jueves, 30 de mayo de 2019

Valle de Caderechas: Ruta de los Duendes

Nueva excursión por el siempre encantador Valle de Caderechas y en su época más atractiva, a mediados de abril, cuando se tiñe de blanco por el florecimiento de los cerezos, que tan famoso lo han hecho. En esta ocasión, partiendo del pueblo de Herrera de Valdivielso, recorreremos un amplio tramo del cinturón rocoso que cierra el valle por el norte, la llamada Sierra de la Rasa. Por el camino, visitamos el Bosque Encantado, donde los vecinos del pueblo han decorado los árboles con diferentes motivos de tejidos. Es el estilo Urban Knitting.


El Valle de Caderechasf

El pueblo en primer término es Herrera de Valdivielso, origen de nuestra excursión.



Pese a su apellido, Herrera de Valdivielso pertenece al Valle de Caderechas y no a su vecino del norte. Pero su nombre indica que siempre fue sitio de paso en la comunicación entre los dos valles, a través del cercano portillo de Condado. Llegamos desde Burgos saliendo primero por la carretera de Poza de la Sal. Una vez pasado el pueblo, tomamos el desvío a Oña, siguiendo a través de Salas de Bureba.

De camino a Herrera, dejamos el Mazo a nuestra izquierda.
Tras llegar a Terminón, puerta del valle, tomamos el desvío por la izquierda entrando ya en las Caderechas. Tras atravesar las localidades de Bentretea y Cantabrana, tomaremos el desvío a la derecha que remontando entre pinares, termina en por fin en el pueblo de Herrera de Valdivielso, origen de nuestra excursión de hoy.


Herrera de Valdivielso


Pueblo de calles estrechas y empinadas, dejamos el coche junto al parque infantil en una de las calles del centro.

Los cerezos ya están en flor a mediados de abril.
Nos preparamos y dejamos la localidad por su lado oeste, saliendo entre campos de cerezos, en dirección al vecino pueblo de Madrid de las Caderechas, manteniendo la muralla rocosa de la Sierra de la Rasa a nuestra derecha. Hasta su cresta subiremos, pero unos cuántos kilómetros más adelante.

El camino que sale de Herrera se convierte pronto en pista forestal.
La pista, sin apenas desnivel, pronto penetra en el pinar. La ruta está señalizada, encontramos frecuentes señales en cada desvío.

Atentos al punto exacto en que debemos abandonar la pista forestal por la derecha.
Pero hay que estar atentos al punto exacto en que tenemos que abandonar la pista por nuestra derecha para comenzar el ascenso y abandonar el llano. Efectivamente nos salimos y emprendemos, siguiendo una estrecha trocha, la ascensión entre los árboles, camino de la cresta de la sierra. La pendiente no es ningún caso excesiva, subimos con facilidad.

Soberbias vistas del valle.
A cada paso, engrandecemos nuestra vistas sobre el valle, que va quedando cada vez más abajo a nuestra izquierda. Pronto, encontramos los primeros motivos decorativos, anticipo de ya estamos cerca del bosque encantado.


Así podemos ver mariquitas aferradas a los troncos, setas, sacos colgados de las ramas. Todos los motivos son tejidos artesanalmente y le dan colorido al bosque.La senda gana altura, realizamos algunas curvas cerradas. Poco a poco, van apareciendo más decorativos sobre los árboles, que nos entretienen y paramos a disfrutar.

Otro tronco decorado.
En algunos puntos, merece la pena detenerse porque las vista sobre el valle son excepcionales.


Destacan sobre manera los agrestes picos Castilviejo y Mazo, que forman la espina dorsal del valle.


El sendero continua el ascenso hacia la cresta, que cada vez vemos más cercana.


En algunos puntos, el camino se torna muy aéreo, mantenemos un gran patio a nuestra izquierda con extraordinarias vistas sobre el valle. Pero en ningún momento es peligroso.




Cerca ya de la cresta, el sendero se desvía a la derecha y atravesamos, ahora sí, el famoso Bosque Encantado. Los troncos de los pinos están decorados con coloridos motivos tejidos a mano. El interior del bosque brilla.


El Bosque Encantado


Desde aquí, tenemos ya la cresta a tiro de piedra, donde nos plantamos enseguida. Nos encontramos en la divisoria anticlinal que separa los valles de Valdivielso de Caderechas. La cresta que los separa, tiene por esta zona aquí su mínima anchura.

Primeras vistas del Valle de Valdivielso, cerca del Bosque Encantado.
Siguiendo entre bojes las indicaciones, llegamos a una amplia explanada. Por el lado de las Caderechas, los pinos cubren la cresta. La ladera que cae al Valle de Valdivielso se presenta como una inmensa e impenetrable selva.


Espectaculares vistas sobre Valdivielso y la Sierra de la Tesla detrás. Pero el camino de regreso no transcurre por la cresta como pudiera parecer, sino que se desarrolla unos metros por debajo del cordal por el lado de Valdivielso.

Seguimos un sendero por el lado de Valdivielso, unos metros más abajo de la cresta.
Descendemos entonces ahora unos metros y seguimos una estrecha trocha, siempre indicado. Continuamos ahora de oeste a este, dejando la pared rocosa a nuestra derecha. el valle queda ahora a nuestra izquierda.


Este sendero es en general cómodo, aunque hay puntos en que se estrecha y la vegetación amenaza con cerrar el paso. Poco a poco, vamos progresando y ganando altura hasta ganar un portillo a medio camino entre la vertical de Herrera y el Portillo de Condado.

Continuamos por una bonita senda a gran altura sobre el Valle de Valdivielso.
Aquí la cresta se ensancha. Continuamos, a la búsqueda del portillo que nos bajará a Herrera. Desde esta atalaya, gozamos de nuevo de espectaculares vistas sobre el Valle de Caderechas. Podemos verlo casi en su totalidad.


Pero pronto la cresta comienza a estrecharse de nuevo, en su camino hacia el Tablones, máxima cota del valle. Vemos la agreste cima de esta montaña al fondo, entre las antenas de telecomunicaciones. A nuestra izquierda, nos flanquean algunos empinados riscos, como el Bujal, de aspecto inaccesible.

Por la cresta camino del punto de descenso a Herrera. Al fondo, asoma ya el Tablones.
El sendero desciende levemente hasta llegar al punto en que encontramos la señal que indica el desvío para iniciar el descenso al valle, donde se halla Herrera. Nos incorporamos a él.

Ya cerca del pico Tablones, la sierra se enrisca sobremanera.
El descenso es vertiginoso, el sendero se abre paso entre la vegetación. Seguimos estrechos pasillos. Perdemos altura con rapidez.


Nos colocamos cerca de la vertical del pueblo de Herrera de Valdivielso.
La pendiente es en algunos tramos fuerte, pero la progresión es cómoda y segura.

Una señal nos indica el punto exacto en que hay comenzar a descender.
Tras cruzar la ancha pista que sube al Tablones desde Herrera de Valdivielso, el sendero se interna de nuevo en el pinar para cubrir el último tramo. Desembocamos al oeste del pueblo, cerca del templo, que queda a nuestra izquierda, separado de las casas.


Entramos en las casas de Herrera finalizando la excursión.



Pero antes de ir al coche y tal como se debe hacer en todos los pueblos, nos pasamos a visitar su templo. La iglesia, se halla solitaria, a unos cien metros al este de la localidad. Está dedicado a San Cosme y San Damián y parece de poco valor artístico. Llama la atención la fea fachada de ladrillo. Nos queda la duda de si es intencionado o no es más que los restos de una obra mal terminada.

Iglesia de San Cosme y San Damián, en Herrera de Valdivielso.


RUTA DE LOS DUENDES
Espacio natural
Valle de Caderechas, Sierra de la Rasa.
Dificultad
Baja.
Tipo de camino
Pistas forestales, senderos por el bosque, terreno abierto por la cresta.
Ciclable
Sí.
Agua potable
Solo encontraremos en Herrera de Valdivielso.
Tipo de marcha
Circular.
Orientación
Fácil, todo el recorrido está señalizado.
Época recomendable
La primavera el mejor momento para realizar este recorrido.
Inicio
Herrera de Valdivielso.
Distancia de Burgos
64,1 kilómetros.
Tiempo total
2 horas 10 minutos.
Tiempos de marcha
Herrera de Valdivielso-Cresta de la Rasa: 1 hora; Cresta de la Rasa-Herrera de Valdivielso: 1 hora 10 minutos.
Distancia total
7,2 kilómetros.
Interés
Bosque encantado con decoración "Urban knitting", pinares, panorámica sobre los valles de Caderechas y Valdivielso, pueblo de Herrera de Valdivielso, cerezos en flor (en abril).
Altitud mínima
860 m.
Altitud máxima
1227 m.
Desnivel acumulado
499 m.
Mapas
1:50000: 0136 Oña.
1:25000: 0136-1 Trespaderne.

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Notas:
- La excursión es sencilla en líneas generales, hábil para niños y personas poco habituadas a caminar.
- Evitar épocas de lluvia y sobre todo viento, que puede sacudir mucho por la cresta.
- Son muchas las excursiones que pueden practicarse por el Valle de Caderechas.
- Si tenemos tiempo, podemos recorrer y visitar todos los pueblos del valle, donde destaca su arquitectura tradicional y el entorno natural en que se hallan todos ellos.


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Valle de Caderechas: Río-Quintanilla visto desde la cima del Castilviejo.



Mapa topográfico


Perfil de elevación


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