sábado, 27 de octubre de 2018

Páramo de los Rublacedos

Excursión cercana a Burgos desde el valle del río Zorita, donde se hallan Rublacedo de Arriba y de Abajo. Desde el primero de los dos pueblos, el de Arriba, ascenderemos al páramo, donde disfrutaremos de extensas panorámicas sobre esta particular comarca desde un par de estratégicos miradores. Tras recorrer adustos y sobrios parajes, descenderemos a Rublacedo de Abajo siguiendo la gran cárcava del arroyo de Fuenterrebiel. Finalmente, regresaremos al punto de origen por el camino que discurre paralelo al río Zorita que une los dos pueblos.


Los Rublacedos - Valle de Zorita


Llegamos fácilmente a Rublacedo de Arriba, a 32 kilómetros, origen de la excursión, saliendo de Burgos por la carretera de Poza de la Sal. Tras pasar la población de Temiño, en poco, llegamos a las casas del pueblo, que quedan a la derecha de la carretera. Tras atravesar su calle principal en dirección Burgos, dejaremos el coche junto a un pequeño parque infantil a la salida del pueblo.


Justo al lado, sale por la izquierda el camino que se dirige hacia páramo. Muy cerca, vemos un gran panel informando del itinerario, llamado "La Ruta del Agua", que trataremos de seguir lo más posible.

La ruta, recientemente habilitada, está señalizada mediante pequeños cantos pintados de azul intenso, visibles a larga distancia.larga distancia.



Dejamos el panel e iniciamos enseguida el ascenso por una amplia pista, cómoda, usada por vehículos, al páramo. Su borde occidental llaman la atención desde el valle por sus vivos e intensos colores.

Pista de subida al páramo desde Rublacedo de Arriba.
Esta variedad cromática por capas se debe a su origen geológico, relativamente reciente: durante el Mioceno (23,5 - 5 millones de años) esta comarca sufrió distintas regresiones y transgresiones del nivel del mar, cada una de las cuales originó una capa diferente de sedimentos que posteriormente se han ido erosionando.



Nos posicionamos en el páramo, también llamado Monte de la Carrasquilla. Un vehículo se para junto a nosotros y nos previene de que hay perros sueltos guardando ganado. Caminamos alerta por estos solitarios parajes.

Las vistas desde el páramo son extensas hacia el oeste.
El día está gris y ventoso, contribuye a aumentar la sensación de soledad y extrema rudeza  y desolación del páramo. Continuamos por la gran pista hasta girar a la izquierda a la búsqueda del primer mirador, donde llegamos fácilmente.



En esta primera balconada, vemos el pueblo de Rublacedo de Arriba abajo. La vista es amplia y abarca por la derecha hasta el páramo de Masa y la zona de Poza de la Sal.

Panorámicas desde el primer mirador.
Deshacemos el camino y retornamos al que traíamos, continuando a no mucha distancia del borde del páramo que siempre queda a nuestra izquierda.


Caminamos por amplios espacios, desolados, con poca vegetación. La pista es amplia y en buen estado, sin duda utilizada y mantenida por ganaderos que deben ser los pocos que suben por estos parajes.


En apenas medio kilómetro más, un nuevo panel nos indica el otro mirador. Salimos de nuevo por la izquierda. Pasamos junto a una construcción de piedra (una antigua fuente de agua que hoy parece seca) y llegamos al borde del páramo. Esta vez el mirador es más sencillo, sin panel. De nuevo gozamos de espectaculares panorámicas sobre el valle de las Navas, paisaje de páramos de vivas tonalidades cromáticas. Podemos ver Poza de la Sal en la lejanía a nuestra derecha.


Retornamos y continuamos. La pista que llevamos parece alejarse del borde y avanzar hacia el monte Capulera, prolongación del páramo en que estamos y que se prolonga hasta la zona del pueblo de Rojas y el Santuario de Santa Casilda, más al norte.

Desolación del páramo en un día gris.
Pero supuestamente deberíamos descender hacia el valle de nuevo ya enseguida, aunque en un primer momento, parece que se desvía demasiado hacia el este. En efecto, la pista gira a la izquierda poco más adelante e inicia el descenso siguiendo un estrecho y bien marcaso sendero. Pronto, se introduce en el bosque y bajamos siguiendo el barranco de Valdeanes. Este camino es el que nos llevará hasta Rublacedo de Abajo, cuyas casas aún no vemos.

Camino del barranco de Valdeanes.
Salimos del monte y ya por terreno abierto, continuamos perdiendo altura, siguiendo ahora por la derecha una gran cárcava formada por el arroyo de Fuenterrebiel


Algunas construcciones pastoriles, hoy abandonadas, nos salen al paso. Los vivos colores de los materiales que componen la cárcava son un espectáculo visual. Esta pequeña garganta se dirige hacia las cercanías de la población de Quintana Urria, ya en el valle que se dirige a Rojas de Bureba.

Espectacular cárcava del arroyo de Fuenterrebiel.
El camino describe un par de acusadas curvas y enseguida, visualizamos ya las casas de Rublacedo de Abajo, a cuyas inmediaciones llegamos. Pero no entraremos en las casas del pueblo. Cerca de su entrada, nos desviamos por la izquierda para continuar por el camino, ya en llano, que une los dos Rublacedos siguiendo el valle.


Este camino, en buen estado, transcurre entre tierras de labor, a poca distancia del río Zorita. Según documentos antiguos, Rublacedo era llamado antiguamente como "Rio Laucio, de barrio de suso", lo que nos indica que Rublacedo significa "ribera o río del Laucio".

Bajamos hacia Rublacedo de Abajo.
Ya solo teemos que cubrir los casi dos kilómetros que separan los dos pueblos. 




Ya cerca de Rublacedo de Arriba, pasamos junto al antiguo molino del pueblo, hoy rehabilitado.


Entramos en el pueblo por su extremo norte y atravesamos toda la localidad por su calle principal.


Entramos de nuevo en Rublacedo de Arriba.

En el pueblo destacan la iglesia de la Purísima Concepción, en muy buen estado de conservación y una casona blasonada. Atravesamos toda la calle principal hasta salir por el otro extremo hasta llegar al coche, finalizando esta interesante excursión.

Iglesia de la Purísima Concepción, de Rublacedo de Arriba.

Junto a la última casa del pueblo, un panel nos informa sobre otras excursiones que podemos hacer por la zona.




PÁRAMO DE LOS RUBLACEDOS
Espacio natural
Valle de las Navas.
Dificultad
Baja.
Tipo de camino
Camino por páramo y llano.
Ciclable
Sí.
Agua potable
No encontraremos más que en Rublacedo de Arriba.
Tipo de marcha
Circular.
Orientación
El ascenso está bien señalizado, el descenso no es evidente. Llevar GPS.
Época recomendable
De mayo a octubre pero evitar los días calurosos del verano al no haber sombras.
Inicio
Rublacedo de Arriba
Distancia de Burgos
31,8 kilómetros.
Tiempo total
3 horas 50 minutos.
Tiempos de marcha
Rublacedo de Arriba-Mirador: Mirador-Rublacedo de Abajo: Rublacedo de Abajo-Rublacedo de Arriba
Distancia total
12,9 kilómetros.
Interés
Panorámicas sobre el valle de los Rublacedos y las Navas. Miradores. Pueblos pintorescos.
Altitud mínima
787 m.
Altitud máxima
1028 m.
Desnivel acumulado
351 m
Mapas
1:50000: 0168 Briviesca.
1:25000: 0168-3 Rojas.

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Notas:
- La excursión es sencilla y fácil. Sólo tenemos que preocuparnos de la orientación, que no es excesivamente difícil ya que el recorrido por el páramo transcurre siempre a corta distancia del borde.
- Evitar esta excursión en épocas lluviosas en que los terrenos pueden estar muy embarrados. En los días fríos de invierno, el viento puede ser helador por el páramo y haber nieve.
- Rublacedo de Arriba se halla a corta distancia de Burgos.


Entradas relacionadas:

Utero y San Mamés.



Mapa topográfico


Perfil de elevación


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lunes, 22 de octubre de 2018

Montaña Palentina: Picos Almonga, las Cruces y la Tejera de Tosande

Nueva salida a la montaña palentina, siempre atractiva y no lejos de Burgos. Esta vez, visitaremos la Sierra de la Peña, pero en su tramo más cercano a Cervera de Pisuerga. Tras ascender a los picos Almonga y las Cruces, descenderemos y visitamos la Tejera de Tosande, unos de los bosques de tejos más extensos de España.


Cervera de Pisuerga
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De la Sierra de la Peña ya hemos hablado en este blog en un par de ocasiones. Se trata de una alineación montañosa que por el sur, se extiende de este a oeste en paralelo a la alineación principal septentrional, donde se ubican los picos más conocidos Curavacas Espigüete. Tiene su cima máxima en la Peña Redonda (1996 metros). El ascenso y visita a sus cumbres principales, no resulta complicado y son muchas las cimas que podemos visitar. En esta ocasión, visitaremos los picos Almonga, muy característico ya que es el más cercano a la localidad de Cervera de Pisuerga, desde donde destaca mucho, y el de mayor altitud, aunque menos visible, pico de las Cruces. Retornaremos por la Tejera de Tosande, extenso bosque ubicado entre las Cruces y Peña Redonda.

Iniciamos la excursión partiendo del aparcamiento junto a la carretera.
Llegaremos a Cervera de Pisuerga desde Burgos saliendo por la carretera de Aguilar, desde donde tomaremos el desvío correspondiente. En apenas hora y veinte minutos, llegamos a Cervera. Desde el centro, tomamos la carretera local, que bordeando la montaña por su lado sur, enlaza con la carretera C-626 que discurre paralela a la sierra.En apenas cinco kilómetros, nada más pasar La Estación, aparece a la derecha un aparcamiento, habilitado a efectos de ser el punto de partida para acceder la Tejera de Tosande.

Las cimas del sector oriental de la Sierra de la Peña a la vista.
Aparcamos e iniciamos la excursión. Los paneles informativos nos indican cómo llegar a la famosa tejera, pero nuestro plan es dejarla para el último lugar e iniciar la excursión subiendo al pico Almonga, que se halla más a a la derecha desde donde estamos si miramos hacia la sierra.

Desde el área del aparcamiento, sale un camino que se dirige hacia la falda de la montaña. Salimos por él.

Tras cubrir un tramo llano y pasar bajo una antigua vía de ferrocarril, saldremos a un espacio con praderas donde hay muchas vacas pastando.

Iniciamos la marcha por el camino que baja desde la carretera hacia el arroyo de Tosande.
Llegamos a un gran cruce. Si tomamos el desvío por la izquierda, nos dirigiríamos a la tejera. Cogemos el derecho y continuamos, ya por un camino menos destacado, siguiendo al ladera de la montaña por nuestra izquierda.


Poco a poco vamos recorriendo toda su base. Dejamos un desvío por la izquierda y seguimos por el camino principal, saliendo ya un espacio más amplio, donde pasamos junto a una antigua minada, hoy abandonada.

Ya vemos el Pico de las Cruces.
Leemos el panel explicativo y continuamos.

Seguimos por el antiguo camino minero.
Tras recorrer unos quinientos metros por terreno sucio, restos de la actividad minera que hubo aquí, debemos estar atentos a salir por la izquierda para iniciar el ascenso al Almonga.

Seguimos por un sendero forestal a los pies de la ladera.
Restos de la mina Felipe Villanueva.
Tras destrepar a una pradera, atravesamos una alambrada y nos incorporamos a un marcado camino que inmediatamente inicia el ascenso por la ladera.

Iniciamos la ascensión al Almonga siguiendo un camino.

El camino, en buen estado, gana altitud con rapidez. Vamos dejando abajo la llanura. 

Tras describir una curva, va remontando el barranco que desciende del Pico de las Cruces, cuya cima puntiaguda vemos ya frente a nosotros.

El Pico de las Cruces nos guía en la ascensión.
Entramos en el bosque y continuamos por él, siguiendo la senda, a veces poco marcada, por lo que hay tener cuidado en no perder la traza.

A media ladera, penetramos en el bosque.
Siguiendo las indicaciones del GPS,, intentamos mantener el itinerario, avanzando entre los pinos. El bosque se vuelve más intrincado y en poco, llegamos al roquedo.
el sendero se desdibuja y debemos remontar aún subiendo por empinadas laderas. El roquedo que quedará a nuestra izquierda nos servirá de guía.


Por fin, salimos del bosque ya terreno abierto, situándonos ya en la base rocosa del pico Almonga, cuya cima, aún no vemos. Los caminos ya no existe, pero es intuitivo que debemos remontar la ladera en zigzag, ganando altitud, sin apenas dificultad. Una última vaguada herbosa, que superamos fácilmente,. nos dejará en el cordal que une el Almonga y el Pico las cruces. Ambas cumbres están ya a la vista.

Alcanzamos la cresta de la sierra. Al fondo, el Pico de las Cruces.
Desde la cresta poseemos ya de soberbias vistas sobre la Sierra de la Peña y las cumbres de la Montaña Palentina.

El pico Almonga se asoma por el norte sobre Cervera de Pisuerga.
Tras recorrer un pequeño trayecto por la loma, llegamos al pico Almonga (1519 metros). Hito montañero y buzón.

Cima del pico Almonga, 1519 metros.
La cima se halla precisamente sobre la localidad de Cervera de Pisuerga, que tenemos a nuestros pies. Magníficas panorámicas sobre el pantano, a nuestra izquierda, si miramos al norte y todas las cumbres de la Montaña Palentina frente a nosotros. La cumbre invita a estar un rato recreándose con el paisaje, descansar.

Soberbias panorámicas hacia el norte desde la cima del Almonga. En primer lugar, Cervera de Pisuerga.
Panorámica hacia el NE. En primer término, el embalse de Cervera-Pisuerga. Al fondo, las cumbres del Curavacas y Espigüete.

Video desde la cima del Almonga





Pero aún nos queda mucho trayecto, así que abandonamos la cima y deshacemos el camino hasta el collado que la separa del vecino Pico de las Cruces nuestro próximo objetivo.


Magnífica vista sobre la Sierra de la Peña, en el camino desde el Almonga al Pico de las Cruces.
Cubrimos este trayecto fácilmente. el ascenso final a la cumbre, algo más alta que el Almonga, se produce siguiendo estrechos pasillos entre le vegetación. Alcanzamos la cima del Pico de los Cruces (1565 metros).

Cima del Pico de las Cruces (1565 metros).
Hito montañero y ausencia de buzón. Menos famoso que su vecino Almonga, por ser oculto desde los valles, es una espléndida atalaya sobre la Sierra de la Peña, cuyas cumbres vemos mirando hacia el oeste y culminando con la característica Peña Redonda.

Hacia el NE, destaca la silueta inconfundible de la Peña Redonda (1996 metros).
Hacia el sur, descubrimos ya el precioso valle del arroyo Tosande, que será nuestro próximo destino, al ubicar el espectacular bosque de tejos.


Para ello, debemos primero descolgarnos de la cima, para ellos bajamos por la ladera por terreno libre, para enlazar con el cordal, muy evidente, que nos debe llevar hacia un gran collado que vemos en la lejanía sobre el vallejo.

Descendiendo hacia el Valle de Tosande.
La bajada es sencilla y fácil. Una vez en la cuerda, vamos siguiéndolo manteniendo ya el valle de Tosande a nuestra izquierda y emprendiendo un descenso suave pero continuo hasta el collado.


Una vez en el collado, amplio, nos incorporamos a un estrecho sendero, muy evidente, que nace a nuestra izquierda, y que de manera ostensible inicia un acusado descenso hacia el valle. Bajamos por él.

Alcanzamos el collado.
Descendiendo hacia el valle de Tosande.
La bajada es larga, a ratos por terreno abrupto, pero la traza del sendero más o menos se mantiene constante y podemos alcanzar el valle pronto. Muchas vacas pastando junto al camino que lo recorre longitudinalmente. Allí mismo, vemos ya el bosque de tejos, señalizado por un gran panel. Nos salimos, alcanzamos el panel e iniciamos la visita de la Tejera de Tosande, que se extiende a nuestra izquierda cubriendo la ladera.


Panel informativo a la entrada de la Tejera de Tosande.
Los tejos más grandes, se hallan en la parte alta de la ladera, por lo cual debemos iniciar un acusado ascenso siguiendo un camino que gana altitud. La pendiente en este tramo es fuerte. Poco a poco, dejamos atrás las rampas más largas y nos plantamos ya en el bosque, apareciendo los primeros tejos.


La tejera se ha convertido en destino turístico y se ha habilitado una pasarela de madera en su recorrido por el interior del bosque para protegerlo.


Así que atravesamos el interior admirando los enormes ejemplares de tejos, siempre sin salirse de la pasarela. El recorrido no es largo y transcurre a media ladera, sin grandes desniveles, atravesando el corazón de la tejera.


Tras recorrer unos dos kilómetros, salimos a terreno abierto, en el lado este del bosque, desembocando sobre un mirador. Buenas vistas sobre el valle que ha trazado el arroyo de Tosande. Frente a nosotros los picos de las Cruces, recientemente visitado y el Pico del Roblillo, de menor altura a la derecha.

Vista sobre el Pico de las Cruces y al Roblillo desde el mirador de la tejera.

Desde el mirador,. el sendero inicia ya un progresivo descenso hacia el valle de nuevo, desembocando en la pista que lo atraviesa y que procede del cruce inicial, a poca distancia del aparcamiento.


Por él, con tranquilidad tras las pendientes pasadas,. solo tenemos que deshacer el vallejo arroyo abajo, siguiendo un bonito camino que a ratos atraviesa trozos de bosque. Atravesamos un pequeño cortado, por donde se estrecha el valle y desembocamos en el ya conocido cruce.

El arroyo Tosande ha excavado una pequeña garganta en su salida al valle.
Dejamos atrás el valle de Tosande.
Una vez en él, solo tenemos que cubrir ya el corto trayecto hacia el sur por el camino ya recorrido al comienzo de la excursión hasta llegar al aparcamiento junto al coche. Terminamos esta amena e interesante excursión leyendo los textos de los paneles informativos, que nos dan mucha información sobre la tejera y otros aspectos del valle.


PICOS ALMONGA, LAS CRUCES Y LA TEJERA DE TOSANDE
Espacio natural
Sierra de la Peña (Montaña Palentina).
Dificultad
Media. La orientación no es sencilla.
Tipo de camino
Senderos de montaña.
Ciclable
En general sí.
Agua potable
No encontraremos en todo el recorrido.
Tipo de marcha
Circular.
Orientación
No está señalizado y hay muchos desvíos.
Época recomendable
De mayo a octubre. 
Inicio
Aparcamiento de la carretera de Cervera de Pisuerga a Cantoral de la Peña.
Distancia de Burgos
113 kilómetros.
Tiempo total
5 horas.
Tiempos de marcha
Aparcamiento-pico Almonga: 1 hora 44 minutos; Pico Almonga-Pico de las Cruces: 25 minutos; Pico de las Cruces-Tejera de Tosande: 50 minutos; Tejera de Tosande-Aparcamiento: 1 hora.
Distancia total
5 kilómetros.
Interés
Cimas de la Sierra de la Peña con extensas panorámica sobre la Montaña Palentina. Bosque de tejos de Tosande.
Altitud mínima
1035 m.
Altitud máxima
1561 m.
Desnivel acumulado
1019 m
Mapas
1:50000: 0106 Camporredondo de Alba; 0107 Barruelo de Santullán; 0132 Guardo; 0133 Aguilar de Campoo.
1:25000: 0106-4 Ruesga; 0107-3 Cervera de Pisuerga; 0132-2 Castrejón de la Peña; 0133-1 Dehesa de Montejo.

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Notas:
- La excursión es extraordinariamente amena ya que combinamos ascensiones a montañas con excepcionales panorámicas y la visita a uno de los mejores y más extensos bosques de tejos que quedan en España. 
- Al no estar señalizado, es muy recomendable llevar un GPS ya que son muchos los desvíos y caminos que hay que tomar, especialmente en el ascenso inicial al Almonga.
- Al pico Almonga también podemos subir desde Cervera de Pisuerga siguiendo un camino que remonta un vallejo que desde las inmediaciones del pueblo de Ruesga, asciende hasta el collado que separa los picos de las Cruces y el Almonga, ya mencionado.
- Cervera de Pisuerga se halla muy cerca y es buen lugar para comer, descansar y punto de partida para otras excursiones.


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Mapa topográfico


Perfil de elevación


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