lunes, 4 de enero de 2016

Sendas del Mancubo

En el extremo oriental de los Montes Obarenes, en la llamada Sierra de Pancorbo, se extiende un gran valle. En su interior, aún se conservan los restos del antiguo monasterio de Obarenes. Partiendo de la población de Encio, una pista (recientemente asfaltada) recorre el valle hasta la localidad serrana de Cubilla de la Sierra. En su interior, encontramos frondosos bosques y muchas montañas, presididas por la mole del pico Humión, máxima cima de los Obarenes. En esta ocasión, visitamos una de sus cumbres señeras, el pico Mancubo.


Mancubof

El Flor (izda.) y Mancubo (dcha) vistos desde los Montes de la Verdina.
El punto de partida es la pista que recorre el valle, no muy lejos de las ruinas del monasterio mencionado. Desde Burgos, debemos salir por la N-I dirección a Briviesca. Una vez superado Pancorbo y su desfiladero, debemos desviarnos a la izquierda hacia Puentelarrá. Nada más salir, en la población de Encio, nos incorporamos a la pista que se dirige a Cubilla, adentrándose en lo más profundo de los Montes Obarenes.

Pista de Encio a Cubilla de la Sierra.
Punto de inicio, junto a la pista.
Por esta pista recorremos sin salirnos unos cinco kilómetros. Su estado de conservación es excelente y es utilizada por los vecinos que se dirigen a Cubilla además de muchos cazadores.

Ruinas del monasterio cisterciense de Santa María la Imperial de Obarenes.
En tres kilómetros y medio, dejamos a la izquierda el desvío que baja a las ruinas del Monasterio de Santa María la Imperial de Obarenes, hoy convertido en granja agrícola. Seguimos hasta el cruce con otra pista que sale por la derecha. Allí mismo, junto a un gran panel informativo de las Sendas del Mancubo, dejamos el coche.

Cima del Mancubo sobresaliendo de los bosques.
Nuestra intención, es caminar por esta pista para ascender al pico Mancubo, tras lo cual, retornaremos bajando y adentrándonos en el bello Barranco de la Valsorda. Es otoño avanzado y queremos recorrer su hayedo. Desgraciadamente, encontramos el camino atiborrado de cazadores, hay una gran batida en el barranco y nos es imposible adentrarnos en él, por lo cual nos contentaremos con subir a la montaña y dejar el barranco para otro día.

Tomamos el desvío al sendero que recorre la ladera oriental del Mancubo.
Salimos entonces por la pista a mano derecha. El camino rodea en un principio la montaña, de base circular. Ascenderemos por su lado oriental, siguiendo siempre las indicaciones verdiblancas del PR. Por si fuera poco el infortunio con los cazadores, la niebla no levanta y todo el valle en que nos situamos y sus montañas permanecen cubiertas por una espesa niebla. No vemos la cima del Mancubo mientras rodeamos su base.


Seguimos por esta pista un kilómetro y medio hasta salirnos de ella por la izquierda (una señal lo indica) y nos introducimos ya en el bosque siguiendo un tenue sendero señalizado. Éste se abre paso entre la exuberante vegetación, siguiendo la ladera este de la montaña. La niebla no levanta, vamos girando ganando altitud poco a poco, pero no conseguimos ver la cima, que se halla a nuestra izquierda arriba.


El sendero se adentra en el bosque más y más, La vegetación es espesa y variada. Ganamos altitud a la vez que seguimos rodeando la base de la montaña hasta llegar por su parte septentrional, al collado que separa el Mancubo del vecino pico Flor, que tampoco vemos desde aquí, aunque debe destacar mucho desde donde estamos.

Antiguo abrevadero tallado en la roca en la subida al Mancubo.
Dejamos el collado y el camino y nos adentramos de nuevo en el bosque por la izquierda emprendiendo la ascensión final al Mancubo. Seguimos las señales del PR. Una pareja de jabalíes nos salen unos metros más adelante, quizás huyendo de la batida que hemos dejado unos metros abajo. Continuamos siguiendo los pequeños hitos de piedras que indican el camino a la cima, que sigue mostrándose reacia a ser vista.
La niebla no levanta en la cima del Mancubo.
Buzón montañero.
Desgraciadamente la niebla no levanta y continuamos por la ladera abandonando los hitos, cuya pista perdemos, pero no hay duda posible. La ascensión final es muy evidente, seguimos la máxima pendiente para llegar en poco a la cima del Mancubo (1186 metros). Buzón montañero. Su altitud indica que no se trata de una gran cumbre, no destaca por su altura, pero sí por su gran prominencia a su alrededor y es fácilmente distinguible desde muchas alturas cercanas.

Descendemos del Mancubo.
La niebla no llegó a levantar y nos privó de las extraordinarias vistas sobre las Montes Obarenes que deben poder disfrutarse desde aquí. Pero añadimos aquí fotos desde la cima sacadas en una excursión posterior.

Sierra de la Verdina.
Hacia el NO, Peña Horcada. Detrás, asoman el Flor y el Humión.
Hacia el N-NE asoma el Valle de Tobalina, flanqueado por los Obarenes a la izquierda, y la Sierra de Árcena, a la derecha.
El Valle de Cubilla, mirando hacia al oeste.
Descansamos antes de iniciar el regreso.


El retorno lo realizaremos por su lado oriental, bajando para ello por la ladera hacia la pista que se dirige a Cubilla junto a la cual hemos aparcado el coche.

Vistas del Flor y el Humión desde la pista a Cubilla.
Guiados en principio por el GPS, bajamos por terreno impreciso, pero fácil, hasta encontrar las señales del PR. Por él, perdemos altitud rápidamente.

Durante el descenso, bonita vista otoñal de Peña Hiedra, (1216 metros).
La niebla levanta poco a poco y continuamos ya a la vista de la pista, entrando en un bosquete. En apenas veinte minutos desde la cima, enlazamos con ella.

El Barranco de la Valsorda desde la pista.
Por ella, ya solo tenemos que caminar los casi dos kilómetros que nos separan del punto donde hemos dejado el coche. Durante su recorrido, podemos aún visualizar el barranco de la Valsorda a nuestra derecha, donde los cazadores están realizando una batida. Dejamos su visita para otra ocasión. 

Una gran víbora europea se nos cruza en el camino de vuelta por la pista.
Mirando hacia el norte, el pico Humión, máxima cumbre de los Obarenes, cierra el horizonte y nos vigila. A su lado, el Flor destaca enormemente entre las alturas cercanas.


SENDAS DEL MANCUBO
Dificultad
Baja.
Ciclable
Sí.
Circular
Sí.
Orientación
Fácil, está señalizado.
Época recomendable
Todo el año, aunque en invierno y época de lluvias puede estar el terreno impracticable.
Inicio
Pista de Encio a Cubilla.
Distancia de Burgos
77,5 kms (6,5 de ellos son por pista desde Encio).
Tiempo total
3 horas.
Distancia total
8,9 kilómetros.
Interés
Cima del Mancubo y panorámicas de los Montes Obarenes, bosques de sus laderas.
Altitud mínima
786 m.
Altitud máxima
1176 m.
Mapas
1:50000: 0137 Miranda de Ebro.
1:25000: 0137-3 Santa Gadea del Cid.





Notas:
- El recorrido es sencillo y está señalizado, solo hay que tener cuidado en no despistarse en los desvíos de ascenso y descenso al Mancubo.
- Es recomendable la visita del barranco de la Valsorda en otoño (¡cuidado con la presencia de cazadores!).
- Si continuamos por la pista, podemos visitar la aislada aldea de Cubilla de la Sierra, emplazada junto a la base del pico Humión a 1022 metros de altura.


Cubilla de la Sierra
     

Cimas de los Obarenes cercanas al Mancubo

Entradas relacionadas:


Mapa topográfico


Perfil de elevación

Ver y descargar track en Wikiloc



No hay comentarios:

Publicar un comentario