sábado, 5 de diciembre de 2020

Dehesa de Quintanapalla

Muy cerca de Burgos, al norte de la localidad de Quintanapalla, sobre el páramo, se encuentra un magnifico robledal, reliquia del cinturón boscoso que antiguamente circundaba la ciudad. El área arbolada está acotada y es de acceso libre. Se trata de un una singular mancha verde en el pasillo que une el Valle del Arlanzón con la Bureba. Pasear por su interior es sencillo y agradable durante todo el año. Al tratarse de un bosque caducifolio, luce sus mejores tonalidades en época otoñal.


Dehesa de Quintanapalla



Es muy fácil llegar hasta la dehesa. Saliendo de Burgos tomamos la N-1 hasta llegar hasta la localidad de Quintanapalla. Entramos en la localidad y atravesamos su calle principal de este a oeste. En su extremo, justo a la altura de la iglesia, visualizamos un gran panel explicativo.


Quintanapalla


Allí mismo hay que tomar el desvío hacia la derecha. Nos incorporamos a una pista en buen estado que sube hacia la dehesa, distante algo más de un kilómetro.
Llegaremos entonces al borde del recinto cercado de la dehesa de Quintanapalla, que ya se veía desde lejos. La pista continúa hacia el norte, pero debemos seguir por la derecha siguiendo el cercado, que queda a nuestra izquierda. En apenas trescientos metros, llegaremos a la entrada del recinto ubicada en su lado SE. Allí mismo, dejamos el coche.

Entrada al recinto de la dehesa de Quintanapalla.
El acceso a la dehesa es libre, así que podemos entrar y deambular por su interior por donde queramos. Se trata de un auténtico parque natural, formado principalmente por vetustos robles y fresnos. En algunas partes se dejan ver olmos y zarzamoras. Es un bosque relicto similar al que aún podemos ver en Villafría. Caminar por su interior es muy seguro y no hay peligro de perderse ya que siempre tenemos la referencia de sus lindes prácticamente estemos donde estemos. No obstante, lo más aconsejable es continuar por el itinerario que se describe y que recorrerá el bosque en sentido antihorario (no está señalizado).

Penetramos pronto en el bosque.
Una vez dentro, seguimos un camino, bastante evidente, que tuerce a la derecha. En un primer momento, caminamos por terreno de matorral y desarbolado.

Es otoño avanzado y los árboles están ya bastante desnudos de hoja.
El sendero entra y sale en el bosque.
Esta pista se dirige de oeste a este por el lado sur de la dehesa. Enseguida, comienza a girar hacia el norte y entramos en el bosque. Pasamos junto a magníficos ejemplares de robles centenarios. Sin duda son muy añejos ya que los troncos están retorcidos y muestran muchas oquedades.

El paseo es muy placentero, tranquilo. El terreno es llano y bastante despejado. Estamos en otoño tardío y los árboles aún no han perdido plenamente su hoja, aún podemos disfrutar de cierta variedad cromática.



En el centro de la dehesa hay un amplio pastizal que atravesamos de norte a sur.
Cerca de su lado norte, la pista gira noventa grados hacia el sur y continua en esta dirección. Atravesamos una gran explanada, donde no hace mucho aún podía verse ganado pastando.


El camino penetra de nuevo en el bosque. Giramos a la derecha tomando otro sendero, menos marcado que se dirige hacia el oeste. Poco más adelante, no lejos del cercado, giramos de nuevo a la izquierda para incorporarnos a la amplia pista mencionada anteriormente y que recorre la dehesa por su lado sur.

Son numerosos los senderos que recorren el interior de la dehesa.
Por esta pista, bastante amplia, ya solo tenemos que retornar tranquilamente admirando los magníficos ejemplares que nos van saliendo hacia la entrada, distante no más de un kilómetro.


Es un paseo tranquilo en el que nos podemos acercar a admirar los troncos de los robles, que asemejan auténticas esculturas naturales por sus caprichosas formas.


Muchos de ellos tienen grande huecos en su interior. Otros se hallan entrelazados. 

Antiguo cercado de piedra.
Antiguamente se podaban sus ramas inferiores para dejar al ganado espacio para pastar.

Curioso ejemplar con ramas principales dispuestas a modo de cruz.
Sin más contratiempos y de manera reposada, alcanzamos la entrada finalizando la excursión.


El recorrido es breve porque la distancia a cubrir no es larga. Podemos alargarla lo que podemos e introducirnos sin temor por todos sus senderos y recovecos. El bosque, al estar  precisamente adehesado, no es espeso y está en general bastante limpio. Son unas 50 hectáreas de terreno arbolado, rodeado de páramo.

Volvemos a la entrada sur.


Para llegar en bicicleta desde Burgos
 

El espacio de la dehesa, un magnífico bosque relicto, puede parecernos un auténtico parque a quince minutos de la ciudad. Es fácil y sencillo acercarse a este paraje en bicicleta: Si partimos del barrio de Villímar, podemos seguir una pista que sube al páramo por el vallejo donde se encuentra el convento de San Esteban de los Olmos para posteriormente descender al pueblo de Hurones.

Recorrido en bicicleta desde el barrio de Villimar
Antes de llegar a sus casas, nos incorporamos a una amplia pista que se dirige hacia el oeste. Es el Camino de los Romanos. Esta magnífica vía nos deja directamente sobre el borde NO. de la dehesa.

La dehesa de Quintanapalla vista desde el Camino de los Romanos.


DEHESA DE QUINTANAPALLA
Espacio natural
Valle del Arlanzón.
Dificultad
Baja.
Tipo de camino
Senderos forestales.
Ciclable
Sí.
Agua potable
Solo encontraremos en el pueblo de Quintanapalla.
Tipo de marcha
Circular.
Orientación
En general fácil.
Época recomendable
Las mejores épocas serán la primavera y el otoño temprano. Evitar épocas lluviosas en que el suelo puede estar embarrado.
Inicio
Quintanapalla.
Distancia de Burgos
16,3 kilómetros (coche); 19,3 klómetros (en bicicleta, desde Villímar)
Tiempo total
55 minutos.
Distancia total
3,1 kilómetros.
Interés
Bosque relicto de robles.
Altitud mínima
952 m.
Altitud máxima
963 m.
Desnivel acumulado
Todo el recorrido es llano.
Mapas
1:50000: 0200 Burgos.
1:25000: 0200-2 Rioseras; 0200-2 Burgos-Este.


Notas:
- Sencilla y fácil excursión que podemos realizar en cualquier época del año.
- Parece haber una única entrada por su lado SE. Toda la dehesa se halla cercada por un murete de piedra y alambrada.
- Como hemos comentado, es muy aconsejable llegar siguiendo el Camino de los Romanos en bicicleta.





Mapa topográfico


Ver y descargar track en Wikiloc



2 comentarios:

  1. Llevamos años mirando tu blog para decidir que ruta hacemos el fin de semana. Ahora que mi mujer está embarazada hacemos mucho las de cerca de burgos en 1 mañana. Nos gustaría agradecerte tu gran trabajo con este blog y con las rutas de wikiloc. ¡¡¡Siempre que buscamos una ruta en wikiloc y está la de angelbur, descargamos esa porque sabemos que está bien descrita y realizada de verdad!!!

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