sábado, 26 de junio de 2021

Sendero de la Gargantilla: de Villanueva de Puerta a Hormicedo

Recorrido primaveral por la comarca de las Loras y en esta ocasión por una zona muy poco frecuentada pero no por ello de menor atractivo. Partiendo de la localidad de Villanueva de Puerta, ubicado al oeste de los Valcárceres, nos dirigimos monte a través hasta el despoblado de Hormicedo, pueblo abandonado totalmente en 1959, y ubicado en un encantador paraje entre cerros. Desde allí, continuaremos en dirección norte siguiendo el Camino de la Gargantilla, una antigua vía que comunicaba Villadiego y su comarca con los valles al norte de las Loras. Subiremos por la cañada del monte para descender de nuevo a Hormicedo y retornar a Villanueva de Puerta por el valle del arroyo de Jarama. Todo el recorrido es sencillo, de poco desnivel y muy apropiado para ser realizado en primavera.


Hormicedo


  
Iniciaremos la excursión como hemos dicho en la localidad de Villanueva de Puerta,. El pueblo, se ubica en el extremo más occidental del valle de Los Valcárceres. Desde Burgos llegaremos saliendo por la carretera de Aguilar hasta La Piedra, donde nos desviaremos hacia la izquierda para entrar en el valle.

Valle donde se encuentra Villanueva de Puerta.

En la plaza del pueblo o cualquiera de sus amplias calles, dejaremos el coche. Villanueva de Puerta se ubica en el fondo de un amplio valle, a medio camino entre la Peña Ulaña y la línea de alturas que desde la Lora de la Mesa, se dirige hacia el oeste, separando las cuenca del río de los Valcárceres del Brullés. Es una comarca muy poco poblada, de transición entre las loras al norte y el páramo de Villadiego al sur. En esta región la naturaleza gana cada vez más espacio y podemos caminar muchos kilómetros por antiguos senderos y veredas de montaña en absoluta soledad.


Villanueva de Puerta


Nuestro primer destino es el despoblado de Hormicedo, ubicado solamente a 2,5 kilómetros de Villanueva. Sus antiguos vecinos, se desplazaban a Villanueva, su verdadera "capital", por el llamado camino del Colladillo. Este sendero aún figura en los mapas con esta denominación y por él queremos llegar al despoblado.

Salimos por el Camino del Colladillo, dejando Villanueva detrás nuestro.
Saliendo de Villanueva por la carretera hacia Villahernando, nos desviaremos en doscientos metros por la derecha para continuar por una amplia pista. Tras pasar junto a la antigua báscula, seguimos por ya por el antiguo Camino del Colladillo que aparece en los mapas antiguos. En este primer tramo presenta buena factura.


Pronto, se adentra en el bosque y continua en dirección oeste. Pero pese a las indicaciones que nos mostraban los mapas, en apenas kilómetro y medio, desaparece repentinamente la traza al llegar a unos sembrados. Tenemos que caminar siguiendo sus lindes y superar un par de surcos, sin dificultades.

El camino se interrumpe y confunde con la linde de los sembrados.
Tras atravesarlos, desembocamos sobre un pequeño llano, flanqueado por cerros rocosos.

Alcanzamos el collado entre Villanueva de Puerta y Hormicedo.
Desde este pequeño collado, divisamos mirando hacia el este, abajo, un estrecho y solitario valle donde distinguimos la torre de una iglesia.

Ya vemos la iglesia de Hormicedo al fondo del valle.
Se trata de los restos del pueblo de Hormicedo, hoy abandonado y visitado solo por ocasionales excursionistas. El lugar es encantador.


El camino de descenso a Hormicedo lo realizamos por una cómoda pista que se abre paso entre los sembrados proporcionando buenas vista sobre el fondo del valle. Los campos en flor y los cerros que delimitan el valle amenizan la bajada.

Descendemos desde el collado siguiendo la linde de trigales.
Hormicedo se encuentra en el fondo del valle, rodeado de elevaciones, en un idílico lugar . Hoy es un lugar silencioso donde solo las ruinas nos indican que aquí hubo un pueblo.

El caserío se asentó en la confluencia de los arroyos de la Gargantilla y de Jarama para conformar el río Grande que se dirige hacia al sur para desembocar en el Brullés. Nunca faltó agua a los moradores de Hormicedo y fe de ello dan las muchas huertas que hubo aquí y que aún pueden intuirse entre la maleza. Hoy es un lugar selvático donde la vegetación lo invade todo, y más ahora en primavera.

Llegamos a las ruinas de Hormicedo. El camino que venía desde Villalbilla hacía de calle principal del pueblo.
El silencio es total. Las ruinas de lo que fue el pueblo parecen observarnos mientras poco a poco van siendo engullidas por la vegetación.

La vegetación poco a poco va engulliendo lo poco que queda de las antiguas casas.
La calle principal era la pista que procedía de Villalbilla de Villadiego y continuaba hacia el norte por la Gargantilla. Antes de salir por esta última, subimos por un pasillo de vegetación hacia la altura donde se hallan las ruinas de la iglesia de Santa Julita y San Quirico. No sin ciertas dificultades, conseguimos introducirnos entre la maleza y acceder al interior saqueado del templo. El tejado hace mucho que se desplomó, pero aún resiste milagrosamente el ábside y un sorprendente arco central de ladrillo.


Desde las laderas junto a la iglesia, nos formamos una idea de lo que pudo ser el pueblo y su especial situación de aislamiento, encerrado entre elevados cerros.

La espadaña de la iglesia aún resiste en pie.
Por lo demás, pocos muros resisten y es difícil incluso distinguirlos entre la vegetación que recubre los caminos y se aferra a las laderas de la pista.




HORMICEDO

El pueblo se ubicaba en un tranquilo y aislado paraje al final de un largo valle que parte de Villalbilla de Villadiego, en la comarca de Villadiego, a cuyo partido judicial perteneció y hasta llegó a tener ayuntamiento propio. Nunca llegó ninguna carretera ni tuvo luz eléctrica, ni escuela, por lo que sus últimos habitantes, hartos del aislamiento, abandonaron el pueblo allá por el año 1959, dejando tras de sí diez siglos de historia. Hoy ya no es nada y solo resisten los muros de su antigua iglesia de origen románico, en proceso de avanzada ruina. casa
s del pueblo, encerrado entre cerros verdes.

Los orígenes de Hormicedo se remontan nada menos que al año 978, al aparecer en la documentación bajo el nombre de "Formizeto", equivalente a "hormiguero". En sus cercanías existen además restos de un castro y despoblados medievales.   La misma iglesia, de claro origen románico, denota la antigüedad del lugar por sí misma. Sin embargo, tuvo que tener sus vaivenes, ya que en el Libro Becerro de las Behetrías, de 1352, se menciona que está despoblado. En el Catastro del Marqués de la Ensenada de 1751, se dice que tenía 11 vecinos y cuatro habitantes y  varios molinos  harineros. Hormicedo fue desde muy antiguo lugar de paso y tuvo cierto valor estratégico, ya que estaba en el camino que unía Valderredible con los campos de Villadiego y poseía (y sigue teniendo) excelentes condiciones para la caza y abundancia de agua. De hecho, de sus manantiales se capta hoy el agua de la que se abastece Villadiego. Como se ha dicho, el pueblo nunca tuvo escuela, por lo que sus niños tenían que desplazarse caminando dos kilómetros hasta Villanueva de Puerta, su auténtica "capital". A principio del siglo XX tuvo bolera y hasta un mercado de herramientas agrícolas adonde acudían a surtirse pueblos de alrededor.

(Datos recogidos del excelente libro "Burgos, los pueblos del silencio", de Elías Rubios Marcos)


Una vez visitados los restos de Hormicedo, salimos por el sendero de la Gargantilla, un marcado camino que siguiendo la orilla del arroyo del mismo nombre, se dirige de sur a norte hacia la localidad de Talamillo del Tozo, distante unos 8 kilómetros. Se sabe que hubo una ermita a la salida de la localidad, dedicada a San Antón y donde paraban los viajantes. Pero hoy es difícil distinguir cualquier edificación entre la maleza.

El sendero de la Gargantilla, cerca de Hormicedo.
Este camino se mantiene en buen estado y la vegetación no lo ha invadido, parece tener cierta actividad ya que hay huellas de vehículos. 


El camino se abre paso entre la tupida vegetación de ribera.


Unos metros más arriba, el vallejo por el que se desarrolla atraviesa una pequeña estrechez, que sin duda le ha dado el nombre.

En algunos puntos, el valle se estrecha.
Poco a poco vamos subiendo en altura y distinguimos hacia el norte las abruptas laderas sur de la majestuosa Peña UIaña. También vemos el impresionante cordón rocoso que se desarrolla de oeste a este hasta las inmediaciones del pueblo de La Piedra, cerrando Los Valcárceres por su lado septentrional.


Casi 40 minutos después de haber salido de Hormicedo, llegaremos a un amplio cruce en el interior del bosque. 

Al fondo divisamos la ladera sur de la Peña Ulaña.
Hacia el NE, la pista que traemos continua buscando el portillo que debe superar en su camino hacia la localidad de Talamillo del Tozo. A la izquierda, sube otro ancho camino en dirección SO. Según los mapas se trata de la cañada del monte.

Abandonamos el sendero de la Gargantilla y continuamos por la Cañada del Monte, que se dirige hacia Villalbilla de Villadiego.

Paisaje primaveral junto a la cañada.
Nos incorporamos a la cañada y subimos con comodidad. Poco a poco nos vamos posicionando sobre el valle donde se halla Hormicedo y distinguimos hacia el este el valle de Los Valcárceres y los sinclinales que lo delimitan por el norte y sur. Las vistas sobre la Ulaña también son excepcionales si miramos hacia el norte. Estamos en primavera y el color verde lo ocupa todo.


La pista es amplia y utilizada habitualmente por cazadores. Se dirige hacia la localidad de Villalbilla de Villadiego.


No llegaremos ni a descender hacia esta localidad, sino que a mitad recorrido, tras pasar junto a un singular roquedo, veremos como sale por la izquierda un marcado camino que sigue la línea de un pinar. Este sendero, en buen estado, baja hacia Hormicedo y por él  abandonamos la cañada para comenzar el descenso.


Mirando en los mapas, comprobamos que es la llamada Cuesta de la Cagalita, curioso nombre seguramente dado por los antiguos moradores de Hormicedo.

Descendemos de nuevo a Hormicedo siguiendo la Cuesta de la Cagalita.
Efectivamente el camino pierde altura formando varias curvas con cierta pendiente hasta el valle de la Gargantilla, muy cerca de Hormicedo, adonde entramos por segunda vez.



Campos floridos junto a la Cuesta de la Cagalita, muy cerca de Hormicedo.
Una vez en Hormicedo de nuevo, nos plantamos en el gran cruce donde confluyen los caminos que llegan. Optamos por retornar a Villanueva de Puerta por una senda que sigue la orilla del arroyo de Jarama y no por donde vinimos. Según las indicaciones, parece llamarse también Valle o Sendero de la Gargantilla, al igual que el ya recorrido. Sin duda hay cierta confusión en la toponimia de la zona.


Abandonamos una vez más las ruinas de Hormicedo y seguimos manteniendo la ribera del arroyo de Jarama a la derecha. La vegetación nos impide ver el agua.

El camino que sigue el arroyo de Jarama está en parte invadido por la vegetación.
El sendero pronto se encajona en el valle. La maleza, selvática, amenaza con hacer desaparecer el camino, convertido en vereda, en algunos puntos. Pasamos junto a una caseta de captación de aguas y seguimos por la traza, que en poco, llega a desaparecer totalmente.

El valle se abre y durante unos trescientos metros, tenemos que caminar por terreno herboso, cerca del arroyo, valle arriba, ya que el camino original, marcado en el GPS, parece haber desaparecido. No hay pérdida alguna porque no tenemos otra opción.

Un corzo nos observa con atención desde la lejanía.
Sin grandes dificultades, más arriba retornamos al camino, que vuelve a tomar entidad y ya por él salimos poco a poco del valle del Jarama.

Poco a poco, vamos saliendo del vallejo del arroyo de Jarama.
Unos 25 minutos después de haber salido de Hormicedo, salimos del valle cruzando por un pontón el arroyo, de poco caudal y fácil de vadear. Seguimos ahora por una muy marcada pista que se dirige sin dilación ni pérdida alguna hacia Villanueva de Puerta.


Este último tramo es rápido, cubrimos el kilómetro y medio que nos separa siguiendo la pista, amplia, entre sembrados.


Después de atravesar un bosquete de encinas, desembocamos ya en las eras de Villanueva, a la vista del pueblo.


Entramos en las casas del pueblo por una calle diferente a la que salimos.


Antes de abandonar Villanueva de Puerta, merece la pena acercarse hasta la iglesia de San Millán Abad, ubicada en lo alto de la población, sobre la ladera, dominando el caserío. Muy cerca, a un lado de la calle que sube al templo, se hallan los restos de un antiguo puente, de aspecto muy rústico y supuesto origen romano.

Antiguo potro.

Puente sobre cauce seco de supuesto origen romano.

Subida a la iglesia

Iglesia de Villanueva de Puerta dedicada a San Millán Abad.


SENDERO DE LA GARGANTILLA
Espacio natural
Comarca de Villadiego - Loras.
Dificultad
Media.
Tipo de camino
Pistas en el llano y caminos y veredas por montaña.
Ciclable
Sí.
Agua potable
No encontraremos más que en Villanueva y en algún arroyo ocasional.
Tipo de marcha
Circular.
Orientación
Difícil. Aunque hay alguna señalización, el recorrido propuesto es libre con varios desvíos que nos pueden hacer dudar. Llevar GPS
Época recomendable
La primavera y el otoño, con tiempo seco, son las mejores épocas.
Inicio
Villanueva de Puerta.
Distancia de Burgos
52 kilómetros.
Tiempo total
3 horas 40 minutos.
Tiempos de marcha
Villanueva de Puerta-Hormicedo: 25 minutos; Hormicedo-Hormicedo: 1 hora 30 minutos; Hormicedo-Villanueva de Puerta: 50 minutos.
Distancia total
13,2 kilómetros.
Interés
Paisaje primaveral, despoblado de Hormicedo y ruinas de la iglesia románica, camino de la Gargantilla, vistas sobre el valle de los Valcárceres, valle del arroyo de Jarama, iglesia y puente romano de Villanueva de Puerta.
Altitud mínima
896 m.
Altitud máxima
1020 m.
Desnivel acumulado
337 m
Mapas
1:50000: 0166 Villadiego.
1:25000: 0166-2 Villanueva de Puerta



Notas:
- El recorrido es muy apropiado para ser realizado en primavera pues transcurre casi siempre junto a prados, tierras de cultivos, bosque y con buenos miradores sobre los valles y cerros cercanos. Si lo realizamos en bicicleta, podemos ampliar el trayecto y visitar algunos lugares más siempre rodando por caminos y senderos montaraces.
- No queda claro si la Cuesta de la Cagalita es el que se dirigía desde Hormicedo hasta Villanueva de Puerta (y que hemos denominado como "Camino del Colladillo"), o se refería al que descendía desde los altos de la cañada del monte, como así aparede efectivamente en los mapas actuales, aunque pudiera tratarse de un error.
- El Camino del Colladillo, está en parte desaparecido y obliga a andar un corto trayecto siguiendo la linde de sembrados.
- El Sendero de la Gargantilla continua desde el cruce con la cañada del monte en dirección N-NE dirigiéndose hacia la localidad de Talamillo del Tozo. Para ello, remonta el espinazo rocoso, que partiendo del Portillo del Infierno, flanquea todo el valle de Los Valcárceres de O. a E.
- En las cercanías de Villanueva de Puerta, sobre el monte de Valdecastro, se encuentran los restos del también despoblado de Icedo, que aún pueden visitarse. Muy cerca se halla la Canaleja, una estrecha garganta por donde pasa el río de la Teja.