domingo, 18 de agosto de 2013

De Torresandino a Tórtoles de Esgueva en bicicleta

El Monasterio de los Valles fue un convento ubicado entre Torresandino y Villovela de Esgueva, en la comarca del Cerrato burgalés. Hoy sus ruinas aún son ostensibles y se emplazan sobre la ladera de un vallejo que cae del páramo al Valle del Esgueva. Su visita y recorrido desde Torresandino tiene gran interés por la gran variedad de paisajes y entornos que atravesamos.

La ruta ciclista partirá del pueblo de Torresandino. Para llegar, hay que salir por la A-1 desde Burgos para nada más pasar Lerma desviarse en Quintanilla de la Mata. En el centro del pueblo, dejamos el coche y emprendemos el recorrido en bicicleta.

Torresandino: ayuntamiento e iglesia.

Torresandino: Plaza.
Desde el pueblo, salimos por la carretera que se dirige a Olmedillo de Roa y tomamos el desvío por la derecha para desembocar sobre una amplia pista. Ésta discurre por el valle del Esgueva, quedando el río a nuestra izquierda. Estamos en verano y el paisaje es amarillento. No hace excesivo calor afortunadamente.
Tras recorrer como unos tres kilómetros desde el pueblo, vemos a mano derecha un ramal que sin excesiva pendiente asciende hacia el páramo. Al fondo del camino, se atisban ya los restos del Monasterio de los Valles

Subimos desde el valle hacia las ruinas del Monasterio de los Valles.
Subimos hacia las ruinas. Según vamos acercándonos, vamos apreciando las grandes dimensiones de las ruinas. Sin duda tuvo que ser un gran edificio y aún parece que pueda ser recuperable, ya que grandes trozos de muros se mantienen en pie.
Junto a su muro norte se halla adosado un corral de ganado, que muestra el grado abandono que ha tenido este templo.
Los orígenes del monasterio no son claros, parece que fue fundado entre los siglos XIV y XV y fue abandonado como tantos otros tras la desamortización de Mendizábal en 1835. desde entonces, terreno y ruinas son propiedad privada. La sensación que tenemos es que pueda ser recuperado algún día. Con precaución, paseamos entre las ruinas, admirando la iglesia, muros, arcos, etc...

Ruinas del Monasterio de los Valles.

Cabecera de la antigua iglesia conventual.
Descendemos de nuevo al valle y continuamos por la pista que traíamos desde Torresandino. Mientras bajamos, apreciamos una buena vista del valle y el pueblo de Villovela que se atisba al fondo a la izquierda entre choperas.

Vista del Valle del Esgueva desde las ruinas del monasterio.
Continuamos unos dos kilómetros más valle abajo y llegamos a un gran cruce de caminos donde se ubica la diminuta ermita de  Santa Lucía. Justo junto a ella, nace el camino que nos debe llevar al pueblo de Villovela de Esgueva. La tomamos, pasamos el río Esgueva por un puente y visitamos el pueblo. A la entrada, tenemos una fuente donde podemos llenar la cantimplora. La iglesia de Villovela está en buen estado.

Valle del Esgueva y pueblo de Villovela.
Tras visitar el pueblo, retornamos al cruce de la ermita y en vez de continuar valle abajo, tomamos el ramal que sube al páramo, abandonando el valle.

Villovela de Esgueva: iglesia de San Miguel Arcángel.
Ermita de Santa Lucía.
La pista se estrecha y gana altitud con rapidez. Abandonamos el valle y ganamos el páramo tras pasar un pequeño bosquete de matorral. Tras un pequeño esfuerzo, nos posicionamos sobre el páramo de Cerrato, rodando por sendas entre trigales y pastos.
Entramos de nuevo en un monte de matorral y comenzamos a descender por una senda montaraz hasta desembocar en un ensanchamiento donde se ubica una gran balsa de captación de agua para riego. Nos hallamos directamente sobre el pueblo de Tórtoles aunque aún no es visible. Sobre la laguna divisamos algunas aves acuáticas.

Llegamos a la balsa de agua sobre Tórtoles.
La balsa es buen sitio para descansar. Seguimos por la pista que traíamos. Pasamos la pequeña presa y vamos bajando por la pista hacia el valle. Tórtoles es ya visible y desembocamos sobre la carretera que lo une con Villovela junto a la ermita de San Isidro, ubicada sobre un altozano.Llegamos a Tórtoles de Esgueva.

Descendemos de nuevo al Valle del Esgueva junto a Tórtoles.
Es éste un pueblo grande, con largas calles y espléndida iglesia, muy cerca ya de la frontera de la provincia de Burgos con la de Palencia.
Visitamos las calles. Podemos tomar algo en el bar. Vemos la plaza y la iglesia, de grandes dimensiones. 
Para retornar, haremos la ruta circular, así que saldremos por un camino que sube al páramo por el lado norte del pueblo cerca de la entrada de la carretera. El camino abandona el pueblo justo al lado del antiguo convento de monjas, hoy reconvertido en hospedería. La pista subirá al páramo por una empinada pendiente. 


Tórtoles de Esgueva




Iglesia de San Esteban.
Ex-convento de Santa María.
Subiendo al páramo.
El calor va apretando, pero conseguimos de nuevo situarnos sobre el páramo. Amplios horizontes. La sensación que tenemos es de inmensidad y de soledad.

Dejamos Tórtoles atrás y subimos al páramo de Cerrato.
Vamos recorriendo largas rectas por caminos entre tierras de pastos. Dejamos muchos corrales de ganado y tenadas abandonadas, muestras de la intensa vida ganadera que tuvieron que tener estos lugares.
Rodamos así varios kilómetros. Continuamente nacen caminos y sendas, por lo que es recomendable llevar un GPS para no perderse o tomar el camino incorrecto. En todo caso, vamos siempre hacia el norte y dejando más o menos lejos la caída al valle a nuestra izquierda. Al ser los horizontes muy planos y sin referencias, no es fácil guiarse correctamente.

Volvemos por el páramo.
El camino se hace largo a ratos. Por fin, tomamos el desvío a la derecha que nos bajará al valle, pasando de nuevo por las ruinas del monasterio. Si no lo hemos visitado en la ida, es éste buen momento para realizarlo.
Una vez llegados al valle, solo tenemos que recorrer los escasos tres kilómetros que nos separan de Torresandino, origen de nuestro recorrido.



De Torresadino a Tórtoles de Esgueva en bicicleta


Notas:
- En Torresandino y Tórtoles son pueblos grandes donde hay bar.
- La visita a las ruinas del monasterio puede realizarse a la vuelta en vez de a la ida.
- Cerca de Torresandino se pueden visitar las bodegas de Villatuelda con sus misteriosas caras esculpidas en una de las bodega.
- La ruta está bien descrita con todo detalle en la guía "Red de senderos de pequeño recorrido de la Ribera del Duero Burgalesa".






Mapa topográfico



Perfil de elevación



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