martes, 30 de mayo de 2023

Peña Carazo desde Villanueva de Carazo

Nueva visita a la siempre sugerente Peña Carazo, en la comarca de Salas. Partiendo de la pequeña población de Villanueva de Carazo, ubicada en su vertiente NE, emprendemos la ascensión superando un gran desnivel con fuerte pendiente. Una vez en la cima, la llamada meseta de Soncarazo, caminamos junto a su borde sur hasta descender por el barranco del Mataviejas. Retornamos al punto de partida siguiendo una pista que partiendo de la localidad de Carazo, rodea la peña a cierta altura sobre el valle.



Villanueva de Carazof

  
Llegamos a Villanueva de Carazo saliendo por la carretera de Soria. Una vez pasado Salas de los Infantes, continuamos en dirección Soria hasta el cruce de Silos, donde nos salimos. En unos dos kilómetros, nos desviamos por la derecha siguiendo la carretera que muere en el pueblo de Villanueva de Carazo. La localidad se emplaza en la ladera NE. de la Peña Carazo, que tapa completamente el horizonte hacia el sur del pueblo. Las calles se desparraman en cuesta adaptándose al terreno. Dejamos el coche junto a la plaza y nos preparamos para la marcha.


Abandonamos el pueblo subiendo por la carretera, que es su calle principal. Tras pasar por la iglesia, enlazamos con un camino que sube hacia la parte alta del caserío.

Abandonamos el pueblo por su parte sur.
Este camino se transforma en pista y sube aún más hasta un mirador donde hay un banco asomado a las casas del pueblo.

Mirador sobre el pueblo.
A medida que ganamos altura, vamos dejando el pueblo más abajo.
Es el punto donde emprendemos la subida propiamente dicha. Frente a nosotros, la imponente ladera norte de la peña, muy empinada. En su parte superior, el cinturón rocoso que orla la peña, nos parece impenetrable desde aquí. Pero la información que tenemos es que es posible subir y superarlo.


Subimos en un primer momento siguiendo un espolón, relativamente cómodo, que nos permite ganar altura con rapidez. Dejamos las casas del pueblo más y más abajo.

A medida que ganamos altura, la pendiente se va incrementando.
En unos trescientos metros, alcanzamos una primera línea de roca, que superamos fácilmente. Siguiendo el track del GPS, viramos hacia la derecha, tratando de aminorar la pendiente. Nos movemos por terreno escarpado.


Un poco más arriba, alcanzamos otro graderío rocoso, fácil también de superar. Inmediatamente tras él, continuamos ahora hacia el este, manteniendo la altura. Aquí la pendiente se agudiza. Hay gravilla en muchos puntos y es necesario caminar con cierta precaución para no resbalar.

En los tramos con gravilla debemos movernos con precaución.
Sin llegar a ser peligroso, sí tenemos que poner el pie con cierto cuidado afianzándonos firmemente con los palos. Un resbalón nos puede hacer caer unos cuantos metros.

Villanueva de Carazo y la comarca de Salas desde la ladera de la Peña Carazo.
Continuamos virando poco a poco hacia la derecha arriba, ganando altura subiendo en zigzag. Poco a poco vamos acercándonos al cinturón de roca superior. Ya cerca de la muralla, seguimos por la izquierda, manteniendo la línea de roca a la derecha.

Alcanzamos la meseta superior.
Buscamos un paso o portillo que nos permita atravesarla. 


Pero casi sin darnos cuenta, nos plantamos sobre terreno llano.


Estamos en el extremo este de la peña, dejando definitivamente la cuesta atrás. La meseta superior esta a tiro de piedra.

Ya por terreno llano avanzamos hacia el interior de la mesa planera.
Estamos en el vértice este, teniendo a nuestros pies la carretera de Hacinas a Carazo. Amplio paisaje. Continuamos. Ahora por terreno llano, más cómodo, avanzamos siguiendo el borde de la peña, que queda siempre a nuestra izquierda.

Valle de Carazo.
El plan es alcanzar la cabecera del barranco del Mataviejas, distante unos dos kilómetros, desde donde queremos bajar al valle. El recorrido por esta zona es muy agradable y apacible.

Panorámica desde el vértice más oriental de la peña.
Al movernos cerca del borde, disfrutamos en todo momento de buenas vistas sobre el valle.

Aves esteparias en la meseta: cogujada.
Según vamos girando hacia el oeste, contemplamos mejor el pueblo de Carazo y su valle, que se despliega de este a oeste y finaliza en el paraje donde se halla el famoso cementerio de Sad Hill, que no es distinguible desde aquí.

Siguiendo el borde sur, visualizamos el gran barranco que desciende hacia el sur.
Seguimos caminando avanzando entre sabinas, que pueblan el interior de la meseta.

Restos de muros y antiguos corrales cerca del camino de descenso a Fuente la Mora.


Llegamos por fin a la cabecera del barranco, situado muy cerca de las ruinas de unos corrales. Descendemos por el barranco del Mataviejas, siguiendo una estrecha y empinada trocha. Hay que bajar con precaución.

Puentecito sobre el naciente Mataviejas, junto a la Fuente la Mora.
A media bajada, dejaremos a nuestra derecha la cascada del Mataviejas, con poca agua en esta primavera seca.


Tras pasar por un puente junto a la Fuente de la Mora, alcanzamos el llano. Nos dirigimos ahora hacia el pueblo de Carazo, distante unos 700 metros por una pista. Entramos en sus calles.

Carazo.
Alcanzamos la carretera y seguimos por ella unos metros, hasta dejar las últimas casas del pueblo.

Dejamos Carazo y continuamos por la carretera unos metros en dirección a Salas.
En unos doscientos metros, abandonamos la carretera por la izquierda para incorporarnos a una clara pista que parte del asfalto y sube con decisión por la ladera.


Seguimos por ella con comodidad. La pista se convierte en sendero. Rodeamos el extremo oriental de la peña a media altura.


Seguimos ahora por la vertiente norte de la peña.

Vista del picón o vértice que forma el extremo más oriental de la peña
Solo tenemos que continuar siguiendo este camino, que se mantiene siempre evidente, hasta plantarnos de nuevo en la vertical del pueblo.

Seguimos ahora por la vertiente norte de la peña. Vemos ya las casas de Villanueva desde arriba.
Enlazamos entonces con el punto por donde habíamos ascendido casi cuatro horas antes. Ahora solo tenemos que descender por el mismo camino por el que subimos.

Retornamos a Villanueva de Carazo por el mismo camino por el que subimos.

La bajada es rápida. Entramos de nuevo en las calles de Villanueva de Carazo, finalizando esta interesante excursión.


PEÑA CARAZO DESDE VILLANUEVA DE CARAZO
Espacio natural
Peña Carazo (Peñas de Cervera).
Dificultad
Medio-alta. Para subir hay que cubrir rampas con fuerte pendiente y en algunos puntos hay gravilla. No apto si no se está habituado a este tipo de terreno.
Tipo de camino
Terreno escarpado en la subida y libre en la cima planera. Pistas y senderos en el descenso y retorno a Villanueva de Carazo.
Ciclable
No.
Agua potable
Encontraremos en Villanueva, en el nacimiento del Mataviejas y en el pueblo de Carazo.
Tipo de marcha
Circular.
Orientación
En general fácil, aunque hay que estar atento en la subida en seguir el camino correcto para superar la ladera.
Época recomendable
Todo el año, aunque hay que evitar días nublados y sobre todo las nieblas que pueden hacer peligrosa la ascensión.
Inicio
Villanueva de Carazo.
Distancia de Burgos
63,2 kilómetros.
Tiempo total
4 horas 30 minutos.
Tiempos de marcha
Villanueva de Carazo-Carazo: 2 horas 50 minutos; Carazo-Villanueva de Carazo: 1 hora 30 minutos.
Distancia total
11,6 kilómetros.
Interés
Ascensión, sabinar en la meseta superior, paisaje sobre las comarcas de Salas y Silos, vistas sobre las peñas de Cervera, nacimiento y cascada (no permanente) del Mataviejas
Altitud mínima
986 m.
Altitud máxima
1408 m.
Desnivel acumulado
624 m.


h
Notas:
- La ascensión transcurre por terreno abierto y  muy agreste. En su último tramo, hay que atravesar con gravilla y piedra menuda donde hay que extremar la precaución. Evitar si no se está seguro.


Entradas relacionadas:



Mapa topográfico



Perfil de elevación


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sábado, 20 de mayo de 2023

Alpujarras almerienses: Rambla de los Yesos

De nuevo por Almería, recorremos uno de los lugares más fascinantes y genuinos de esta provincia andaluza: la Rambla de los Yesos. Partiendo del pueblo de Alboloduy, ubicado en un pintoresco paraje del extremo más oriental de la Alpujarra almeriense, nos adentramos en los extraordinarios barrancos de los Yesos y el Arquillo. Se trata de una sucesión de espectaculares gargantas esculpidas por el agua, de caprichosas formas, que nos hacen recordar otras latitudes desérticas. El retorno por el cordal de la Solana nos proporcionará magníficas vistas sobre otras sierras de la provincia de Almería.


 Rambla de los Yesos

Alboloduy, en las Alpujarras almerienses (Sierra Nevada).
Llegaremos fácilmente a Alboloduy desde la capital saliendo primero por la N-340 y continuando por la comarcal A-1075 que enseguida se interna en esta región montañosa de las Alpujarras. Llegamos a la preciosa localidad de Alboloduy en unos 25 minutos. El pueblo de casas blancas, se ubica en un pintoresco paraje en el fondo de un espectacular circo rocoso de color rojizo. A la entrada, en la plaza junto a la iglesia, estacionamos el coche y nos preparamos para la marcha.
Como muchos de los pueblos andaluces, Alboloduy esta formado por estrechas calles de casas blancas. Buscamos la salida recorriendo estrechas callejuelas. Seguimos la sindicaciones y ascendemos hasta la parte alta en las inmediaciones del llamado Peón del Moro, inicio de la ruta que vamos a realizar.

Dejamos las casas de Alboloduy detrás.
Aquí leemos los paneles informativos de las diferentes rutas que pueden realizarse desde aquí, entre ellas la Rambla de los Yesos, nuestro próximo destino. A nuestros pies quedan las blancas casas de Alboloduy que se descuelgan por la ladera.

Inicio de la ruta.
Abandonamos el paraje donde se encuentra el pueblo siguiendo un sendero algo elevado, dando vistas al valle del río Nacimiento que queda a nuestra derecha. Bonito camino. El río ha formado una feraz vega y son muchas las fincas y viviendas estacionadas en el fondo del valle.

Fincas y cultivos en el valle del Nacimiento.
El sendero se adentra en un pinar y desciende para posicionarse pronto en el inicio de la Rambla de los Yesos, llamado así por haber en el pasado cuevas utilizadas como yeseras.

Bajamos hacia la Rambla de los Yesos.
Dejamos el valle del Nacimiento atrás y nos adentramos en la rambla, continuando ahora por una amplia y árida pista o rambla.


Tras pasar por el área recreativa Salto del Caballo, continuamos por terreno arenoso. En unos doscientos metros, nos plantamos en la entrada de una espectacular garganta. Penetramos y caminamos flanqueados por elevadas paredes rojizas. Nos recuerda mucho las imágenes que tenemos del desierto de Jordania.

Entramos en la impresionante Rambla de los Yesos.

Avanzamos encajonados a la sombra de estos paredones. Seguimos por el interior de una garganta principal, de la cual, parten barrancos laterales. El recorrido es muy ameno y nos sentimos insignificantes.

Paisajes "propios de Jordania" en Almería.


A ambos lados vamos admirando una sucesión de formaciones rocosas, chimeneas de hadas, pináculos arcillosos, y otras formaciones geológicas típicas producto de la intensa erosión del agua en tiempos pasados.


Justo en el punto donde encontramos una preciosa chimenea de hadas, continuamos por la izquierda, siguiendo ahora la llamada rambla de los Arquillos, muy estrecha.

Camino en todo el momento por el fondo de la garganta dejando barrancos laterales.
En ocasiones, avanzamos por tramos muy angostos. Casi podemos tocar las paredes laterales con los dos brazos extendidos.


Salimos de los tramos más angostos, caminamos ahora por terreno algo más abierto, pisando tierra arenosa. En un determinado punto, abandonamos el fondo de la garganta por la izquierda. Hay que estar atentos por lo tanto a este punto porque es clave para iniciar el regreso.


Ganamos altitud dejando la garganta abajo.
El sendero asciende suavemente entre olivos y almendros y nos posicionamos en la divisoria entre la Rambla del Arquillo y el barranco de Rosa. Ahora, desde la altura, tomamos conciencia de la sucesión de gargantas que componen esta zona. Nosotros hemos avanzado por uno de ellos.

La Rambla de los Yesos vista desde arriba.
Siguiendo por este cordal, enlazamos pronto con una amplia pista que gira hacia la izquierda. En unos trescientos metros, la abandonamos por la izquierda, seguimos ahora en dirección S-SE. avanzando ahora en la misma dirección pero en sentido contrario. La Rambla de los Yesos queda ahora a nuestra izquierda abajo. Caminamos en paralelo a ella por el cordal, viiéndola desde arriba. Estamos en el Cordal de la Solana. Por él, sin desviarnos ya, retornaremos a Alboloduy.

Paisajes genuinos del interior de Almería.
Todo este recorrido es muy áereo, la pista es cómoda, con espléndidas vistas sobre esta parte de la provincia de Almería.

Entramos en el cordal.
A nuestra derecha se nos presentan magníficas vistas sobre la Sierra de Gádor, así como la de Alhamilla, ésta más hacia el este.

La travesía por el cordal es bastante cómoda y muy visual.
También se ven las montañas de la zona del Cabo de Gata, la bahía de Almería y por supuesto, las estribaciones más orientales de Sierra Nevada, donde estamos ahora.

Al fondo la Sierra de Gádor.
Durante el recorrido, apreciamos también los numerosos barrancos que se desparraman por ambas vertientes.



Tras una serie de pequeñas subidas y bajadas, el sendero emprende una leve ascensión, abandonando la pista y continuando ahora por una estrecha trocha.

Nos aproximamos al valle del Nacimiento.
Tras rodear un gran mogote pelado, visualizamos a nuestros pies el pueblo de Alboloduy desde un mirador natural.



Iniciamos el descenso. Al fondo, la ermita del Santo Cristo.
Cuidado con los que padecen vértigo porque la caída en vertical es notable.

El caserío de Alboloduy a nuestros pies.
Continuamos descendiendo ahora en zigzag hacia el pueblo. Pasamos junto a la ermita del Santo Cristo, que vigila desde su atalaya las casas del pueblo desde el sur.


Ermita del Santo Cristo.
Solo nos resta bajar por un camino cementado entrando enseguida en las primeras casas de Alboloduy.



Entramos en Alboloduy.

Finalizamos esta espectacular excursión tras más de cuatro horas de marcha a través de paisajes áridos y erosionados muy diferentes a los que estamos acostumbrados a ver en el norte peninsular.


RAMBLA DELOS YESOS
Espacio natural
Alpujarras almerienses.
Dificultad
Media. No hay dificultades reseñables, solo hay que andar atentos en la orientación y en el empinado descenso final a Alboloduy.
Tipo de camino
Senderos y pistas.
Ciclable
Es posible, aunque en algunas zonas es bastante agreste y hay que echar pie a tierra.
Agua potable
Encontraremos solamente en Alboloduy.
Tipo de marcha
Circular.
Orientación
En general es sencilla, aunque hay que estar atento en tomar el  desvío correcto desde la rambla para subir al cordal.
Época recomendable
De octubre a mayo, con tiempo seco y no demasiado caluroso. Evitar días de verano.
Inicio
Alboloduy (Almería).
Distancias
Desde Almería: 40,8 kilómetros; desde Granada: 125 kilómetros.
Tiempo total
4 horas 40 minutos.
Tiempos de marcha
Ida por la Rambla de los Yesos: 2 horas 10 minutos; Retorno por el cordal de la Solana: 2 horas.
Distancia total
12,8 kilómetros.
Interés
Rambla de los Yesos y barrancos, paisajes desérticos, cordal de la Solana, panorámicas sobre sierras adyacentes, pueblo pintoresco de Alboloduy
Altitud mínima
373 m.
Altitud máxima
724 m.
Desnivel acumulado
701 m.


Notas:
- Excursión muy visual y amena. Discurre por entornos muy áridos, desérticos . En el retorno por el cordal, tendremos magníficas vistas sobre una gran parte de la provincia almerienses y parte de Sierra Nevada. 
- Si tenemos que decidir elegir una excursión tipo por la provincia de Almería, ésta es quizás la más genuina.
-Alboloduy y otros pueblos de la zona son perfectos para pasearse por sus calles de casas blancas y disfrutar de un genuino ambiente andaluz.
- Evitar absolutamente realizar este recorrido en verano porque las temperaturas en el fondo de la rambla puede ser muy elevada y no hay agua en todo el recorrido.


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Mapa topográfico


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