sábado, 24 de agosto de 2019

Pirineo Aragonés: Garmo Negro

Ascensión a un tres mil del Pirineo Aragonés: el pico Garmo Negro (3064 metros). Esta cumbre, se alza altiva sobre la vertiente septentrional del gran circo de Panticosa. Aunque se trata posiblemente del tres mil más accesible, ya que no necesita ninguna larga aproximación, su ascenso directo desde los Baños de Panticosa exige una subida sin descanso en la que hay que superar una pendiente media de casi el treinta por ciento. En cualquier caso, esta cima es ideal para iniciarse en la escalada por alta montaña. Desde su cumbre, las vistas sobre el sector central y occidental del Pirineo Aragonés son excepcionales.


Garmo Negro
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Subiremos al Garmo Negro partiendo desde los Baños de Panticosa, donde dejamos el coche. Ya en el borde norte, junto al lago, nace el sendero que nos llevará hasta la cima. Panticosa se halla a 1624 metros de altitud y deberemos remontar un desnivel de 1437 metros para llegar la cumbre en tan solo cinco kilómetros. Por lo tanto la pendiente media es elevada y son muy pocos los tramos que tendremos de respiro. Otro factor a añadir es el carácter pedregoso de la ladera que nos obligará a caminar por terreno áspero. El recorrido, no obstante, no exige mayores dificultades técnicas, aparte de las propiamente físicas. No existen patios ni pasos difíciles que puedan echarnos para atrás.

Balneario de Panticosa (vista desde el camino de Bachimaña)
Como hemos mencionado, iniciamos la ascensión por el bosque, remontando en zigzag algo más de un kilómetro de cobertura vegetal que nos ayudará a entonarnos. Este pinar forma parte del cinturón forestal que rodea el fondo del circo rocoso donde se encuentran los Baños de Panticosa.

Desde el lago de Panticosa ya divisamos el macizo de los Argualas, con cumbres superiores a los tres mil metros y que nos disponemos a visitar.

Una vez fuera del bosque, salimos sobre un pastizal y perdiendo ya la vista del balneario que nos queda muy abajo ya. Podemos observar por primera vez el recorrido que nos espera hasta la cima del Garmo Negro.

Poco a poco, vamos dejando el balneario cada vez más abajo.
Ésta se presenta ante nuestros ojos como la cumbre del medio de las tres que visualizamos. Continuamos por la senda, señalizada con piedras, que nos ayuda a ganar altura con decisión y prácticamente sin respiro. Tras superar un resalte rocoso, el sendero se dirige hacia el NO. en dirección al collado de Pondiellos. Este tramo tiene gran inclinación, pero el camino es firme y podemos agarrarnos bien a las rocas.

Ascendemos en zigzag hacia el Collado de Pondiellos.
Tras sobrepasar la cota 2400, dejamos el resalte rocoso atrás y nos plantamos ya junto a la base de los mogotes rocosos que forman los Argualas. Nuestra referencia será ahora el entrante que hay entre el Garmo Negro y el pico Arguala.


La sensación es que este tramo es menos empinado pero la impresión es falsa: nos toca una larga y áspera travesía. En un primer término, debemos superar una larga pedrera de grandes bloques, tras los cuales, el sendero se suaviza y se dirige sin dilación hacia el collado de Argualas, a cuya base llegamos algo más de dos horas y media de haber partido de Panticosa.

Collado de Argualas. Al fondo: los Baños de Panticosa.
Desde aquí tenemos ya a tiro de piedra tanto la cumbre del Algas, a nuestra izquierda, como la del Garmo Negro, a nuestra derecha. Pero aún debemos remontar por el collado, hasta plantarnos en la base de la pirámide final, que se muestra pedregosa y muy empinada.

Última cuesta antes de la cima del Garmo Negro.
Los sucesivos tránsitos de los montañeros han formado surcos que nos ayudaron a subir.

Cumbre rocosa del Algas (3033).
Este tramo es resbaladizo y algo caótico. A media ladera superamos la cota 3000 y poco después, alcanzamos por fin la cima del Garmo Negro (3064 metros). Nuestro GPS no supera los 3061. En los mapas aparece 3066.

La cumbre del Garmo Negro se presenta atestada de excursionistas.
La cima es estrecha, rocosa, alargada pero segura, con excepcionales panorámicas sobre todas sus vertientes. Estamos en pleno agosto y, como la mayoría de las grandes montañas pirenaicas (ésta aún más al tener un acceso directo) se halla atestada de montañeros de todas las edades. No obstante tenemos tiempo y espacio suficiente para descansar, disfrutar de todas las vistas y hacer fotos.


Vista hacia el norte: panorámica de los Picos del Infierno y los ibones de Pondiellos en primer término.
Vista hacia el N-NO: pico de Tebarray, pico de Piedrafita, divisoria de la Forqueta, Gran Facha y el Midi d'Ossau al fondo.
Ponemos el zoom y obtenemos está magnífica foto del Midi d'Ossau, una de las montañas más bonitas de todo el Pirineo.
Hacia el NE. destaca el  Vignemale, ya en el Pirineo francés.
Vista hacia el este: anfiteatro de Panticosa abajo y Gavarnie / Macizo del Monte Perdido lejos al fondo.
Hacia el oeste: Algas y Arguala en primer término, y conjunto de montañas entre los valles del Aragón y Tena. Destaca entre ellas el Collarada (a la izquierda de la foto).
Vista hacia el noroeste: Valle de Tena, Anayet y Bisaurín al fondo.
El regreso al balneario, se producirá exactamente por el mismo itinerario. Existen otras alternativas, como realizar una gran circular a través de los Picos del Infierno y Bachimañana o visitar el vecino pico Algas, pero optamos regresar por el mismo camino de subida. Aunque el descenso es lógicamente más rápido, la fuerte pendiente y el áspero terreno nos irán castigando las plantas de los pies. A media ladera, sobre la cota 1950, aprovechamos un pequeño regato de agua para reponer las cantimploras y descansar algo.

Bonita foto del macizo de los Argualas desde la ladera contraria y dentro del circo de Panticosa. La torre central, es el Garmo Negro.
Más de siete horas después de haber partido del balneario, llegaremos al coche.





GARMO NEGRO
Espacio natural
Pirineo Aragonés, sector Balaitus-Picos del Infierno.
Dificultad
Alta.
Tipo de camino
Senderos pedregosos de montaña.
Ciclable
No.
Agua potable
Encontraremos en el arroyo Argualas, a 1950 metros de altitud.
Tipo de marcha
Ida y vuelta.
Orientación
Fácil, solo debemos seguir las señales de piedra y observar a otros excursionistas.
Época recomendable
Sin ninguna duda el verano será la época en que mejor podamos afrontar esta cumbre. elegir días no muy calurosos.
Inicio
Baños de Panticosa (Huesca).
Distancias
Jaca (52,3 kms); Sabiñánigo (37,5 kms); Huesca (91,4 kms); Burgos (355 kms).
Tiempo total
Unas 7 horas.
Tiempos de marcha
Baños de Panticosa-Cima del Garmo Negro: 4 horas; Cima del Garmo Negro-Baños de Panticosa: 3 horas.
Distancia total
9,9 kilómetros.
Interés
Ascensión a una montaña de tres mil metros, panorámica del Pirineo Aragonés, Baños de Panticosa.
Altitud mínima
1624 m.
Altitud máxima
3061 m.
Pendiente media de ascensión
29%.
Desnivel acumulado
1458 m.
Mapas
1:50000: 0145 Sallent de Gállego.
1:25000: 0145-2 Sallent de Gállego.

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Notas:
- Aunque se ha comentado que el Garmo Negro es posiblemente el tres mil pirenaico más accesible, no hay que minusvalorar la dificultad de un ascenso continuo de casi cuatro horas con fuerte pendiente.

- Esta montaña puede ser muy peligrosa en invierno y gran parte de la primavera. Los aludes son frecuentes y el hielo puede aparecer en el tramo final de la cumbre.  - Tener en cuenta que en los días veraniegos de fuerte calor, el descenso se producirá en horas centrales. Llevar agua suficiente.
- En los Baños de Panticosa podemos beber, comer y reponernos en cualquiera de sus establecimientos.
- Al Garmo Negro podemos también acceder desde los Picos del Infierno. Para ello debemos llegar primero hasta el embalse de Bachimaña para continuar a través de los Ibones Azules hasta el collado de Piedrafita desde donde atacamos los Picos del Infierno. Entre estos y el Garmo Negro, aún hay que descender hasta el collado Saretas, subir a la Aguja de Pondiellos y bajar hasta el collado del mismo nombre que lo separa del Garmo Negro. El recorrido completo son algo más de 15 kilómetros y un desnivel acumulado superior a los 1600 metros.


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Mapa topográfico





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viernes, 16 de agosto de 2019

Valle de Caderechas: El Mazo desde Quintanaopio

El Mazo, pese a su modesta altitud, es una atractiva montaña que ocupa una posición central en el Valle de Caderechas. Su silueta cónica llama la atención especialmente entrando por su lado oriental. Su ascenso no ofrece ninguna dificultad y es una buena atalaya para contemplar el valle en su totalidad. Aunque en este blog ya se ha publicado una entrada (ver El Mazo desde Río-Quintanilla), emprenderemos la excursión en esta ocasión partiendo del pueblo de Quintanaopio y retornaremos  por la carretera atravesando el agreste desfiladero del río Vadillo.


El Mazo
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Llegaremos a Quintanaopio saliendo de Burgos por la carretera de Poza de la Sal. Desde esta localidad, tomamos el desvío a Oña. Tras pasar Salas de Bureba, continuamos hacia el Valle de Caderechas, en donde entramos por el pueblo de Terminón. Tras pasar Cantabrana y Bentretea, llegaremos a Quintanaopio.


Quintanaopio


Esta localidad se ubica en una posición central dentro del valle, a los pies del monte del Mazo, cumbre que nos disponemos a visitar. Contemplada desde su lado oeste, llama la atención su perfecta silueta triangular así como su aspecto salvaje e inexpugnable.
En la plaza del pueblo, dejaremos el coche y salimos por el camino que abandona la localidad hacia el oeste y se dirige a la base del Mazo.


Este camino, pronto, se interna en el pinar, que puebla las laderas del Mazo y comienza a ganar altura suavemente.

Dejamos Quintanaopio atrás y comenzamos a subir hacia la ladera del Mazo.
El camino es cómodo, vamos bordeando la ladera norte del monte. Dejamos el valle atrás y seguimos ya por el interior del barranco del arroyo del Cascajón.

Camino del Mazo.
El bosque se presenta muy espeso. Treinta minutos después de haber salido de Quintanaopio, abandonamos la pista principal por la izquierda.

Una señal en la pista indica el sendero correcto que se dirige al Mazo.
Una señal nos indica que es el camino que sube al Mazo. Continuamos, ya por un sendero más estrecho, ascendiendo por el barranco que nos separa del monte la Larga. La vegetación es tupida, pero la vereda gana altura con decisión hacia el collado desde donde planeamos atacar la cumbre del Mazo.

Subimos hacia el collado siguiendo un selvático barranco.
El sendero, a veces difuso, llega por fin a la cabecera del barranco de Valdemerones. En algunos tramos parece desaparecer y tenemos que continuar entre los pinos que cubren la ladera a nuestra izquierda. De cualquier modo, la orientación es evidente. Manteniendo el barranco a nuestra derecha llegamos sin falta al collado.

Seguimos el barranco que separa el Mazo del monte de la Larga.
Una vez en el collado, hay que estar atentos a encontrar las piedras, que formando una flecha, nos muestran el entrante por el que debemos atacar la cima. Efectivamente, lo encontramos e iniciamos la ascensión. El camino que sube hasta la cima, va enroscándose por la ladera, buscando mínima pendiente y ganando altura con rapidez. Durante esta subida, que es rápida, obtenemos grandes vistas sobre el valle, que va quedando poco a poco abajo.

Un estrecho pasillo nos lleva al extremo sur de la cima donde se halla la cumbre.
Cumbre del Mazo: caseta de vigilancia y buzón.

En apenas quince minutos desde el collado, y tras pasar un estrecho pasadizo entre la vegetación en su tramo final, llegamos a la cima del Mazo (1026 metros). Buzón montañero y caseta de vigilancia abandonada. La cumbre es rocosa y alargada y completamente cubierta de vegetación excepto en su extremo sur donde se ubica la caseta mencionada.


Cima del Mazo


Vista sur desde la cima. en primer término: el agreste Castilviejo.


Hacia el oeste divisamos el estrecho desfiladero de Hozabejas y la peña Cironte.


Desde esta cumbre, dominamos los dos sectores que conforman el gran Valle de las Caderechas, separados por la línea de cumbres que forman la Peña Alborto-Castilviejo-Mazo-la Larga. Destaca sobremanera la cima salvaje del Castilviejo, del que nos separa el estrecho desfiladero del río Vadillo, ubicado a nuestros pies.

La cima salvaje del Castilviejo domina el paisaje hacia el sur.
La cima es buen lugar para descansar y relajarse. Emprendemos el retorno a Quintanaopio. Para ello debemos en primer lugar descender al collado por el mismo sitio que hemos subido.

Hacia el oeste el monte de la Larga. Al fondo, el Castillo y alturas del Páramo de Masa.

Video desde la cima del Mazo




Monte del Castilviejo. A la derecha, los pueblos de Río-Quintanilla, compuesto por dos barrios y Aguas Cándidas.
Hacia el norte, la Rasa y el pìco Tablones.
Tras llegar al collado, tomamos dirección contraria a la que trajimos para iniciar el descenso por la vertiente sur, donde se ubica Río-Quintanilla.

Sobre el extremo sur del monte del Mazo, se ubican los restos de una fortaleza medieval posiblemente de origen templario.
El camino pierde altura por el pinar y desemboca sobre una amplia pista utilizada por los vecinos que suben a las fincas de frutales que pueblan la ladera. Por esta pista, continuamos bajando hacia Río-Quintanilla.

La pista baja hacia Río-Quintanilla entre frutales.
En este tramo, dejaremos a la izquierda los riscos donde se ubican los restos de la fortaleza medieval, posiblemente de origen templario, y que ya visitamos en una anterior excursión (ver entrada El Mazo desde Río-Quintanilla).

Restos de la fortaleza medieval asomados sobre el Vadillo.
Seguimos por la pista y entramos en las primeras calles del barrio de Río-Quintanilla.

Entramos en Río-Quintanilla.
El Barrio de Quintanilla se ubica a medio camino de la carretera que sigue hacia Aguas Cándidas.

Torre medieval de Río-Quintanilla.
Ermita de San Emeterio y San Celedonio.
Es éste un pueblo bien arreglado y donde sobresale su torre medieval, no hace muchos años restaurada. En dirección sur, a mano izquierda y sobre la ladera del Castilviejo, se ubica la joya románica del valle: la ermita de San Emeterio y San Celedonio.


Dejamos Río-Quintanilla y salimos por la carretera que se dirige a Quintanaopio. El resto del recorrido, unos dos kilómetros, lo realizamos por el asfalto ya que no hay alternativa posible. La carretera discurre a través del estrecho desfiladero formado por el arroyo Vadillo y que separa los montes Castilviejo y Mazo.

La carretera atraviesa la estrecha garganta formada por el arroyo Vadillo.
El recorrido es ciertamente atractivo. Las laderas de los dos montes se desploman en vertical originando sugestivas formaciones rocosas. El arroyo Vadillo discurre muy profundo sobre el nivel de la carretera.


Antes de llegar a Quintanaopio, aún tenemos la ocasión de visualizar a nuestra izquierda la antigua ermita de San Roque, recientemente restaurada y ubicada a los pies de los farallones rocosos.

Ermita de San Roque, de Quintanaopio.
A la derecha, entre los riscos que caen desde el Castilviejo, apreciamos, semioculto entre la vegetación, los restos de un antiguo camino o conducción de agua que parece atravesaban el desfiladero.

En la ladera del Castilviejo, visualizamos los restos de una conducción o camino, a gran altura sobre el arroyo.
No se aprecia bien hasta donde llega esta conducción, pero si fuera rehabilitado, sería un excelente camino a modo de " pequeña ruta del Cares" burgalesa.En poco, entramos ya en las primeras casas de Quintanaopio, finalizando esta excursión.



Antes de llegar al coche, visitamos aún la iglesia del pueblo, ubicada en alto a la izquierda de la carretera.
Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, de Quintanaopio.
Escudo blasonado en la fachada de una casa.



EL MAZO DESDE QUINTANAOPIO
Espacio natural
Valle de Caderechas.
Dificultad
Baja.
Tipo de camino
Pistas forestales, senderos de montaña, carretera.
Ciclable
No.
Agua potable
Encontramos en el pueblo de Río-Quintanilla.
Tipo de marcha
Circular.
Orientación
Fácil, aunque atención a encontrar los pasos claves en la b ase del Mazo.
Época recomendable
Primavera-verano.
Inicio
Quintanaopio.
Distancia de Burgos
58,2 kilómetros.
Tiempo total
2 horas 45 minutos (considerando más de media hora de descanso en la cumbre).
Tiempos de marcha
Quintanaopio- Cumbre del Mazo: 1 hora 50 minutos. Cumbre del Mazo-Quintanaopio: 55 minutos.
Distancia total
7,7 kilómetros.
Interés
Pinares, cumbre del Mazo y panorámica sobre el Valle de Caderechas en sus dos vertientes, desfiladero del arroyo Vadillo, pueblos pintorescos de Quintanaopio y Río-Quintanilla.
Altitud mínima
649 m.
Altitud máxima
1026 m.
Desnivel acumulado
465 m.
Mapas
1:50000: 0136 Oña.
1:25000: 0136-3 Oña.

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Notas:
- La excursión es sencilla y amena. Debemos prestar atención en los senderos que ascienden y descienden al Mazo. Es necesario también encontrar el camino correcto que sube a la cumbre desde el collado.
- Oña se halla a muy poca distancia del Valle de Caderechas y podemos comer y descansar tras visitarlo.
- Como todas las visitas al Valle de Caderechas, es recomendable realizarlas durante la floración de los cerezos, la cual ocurre a mediados del abril.


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