Partiremos desde la localidad de Salazar de Amaya, enclavado en el llano, cercana a las estribaciones meridionales de las peñas Amaya y Albacastro. Llegaremos desde Burgos saliendo por la autovía de León para desviarnos hacia Sasamón - Sotresgudo.
Salazar
Dejamos el coche en una plazuela junto a la iglesia, e iniciamos la ruta en bicicleta. Salimos del pueblo por su extremo norte, siguiendo una amplia y cómoda pista que se dirige sin dilación hacia Valdeamaya.
Nada más salir y durante la aproximación, disfrutamos ya de bellas vistas sobre los roquedos de la peñas de Albacastro y Amaya. El estado de la pista es muy bueno.
Acercándonos a Puentes de Amaya. De fondo, los farallones rocosos de la Peña de Albacastro. |
Rodamos con facilidad y buen ánimo disfrutando del paisaje. En apenas 30 minutos desde que salimos de Salazar, alcanzamos el paraje, hoy invadido por la vegetación, donde se hallan las ruinas de los que fue el pueblo de Puentes de Amaya.
Ya visitado en anteriores ocasiones, entramos una vez más en sus calles, o mejor dicho, lo poco que permanece de ellas.
Restos de lo que fue la antigua iglesia de la Purificación de Nuestra Señora. |
Denotamos que la vegetación ha avanzado aún más y es difícil incluso reconocer algún muro.
La iglesia ni siquiera es vista ya, es imposible penetrar en la muralla vegetal (las fotos mostradas corresponden a una visita anterior, hoy estos muros son irreconocibles por la vegetación).
Junto a la fuente, casi el único resto reconocible, descansamos y nos empapamos del nostálgico entorno.
Entorno del despoblado, dominado por los acantilados de Albacastro. |
En esta captura de Google Earth se aprecia perfectamente el origen común de las dos peñas que vemos hoy. Si nos fijamos, lo que podemos contemplar hoy no son más que las laderas de lo que fue una sierra de mucha mayor altura, hoy completamente desgastada y vaciada por su eje longitudinal. Cada peña ha sufrido en paralelo sucesivos movimientos tectónicos tipo falla que han dado la configuración que vemos hoy. |
Vamos penetrando en el valle de Valdeamaya. |
Rodamos siguiendo la ribera del arroyo Gallinas, con poca agua en esta época del año. Avanzamos siempre manteniendo los roquedos de Amaya a nuestra derecha y Albacastro a nuestra izquierda. El paisaje es duro y austero. El silencio es total.
Este valle es muy poco transitado, perfecto para la bicicleta de montaña. Atravesamos un cercado metálico y seguimos por un sendero ahora menos reconocible.
No hay pérdida posible ya que siempre debemos ir cerca del cauce del arroyo. vacas paciendo que nos miran con extrañeza. Poco a poco, vamos avanzando valle arriba. Solo en contados tramos, debemos echar pie a tierra, en general, progresamos con cierta soltura.
Descenso hacia la vertiente norte de Peña Amaya. |
Tras llegar a un pequeño collado, que hace de divisoria de aguas entre el arroyo Gallinas a nuestra espalda y el de Vallejos, hacia el norte. iniciamos el descenso por este vertiente, perdiendo altura con rapidez.
Ladera norte de la Peña Amaya y donde alcanza su máxima altura (1370 metros). |
La pista aquí está en mejor estado. Llegamos al extremo norte de Amaya. De frente, el Cotorrón, a la izquierda, la Peña Castro.
Bajamos hacia Villamartín de Villadiego. |
La pista gira a la derecha, rodeando el borde norte de la peña. Entramos en las primeras casas de la localidad de Villamartín de Villadiego.
Pueblo de amplias calles con buenas casas de piedra, podemos descansar, beber de la fuente y visitar la iglesia. Las casas se hallan a la sombra de Amaya, nuestra compañera permanente en toda la excursión.
Salimos por el asfalto de Villamartín por la carretera de acceso hasta el cruce con la carretera de Fuenteodra a Amaya, justo donde se halla la pequeña ermita de San Roque. Desde aquí, podríamos retornar fácilmente por carretera a Salazar pasando por el pueblo de Amaya, pero preferimos alargar la excursión, visitar otros pueblos y evitar el asfalto. Así pues, torcemos a la izquierda, continuamos por la carretera unos doscientos metros, y la abandonamos por la derecha incorporándonos a una amplia y buena pista que se dirige hacia el sur.
Rodamos cómodamente, sin demasiada pendiente, con velocidad. Recorremos un par de kilómetros entre sembrados de girasol y barbechos, manteniendo ahora a nuestra derecha las laderas orientales de la Peña Amaya.
La silueta inconfundible de la Peña Amaya nos acompaña gran parte del camino entre Villamartín y Congosto. |
Tras hacer varios giros, la pista se transforma en sendero y continuamos ahora por el monte, rodando ahora entre encinas y monte bajo y terreno más agreste. Esta vía se mantiene en general en buen estado, no tenemos necesidad de echar pie a tierra.
Acercándonos a Congosto, progresamos por una pista montaraz. |
Poco a poco vamos alejándonos de la peña, hasta perderla de vista. Descendemos poco a poco hacia el valle del río Odra, hacia la pequeña localidad de Congosto, emplazada en un encantador paraje entre roquedos y gargantas. Vemos sus casas desde arriba y tenemos que hacer un descenso técnico para llegar a sus calles.
Descendemos hacia Congosto, ubicado en un aislado paraje, a la salida de los desfiladeros de los Piscárdanos y la Gargantilla. |
Pero antes de llegar sus calles, pasamos junto a la iglesia de San Pedro Apóstol, ubicada en un altozano, dominando el caserío. Interesante templo, con restos románicos. Buenas vistas.
Caserío de Congosto. |
Bajamos a Congosto, paseamos por sus solitarias calles, rellenamos agua. Abandonamos el pueblo tomando una amplia y cómoda pista que se dirige hacia el oeste.
Esta pista, inicia un suave descenso para introducirse, siguiendo estrechos senderos, en el monte de San Miguel. Alternamos suaves bajadas y subidas entre las encinas y bonitos roquedos. Tras alcanzar otro pequeño alto, asomado hacia el oeste, comenzamos el largo descenso hacia Peones de Amaya.
La Meadina, junto a la fuente de Ontañón. |
Antes de alcanzar el pueblo, dejamos a nuestra izquierda el paraje de la fuente de Ontañón o "la Meadina", donde observamos una cascada tobácea, seca en esta época del año. Atractivo lugar. Llegamos rápido a Peones de Amaya.
El pueblo se asienta en un llano. Las laderas de la Peña Amaya cierran el horizonte de nuevo.
Podemos pasear por sus calles, y subir a la iglesia. Desde esta localidad, solo nos queda retornar al punto donde iniciamos la ruta, Salazar de Amaya. Para ello, a la entrada de Peones, tomaremos la pista, que por la izquierda, se dirige hacia el cementerio. Junto a él, hay que tomar el camino, algo desdibujado, que girando hacia el S.-SE., se dirige hacia la orilla del río Riomance.
Seguiremos la orilla del río por una agradable chopera durante unos dos kilómetros. Es el antiguo camino de Sotresgudo a Peones. Hay que estar atentos, porque debemos abandonarlo por la derecha para incorporarnos a una marcada y amplia pista que se dirige ahora hacia el oeste.
Finalizamos esta bonita y amena excursión en la cual hemos pasado por apartados y sugestivos parajes de la comarca de la siempre majestuosa Peña Amaya.
Notas:
- El recorrido no tiene demasiado desnivel y es muy apropiado para la BTT. Únicamente en Valdeamaya hay algunos puntos donde debemos echar pie a tierra .
Espacio natural
| Loras.
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Dificultad
| El recorrido no presenta grandes dificultades técnicas para la bicicleta, solo debemos preocuparnos de la orientación, ya que la señalización es inexistente.
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Tipo de camino
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Pistas y senderos de monte bajo en buen estado.
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Ciclable
| Todo el recorrido es perfecto para la práctica de BTT.
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Agua potable
| Encontramos en el arroyo Gallinas y en todos los pueblos por los que pasamos.
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Tipo de marcha
| Circular.
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Orientación
| Difícil. Necesario llevar GPS.
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Época recomendable
| En general todo el año con tiempo seco. Los senderos en Valdeamaya pueden estar embarrados en ciertas épocas. Evitar días calurosos de verano.
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Inicio
| Salazar de Amaya.
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Distancia de Burgos
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66 kilómetros.
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Tiempo total
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Unas 4 horas y media, rodando a ritmo pausado, haciendo fotos y parando en todos los pueblos.
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Tiempos de marcha
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Salazar de Amaya-Villamartín de Villadiego: unas dos horas; Villamartín de Villadiego-Salazar de Amaya: 2 horas 35 minutos.
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Distancia total
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31 kilómetros.
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Interés
| Paisajes de Valdeamaya, pueblos pintorescos, monte y roquedos, iglesias.
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Altitud mínima
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850 m.
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Altitud máxima
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1130 m.
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Desnivel acumulado
| 618 m.
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- El recorrido no tiene demasiado desnivel y es muy apropiado para la BTT. Únicamente en Valdeamaya hay algunos puntos donde debemos echar pie a tierra .
- Son muchos los cruces y desvíos que debemos tomar y no hay señalización alguna, por lo que es conveniente utilizar el GPS. En líneas generales, la Peña Amaya puede servirnos de referencia ya es que es vista durante gran parte del recorrido y damos una vuelta completa alrededor de ella.
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