viernes, 1 de enero de 2021

Nacimiento del Ubierna

Visitamos el nacimiento del río Ubierna, en la Cueva de Valdemiguel, ubicado en un escondido y bonito paraje en el interior del Páramo de Masa. Su acceso no es sencillo pues partiendo de la localidad de Quintanilla-Sobresierra, hay que bordear las instalaciones de la empresa MAXAM para llegar hasta sus fuentes. Durante el recorrido, visitaremos también la bonita cueva y surgencia de la Toba así como varias lagunas y humedales del entorno del nacimiento.


Valle alto del Ubiernaf

Advertencia inicial: esta ruta discurre en parte por terrenos de la empresa MAXAM. Aunque nunca traspasaremos ninguna recinto o vallado, sí es cierto que caminaremos algunos metros por la pista de servicio de acceso restringido que sube desde Quintanilla-Sobresierra hasta las instalaciones. Tras las dudas iniciales, en la localidad nos aseguraron que es la mejor opción para acceder hasta el nacimiento del Ubierna y es utilizada por los pocos visitantes que se acercan por estos parajes. No hay habitualmente ningún problema. Es aconsejable realizar la visita en fines de semana o festivos para ahorrarse encuentros o preguntas incómodas. La última decisión queda por consiguiente bajo la responsabilidad del visitante.

Nos decidimos y emprendemos la ruta para llegar hasta el nacimiento. Saldremos de Burgos por la carretera de Aguilar. Tras pasar la localidad de Ubierna, tomamos el desvío a la derecha hacia el Puerto de Carrales. Llegaremos a Quintanilla-Sobresierra en apenas 25 minutos desde Burgos.

Quintanilla-Sobresierra.
Pueblo de considerables dimensiones, con casas de recia piedra, dejaremos el coche en cualquiera de sus calles e iniciamos la marcha.


Subiendo hasta la calle que discurre por el muro inferior del recinto de la iglesia, saldremos por el lado este del pueblo y tomamos el camino, sin pérdida, que se dirige hacia el páramo. Es el llamado aún en los mapas camino de Quintanajuar, hoy despoblado ubicado a unos cuatro kilómetros en pleno páramo. Este vial discurre en un principio siguiendo la orilla del río Ubierna. Pasamos junto a una finca y llegamos al campo de fútbol, que dejamos a nuestra izquierda. 

Por el camino de Quintanajuar, llegamos pronto al campo de fútbol.
Nada más pasar el campo, aparece el cruce, muy desdibujado, donde nace el supuesto camino por la izquierda que sigue el río hasta sus fuentes. Por éste podríamos llegar hasta la cueva de Valdemiguel, pero según nos contaron en el pueblo, se halla en deplorable estado, comido por la vegetación y preferimos tomar la ruta prevista por el páramo.

Tras ganar altura nos posicionamos ya sobre el páramo.
Así que continuamos por la pista que traíamos, en muy buen estado, que poco a poco inicia una suave ascensión y se coloca a muy poca distancia de la carretera que sube desde el pueblo hasta las instalaciones de la empresa MAXAM. El camino que llevamos es cómodo, con mucha anchura. En breve, nos colocamos sobre el páramo, con un horizonte sembrado de aerogeneradores. Contemplamos abajo a  nuestra izquierda el valle por donde el naciente río Ubierna se abre paso desde sus fuentes en su camino hacia Quintanilla-Sobresierra. El sendero que llevamos se va desdibujando y solo queda una ligera traza.

Nos incorporamos y recorremos unos metros por la pista de servicio de los aerogeneradores.
No hay problema alguno, seguimos en la misma dirección porque unos metros más adelante, después de pasar junto al gigantesco aerogenerador más cercano, conectamos a una amplia pista de tierra. Este vial está teóricamente restringido al tráfico del personal de la empresa aunque también podemos pensar que es la vía de servicio al campo eólico. Nos queda la duda. Sea lo que sea, nos incoproramos y continuamos por la izquierda.


Cueva de la Toba y humedales

Tras describir una amplia curva, obviamos una salida muy marcada que sale por nuestra derecha. Ésta será la que tomemos para ir hasta la cueva de Valdemiguel, destino último de nuestra excursión.

Descendemos hacia el lecho del río.
La pista inicia enseguida un pronunciado descenso hacia el valle del Ubierna, que vemos abajo delante. En unos trescientos metros de descenso, alcanzamos nuestro primer hito de la visita: a nuestra derecha, sobre la pared de un pequeño anfiteatro rocoso visualizamos la cueva de la Toba, de cuya pared brota un exiguo caudal de agua que se desliza entre las rocas tobáceas. Es éste uno de los cursos de agua que alimenta el valle alto del Ubierna.

Paraje de la cueva de la Toba, donde brota el agua de la misma roca.
El caudal no es excesivo, es de esperar que en el deshielo primaveral se forme una pequeña cascada.


El lugar es en todo caso sugestivo. Intentamos subir entre la vegetación pero el acceso a la boca de la cueva es materialmente imposible a menos que subamos por el lecho del arroyo. No obstante conseguimos hacer buenas fotos. Una próxima visita primaveral puede ser interesante.




Seguimos pista abajo. Nuevo panel de acceso restringido. Llegamos al fondo del valle. El río Ubierna está oculto por la densa vegetación de ribera.  o vemos por la espesa vegetación de Antes de llegar a su orilla, contemplamos desde arriba varias lagunillas naturales, a modo de humedales, de respetable extensión. Bajamos hasta su orilla comprobando que tienen bastante agua, posiblemente alimentados por varias surgencias.

Lagunas cercanas a la Cueva de Valdemiguel.
Observamos algunas aves, se trata de un pequeño humedal.


Poco más tiempo estamos en el fondo del valle. En teoría estamos cerca del nacimiento en la cueva de Valdemiguel pero resulta imposible continuar ya que vadear el río aquí es inviable por ningún punto. Además, si seguimos por la orilla izquierda en la que nos encontramos, nos toparíamos, como constatamos, con la valla metálica de las instalaciones de MAXAM. Retornamos por la pista al páramo de nuevo.


Cueva de Valdemiguel (nacedero del Ubierna)

Tras deshacer el camino algo más de un kilómetro, nos desviamos ahora por nuestra izquierda siguiendo las indicaciones de  nuestro GPS en dirección, ahora sí, de la cueva de Valdemiguel. Caminamos por el páramo, a la vista de las instalaciones de la empresa.

Caminamos por el páramo hacia el valle del Ubierna de nuevo.
El recorrido por el llano no es largo. Contemplamos en la lejanía, a nuestra derecha, los polvorines. En todo caso este terreno es libre y abierto para todo el mundo y es el mejor modo de alcanzar el nacedero.


La traza del sendero se pierde al llegar a una zona de repoblación de pinos pero no hay pérdida, ya vemos la alambrada que debemos bordear. En el interior del recinto que guarda,  se halla el campo de pruebas de la empresa mencionada como así lo indican muchos paneles de aviso.

Seguimos la alambrada que cierra el recinto de pruebas.
Llegamos al cercado metálico y continuamos siguiendo su linde. La valla gira noventa grados y descendemos ahora hasta el fondo de un cauce seco para remontar por la orilla opuesta. Ganamos la línea del bosque y continuamos junto al cercado.


El valle alto del Ubierna, donde queremos descender se atisba ya a nuestra derecha abajo. Al fondo, observamos las lagunas o humedales que visitamos anteriormente.

Ahora vemos las lagunillas desde arriba.
Iniciamos el descenso, bastante pronunciado, pero sin complicación, por nuestra derecha hasta llegar al fondo del valle. El río lleva pocos metros desde su nacimiento y por eso el caudal es bajo.

Podemos caminar fácilmente, salvando los terrenos más encharcados. No tenemos dificultades.


Es de esperar que en época de deshielo y crecidas, este vallejo esté inundado.

Llegamos a la Cueva de Valdemiguel, donde nace el río Ubierna.
El valle es estrecho, muy encajonado, solo tenemos que seguirlo hasta alcanzar por fin la Cueva de Valdemiguel. La cavidad se halla en la base del roquedo, a la izquierda del sendero por que venimos. Nos acercamos hasta su boca.


El naciente río brota de la fisura en la pared. En esta época del año lleva poco caudal, pero suficiente.

El agua brota de la parte inferior de la pared rocosa.
El lugar es encantador. Lo que más llama la atención es el intenso color verdoso del agua de la surgencia. Salvando las evidentes diferencias, nos recuerda un poco al no lejano Pozo Azul.


Sorprende el intenso color verde de la surgencia.
El sitio es asombroso, muy recóndito, son muy pocos los que se acercan a este lugar. Hay que tener en cuenta que el acceso desde la población más cercana, que es Quintanilla-Sobresierra no es sencillo, como hemos referido en la descripción de la travesía hasta aquí.


La cueva se ubica en el corazón del Páramo de Masa. No es sencillo llegar hasta aquí desde otros puntos, todos muy alejados, como serían las localidades de Cernégula, Masa, Hontomín. No hay ningún tipo de señalización y hay que caminar por terrenos abiertos.

Bonitos parajes del valle del Ubierna, ubicado en el corazón del Páramo de Masa.
Una vez visitada la cueva, aún continuamos unos metros más valle arriba. Comprobamos que unos trescientos metros más adelante, asciende hasta la paramera, junto a un bosquete de pinos. Emprendemos el regreso.


Éste será exactamente por el mismo itinerario que hemos traído. Debemos deshacer el recorrido siguiendo de nuevo la traza del recién nacido Ubierna, remontar por la izquierda al páramo, rodear el cercado metálico y retornar a la pista. Desde ella, nos incorporaremos de nuevo al antiguo viejo camino de Quintanajuar, para llegar a Quintanilla-Sobresierra.

Retornamos a Quintanilla-Sobresierra.
Completamos así una sencilla y muy interesante excursión por uno de los parajes más interesantes y desconocidos del inmenso y desolado Páramo de Masa. Queda en nuestra agenda volver en época de deshielo.


NACIMIENTO DEL UBIERNA
Espacio natural
Páramo de Masa.
Dificultad
Baja. El desnivel a superar es pequeño. La única dificultad es la orientación, por lo que es recomendable llevar un GPS.
Tipo de camino
Camino hasta subir al páramo. Pista hasta la cueva de la Toba. Campo abierto y orilla del río hasta la cueva de Valdemiguel.
Ciclable
No.
Agua potable
Encontraremos en el río Ubierna (no recomendable beber) y en el pueblo.
Tipo de marcha
Ida y vuelta.
Orientación
Difícil. Si no se conoce la zona, es fácil perderse en los desvíos.
Época recomendable
De noviembre a junio encontraremos bastante caudal en las surgencias. En verano puede hacer mucho calor y encontrarse el cauce muy seco.
Inicio
Quintanilla-Sobresierra.
Distancia de Burgos
27,8 kilómetros.
Tiempo total
2 horas 40 minutos.
Tiempos de marcha
Quintanilla-Sobresierra-Cueva de la Toba: 50 minutos; Cueva de la Toba-Lagunas-Cueva de Valdemiguel: 1 hora 30 minutos: Cueva de Valdemiguel-Quintanilla-Sobresierra: 1 hora 30 minutos.
Distancia total
15 kilómetros.
Interés
Cuevas de la Toba y Valdemiguel, lagunas, paisajes del Páramo de Masa, iglesia de Quintanilla-Sobresierra.
Altitud mínima
948 m.
Altitud máxima
1058 m.
Desnivel acumulado
416 m.
Mapas
1:50000: 0167 Montorio.
1:25000: 0167-1 Montorio; 0167-3 Huérmeces.

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Notas:
- Es necesario insistir en que queda bajo la responsabilidad de cada uno el caminar por la pista que sube desde Quintanilla-Sobresierra hasta los  terrenos de pruebas. En el pueblo nos aseguraron que no hay mayores problemas, el movimiento es escaso y son muy pocos los que andan por estos lugares. En todo caso, para evitar preguntas incómodas, se recomienda visitar este paraje en fines de semana o festivos para minimizar los movimientos del personal de la empresa.

- Teóricamente (no lo hemos comprobado) es posible llegar hasta el nacimiento siguiendo siempre la orilla del Ubierna desde Quintanilla-Sobresierra. No obstante, según nos informan en el pueblo, parece que el camino está perdido por la vegetación y resulta complicado llegar a la cueva.

- Merece la pena subir y admirar la magnífica iglesia de San Pedro Apóstol

Iglesia de San Pedro Apóstol de Quintanilla-Sobresierra.

- No lejos del nacedero, a medio camino de la localidad de Hontomín, se hallan los restos del pueblo de Quintanajuar, hoy deshabitado y hoy en ruina galopante.

Despoblado de Quintanajuar, en el corazón del Páramo de Masa.


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2 comentarios:

  1. Hola Ángel,
    Me inicié en el senderismo con las guías de Enrique del Rivero, pero desde hace tiempo sigo tu Blog y gracias a él he descubierto y disfrutado de algunas rutas espectaculares.
    Así que muchísimas gracias y enhorabuena por el excepcional trabajo que llevas haciendo durante todos estos años. Es un verdadero lujo poder contar con una fuente de información tan completa, variada y fiable sobre la provincia de Burgos.
    Mucho ánimoooo para seguir con tu labor.
    Gustavo Espino.

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  2. Pues muchísimas gracias por tu comentario y me alegro mucho que te hayan servido para visitar algunos lugares. Tenemos una provincia increible y en gran parte desconocida aún para muchos burgaleses. Un saludo.

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