gran pista a nuestra derecha, que parece dirigirse hacia el pueblo de Quintanilla-Sobresierra, nos acercamos a la Peña Ladilla que tenemos enfrente. Sus laderas, arboladas, parecen accesibles por su lado sur.

La peña Ladilla desde el páramo.
Pero antes, tenemos que descender del páramo al valle de nuevo, lo cual realizamos descolgándonos entre los árboles con más dificultades de las esperadas. El desnivel es pequeño en todo caso y llegamos con alivio a la orilla del arroyo Güidivilli que bordea la peña por su vertiente SE. No nos queda más remedio que cruzarlo, pero parece infranqueable por la pantalla vegetal que recubre sus orillas. Lo seguimos a poca distancia hasta encontrar un vado. Ya en la otra orilla, nos plantamos al pie de la peña Ladilla, cuyo ascenso emprendemos inmediatamente.

Ascendemos a la peña Ladilla por su ladera SE.
La ladera se presenta limpia en su base inferior. Ascendemos con comodidad, virando hacia la derecha, evitando los matorrales. Siguiendo por el borde del acantilado, llegamos en poco a la meseta cimera de la peña Ladilla, de altitud irrelevante aunque dominante sobre su entorno. Caseta y antena de telecomunicaciones, visibles desde lejos. Buenas vistas sobre el pueblo de Montorio y su entorno. A la izquierda, observamos de nuevo la cluse del arroyo Güidivilli, la carretera y el conjunto de alturas que flanquean el desfiladero del Úrbel.



El camino de descenso sale desde la misma antena, una arbolada pista de servicio baja hasta el pueblo.


Descendemos hasta las inmediaciones de la cantera primero, y las casas de Montorio después, donde terminamos esta corta pero interesante  excursión que muy bien podría catalogarse de "exploratoria"-

Camino de vuelta a Montorio.
El monte del Cerro se yergue altivo sobre el caserío de Montorio.



EL NIDO DEL BUITRE DESDE MONTORIO
Espacio natural
Sierra de Ubierna.
Dificultad
Baja.
Tipo de camino
Caminos y terreno abierto.
Ciclable
No.
Agua potable
Encontraremos sólamente en Montorio.
Tipo de marcha
Circular.
Orientación
Fácil, el recorrido no está señalizado, aunque es bastante intuitivo.
Época recomendable
De junio a octubre.
Inicio
Montorio.
Distancia de Burgos
31,7 kilómetros.
Tiempo total
2 horas 50 minutos.
Tiempos de marcha
Montorio-Nido del Buitre: 1 hora 30 minutos; Nido del Buitre: 1 hora 5 minutos.
Distancia total
10 kilómetros.
Interés
Arroyo y hoz de Güidivilli, Nido del Buitre y Covatona, pueblo de Montorio, Peña Ladilla. Paisaje primaveral.
Altitud mínima
915 m.
Altitud máxima
1033 m.
Desnivel acumulado
394 m.
Mapas
1:50000: 0167 Montorio.
1:25000: 0167-3 Huérmeces.
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hNotas:
- Aunque la orientación es en líneas generales muy intuitiva y sencilla, la excursión discurre en gran parte por terreno muy agreste. Se recomienda descargar el track y atenerse a su traza para no divagar y deshacer camino.
- Montorio se encuentra muy cerca de Burgos, la excursión puede realizarse perfectamente en tres horas y media contando el viaje de ida y vuelta.


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