sábado, 15 de noviembre de 2014

Fuentes del Odra

El río Odra nace en las laderas de la Lora muy cerca del pueblo burgalés de Fuenteodra. Sus fuentes se encuentran en un gran circo rocoso donde destaca la espectacular cascada de la Yeguamea, cuyo chorro mana violentamente desde una pared vertical. En la excursión, visitaremos la cascada y subiremos al punto más alto de la lora, la Peña Lora.

Para llegar al pueblo de Fuenteodra, tenemos dos posibilidades: a través de Villadiego-Sotresgudo hasta Humada o por la carretera de Aguilar de Campoo desviándonos en Talamillo del Tozo.


Fuenteodra


El pueblo se ubica muy cerca de la lora, a medio camino de las peñas Amaya y Ulaña, cuyas siluetas abarcan todo el paisaje hacia el sur.

Silueta inconfundible de la Peña Ulaña vista desde Fuenteodra.
Entramos por sus calles y dejamos el coche en su parte alta, junto a la iglesia. Fuenteodra se emplaza ya muy cerca del anfiteatro rocoso donde el río Odra tiene sus fuentes. Para llegar a él, debemos retornar hasta la carretera y caminar por ella apenas 200 metros en dirección Humada para tomar el camino, muy amplio, que se dirige hacia la montaña, que queda a nuestra izquierda. Ya desde la lejanía, vislumbramos el circo rocoso. Según nos acercamos, visualizamos ya la Cascada de la Yeguamea, que tiene la particularidad de brotar a modo de chorro perpendicularmente de la pared rocosa. En realidad, este chorro no es nada fácil de ver, solo en los años de fuertes lluvias y nieves, y justo durante el deshielo, es posible visualizarlo.

Vemos la cascada de la Yeguamea desde el camino de Fuenteodra.
Estamos en marzo, el deshielo acaba de producirse y encontramos la fuente en todo su esplendor.En el circo desagua no solo el chorro de esta cascada, sino otros arroyuelos menores que se precipitan desde pequeños surcos esculpidos en la roca de donde brotan espontáneamente. Todos ellos alimentan el naciente río Odra, que desembocará en el Pisuerga tras recorrer algo más de 65 kilómetros.



Video de la Cascada de la Yeguamea



Tras fotografiar la cascada, continuamos por el camino que traíamos y sube poco a poco hacia la plataforma rocosa que se halla sobre el circo. El sendero gira hacia la derecha y deja el circo atrás.
Caminamos por una amplia pista junto a un gran surco. Todo el paisaje que contemplamos es el fruto de una intensa erosión sobre la piedra caliza durante millones de años, que aún continua. Si nos fijamos, apreciamos incluso la primera fase de la formación de un desfiladero en una pequeña barranquera en pleno proceso de erosión.


Tras recorrer unos cientos de metros por este vallejo, el camino gira hacia la izquierda buscando el páramo, subiendo ya por un sendero menos marcado, por lo que debemos estar atentos a no despistarnos porque no es evidente en algunos tramos.
Alcanzamos el llano, ya a la vista de un bosquete, tras del cual debemos llegar a la máxima cumbre de Peña Lora.

Caminamos por el páramo hacia Peña Lora.
Aunque no hay caminos claros que se dirijan a Peña Lora, el páramo es estrecho y no hay más que avanzar atravesando el bosquete, para por terreno abierto, llegar al borde norte de la lora, que cae a pico sobre el Valle de Valdelucio. Sobre la planicie, encontramos una gran manada de caballos de gran porte. No deben estar acostumbrados a ver personas, porque se acercan a nuestro paso casi al trote.

Caballos sobre la meseta de Peña Lora.
A nuestra izquierda, siguiendo el borde del páramo, encontramos fácilmente el hito montañero que representa el punto más alto de la lora, Peña Lora, 1177 metros.

Hito junto a Peña Lora (1177 metros).
Desde aquí tenemos extraordinarias vistas de la comarca de las loras, compartida por las provincias de Burgos y Palencia. A nuestros pies, 180 metros más abajo, se extiende el Valle de Valdelucio y más lejos, la comarca de Aguilar, tras la cual se atisban las cumbres nevadas de la Montaña Palentina y la comarca de Reinosa.

Regresamos a Fuenteodra por el páramo.
El retorno hacia Fuenteodra lo realizaremos por otro lado, buscando realizar una ruta circular. Para ello, según miramos por donde hemos venido hacia el sur, caminamos hacia nuestra derecha, atravesamos de nuevo el bosquete y buscando el borde sur del páramo.
Llegados a él, buscamos un portillo para descender, el cual encontramos unos metros más hacia el oeste. Descendemos pues por la cabecera de una vaguada rocosa que baja hacia el circo rocoso, donde desaguan todas los cursos de agua y arroyos que bajan de la lora.
Descendemos fácilmente por este barranco hasta enlazar con un amplio camino que es el que se utilizaba para subir desde Fuenteodra al páramo.

Encontramos en la vaguada una estela de 1806.
El paisaje geológico que contemplamos es impactante. Estamos en el dominio del Cretácico, hace entre 100 y 65 millones de años, en que toda esta comarca se halló sumergida en mares de poca profundidad, y en la que se fueron acumulando sucesivamente restos sedimentarios calizos que conformaron la base rocosa que contemplamos. Lo que ahora vemos no son más que las ruinas o restos que han permanecido tras millones de años de intensa erosión kárstica, que ha horadado, esculpido y modelado el paisaje. Este proceso no ha cesado y continua de manera implacable hoy en día a una escala no perceptible por el ser humano. Apreciamos también una intensa actividad tectónica, que ha desplazado y recolocado los sucesivos estratos calizos, conformando una sucesión de pliegues, fallas y cabalgamientos, muy fácilmente observables desde donde estamos. Este proceso tectónico tuvo lugar durante el plegamiento alpino, hace unos 25 millones de años. Todo el recorrido es una lección de geología.

Paisaje de fallas y cabalgamientos sobre el anfiteatro del Odra.
En este recorrido es aconsejable disponer de un GPS ya que todo el escalón sur de la lora es una sucesión de vallejos y circos rocosos por lo cual no es tan evidente el camino correcto hacia el pueblo.

Uno de los cursos de agua que forman la cabecera del río Odra.
Continuamos por el camino, presentándonos ya en el anfiteatro rocoso del Odra sobre la terraza o repisa que recorre la parte superior del circo. En el lado en que estamos, se precipita un arroyuelo formando una pequeña cascada sobre el naciente río. Se trata de la fuente de ManapitesEl agua brota y se desliza formando pequeños saltos que han ido esculpiendo la roca caliza formando pequeños surcos y provocando al rebote de pequeños cantos que se mezclan con el agua.

Volviendo a Fuenteodra nos acompañan las compactas siluetas de las Peñas Amaya y Albacastro.
Desde este lado del circo, sólo tenemos ya que continuar por el sendero que traíamos y sin pérdida alguna, descender hasta Fuenteodra, ya visible. Por el camino, disfrutamos aún de bellas vistas de las loras de Amaya y Albacastro.
Entraremos en en el pueblo por su parte alta junto a la iglesia.



FUENTES DEL ODRA
DificultadBaja.
CiclableNo.
CircularNo.
OrientaciónAlgo complicada en el páramo por la falta de referencias.
Época recomendableTodo el año, pero mejor en el deshielo para ver la Cascada de la Yeguamea con agua.
InicioFuenteodra.
Distancia de Burgos68,3 kilómetros.
Tiempo total2 horas 5 minutos
Distancia total10,5 kilómetros.
InterésCascada de la Yeguamea, fuentes del Odra, formaciones geológicas.
Altitud mínima949 m.
Altitud máxima1192 m.
Mapas
1:50000: 0143 Polientes.
1:25000: 0143-3 Quintanas de Valdelucio.


Notas:
- Como se ha comentado, no es fácil ver la cascada de la Yeguamea con agua. Por ello hay que acudir inmediatamente después de producirse un deshielo o tras épocas de fuertes lluvias. La mejor época es de febrero a abril.
- Fuenteodra se halla en el centro de la comarca de las loras. Desde allí podemos visitar las mayores peñas: Amaya y Ulaña o recorrer el desfiladero de los Piscárdanos que forma el naciente Odra unos kilómetros más al sur.



Peña Amaya

Peña Ulaña

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Desfiladero de los Piscárdanos




Mapa topográfico


Perfil de elevación

Ver y descargar track en Wikiloc



4 comentarios:

  1. Como siempre interesante tu propuesta. No obstante en el camino de bajada hay que desviarse hacia la derecha para llegar a Manapites (antes pasamos junto al pozo de los aceites). Tras Manapites pasamos por debajo o por encima (a elección) de la Yeguamea. Efectivamente no es fácil encontrar a la Yeguamea con agua, aunque tampoco imposible. Más info en mi artículo http://tierrasdeburgos.blogspot.com.es/2014/04/escultura-del-agua-nacimiento-del-odra.html.

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  2. OK, gracias por el apunte (es posible que lo que vi yo no fuera realmente Manapites pero hace tiempo ya).

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  3. Hola, como te comentaba por correo la ruta está diseñada fantásticamente, ya que combina el encanto de las cascadas con las vistas que hay desde los páramos en lo alto del recorrido, y además que el terreno es perfectamente transitable en todos sus tramos. Al trazado le hemos añadido 3 pequeñas variantes:
    - justo antes del último tramo de subida al páramo de Peña Lora, no cuesta nada desviarse a la derecha para disfrutar de las vistas que hay desde La Lorilla.
    - en la bajada, justo antes de llegar al Pozo de los aceites, merece la pena entrar o bordear el circo donde se halla el Pozo del Corral.
    - En el Pozo de los aceites, en vez de continuar por el camino que baja a Fuenteodra, seguir por la ladera dejando el pozo de los aceites a la derecha, de esta forma se llega a la surgencia de Manapites y nada más pasar esta a mano derecha se hace un destrepe muy sencillo y se continúa por el sendero que pasará por debajo de la cascada de Yeguamea...

    Un saludo, Nacho Corral (CIT de Herrera de Pisuerga)

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    1. Gracias por tu comentario. En el momento de hacer esta ruta, tanto el Pozo de los Aceites como la fuente de Manapites estaban prácticamente secos. La cascada de la Yeguamea, muy difícil de ver con agua, también permanecía inactiva. La foto que veis en el blog de la cascada y el video, fue tomada en otra época del año, precisamente justo después de varias nevadas por la zona que llenaron sus acuíferos. Un saludo muy cordial.

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