martes, 14 de septiembre de 2021

Desfiladeros del Trema y de la Hoz

Magnífica ruta, apodada  "Entre desfiladeros", que sigue el PRC BU 40, en la zona de Sotoscueva, a poca distancia de Ojo Guareña. Partiendo de la población de Hornillalatorre seguiremos el río Trema atravesando el desfiladero donde se hallan las famosas diaclasas y la cueva de Cornejo. Tras pasar esta localidad, retornamos por otro desfiladero, el de la Hoz, hasta el punto inicial.


Entre desfiladeros

Para llegar hasta Hornillalatorre, inicio de la excursión, debemos salir por la N-623 en dirección a Villarcayo. Una vez pasada esta localidad, tomamos el desvío por la izquierda hacia Mozares. Atravesamos este pueblo y el siguiente, Torme, continuando en dirección a Cornejo. Unos tres kilómetros antes, nos desviaremos por la derecha hacia los tres "Hornillas". Dejaremos en un primer momento a la derecha  Hornillalastra, luego pasamos por Hornillayuso y, tras atravesar el desfiladero de la Hoz, llegamos a Hornillalatorre.

Atravesamos el desfiladero de la Hoz para llegar a Hornillalatorre.
Una segunda opción hubiera sido ir directamente a Espinosa de los Monteros desde donde nos acercamos a Hornillalatorre, distante unos 6 kilómetros, por la carretera que recorre el Valle de Sotoscueva.

Hornillalatorre es una bella localidad cuyas casas, muchas de ellas reformadas, se desparraman por la ladera de la montaña.

Hornillalatorre


Es mejor no penetrar por sus empinadas y estrechas calles sino que dejaremos el coche en un saliente a la  izquierda de la carretera según llegamos. Nos preparamos e iniciamos la excursión.

La iglesia de Hornillalatorre se ubica en la parte alta del pueblo, junto al camino de Quintanilla del Rebollar.
El plan es primero tomar el camino hacia Quintanilla del Rebollar, a través del cual, sin entrar en esta localidad, torcer hacia el desfiladero del río Trema y llegar al pueblo de Cornejo. Desde este último, retornaremos a Hornillalatorre. 

Abandonamos Hornillalatorre por su parte alta, junto a la iglesia.
El camino de Quintanilla parte de la misma iglesia, ubicada en lo alto del pueblo. Este sendero, en buen estado y suficientemente amplio, sigue la ladera norte del monte y está flanqueado por la vegetación. Al estar un poco elevados sobre el valle de Sotoscueva, tenemos buenas panorámicas hacia la derecha. sobre la comarca de Espinosa de los Monteros. La niebla matutina no obstante nos limita algo las vistas.

Nieblas matutinas en el valle de Sotoscueva.
Hacia el norte nos acompaña la línea de los Montes de Samo (o según algunos libros y mapas, también llamados de "Somo"), que separa los valles de Sotoscueva y Trueba.

El camino es cómodo y se dirige hacia Quintanilla del Rebollar, cuyas casas vemos pronto a nuestra derecha abajo. Pero llegados al cruce que baja hacia esta población, lo obviamos y tomamos el desvío por la izquierda que se dirige hacia la base de la montaña y el estrechamiento.

Camino del desfiladero del río Trema.
Seguimos por él y penetramos en un sendero bajo cubierta vegetal. Este camino se interna inmediatamente en el barranco creado por el río Trema cuya orilla seguimos, aunque no la podemos ver.


La carretera que une Quintanilla del Rebollar con Cornejo discurre también cercana, afortunadamente el poco tráfico hace que apenas notemos ningún ruido de coches. Seguimos bajando por esta senda, con escasa pendiente. Pronto desemboca en el asfalto, justo antes del estrechamiento de ésta a la entrada de las diaclasas. En este punto  hay que cruzar el río, pero seguimos antes un poco por la carretera para descubrir a la izquierda buenas muestras del fenómeno geológico denominado diaclasas (fracturas en la roca). Retornamos y vadeamos el lecho del Trema. atención porque en verano está completamente seco pero en ciertas épocas, puede bajar muy crecido así que este paso no siempre está habilitado, no hay ningún puente.



Las diaclasas



Una vez en la otra orilla, seguimos por el sendero, que a ratos está bien acondicionado con pasarelas de madera, siempre bien señalizado, y que discurre a cierta altura sobre el río. Es el desfiladero de las diaclasas o del río Trema. En apenas cinco minutos, alcanzamos el paraje de la cueva de Cornejo.

Cueva de Cornejo.
Se trata de un conjunto de diaclasas que han creado grandes oquedades en la base del roquedo, formando una gran apertura. Se ha habilitado un sistema de pasarelas por lo que podemos penetrar unos metros con seguridad y contemplar su interior. Volvemos al sendero y continuamos.


Estamos muy cerca de Cornejo, que ya atisbamos entre los árboles más adelante. El sendero, tras realizar una curva cerrada a la izquierda, se aproxima a la orilla del río y poco más adelante, penetramos en las primeras calles de Cornejo.

Entramos en Cornejo siguiendo la orilla del Trema.
Cornejo es otra bella localidad de las Merindades con buenas muestras de casas blasonadas. Después de cruzar el puente sobre el Trema, que divide el pueblo en dos barrios, pasamos frente a una gran fuente del siglo XIX, junto a la cual llegamos a la iglesia,  dedicada a San Juan Bautista. Tras ver su portada, deambulamos por las calles del pueblo descubriendo bellas buenas muestras de arquitectura tradicional. Junto al río, a la salida del pueblo hacia Hornillayuso, hay unas mesas donde paramos a descansar y reponernos.


Cornejo






Casas blasonadas de Cornejo



Ya solo nos queda el regreso a Hornillalatorre. Para ello salimos en un primer momento por la carretera para enseguida abandonarla por la izquierda a la altura del cementerio. Nos incorporarnos ahora a una gran pista que deriva hacia el norte. Poco a poco, entramos en el monte encinar.

Dejamos Cornejo atrás. De fondo, La Mesa.
De camino a Hornillalatorre, nos acompaña la silueta picuda del monte Cueto (826 metros).
Por esta pista iniciamos un suave ascenso hacia la Hoz. Atrás dejamos la silueta del monte Cueto que destaca mucho.

Subimos por el monte atravesando el barranco de La Rad.
Tras atravesar el cauce seco del arroyo de la Rad, alcanzamos la parte superior del barranco de la Hoz, donde hay un mirador y se ha instalado un gran panel interpretativo del desfiladero.


Disfrutamos de un magnífico paisaje sobre el barranco, a la sombra de la Peña Caballera. Hornillalatorre queda algo oculto y no se ve desde aquí.

Panorámica desde la parte superior del desfiladero de La Hoz.
Un precioso camino colgado sobre la roca desciende con suave pendiente barranco abajo.

Bajamos hacia Hornillalatorre por un camino colgado.
A la derecha, vemos la carretera muy abajo. Poco a poco vamos perdiendo altura y llegando a su nivel.



Fácilmente y siempre disfrutando de espléndidas vistas sobre el valle, alcanzamos Hornillalatorre, donde entramos por su lado sur, justo donde dejamos el coche a un lado de la carretera.

De vuelta a Hornillalatorre.

Antes de irnos, visitamos las calles de esta pequeña población, descubriendo encantadores esquinas y buenas muestras de arquitectura tradicional de las Merindades donde destaca el famoso balcón corrido en la solana). Algunas casas en fase de recuperación.



DESFILADEROS DEL TREMA Y DE LA HOZ
Espacio natural
Valle de Sotoscueva.
Dificultad
Baja. La ruta siempre discurre por senderos bien señalizados y la pendiente es escasa.
Tipo de camino
Senderos de montaña.
Ciclable
En general sí.
Agua potable
Encontraremos en los dos pueblos por los que pasamos.
Tipo de marcha
Circular.
Orientación
Fácil. Todo el recorrido está perfectamente señalizado.
Época recomendable
Todo el año. En invierno y la primavera, podríamos tener dificultades en cruzar el río Trema si baja crecido.
Inicio
Hornillalatorre.
Distancia de Burgos
90,5 kilómetros.
Tiempo total
2 horas 55 minutos.
Tiempos de marcha
Hornillalatorre-Cornejo: 1 hora 30 minutos; Cornejo-Hornillalatorre: 55 minutos.
Distancia total
10,5 kilómetros.
Interés
Diaclasas en el desfiladero del río Trema, cueva de Cornejo, arquitectura tradicional de Cornejo y Hornillalatorre,  vistas en el descenso por el desfiladero de la Hoz.
Altitud mínima
762 m.
Altitud máxima
633 m.
Desnivel acumulado
287 m
Mapas
1:50000: 0084 Espinosa de los Monteros.
1:25000: 0084-4 Espinosa de los Monteros.

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Notas:
- En líneas generales se trata de una excursión sencilla, apta para todos los públicos. El desnivel a cubrir es por otra parte escaso. La única dificultad que se nos puede presentar es el cruce del río Trema. Aunque en verano está seco, ya que llega a desaparecer, en ciertas épocas puede bajar bastante crecido haciendo imposible vadearlo. Para poder visitar la cueva de Cornejo, sería entonces necesario llegar al pueblo por la carretera.
- En el camino a Villarcayo, es muy aconsejable desviarse al pueblo de Butrera y visitar su excepcional iglesia románica, una de las mejores de las Merindades. Para llegar hay que desviarse un kilómetro antes de llegar a Torme. La carretera muere en la localidad y la iglesia se halla a cierta distancia del núcleo urbano solitaria a mano derecha.





- Si tenemos tiempo, podemos parar en los otros dos "Hornillas" y pasear por sus calles. Especialmente en en el centro de Hornillalastra, encontraremos magníficas muestras de arquitectura tradicional de las Merindades.





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1 comentario:

  1. Soy de Hornillalastra, todos los años hacemos la ruta. Fácil recorrido y excelentes vistas.Que no se os olvide la cámara de fotos.
    Os va a gustar La recomiendo.
    La recomiendo.

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