miércoles, 16 de noviembre de 2022

Barrancos de la Valsorda y Rivacote

Magnífica salida otoñal por un paraje poco transitado y agreste de los Montes Obarenes. Partiendo de la carretera que une Encio con Cubilla de la Sierra, recorreremos los profundos barrancos de la Valsorda y Rivacote. A continuación, ascendemos al Alto de Cabezas, un magnífico mirador sobre los Obarenes y la Sierra de Pancorbo. Descendemos hasta el punto de partida a través de tupidos y espesos bosques caducifolios. Durante el recorrido, pasaremos por varios hayedos por lo que es muy apropiado para ser realizado en otoño. El trayecto no está señalizado y son muchos los cruces que hay que tomar, por lo que es estrictamente necesario utilizar GPS para no extraviarse por estos antiguos y alejados caminos.


Barranco de la Valsordaf

  
El escondido valle de la Valsorda, es uno de los parajes más sugestivos de los Montes Obarenes. Se ubica entre los Montes de la Verdina y la Sierra del Humión - Mancubo.  En su interior, se encuentra el pueblo de Cubilla de la Sierra, emplazado a los pies del pico Humión. En el interior de esta valle se ubicó el antiguo monasterio cisterciense de Santa María la Real de Obarenes, hoy reconvertido en granja. Hasta hace poco tiempo ni siquiera tenía una carretera de acceso asfaltada, sino que una pista de tierra era la única vía de comunicación por su lado oriental.

Carretera de Encio a Cubilla de la Sierra.
Tiene dos entradas, una por su lado oriental partiendo de la localidad de Encio, y la otra, por su lado occidental, desde La Molina del Busto. La manera más rápida de acceder desde Burgos es por el primer lugar indicado. Saldremos por la AP-1 hasta Pancorbo, donde continuamos por la N-1. Tras atravesar el desfiladero de Pancorbo, nos desviamos hacia Puentelarreina. En unos dos kilómetros, llegamos a la pequeña localidad de Encio, Desde aquí, parte el vial indicado anteriormente que se dirige a Obarenes y Cubilla. Esta carretera se interna pronto en el estrecho barranco de la Galera para desembocar, al ganar altura, en el más amplio de la Valsorda. El paisaje que contemplamos al internarnos en el valle es excepcional. El lugar donde dejaremos el coche a mano derecha de la carretera a unos 6 kilómetros de Encio. Es un punto muy evidente ya que hay un gran panel informativo sobre el Sendero del Mancubo.

Frente al aparcamiento, atravesamos un cerramiento para descender al fondo del barranco de la Valsorda.
El fondo del valle transcurre en paralelo a la carretera a un nivel inferior. Cruzamos el asfalto y justo al otro lado, atravesamos un cerramiento de madera que nos interna en el bosque. Descendemos unos 50 metros hasta llegar al sendero PR en el fondo del barranco. Nos incorporamos a él. Seguimos ahora a mano derecha valle arriba por un camino en buen estado.


El silencio total nos irá sumergiendo en este excepcional paraje. A nuestra izquierda nos acompaña la línea del bosque de ribera (el arroyo apenas lleva agua), compuesto principalmente por robles y algunas hayas. Por la derecha seguimos la línea del roquedo a un nivel inferior a la carretera.

Seguimos por el fondo del barranco de la Valsorda.
El sendero se abre paso entre la vegetación.
Poco a poco, iniciamos un leve ascenso. El camino se adapta a la pared derecha, mientras que el fondo del valle va quedando cada vez más abajo a nuestra izquierda sumergido en una selva vegetal. 

El sendero asciende hacia la carretera dejando el fondo del barranco a la izquierda.
Algo más de media hora después de haber iniciado la marcha por el fondo del valle, alcanzamos el llano junto a la carretera. Durante la subida, si miramos atrás, disfrutamos de buenas vistas sobre el barranco de la Valsorda.

Vista hacia el sur.
Nuestro plan es enlazar con el barranco y hayedo de Rivacote pe. El camino que nos lleva hacia él sale unos metros más adelante desde la carretera por lo que tenemos que cubrir casi un kilómetro caminando por el asfalto.

Dejamos el barranco de la Valsorda atrás y continuamos por el llano.
Seguimos unos metros por el asfalto en dirección a Cubilla.
Esta carretera es muy poco concurrida y discurre a los pies del Mancubo. Es agradable caminar por ella. Llegamos al punto donde sale el camino por la izquierda que se dirige hacia la línea de alturas que flanquean el valle. Atravesamos un cerramiento metálico y abandonamos la carretera.

Abandonamos la carretera atravesando un cercado de alambrada.
El plan es enlazar con el antiguo camino que iba desde Cubilla a Silanes, una magnífica pista que se desarrolla por el interior del barranco de Rivacote, nuestro próximo destino. Llegamos a ella cubriendo algo más de un kilómetro entre prados y arbustos. En todo este recorrido tenemos de fondo las siluetas de las peñas Hiedra y la Encina.

Seguimos un sendero en dirección a Rivacote. Al fondo, la peña Hiedra.
Llegamos a la pista tras un pequeño descenso hacia el fondo del barranco.


Vista hacia el norte. Al fondo el pueblo de Cubilla y pico Humión.
Continuamos por ella con comodidad ya que se halla en buen estado y es incluso utilizada por vehículos de motor.

Descendemos hacia la pista que recorre el barranco de Rivacote.
Pronto, nos internamos de nuevo en el bosque. El valle se va estrechando.


La pista va contorneándose adaptándose a las abruptas laderas de la peña Hiedra, a nuestra derecha. El bosque cubre el fondo del barranco donde nos hallamos.

Entramos en el hayedo de Rivacote.

Las hayas aparecen. Los colores otoñales nos acompañan durante unos kilómetros. El silencio y la serenidad de este paraje es formidable. Nos encontramos lejos de carreteras y poblaciones. El valle se va encajonando cada vez más, buscando su salida sur junto a la peña del Buey.

Magnífico aspecto otoñal del hayedo.
Pero nuestro plan no es llegar a la salida, sino retornar superando primero la línea de alturas que se hallan a nuestra izquierda. Abandonamos la pista y alcanzamos un pequeño collado. Esta zona aparece denominada en los mapas como el Hondón de Matute.

Nos plantamos en la base del Alto de Cabezas.
Aquí debemos abandonar el camino por la derecha, ya que si continuáramos por él, descenderíamos por el pinar de nuevo hacia el barranco de la Valsorda. Iniciamos la subida  por terreno libre por la ladera hacia el Alto de Cabezas. La pendiente no es fuerte y alcanzamos fácilmente los altos que dominan el valle por el que  hemos venido y vemos ahora desde arriba.

Panorámica del barranco de Rivacote.
Llegamos a una balconada, que es el borde norte de un alargado espolón rocoso que separa los valles de la Valsorda y Rivacote.

Hacia el SO. la Sierra de la Verdina.
Las vistas son muy extensas sobre todo hacia el S-SE sobre los Montes de la Verdina y parte del llano de la Bureba. Magnífica vista. Continuamos.

Hacia el Alto de Cabezas.

Ahora tenemos que alcanzar el punto más alto de este espinazo. Seguimos una alambrada metálica cubriendo los 500 metros que nos separan de él en su borde norte.


Panorámica desde el Alto de Cabezas. Al fondo, el pico Humión.
Alcanzo el Alto de Cabezas (1158 metros). Buzón montañero. Extensas vistas hacia el N-NE. sobre el valle de la Valsorda, el Mancubo detrás y la línea de alturas Flor-Humión más hacia el norte. Hacia el E-SE tenemos amplísimas vistas sobre la Sierra de Pancorbo y la llanura burebana. Buen lugar para parar, sentarse, comer, descansar, recrearse con el paisaje.

Descendiendo del Alto de Cabezas hacia el norte.

Solo nos queda ahora descender hacia el valle de la Valsorda de donde venimos. Bajamos en un primer momento por la ladera este del espinazo rocoso, sin seguir un camino claro. Perdemos altura a medida que nos vamos acercando por la línea de bosque que sube por la ladera a nuestra izquierda.

Enlazamos con un sendero que desciende hacia el fondo del barranco de Rivacote.
El terreno es agreste y no podemos errar en los senderos por los que tenemos que bajar  por la ladera cubierta de bosque. Siguiendo el GPS, enlazamos con la pista que sube desde el valle. Conviene no despistarse y llegar a este punto, que está marcado con unos hitos de piedras. Una vez en este camino, solo tenemos que seguirlo por el interior del bosque. Perdemos altura sin preocuparnos de perder la traza.


Nuevamente entramos en un hayedo.
Unos metros más adelante, el camino gira a la izquierda y tenemos que atravesar una pequeña pantalla vegetal. Aunque parece que el sendero desaparece, tiene salida y lo superamos sin dificultades. La guía del GPS en este tramo es importante para no despistarse.


La pisa de nuevo se amplia y entramos en el hayedo iniciando una leve subida, tras la cual, reiniciamos el descenso. Los colores otoñales son de nuevo fascinantes.

Aspecto otoñal de la ladera del Alto de Cabezas, cubierto de helechos.
Más adelante, atravesamos un pequeño helechar que amenaza con ocultar el sendero. Lo atravesamos sin dificultad porque la traza del camino siempre es evidente.

Hayedo.
Seguimos perdiendo altura ahora por un camino más amplio, siempre por el interior del bosque. Las hayas desaparecen y ahora se alternan los pinos con los robles, fresnos y otras especies que le siguen dando colorido. Por debajo de los 800 metros de altitud, alcanzamos por fin el fondo del barranco, por donde iniciamos la marcha. Esta vez estamos un poco al sur del punto de partida.

El descenso hacia el barranco de la Valsorda es a través de tupidos bosques.
Estamos cerca de la granja Espergua y hay un gran cerramiento metálico que por fortuna podemos traspasar, abriendo y cerrando un gran portón La alternativa hubiera sido regresar prácticamente por el mismo itinerario ya que no hay posibilidad de vadear esta valla..


Ya solo tenemos que continuar barranco arriba durante unos 400 metros hasta llegar al punto inicial. Remontamos unos 50 metros a la derecha y alcanzamos de nuevo la carretera, justo enfrente de donde estacionamos nuestro coche.

Regresamos al punto de partida por el fondo del barranco de la Valsorda de nuevo.

Finalizamos esta magnífica excursión otoñal. Ha sido compleja en su realización y desarrollo, poniendo a prueba nuestra orientación, pero muy gratificante por la variedad de parajes que hemos visitado en estos valles recónditos de los aún poco conocidos Montes Obarenes



BARRANCOS DE LA VALSORDA Y RIVACOTE
Espacio natural
Montes Obarenes.
Dificultad
Alta. Prácticamente todo el recorrido es por terreno agreste y sin señalizar.
Tipo de camino
Senderos y pistas forestales
Ciclable
No.
Agua potable
Hay arroyos en los dos barrancos pero es mejor ir bien pertrechados de agua sobre todo si realizamos la excursión en verano.
Tipo de marcha
Circular.
Orientación
Difícil. Llevar GPS.
Época recomendable
Sin ninguna duda, el otoño será la época más apropiada al discurrir la ruta en gran parte por el interior de bosques caducifolios.
Inicio
Carretera de Encio a Cubilla, km 6,6 desde el primero.
Distancia de Burgos
77,6 kilómetros (por Pancorbo).
Tiempo total
3 horas.
Tiempos de marcha
Inicio-collado anterior Alto de Cabezas: 1 hora 40 minutos;  Collado-Inicio: 1 hora 25 minutos.
Distancia total
11,4 kilómetros..
Interés
Hayedos, robledales, senderos de montaña, vistas panorámicas sobre los Obarenes.
Altitud mínima
799 m.
Altitud máxima
1169 m.
Desnivel acumulado
606 m.
Mapas
1:50000: 0137 Miranda de Ebro.
1:25000: 0137-3 Santa Gadea del Cid.

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Notas:
- La excursión no es sencilla. Es muy importante llevar GPS y estar muy atentos en todos los desvíos y cruces a los que llegamos.
- Sin ninguna duda la época más apropiada es el otoño. Evitar con tiempo lluvioso porque podemos encontrar el terreno embarrado.
- Hay otras alternativas para alcanzar el barranco de Rivacote, como por ejemplo partiendo desde Cubilla por el norte o Silanes por el sur. Posiblemente desde él se pueda acceder a los barrancos que descienden por la vertiente norte de la Sierra de la Verdina.


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Mapa topográfico



Perfil de elevación


Ver y descargar track en Wikiloc



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