jueves, 23 de julio de 2020

Desfiladero del San Antón: de Nidáguila a Terradillos de Sedano

Recorrido por el tramo inicial del desfiladero del San Antón, entre las localidades de Nidáguila y Terradillos de Sedano. Se trata de una marcha a medio camino entre el páramo y el fondo del valle. En ambos lugares encontraremos interesantes y agrestes cárcavas, poco visitadas. Excursión muy visual y cómoda en líneas generales.


Desfiladero del San Antónf

El río San Antón en su recorrido desde su nacimiento, próximo a Masa, en el páramo del mismo nombre, hasta su desembocadura en el Rudrón, ha labrado un pintoresco desfiladero. En este blog ya hemos publicado una entrada en el que recorremos su tramo más interesante (ver entrada Desfiladero del San Antón).

El desfiladero del San Antón y tramo recorrido en esta salida.

En esta ocasión, recorremos su tramo inicial, en la cabecera, visitando dos interesantes poblaciones, Nidáguila y Terradillos de Sedano.


Nidáguila


Llegaremos a Nidáguila fácilmente por la carretera de Burgos al Puerto de Carrales. Una vez pasado Quintanilla Sobresierra, en el cruce de Masa-Villadiego, tomaremos dirección hacia este último. En apenas trescientos metros, tomamos el desvío por la derecha, que en tres kilómetros, nos deja en la pequeña y tranquila localidad de Nidáguila.

Nidáguila visto desde el páramo junto a la cárcava.
Las casas del pueblo se ubican en lo profundo del valle, junto a una impresionante cárcava que cierra la vista por el sur. En cualquiera de sus amplias y bien arregladas calles, dejaremos el coche para iniciar la excursión.


El recorrido hasta Terradillos será de ida y vuelta. Emprenderemos la ida por el lado izquierdo de la carretera. Volveremos por el norte, caminando por el páramo siguiendo el borde del desfiladero.

Dejamos Nidáguila atrás.
Saldremos de Nidáguila por su lado sureste, tomando un marcado camino que sale del pueblo, de poco uso, que sube ligeramente por la ladera. Este vial se difumina poco a poco a la vez que va rodeando un pequeño barranco donde encontramos algunos escombros.


Lo atravesamos y, ya sí, nos incorporamos a un marcado sendero que se dirige en paralelo a la carretera camino de Terradillos. El asfalto quedará como a unos trescientos metros a nuestra derecha. Hacia atrás, dejamos las últimas vistas de Nidáguila a los pies de su cárcava.

El sendero se introduce en el bosque.
Por este camino recorreremos la mitad del trayecto hasta Terradillos. Es cómodo, pronto, se introduce en el bosque compuesto de arbustos principalmente. Su anchura es suficiente para caminar con comodidad, seguramente sigue siento utilizado por los vecinos. Avanzamos por él, sin vistas sobre la carretera y limitadas sobre el fondo del desfiladero. En algo más de tres kilómetros, el sendero llega a una pronunciada vaguada que desciende desde el páramo y baja hasta el fondo del valle por nuestra derecha. Una alambrada desciende por la orilla del exiguo arroyo que discurre por él. La vegetación es muy densa, no es sencillo, pero hay que perder altura siguiendo el lecho de este arroyo. Descendemos.

Seguimos una alambrada para bajar hasta el nivel de la carretera, cerca ya de Terradillos.
La mejor orientación es seguir la alambrada. La distancia a cubrir no llega a medio kilómetro. Con un poco de paciencia, alcanzamos con cierto alivio el camino de las Morenas, que se desarrolla en paralelo a la carretera y que se dirige hacia Terradillos de Sedano. Después del arduo descenso por el barranco, nos parece "una autopista".

Camino de las Morenas.
Sin salirnos del Camino de las Morenas, continuamos hacia Terradillos de Sedano. Sus casas aún no se ven. Seguimos en paralelo a la carretera, muy cercana. Apreciamos los farallones rocosos en la otra orilla con fuerte desplome sobre el valle.


Sobresale entre todas la Peña Itero y una gran oquedad en la pared.

Entramos en Terradillos de Sedano.
El río San Antón, bajo de caudal en verano.
Cerca ya del pueblo, alcanzamos el nivel de la carretera y siguiendo campos cultivados, entraremos en las primeras casas de Terradillos de Sedano. Es temprano y no encontramos a ningún vecino por la calle. Al morir la carretera en la localidad, la tranquilidad y el silencio nos acompañarán.

Puentecito sobre el San Antón.
Nos dirigimos hacia la iglesia.
Atravesamos el río San Antón por un pequeño puente y tras cruzar la carretera, subimos hacia la parte trasera de la iglesia, ubicada justo a los pies de la Peña Itero. Es por su parte posterior donde debemos tomar la que nos subirá hacia el páramo.


Seguimos por la pista que sube desde la parte trasera de la iglesia.
El desnivel a cubrir entre el fondo del valle donde se halla el pueblo y el páramo es grande y debe cubrirse en poca distancia. La pista gana altura sabiamente realizando cerradas curvas por las que podemos subir con comodidad.

Subimos hacia la Peña Itero por una cómoda pista.
Según ascendemos, vamos obteniendo bellas vistas sobre el pueblo y el valle.

Poco a poco vamos dejando Terradillos de Sedano por debajo de nosotros.
Admiramos también la bonita cárcava que desciende desde lo alto a nuestra izquierda.


El camino sube directo hacia el páramo. Va girando hacia la derecha a medida que gana el llano. Pero no es necesario llegar hasta el final.

Puenteamos por la derecha en cuanto vemos que la vegetación nos lo permite para incorporarnos a la misma pista. Nos dirigimos ahora en dirección contraria a la que traíamos, camino del borde la peña Itero.

Barranco que baja desde el páramo hasta Terradillos de Sedano.
En poco más, visualizamos ya las antenas que nos indican que estamos cerca de lo alto de la Peña Itero, donde llegamos posicionándonos junto al borde.


Es éste un inmejorable mirador sobre el desfiladero y el pueblo de Terradillos de Sedano. El borde del páramo cae en vertical sobre la parte alta del pueblo, precisamente por donde hemos subido unos minutos antes. Nos instalamos, comemos algo, descansamos y nos recreamos con el paisaje antes de continuar.

Video desde la Peña Itero



Hacia la derecha, el desfiladero del San Antón continúa hacia su confluencia con el Rudrón en Santa Coloma.
Emprendemos el regreso. Ahora, retornaremos a Nidáguila siguiendo la parte alta del desfiladero. Dejaremos el borde del páramo a poca distancia a nuestra derecha.


Nos separan unos cuatro kilómetros de, en principio, cómoda marcha pues apreciamos que el terreno está limpio. Desde las antenas, tal como ya vimos en los mapas, una pista sale siguiendo el borde. Continuamos por ella.


Por esta pista, apartada unos treinta metros del borde, recorreremos aproximadamente la mitad de la distancia que nos separa de Nidáguila.

Vistas del valle durante el regreso.
En este recorrido atravesamos algunas manchas de bosque.


Llegado al punto en que la pista gira a la izquierda y no continua más siguiendo el borde del páramo, no nos queda más remedio que seguir por terreno libre. En principio no hay grandes dificultades, en algunos puntos la hierba es alta y debemos caminar con lentitud. A veces tenemos que caminar por la linde de tierras de labor que llegan casi hasta la línea del borde. Nos vamos acercando poco a poco a Nidáguila.


Ya vemos Nidáguila abajo en el valle.
Seguimos por el páramo bordeando la cárcava.
Cerca ya del entorno del pueblo, que vemos abajo a nuestra derecha desde lejos, obviamos un camino que desciende a él desde donde estamos. Nos proponemos descender del páramo a través de la bonita cárcava que tanto caracteriza el entorno de Nidáguila y es tan visible desde la carretera que pasa por el pueblo.

Seguimos camino de la cabecera de la cárcava desde donde descenderemos hacia Nidáguila.
Pasamos junto a una caseta de piedra y llegamos por fin al borde de la cárcava. Admiramos los ciclópeos peñascos que pueblan sus laderas y caen en vertical. Parecen los vigilantes del pueblo desde la altura


Un camino desciende por el interior de la cárcava bajando desde el páramo. Por él, ya solo tenemos que descender cómodamente hasta Nidáguila, caminando entre los colosos calizos que flanquean la barranquera. Desde el pueblo sus dimensiones parecen mucho menores de las que podemos apreciar en el interior de la cárcava.

Iniciamos el descenso por el interior de la cárcava.

Video de la cárcava de Nidáguila




Perdemos altura por este camino rápidamente. Parece haber sido utilizado incluso por vehículos de motor ya que es un atajo rápido para acceder al páramo desde Nidáguila.



Llegamos al llano, dejando la cárcava atrás.




Dejamos la cárcava atrás.
Cerca del pueblo, que tenemos enfrente, cruzaremos el río San Antón, de poco caudal pues estamos cerca de su nacimiento. Pasamos por un puente junto a los antiguos lavaderos.
Puente sobre el San Antón y lavadero.
Entramos en las primeras casas de Nidáguila.
Entramos en las primeras casas de Nidáguila por su parte más baja, donde se ubica la iglesia.

Iglesia de Santa María de Nidáguila, de origen románico.
La iglesia, dedicada a Santa María, mantiene restos románicos como canecillos bajo el alero y una primitiva portada de arco apuntado.
Portada de arco apuntado de la iglesia
Canecillos románicos bajo el alero.
Desde la iglesia ya solo tenemos que atravesar la plazoleta junto a la carretera para llegar hasta la calle donde dejamos el coche.


Fuente y pilón junto a la carretera.

Desde aquí obtenemos otra bonita foto de la iglesia con la gran cárcava por la que hemos bajado.

La cárcava de Nidáguila vista desde la carretera.


DE NIDÁGUILA A TERRADILLOS DE SEDANO
Espacio natural
Desfiladero del San Antón (Loras-Cañones del Ebro-Rudrón).
Dificultad
Baja.
Tipo de camino
Senderos de bosque, pistas y terreno libre por el borde del desfiladero.
Ciclable
No, ya que hay tramos en que se camina por terreno abierto con ausencia de firme.
Agua potable
Encontraremos en ambas localidades.
Tipo de marcha
Circular.
Orientación
Medio. El valle nos servirá de orientación, pero no hay ninguna señalización y podemos dudar en algunos cruces. Llevar GPS si no se conoce la zona.
Época recomendable
En general todo el año y con tiempo seco. En primavera lucirá de verde el valle en todo su esplendor.
Inicio
Nidáguila.
Distancia de Burgos
39,2 kilómetros.
Tiempo total
4 horas 30 minutos (incluyendo casi media hora de descanso en la Peña Itero).
Tiempos de marcha
Nidáguila-Terradillos de Sedano: 1 hora 50 minutos; Terradillos de Sedano-Nidáguila: 2 horas 35 minutos (incl. media hora de descanso en Peña Itero).
Distancia total
14 kilómetros.
Interés
Desfiladero del San Antón, cárcava de Nidáguila, Portillo y Peña Itero, pueblos pintorescos de Terradillos de Sedano y Nidáguila.
Altitud mínima
861 m.
Altitud máxima
1035 m.
Desnivel acumulado
446 m.
Mapas
1:50000: 0167 Montorio.
1:25000: 0167-1 Montorio.


hoa
h
Notas:
- El recorrido es sencillo y no encontraremos grandes dificultades aparte de escoger en cada desvío el camino correcto. Como siempre, es muy recomendable llevar GPS.
- Junto a la carretera que va desde Nidáguila hasta el cruce con el vial Villadiego-Masa, a unos trescientos metros a la izquierda y ocupando un llano, se hallan los restos del despoblado de Fresno de Rodilla. Abandonado a comienzos del siglo XX, aún se aprecia los restos de su torre fortificada, en relativo buen estado.

Torre fortificada hoy arruinada de Fresno de Nidáguila.

Entradas relacionadas:


Mapa topográfico


Perfil de elevación

Ver y descargar track en Wikiloc