martes, 7 de mayo de 2013

Cañón del Rudrón: de Hoyos del Tozo a Moradillo del Castillo

El río Rudrón es el principal afluente burgalés del Ebro en su curso alto por su margen derecha. El curso de agua, poco después de nacer en el Valle de Valdelucio (donde se le conoce también como Hurones), desaparece bajo tierra en la Cueva de los Moros, cerca de Basconcillos del Tozo, para resurgir un kilómetro después cerca de Barrio-Panizares. Desde este pueblo, el río va perfilando un profundo cañón hasta su desembocadura en el Ebro junto a Valdelateja.

La ruta que se describe es el tramo más interesante y salvaje de este cañón y se desarrolla entre Hoyos del Tozo y Moradillo del Castillo. Salimos de Burgos por la carretera de Aguilar hasta Basconcillos del Tozo. A la entrada del pueblo, tomamos el desvío a la derecha a Valdeajos. En apenas dos kilómetros, llegamos a Hoyos del TozoLa llegada se produce a través de una pequeña garganta horadada por el río Lorilla, que ya nos avisa del terreno quebrado y abrupto que nos aguarda.


Hoyos del Tozo

Hoyos del Tozo.
Dejamos el coche a la entrada de la localidad junto a la pequeña iglesia románica emplazada bajo los acantilados rocosos verticales que caen sobre el caserío. Atravesamos el pueblo por su calle principal. Buenas muestras de arquitectura tradicional.

El Rudrón a su paso por Hoyos del Tozo.
Salimos del pueblo siguiendo un sendero que se dirige hacia el cañón. Tenemos el río Rudrón a nuestra derecha. A nuestra izquierda, nos acompañan los acantilados que se precipitan desde páramo.

Dejamos Hoyos del Tozo atrás.
Antiguas canalizaciones y ruinas junto al refugio de pescadores.
Tras dejar una gran llanada en que se divisan las últimas casas del pueblo, los cortados que nos flanquean van creciendo en altura. El valle se estrecha y penetramos en el tramo más escarpado del recorrido. Pasamos el refugio de pescadores, edificio hoy en ruinas, junto a unas curiosas canalizaciones de agua, también abandonadas.Continuamos.

Tramos más escarpados.
Salto de agua junto al molino.
El camino que traemos desde Hoyos se convierte en un estrecho sendero que sigue la orilla, que ya siempre nos acompañará hasta Moradillo del Castillo.


El río va trazando una agreste garganta describiendo meandros. La corriente se acelera en algunos sitios, según su cauce se va estrechando al atravesar los tramos más angostos.


La senda en sí no ofrece dificultad, aunque hay algunos puntos en que el camino desciende demasiado hasta la orilla y es necesario realizar alguna trepada para salvar el nivel del agua. Es de esperar que en época de crecidas, es imposible pasar por algunos sitios. Pasamos junto a la casa en ruinas de una antigua presa aproximadamente en su tramo medio.


En esta zona, la corriente del río se acelera y forma estruendosos rápidos. En cuanto se amplia el cauce, se amansa y la vegetación invade las orillas.


Dentro de un gran meandro, a nuestra izquierda, dejamos una gran surgencia, la Fuentona, que se precipita sobre el río formando una pequeña cascada en época de crecidas.

Surgencia de la Fuentona.
La vadeamos saltando sobre las piedras sin excesivas dificultades.


La senda continua hasta llegar a un nuevo ensanchamiento donde el río realiza un giro de 90 grados.


En este lugar, se hallan los restos de un antiguo molino, que era utilizado por los habitantes de La Rad (pueblo ubicado páramo arriba) que bajaban a moler el grano. El mal mantenimiento de las riberas, hace que tengamos que continuar sorteando con dificultades unos troncos caídos junto al río.

El sendero continua bajo cubierta vegetal.

Pista de Moradillo del Castillo a San Andrés de Montearados.





El sendero continua ya por una vereda más amplia y marcada que se aleja algo del río al abrirse el cañón. A ratos, caminamos bajo cubierta vegetal.
Recorremos los últimos metros hasta llegar a un gran ensanchamiento donde se ubica el cruce de la pista que va de Moradillo a San Andrés de Montearados.








Moradillo del Castillo es un interesante pueblo enclavado en un pintoresco paraje, literalmente colgado sobre los acantilados que caen sobre el río Rudrón. Sus casas quedan a 500 metros desde donde estamos, pero no lo visitamos en esta ocasión. Continuamos a mano izquierda por la pista que sube a San Andrés de Montearados, donde llegamos en apenas veinte minutos más. El estado de esta vía es muy bueno y es utilizado por vehículos de motor (aunque hoy es una carretera asfaltada la que une estas dos poblaciones, en el momento de publicarse esta entrada, efectivamente era una pista).

Llegando a San Andrés de Montearados.
San Andrés de Montearados.
San Andrés de Montearados es un pintoresco pueblo enclavado en la parte alta de un vallejo que se precipita sobre el Rudrón. Aún conserva buenos ejemplos de arquitectura tradicional. Tras atravesarlo, dejamos la carretera y salimos por la mano izquierda para incorporarnos a un camino que gira 180 grados. Vemos las casas de San Andrés de nuevo frente a nosotros. Continuamos por esta pista que ya sin pérdida nos debe devolver por el páramo de vuelta a Hoyos del Tozo. Las vistas sobre el cañón son siempre magníficas. Estamos unos 200 metros sobre el nivel del río, que queda siempre abajo a nuestra izquierda.

Vista del Cañón desde el páramo.
Dejamos San Andrés de Montearados y su valle definitivamente atrás. Siguiendo la pista, llegamos al entorno de las ruinas de lo que fue el caserío Ceniceros, sobre terreno selvático a nuestra izquierda. El pueblo se abandonó y arruinó a mediados del siglo XX. Sus escasos restos son aún perceptibles, aunque cada vez aparecen más engullidos y difuminados por la vegetación y el abandono. Cuesta descubrir los antiguos muros de su iglesia, literalmente comidos por la hiedra. Ceniceros era conocido por ser "el balcón del cañón", ya que gozaba de espectaculares vistas sobre el desfiladero. Sus vecinos no disponían de agua corriente y tenían que bajar por una empinada ladera hasta la orilla del río para aprovisionarse en la orilla del Rudrón y retornar ascendiendo por una empinada cuesta.

Ruinas de Ceniceros.
El cañón desde Ceniceros.
Dejamos las ruinas y continuamos ya sin dilación hacia Hoyos del Tozo. Este último tramo puede hacerse algo largo y monótono, discurre por terreno llano y árido.

Volviendo a Hoyos por el páramo.
Apuramos por el sendero hasta sobrepasar el pueblo, que queda a nuestra izquierda abajo. Divisamos al fondo las casas de Barrio-Panizares, que mencionamos al comienzo de esta entrada. El camino que llevamos continua hasta él, pero lo abandonamos por un desvío que sale a nuestra izquierda y baja hasta el río, muy cerca de las casas de Hoyos.

Llegando a Hoyos del Tozo. Al fondo, el pueblo de Barrio-Panizares.
Solo tenemos que seguir ya por el camino junto a la ribera para llegar a la iglesia, donde habíamos dejado el coche.

Sobre Hoyos del Tozo.
Río Rudrón e iglesia de Hoyos del Tozo.
Por el camino, aún podemos admirar la bellísima cascada de la Coladera, que ya se halla muy cerca del templo.

Cascada de la Coladera, en Hoyos del Tozo.

CAÑÓN DEL RUDRÓN
Espacio natural
Cañones del Rudrón.
Dificultad
Media.
Tipo de camino
Senderos de ribera dentro del cañón, pista desde Moradillo de Castillo hasta Hoyos del Tozo.
Ciclable
No.
Agua potable
Encontramos en los pueblos por los que vamos pasando.
Tipo de marcha
Circular.
Orientación
Fácil, el itinerario es en líneas generales es fácil e intuitivo.
Época recomendable
Todo el año, aunque especialmente durante la primavera podemos encontrar el río muy crecido y las orillas anegadas.
Inicio
Hoyos del Tozo.
Distancia de Burgos
56,9 kilómetros.
Tiempo total
4 horas 30 minutos.
Tiempos de marcha
Hoyos del Tozo-Cruce de Moradillo del Castillo: 2 horas; Cruce de Moradillo del Castillo-San Andrés de Montearados: 22 minutos; San Andrés de Montearados-Hoyos del Tozo: 1 hora 40 minutos.
Distancia total
16,8 kilómetros.
Interés
Paisajes del Cañón del Rudrón, pueblos pintorescos, ruinas de Ceniceros, cascada de Hoyos del Tozo.
Altitud mínima
770 m.
Altitud máxima
968 m.
Desnivel acumulado
538 m.
Mapas
1:50000: 0134 Polientes.
1:25000: 0134-4 Basconcillos del Tozo.
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Notas:
- La dificultad técnica de la ruta es nula. Puede resultar ardua para los no acostumbrados a recorrer largas distancias caminando por terreno desigual por la orilla del río.
- En Hoyos del Tozo hay bar abierto casi todo el año.
- En épocas de lluvia, puede llegar el agua a la orilla de la senda y dificultar nuestro avance, obligando a realizar pequeñas trepadas para sortear la corriente del río.
- Si se tiene tiempo, merece la pena acercarse a Moradillo del Castillo, pueblo enclavado sobre la ladera asomado sobre el Rudrón. Se halla a apenas un kilómetro desde el cruce que sube a San Andrés de Montearados.

Moradillo del Castillo
-El Cañón del Rudrón se prolonga aún hasta Valdelateja, donde desemboca en el Ebro. Por el camino pasa por los pueblos de Santa Coloma del Rudrón, Tablada del Rudrón, Bañuelos del Rudrón, Tubilla del Agua, Covanera y San Felices del Rudrón.


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  • Castrosiero y Pedro Campo.



  • Mapa topográfico


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    1 comentario:

    1. Fantástica explicación del recorrido.
      Saludos y gracias por tu esfuerzo

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