Valle del Silencio: La Tebaida Berciana

Con este sugestivo nombre se denomina a un fascinante paraje de la comarca leonesa del Bierzo, no muy lejos de su capital, Ponferrada. Visitaremos el Valle del Silencio caminando por el sendero de la Tebaida Berciana que enlaza sus dos pueblos señeros: Peñalba de Santiago (incluido en la lista de los más bonitos de España) y Montes de Valdueza. La ruta es muy aérea y ofrece bellísimas vistas sobre el valle de Oza. En su primer tramo, nos desviaremos para visitar la Cascada del Silencio y la Cueva de San Genadio.

El Valle del Silencio

  

El Valle del Silencio, aunque muy cercano a la ciudad de Ponferrada, parece muy remoto pues su acceso es a través de puertos de montaña que pueden sorprendernos por su fuerte desnivel y tortuosidad, pero también por la belleza de los parajes por las que transcurre. Hay que decir que el estado del firme es perfecto y las carreteras son muy seguras. Hay dos maneras de llegar y ambas con la misma duración más o menos. La primera será dirigiéndonos desde Ponferrada a la cercana localidad de San Esteban de Valdueza, desde donde penetramos por el fondo del valle siguiendo una sinuosa carretera, que enseguida remonta hasta Peñalba de Santiago. La segunda, que es la que realizamos en esta excursión se produce a través de la vía que remonta con fuerza los Montes Aquilianos dirigiéndose hacia Corporales, al sur de la comarca de la Cabrera, al sur de la provincia.

Descenso hacia Peñalba de Santiago.

Esta carretera puede sorprender, si no se conoce la zona, porque gana altura rápidamente a través de un agreste puerto de montaña. A medio camino del pueblo de Corporales, tomamos el desvío a la derecha hacia Peñalba de Santiago. Descendemos por una posta local, afortunadamente asfaltada y en buen estado, que pierde casi 500 metros en apenas un kilómetro. Bajando con precaución no hay ningún riesgo.

Peñalba de Santiago de estrechas calles, no es hábil para los coches, por lo que estacionamos el vehículo en un aparcamiento habilitado unos metros antes de llegar a las primeras casas. Ya durante la bajada hemos podido apreciar el impresionante paisaje del valle.

Peñalba de Santiago

Nos preparamos y cubrimos los primeros doscientos metros caminando por el asfalto hasta la entrada de la localidad. Peñalba de Santiago es uno de los pueblos más célebres del Bierzo y está en la lista de los pueblos más bonitos de España. Todas sus casas son antiquísimas, construidas en estilo tradicional berciano, sin apenas modificaciones, aunque lógicamente reformadas. Pasamos por sus calle pasando por su iglesia mozárabe.

Entrada a Peñalba de Santiago.

El pueblo se ubica en el extremo sur del valle, rodeado de altas montañas, algunas superando los dos mil metros de altura, resultando en un paraje de excepcional belleza paisajística y pleno de pintoresquismo.

Iniciamos la ruta de la Tebaida Berciana saliendo por una amplia pista de Peñalba de Santiago.

Saldremos del pueblo siguiendo sus calles empedradas hasta su parte sur, a la altura del antiguo lavadero donde hay dos fuentes. Allí parte la pista que da comienzo o fin, según sea el sentido de la excursión, del sendero de la Tebaida Berciana. Cruzamos el arroyo del Aro y continuamos por esta senda entre robles, arbustos y retamas hasta llegar a un desvío (opcional) que se dirige a la cueva de San Genadio y la cascada del Silencio.

Estos cruces están perfectamente señalizados. Optamos por visitar la cascada, ubicada a una cota de 1240 metros, unos 120  metros por encima de donde estamos. El sendero sube siguiendo el arroyo del Silencio, por el interior del bosque y se mantiene en buen estado y limpio. En unos 15 minutos de suave remonte, alcanzamos el salto de agua.

Cascada de Silencio.

A pesar de estar en año seco y ser pleno verano, la cascada tiene suficiente caudal para lucir majestuosa. Aunque no nos resulte espectacular, el entorno en que se encuentra, en la parte alta del valle y en el interior del bosque, hace del paraje un lugar mágico. Deshacemos el camino hasta el cruce mencionado antes y continuamos ahora hacia la Cueva de San Genadio, muy cercana de donde estamos. Solo tenemos que seguir por la pista que traíamos desde Peñalba.

El camino describe una curva y continua unos metros junto al cortado de la roca, nada peligroso, desembocando en la Cueva de San Genadio, ubicada bajo la imponente figura de la peña de La Torrecilla, muy visible desde Peñalba y muchos otros puntos del valle.

En la base de la peña se halla la Cueva de San Genadio, una de las vistas estrella del Valle del Silencio.

La cueva se halla cercana al cortado. Podemos visualizar el pueblo de Peñalba de Santiago abajo.

La cueva-santuario está abierta y podemos penetrar en su interior, que tiene cierto aire místico.

La cueva está formada por una gran oquedad en una gran roca caliza de cara vertical, franqueada por una verja metálica que está abierta. En la pared del fondo, la imagen de San Genadio sosteniendo el báculo de obispo con su mano izquierda.

Interior de la cueva de San Genadio.

Altar.

Una vez hemos visitado el interior y nos hemos recreado con las vistas maravillosas que se disfrutan desde aquí, deshacemos el camino hasta el primer desvío retomando la pista que traíamos del pueblo pero ahora continuando en dirección contraria, hacia el oeste, en dirección a Montes de Valdueza.

Camino montaraz que sube hacia la cueva

El recorrido hasta Montes de Valdueza es largo, tenemos casi una hora y 45 minutos, pues la distancia a cubrir, de unos 5,2 kilómetros, se realiza por estrechos senderos de montaña. En un primer momento, caminamos bajo cubierta vegetal. Esta vía inicia pronto un zigzagueante remonte hacia el collado Chano.

Camino del collado Chano visualizamos Peñalba de Santiago al fondo del valle.

A media subida, salimos del bosque y continuamos por espacio abierto, obteniendo magníficas vistas sobre el valle.

Hacia el este, el pueblo de Peñalba de Santiago nos parece diminuto sumergido en un mar vegetal y rodeado de riscos.

Hacia el oeste tenemos las alturas y elevaciones, que de momento, nos impiden ver Montes de Valdueza. Continuamos subiendo hasta alcanzar el collado.

Sobrepasando el Chano collado, emprendemos el descenso hacia el barranco Tuerto, camino de Montes de Valdueza.

Es aquí donde ya podemos visualizar Montes por primera vez, lejano y muy abajo desde donde estamos.

Descenso hacia Montes de Valdueza.

Iniciamos el descenso. Éste es bastante pronunciado y largo Tenemos que perder unos doscientos metros de desnivel hasta alcanzar el lecho del barranco que baja hacia Montes en muy poca distancia. Nos alegramos de haber elegido este sentido de la marcha porque en sentido inverso hubiera sido bastante duro.

Alcanzamos el arroyo Tuerto, que desciende por nuestra izquierda precipitándose por un impresionante barranco. Pasamos a la otra orilla fácilmente. El sendero se ensancha y caminamos ahora por el interior del bosque, entre magníficos ejemplares de roble y otras especies.

Lo que nos queda hasta Montes no es mucho. Seguimos por esta cómoda pista, sin apenas desnivel, que zigzaguea adaptándose al barranco del arroyo Tuerto. El agua queda bastante abajo a nuestra derecha. Las vistas son muy limitadas, la vegetación es exuberante, caminamos bajo cubierta vegetal gran parte del recorrido.

Montes de Valdueza.

Casi sin percatarnos, nos acercamos a Montes de Valdueza. El tramo final es un descenso zigzagueante hacia el arroyo de Montes, que cruzamos. Entramos en las primeras casas del pueblo.

Monasterio de Valdueza.

Montes de Valdueza es una preciosa localidad famosa sobre todo por albergar el antiguo monasterio de Valdueza, hoy transformado y muy reformado. Se halla en la parte baja del pueblo. Fue fundado por San Fructuoso en el siglo IX y concluido por San Valerio y San Genadio en el siglo XVIII y ha sido reformado en multitud de ocasiones por lo que se aprecian varios estilos. Fue declarado Bien de Interés Cultural en 1931. 

Seguimos ascendiendo por la empinada calle principal hasta la parte superior del caserío. A nuestra izquierda nos acompañan antiguas casas de piedra rehabilitadas.

Subimos por la calle principal de Montes de Valdueza.

Montes de Valdueza es el extremo de nuestra ruta, la Tebaida Berciana, y por tanto un excelente lugar para descansar, relajarnos, comer y beber, recrearnos con el paisaje. Nos preparamos antes de volver a Peñalba.

Emprendemos el retorno. La distancia que nos separa de Peñalba de Santiago es similar a la recorrida y tenemos un largo camino por delante. Antes de abandonar Montes de Valdueza dejamos a la derecha la antigua ermita de la Santa Cruz.

Ermita de la Santa Cruz de Montes de Valdueza.

El camino por el que salimos inicia inmediatamente el descenso hacia la Ferrería de Linares, ubicada junto a una gran central hidroeléctrica a un lado de la carretera.

Descenso hacia la Ferrería de Linares.

El camino es en general cómodo y discurre a gran altura sobre el fondo del valle. No obstante, el descenso es cómodo y sin grandes pendientes. En muchos tramos caminamos bajo cubierta vegetal. Alcanzamos la carretera. En nuestro plan se contempla el retorno a Peñalba siguiendo un sendero que se desarrolla por la vertiente sur del valle, el lado opuesto al que hemos llevado en la ida.

Central hidroeléctrica. 

Para enlazar con este sendero, debemos cruzar el arroyo por un puente que se halla en el interior de la central eléctrica. Para nuestra sorpresa, encontramos el acceso al puente cerrado por una alambrada y tras explorar el entorno, no encontramos modo alguno de vadear el arroyo. El cercado de la central nos lo impide. Recapitulamos y optamos por retornar a Peñalba de Santiago siguiendo la única alternativa viable: caminar por la carretera.

Aunque en un principio nos puede parecer tedioso, luego comprobamos que no es una mala alternativa. Aunque el calor aprieta y estamos cansados, el retorno por el asfalto nos permite no tener que preocuparnos por el terreno agreste y por lo tanto apreciar y disfrutar mejor del paisaje.

Retornamos por la carretera a Peñalba de Santiago.

En un principio caminamos por el fondo del valle, a corta distancia del arroyo de Montes que nos acompaña a nuestra izquierda. Hay muchas zonas de sombra, avanzamos con cierta rapidez, siempre por el asfalto que no abandonaremos hasta el aparcamiento donde tenemos el coche.

En unos dos kilómetros, la carretera inicia un fuerte ascenso, cubriendo cerradas y largas curvas. Subimos con paciencia, haciendo paradas, apreciando el valle a nuestros pies. El paisaje es espectacular.

Poco a poco nos ubicamos en una cota muy por encima del fondo del valle. Las vistas son magníficas, no tenemos obstáculos visuales. Hace calor, pero realmente no tenemos prisa en llegar a Peñalba. Realizamos frecuentes paradas, hacemos fotos, continuamos.

A dos kilómetros de Peñalba pasamos junto a este salto de agua.

La carretera se va adaptando al valle, abriéndose paso por su curso alto.

En muchos tramos caminamos bajo cubierta vegetal.

Poco a poco vamos acercándonos a Peñalba. Las últimas curvas son algo tediosas. Lo  accidentado del terreno y la sinuosidad de la carretera hace que no podamos  ver sus casas hasta que estamos casi encima. Unos trescientos metros antes de llegar al cruce de acceso a la localidad, encontramos una magnífica fuente-pilón junto a la carretera. Nos refrescamos, bebemos y emprendemos el tramo final con más energía.

Por fin, alcanzamos el cruce de acceso al pueblo. Como ya lo hemos visitado en el inicio de la excursión, obviamos entrar y ya solo cubrimos los doscientos metros que nos separan del aparcamiento, ubicado unos metros más arriba. 

Casi 7 horas después de haber iniciado la marcha, llegamos cansados pero muy satisfechos al coche.

Finalizamos aquí esta magnífica e inolvidable excursión por uno de los valles más bonitos de la magnífica provincia de León.

VALLE DEL SILENCIO
Espacio natural	Valle del Silencio, Montes Aquilianos (León).
Dificultad	Alta. El recorrido es largo, el terreno muy montuoso, por lo que hay que prever más de una mañana para realizar la visita con cierta comodidad. El retorno por la carretera es un opción a evitar, sobre todo si se realiza en las horas centrales del día.
Tipo de camino	Senderos de montaña. Carretera.
Ciclable	Sí, aunque exige una gran preparación física.
Agua potable	Encontramos en los dos pueblos por los que pasamos así como en los arroyos.
Tipo de marcha	Circular.
Orientación	En general sencilla porque está señalizado. Pero el camino entre la Cueva de San Genadio y Montes de Valdueza hay múltiples desvíos que nos pueden hacer dudar. Llevar GPS.
Época recomendable	El otoño y la primavera con tiempo seco serán la mejor época. Evitar días de niebla. En verano es necesario madrugar para evitar las centrales del día.
Inicio	Aparcamiento de Peñalba de Santiago.
Distancias	Ponferrada (24,1 km); León (136 km); Burgos (306 km).
Tiempo total	Unas 7 horas, incluyendo largas paradas en la Cueva de San Genadio y sobre todo en Montes de Valdueza donde podemos comer.
Tiempos de marcha	Peñalba de Santiago-Cascada del Silencio-Cueva de San Genadio: 1 horas 20 minutos; Cueva de San Genadio-Montes de Valdueza: 2 horas; Montes de Valdueza-Peñalba de Santiago (por carretera): 1 hora 35 minutos.
Distancia total	20,5 kilómetros.
Interés	Arquitectura tradicional de Peñalba y Montes, Monasterio y ermita de Valdueza; Paisaje del Valle del Silencio; Cueva de San Genadio; Cascada del Silencio.
Altitud mínima	742 m.
Altitud máxima	1794 m.
Desnivel acumulado	1570 m.

  

Notas:
- La excursión es larga y puede resultar extenuante si no se está acostumbrado a las largas distancias. Por el contrario es muy visual en todo momento y muy amena ya que pasaremos por muchos parajes interesantes.

- Podemos realizar el recorrido en sentido inverso partiendo de Montes. Entonces deberemos remontar a primera hora la mañana la larga y empinada ascensión hacia el collado pero por otro lado retornaremos cómodamente bajando por la carretera disfrutando del paisaje.

- Como hemos dicho, en todas las guías y tracks aparece el camino de retorno por la orilla sur del valle, sin embargo, el acceso a él, a través de un puente en el interior de la central hidroeléctrica, permanecía cerrado en el momento en que realizamos en esta excursión. Como se ha descrito, el retorno por el asfalto resultó no ser una mala opción.

Mapa topográfico

Perfil de elevación

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