Aunque parece haber otros modos de llegar desde las localidades tobalinesas de Pedrosa de Tobalina y Extramiana, elegimos el pueblo de Quintana-Entrepeñas como punto de partida. Esta pequeño pueblo se emplaza justo en la entrada del desfiladero que forma el río Jerea. A este despoblado nunca llegó la carretera asfaltada por lo que solo se puede acceder por caminos y pistas rurales. Mirando mapas, es posible también desde Pedrosa de Tobalina, el núcleo más cercano, cruzando el Jerea o, más lejos, desde la localidad también tobalinesa de Extramiana.
Quintana-Entrepeñas
Llegamos entonces a Quintana-Entrepeñas desde Burgos accediendo en primer lugar a Oña, desde donde seguimos por la N-629 hasta Trespaderne. Desde aquí, continuamos por la BU-550 que se dirige a Arceniega atravesando los valles de Tobalina y Losa.
A la derecha del tramo de carretera entre Pedrosa de Tobalina y Quintana-Entrepeñas pueden ya verse los restos de Ribamartín. |
Tras pasar Pedrosa de Tobalina, entramos en el desfiladero del Jerea y en apenas tres kilómetros, nos desviamos, cruzando el río por la derecha, a Quintana-Entrepeñas. Dejaremos el coche a la salida de la localidad, ya que las calles son estrechas y podemos molestar o estorbar el paso.
Salimos de Quintana-Entrepeñas por una pista que se dirige hacia el sur. |
Ribamartín se halla a escasamente 2,5 kilómetros y según mapas hay un camino que nos debiera acercar hasta sus restos. Tomamos entonces la pista que a la salida del pueblo se dirige hacia el suroeste, avanzando entre sembrados. esta vía se mantiene en buen estado bastantes kilómetros, pero es posible que presente mucho barro en época de lluvias.
Continuamos por esta pista, dejando rápidamente el desfiladero y las casas del pueblo atrás. Nos internamos de nuevo en Tobalina.
Camino de Ribamartín. |
El recorrido es placentero, caminamos en paralelo al río, que queda a nuestra derecha a unos doscientos metros.
Tras salvar un pequeño repecho, nos plantamos en un llano, en donde si nos fijamos bien, podemos visualizar un torreón en la distancia, asomándose sobre un bosquete. Se trata de uno de los muros del despoblado.
Seguimos, atravesamos el bosquete para salir a la linde de un gran barbecho, a la izquierda del cual visualizamos el oteo en cuya cima se hallan las ruinas semiocultas entre la vegetación. No encontramos un camino o sendero que llegue a su base, así que no queda otra que abandonar el que traíamos, que continua hacia el sur y atravesar el baldío.
Las ruinas de Ribamartin se hallan sobre un altozano rodeado de baldíos. |
No hay cultivos, el campo para estar descuidado, así que no vemos ningún problema en atravesarlo sin molestar a nadie.
Alcanzamos fácilmente la base del otero y trepamos por la ladera, superando una pequeña terraza rocosa hasta encaramarnos en la plataforma superior. Llegamos por fin a las ruinas del despoblado medieval de Ribamartín.
Alcanzamos la plataforma superior donde se hallan los restos de Ribamartín. |
Tenemos que superar un pequeño repecho rocoso para acceder a la plataforma donde se hallan los restos de Ribamartín. |
El lugar es impactante. Las vistas desde aquí son inmensas, dominan gran parte del Valle de Tobalina en su parte occidental, los Obarenes y la Tesla. Hacia el norte, se vigila la entrada al desfiladero del Jerea, la puerta hacia el Valle de Losa. La posición donde se erigió esta abadía parece haber sido elegida a conciencia por el gran dominio visual que tiene.
Restos de muros aún en pie. |
Las ruinas se desperdigan por esta planicie, destacando sobremanera dos grandes habitaciones, la primera de ellas con altos muros, aún en aceptable estado. Junto a él, lo que, por sus formas, parece pudo haber sido la iglesia abacial. Es difícil reconocer las formas porque todo se halla invadido por la maleza.
Con cuidado, nos introducimos y husmeamos por las ruinas. Desgraciadamente, es poco lo que se puede reconocer más allá de muros desafiando la gravedad y la acción paciente y destructiva de la vegetación.
Restos de lo que pudo ser la iglesia abacial. |
Sin duda debió ser un lugar menor, pese a sus por lo menos 8 siglos de existencia.
El que pudo ser camino de acceso por el sur, se halla bloqueado por la maleza. |
Panorámica sobre el valle del Jerea desde Ribamartín. |
Alguien colocó un banco junto a los muros, gran idea para sentarse y recrearse con el paisaje.
Como hemos comentado, parece haber caminos a Extramiana y Pedrosa de Tobalina. En ambos casos no quedaría más remedio que desandar por carretera la distancia hasta Quintana-Entrepeñas, por lo que optamos por retornar siguiendo el mismo itinerario que en la ida.
Pontones para atravesar el río Jerea, en Pedrosa de Tobalina. |
Pedrosa de Tobalina. |
Cascada del Peñón de Pedrosa de Tobalina
En el vecino pueblo de Pedrosa de Tobalina, si no lo conocemos, es obligado visitar la magnífica cascada del Peñón. En primavera será cuando alcance su máximo caudal, así que es recomendable visitarla en esta época del año. Se accede fácilmente desde la carretera, a la entrada del pueblo, está bien señalizado y no hay pérdida alguna.
Parte superior de la cascada. |
Espacio natural
| Valle de Tobalina.
|
Dificultad
|
Baja, es un sencillo paseo por el valle.
|
Tipo de camino
|
Pista y terreno libre para subir a la plataforma superior del otero.
|
Ciclable
| Sí (con tiempo seco)
|
Agua potable
|
Encontramos en Quintana-Entrepeñas y en Pedrosa de Tobalina hay bar.
|
Tipo de marcha
|
Ida y vuelta.
|
Orientación
|
No está señalizado, pero el itinerario es muy sencillo.
|
Época recomendable
| Invierno y primavera. Evitar épocas lluviosas en que podemos encontrar todo el recorrido embarrado.
|
Inicio
|
Quintana Entrepeñas.
|
Distancia de Burgos
| 82 kilómetros.
|
Distancia total
|
5,1 kilómetros.
|
Interés
| Ruinas de Ribamartín, vistas sobre el Valle de Tobalina y el desfiladero del Jerea, Cascada de Pedrosa de Tobalina, Quintana-Entrepeñas y Pedrosa de Tobalina.
|
Altitud mínima
|
581 m.
|
Altitud máxima
|
656 m.
|
Desnivel acumulado
|
Inapreciable.
|
Notas:
- La excursión es sencilla en líneas generales ya que el camino que parte de Quintana-Entrepeñas no tiene pérdida y las ruinas son visibles desde bastante distancia.
- En ciertas épocas podemos encontrar charcosy barro, sobre todo en el baldío que circunda el otero, así que es preferible ir con tiempo seco.
- Como se ha comentado, podemos llegar también desde Extramiana por una gran pista y Pedrosa de Tobalina, en este último caso debemos atravesar el río Jerea a pie por un paso de pontones o continuar en coche hasta el final del pueblo y cruzar el río en el desvío a La Orden, lugar desde el cual partiríamos.
Entradas relacionadas:
Entradas relacionadas:
Ver y descargar track en Wikiloc
No hay comentarios:
Publicar un comentario