sábado, 7 de octubre de 2017

Hoces del Duratón

El río Duratón nace en las laderas del Puerto de Somosierra y desciende por tierras segovianas. Nada más pasar la localidad de Sepúlveda ha excavado un alargado y serpenteante desfiladero, hogar de una de las mayores concentraciones de rapaces de Europa. Aparte de sus valores naturales y paisajísticos, en su interior se ubican la ermita de San Frutos y las ruinas del convento de Nuestra Señora de los Ángeles de la Hoz, entre otros vestigios históricos.


Hoces del Duratón



La excursión por el interior de las hoces del Duratón comienza habitualmente en la bonita localidad segoviana de Sepúlveda. Desde Burgos, llegaremos por la autovía A-1 a Madrid. Tras pasar Aranda de Duero y entrar en la provincia de Segovia, poco antes de la subida a Somosierra, nos salimos por la derecha hacia Sepúlveda, donde llegamos en apenas diez minutos ya que se halla muy cerca de la autovía.


Sepúlveda


Aunque hay otras alternativas para visitar las hoces, el itinerario más frecuentado es partir desde el aparcamiento habilitado al efecto junto al Puente de Talcano.

El aparcamiento se encuentra en el lado oeste de la localidad, que se levanta sobre una muela rocosa sobre una hoz creada por el río Duratón, que discurre a sus pies. 

Así pues hay que entrar en el centro del pueblo y a través de sus estrechas calles salir por la carretera, que pegada al barranco, desciende hacia el aparcamiento. Si se tienen dudas, lo mejor es preguntar.
Dejamos el coche e iniciamos la excursión. En primer lugar, descendemos hacia la orilla del río, donde se halla el puente medieval de Talcano, de factura románica, hoy no utilizado.

Aparcamiento junto al Puente de Talcano, en Sepúlveda.
Junto a él, se encuentra una pasarela a través de la cual cruzamos el río para continuar por la otra orilla, siguiendo el sendero señalizado.

Puente medieval de Talcano, sobre el río Duratón.
Estamos dentro del desfiladero y ya solo tenemos que relajarnos y recorrer todo su interior, sin pérdida alguna, hasta su extremo en el Puente de Villaseca. Es temprano, no hay apenas gente, solo nos sobrepasan algunos grupos de ciclistas. Todo el recorrido entre los dos puentes es muy apropiado para ser recorrido sobre las dos ruedas.


Dejando el río siempre a nuestra izquierda, vamos avanzando siguiendo el sendero que discurre paralelo a él. El camino va describiendo sucesivas curvas, hoces, que imperceptiblemente vamos cubriendo.


En el tramo más cercano a Sepúlveda, inicio de la excursión, los riscos laterales no son demasiado elevados. Según nos vamos introduciendo en el interior y acercándonos al extremo contrario, las paredes laterales se van elevando y el desfiladero se hace más profundo y salvaje.


Hoces del Duratón


Pese a la extrema sequía, el río Duratón lleva bastante caudal y el rumor del agua nos acompaña. En algunos puntos incluso forma remansos en bellos rincones. La vegetación de ribera cubre toda la orilla y el río queda oculto a nuestros ojos, aunque siempre muy cercano. Junto al camino encontramos frutos silvestres, como moras, endrinas, y otros.

Agradables remansos en bellos rincones.
A medida que avanzamos, nos cruzamos con caminantes que recorren las hoces en sentido contrario. La marcha es sencilla, sosegada, disfrutando de la naturaleza.


Poco a poco nos vamos acercando al extremo contrario a Sepúlveda. Tras recorrer casi diez kilómetros, tenemos ya a la vista el puente de Villaseca, por donde la carretera asfaltada cruza el río uniendo las localidades segovianas de Sebúlcor y Villaseca. Pero justo antes de llegar a él, descubrimos a nuestra derecha, colgada sobre la pared rocosa, la llamada Cueva de los Siete Altares, a donde se puede subir por una escalera de madera instalada al efecto. Merece la pena desviarse del camino y subir hasta la boca de la gruta.

Cueva de los Siete Altares.



La boca de la cueva se halla enrejada, pero podemos ver su interior. Un panel nos explica que en el interior hay hasta siete nichos representando altares esculpidos en la roca. Efectivamente, podemos ver las hornacinas en las paredes interiores. El conjunto rupestre se remonta a la época visigoda. El lugar es excepcional.


Bajamos de nuevo al camino y pasamos por debajo del puente, para llegar al aparcamiento que se halla justo detrás. Hay un pequeño área recreativa con un bar y mesas.

Pasamos bajo el Puente de Villaseca, antes de llegar al área de descanso.
Es un perfecto lugar para comer y reponerse antes de emprender el regreso, que se produce exactamente por el mismo itinerario ya que no hay alternativa posible. El desnivel es casi imperceptible en cualquiera de los dos sentidos. En total recorreremos algo más de diez kilómetros en cada sentido.

Pero no podemos irnos de Sepúlveda sin visitar otros dos maravillosos lugares de las Hoces del Duratón: la ermita de San Frutos y las ruinas del monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles de la Hoz. A ambos lugares debemos acercarnos con el coche y disfrutaremos de las mejores vistas sobre las hoces desde su parte superior.



Ermita de San Frutos

La ermita se halla en el extremo de una península avanzada sobre un cerrado meandro del río. Para llegar debemos retornar a Sepúlveda para desde allí tomar la carretera que lleva a la cercana localidad de Castrillo de Sepúlveda. A la salida del pueblo, debemos tomar el desvío hacia Villaseca. A la entrada del pueblo, nos salimos del asfalto por la derecha para continuar por una pista que nos lleva hacia la ermita. Dejaremos el coche en un aparcamiento habilitado. Desde allí, sale el camino que se dirige hacia la ermita, ubicada en el extremo de un espolón rocoso.






En el camino a la ermita, disfrutamos de las mejores panorámicas sobre el sector más espectacular de las hoces, ya que estamos a una gran altura sobre el fondo del río.



La ermita de San Frutos esta cerrada a las visitas del público. Pero podemos entrar en el recinto del antiguo monasterio, hoy en ruinas y pasear por el extremo del espolón rocoso y asomarnos al río por ambas vertientes.





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Ruinas del Monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles de la Hoz

Una vez visitada la ermita, podemos acercarnos hasta las ruinas del antiguo convento de Nuestra de los Ángeles de la Hoz, ubicada en la orilla contraria y a no mucha distancia de San Frutos, aunque invisible desde la ermita.
Así pues salimos del aparcamiento y retornamos por la pista hasta Villaseca, donde torcemos hacia la derecha. Tras cruzar el río Duratón por el Puente de Villaseca (bajo el cual hemos pasado caminando apenas unas horas antes...) continuamos hasta la población de Sebúlcor. Dentro de la localidad, está señalizado el camino a coger por la derecha según entramos, que se dirige hacia las ruinas. Dejaremos el pueblo por una amplia pista entre pinos, que nos lleva en unos cuatro kilómetros hasta una pequeña explanada, donde debemos dejar el coche.
Desde allí, solo tenemos que caminar algo menos de un kilómetros para llegar al borde sur del desfiladero, hasta divisar desde arriba las ruinas del Monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles de la Hoz, abajo junto a una curva del río. La ubicación de las ruinas, justo en el extremo de una curva rodeada de farallones rocosos, es espectacular.




Conjunto histórico-artístico de Sepúlveda

Por último, antes de irnos, para rematar la excursión, es obligatorio visitar la localidad de Sepúlveda, catalogada en muchas listas como uno de los pueblos más bonitos de España. De tortuosas calles, asomadas sobre una curva del río Duratón, destaca la iglesia románica de San Salvador (ubicada en la parte más alta) y la plaza mayor.



Sepúlveda





HOCES DEL DURATÓN
Espacio natural
Desfiladero creado por el río Duratón, en la provincia de Segovia.
Dificultad
Baja.
Tipo de camino
Sendero de ribera.
Ciclable
Sí.
Agua potable
Hay agua en los dos extremos del recorrido entre Sepúlveda y el Puente de Villaseca.
Tipo de marcha
Ida y vuelta.
Orientación
Fácil.
Época recomendable
De julio a diciembre. De enero a junio está limitado su acceso por ser época de reproducción de las rapaces que habitan este espacio.
Inicio
Puente de Talcano (Sepúlveda, Segovia).
Distancia de Burgos
138 kilómetros.
Tiempo total
5 horas 30 minutos (incluyendo media hora para comer).
Tiempos de marcha
Puente de Talcano-Puente de Villaseca: 2 horas 20 minutos; Puente de Villaseca-Puente de Talcano: 2 horas 38 minutos.
Distancia total
21,2 kilómetros.
Interés
Desfiladero del río Duratón, Cueva de los Siete Altares, Ermita de San Frutos, Ruinas del monasterio de Nuestra Señora de la Hoz, aves rapaces, conjunto urbano tradicional de Sepúlveda.
Altitud mínima
871 m.
Altitud máxima
924 m.
Desnivel acumulado
797 m.
Mapas
1:50000: 0431 Sepúlveda.
1:25000: 0431-1 Sepúlveda.
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Notas:
- Encontramos agua y comida en el área recreativa del Puente de Villaseca y, por supuesto, en Sepúlveda.
- El recorrido es sencillo, fácil y ameno, muy apropiado para familias con niños.
- Aunque es muy apto para bicicleta BTT, el recorrido es corto ya que solo son 20 kilómetros entre ida y vuelta. Más allá del Puente de Villaseca, no podremos continuar.

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