La Serrezuelaf
Llegamos fácilmente a la zona, muy próxima a la localidad de Tobes y Rahedo. Saliendo de Burgos, tomamos la carretera de Poza de la Sal. Una vez pasado Riocerezo, tomaremos el desvío por la izquierda hacia Robredo-Temiño primero, y al poco, giramos a la derecha en dirección a Tobes y Rahedo.Poco antes del descenso a Tobes y Rahedo, aparcamos el coche en un entrante a la derecha de la carretera. |
Antes de bajar el portillo que desciende al valle donde se halla el pueblo, dejaremos el coche en cualquier entrante de la carretera, precisamente frente a la pared rocosa que queremos visitar.
El cerro Mocha (1009 metros). |
Tras dejar el coche a la entrada de un camino, seguimos en paralelo a la carretera unos metros en dirección a Tobes para alcanzar la entrada del camino que asciende al mogote del Mocha.
Un panel nos señala la subida al mogote del Mocha. |
Este camino es muy evidente y está señalizado con un panel. La subida tiene fuerte pendiente y hay algo de piedra suelta, pero afortunadamente es corta. Hay que tener cierta precaución en no resbalar. Alcanzamos la parte superior del Mocha, que supera por poco los 1000 metros de altitud.
El Valle de las Navas visto desde el mirador del Mocha. Al fondo destaca, el pequeño macizo del Utero. |
Mirando en dirección norte, hay espectaculares vistas sobre el Valle de las Navas. Más cercano, a los pies del monte, se halla la localidad de Tobes y Rahedo.
Tobes y Rahedo. Detrás, el macizo del Utero. |
Hacia el este, se prolonga el cordal rocoso en que nos encontramos hasta descender hacia el callejón del Mueso, un pequeño y curioso valle colgado que ya visitamos (ver entrada: Camino de Venera: de Temiño a Tobes y Rahedo.). Sobre la superficie cimera hay restos evidentes de antiguas construcciones, como círculos, alineamientos de piedras. Son los clásicos restos que abundan en la mayoría de peñas y que nos sugieren antiguos asentamientos prehistóricos.
Caminamos por el borde rocoso de la peña. |
Continuamos la marcha. En primer lugar, descendemos por la ladera oriental hasta un collado para remontar por la otra vertiente virando un poco hacia la derecha, hasta alcanzar el borde rocoso. Avanzamos siguiendo ahora la arista. En este recorrido, divisamos la pista que se dirige desde la carretera hacia el paraje del Mueso, mencionado anteriormente. Seguimos por la arista disfrutando del agreste y limpio paisaje.
Hacia el este, divisamos el paraje del Mueso. |
No seguimos más por la arista. Retornamos unos metros hasta el collado anterior y descendemos ahora por la izquierda hacia el valle. el descenso se produce por terreno libre, descolgándonos sin ninguna dificultad de grada en grada de roca.
Descendemos del Mocha por su ladera sur. |
Descendemos hacia el valle aproximándonos a la carretera de nuevo. |
Por terreno abierto, campo a través, alcanzamos de nuevo el asfalto de la carretera. La cruzamos y emprendemos inmediatamente la ascensión ahora por la ladera contraria, hasta alcanzar la base de la línea de roca.
Por el llano, nos dirigimos de nuevo hacia la carretera. |
Nos encontramos ahora en la parte inferior de la impresionante pared de roca que conforma el borde oriental del monte de la Serrezuela.
Pared oriental de la Serrezuela, cuyas oquedades vamos a explorar. |
El Monte de La Serrezuela es una pequeña sierra de carácter kárstico que se extiende entre el portillo de Tobes y Rahedo por el este y la localidad de Peñahorada, en su extremo oeste. Forma parte del conjunto de alineaciones rocosas que conforman la Sierra de Ubierna.
Estos montes, ubicados muy cerca de la ciudad de Burgos, enlazan con las Loras por el N-O, son la antesala del Páramo de Masa y podríamos decir que forman parte de la orla mesozoica de la Cordillera Cantábrica en su sector burgalés.
Estas paredes son muy frecuentadas para la práctica de la escalada. |
Una vez ganamos la línea de roca, nuestro plan es continuar por ella intentando separarnos lo mínimo para explorar todas sus oquedades y refugios.
Ahora vemos el Mocha desde la otra orilla de la carretera. |
En algunos puntos deberemos hacer pequeños destrepes para salvar algunos salientes. Aunque no hay grandes dificultades, si hay que tener precaución en algunos salientes de roca donde debemos ayudarnos de las manos. Hay piedra suelta, conviene prestar atención en la pisada.
En nuestro avance, descubrimos multitud de oquedades y abrigos en la base del roquedo. |
En líneas generales, avanzamos con cierta comodidad. Vamos fijándonos y explorando las oquedades. Las vistas son amplias y agradables, nos amenizan la marcha.
Cuevas en la pared rocosa. |
Enseguida alcanzamos la impresionante entrada de la llamada Cueva de la Niebla o de los Moros. Es la más amplia e interesante de todas estas grutas y es muy visible desde la carretera.
Penetramos en su interior. Aunque no es difícil, sí hay que realizar una pequeña trepada para superar unos escalones a su entrada. Una vez en la plataforma superior, alcanzamos el fondo de la gruta, no demasiada profunda. Es un estupendo refugio con buenas vistas sobre el valle. Nos sugiere que pudo ser un buen alojamiento en época prehistórica.
Entrada a la Cueva de los Moros o de la Niebla. |
Detalle de estratos con buzamiento y plegados en la entrada de la Cueva de los Moros.. |
Boca de la Cueva de la Niebla vista desde su interior. |
Salimos de su interior, de nuevo con precaución y continuamos siguiendo la base de la roca. Descubrimos más grietas que dan paso a grutas no practicables sin equipo especializado. Nos contentamos con contemplarlas. Todo el recorrido es una auténtica lección de geología, donde podemos encontrar muchos elementos que caracterizan el terreno kárstico. Una serie de movimientos tectónicos provocó un desplome generalizado del sinclinal que ocasión el cortado que estamos visitando y dejó a la luz su interior erosionado por la acción del agua. . Son muy evidentes las líneas de falla y pliegues en todo el recorrido.
Si observamos los cordones de roca que forman el monte Mocha, que tenemos enfrente, denotamos que el monte es el producto de una falla (casi vertical) que elevó uno de sus costados.
Nos acercamos a la línea de bosque. Antes, aún contemplamos una bonita figura de roca que nos sugiere una cara.
Desde aquí, alcanzamos ya la línea de monte bajo. La vegetación empieza a ser abigarrada, y nos impide avanzar con comodidad. Penetramos y con dificultad intentamos avanzar sin descender demasiado. Nuestro objetivo es alcanzar la cueva de Albín, que según nuestro GPS se halla cercana en la base del roquedo.
Nos abrimos paso por pasillos entre la vegetación que se nos van presentando. Pero el terreno es complicado, el monte bajo es cada vez más denso y la ladera muy abrupta, lo que nos exige hacer pequeños destrepes y tener que realizar rodeos.
Alcanzamos con dificultades la base de la roca a la altura de la última cueva que buscamos, pero no encontramos ninguna cavidad más allá de pequeños abrigos. Damos por finalizada la exploración y emprendemos el regreso.
Murete en la base de la roca. Resto de algún refugio. |
El monte de La Serrezuela se torna desde aquí prácticamente impenetrable, desistimos de continuar. El terreno nos fuerza a descender hacia el valle. Desde lejos, observamos una pista que baja desde lo alto abriéndose paso por el encinar.
El monte de La Serrezuela se torna más agreste y la vegetación impide continuar. |
Nos descolgamos por estrechos pasillos entre los árboles hasta desembocar, no sin cierto alivio, sobre este sendero.
Descendemos hacia la carretera. |
Ya solo tenemos que perder altura con comodidad hasta alcanzar la carretera por segunda vez en el recorrido de hoy.
En poco, llegaremos al coche que dejamos un par de horas antes a un lado de la carretera, Finalizamos esta excursión que ha tenido cierta componente de de aventura y exploración.
Espacio natural
| Sierra de Ubierna, La Serrezuela.
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Dificultad
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Media. Todo el recorrido se produce por terreno sin señalizar, muy abrupto y con fuertes pendientes donde hay que realizar frecuentes destrepes. Evitar si no se está habituado a transitar por este tipo de terreno.
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Tipo de camino
| Suelo rocoso y muy abrupto.
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Ciclable
| No.
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Agua potable
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No encontraremos.
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Tipo de marcha
| Circular.
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Orientación
| En general todo el recorrido es muy evidente.
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Época recomendable
| Verano y otoño. Evitar tras lluvias en que encontraremos el suelo embarrado.
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Inicio | Portillo que desciende a Tobes y Rahedo.
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Distancia de Burgos
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23,9 kilómetros.
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Tiempo total
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2 horas 10 minutos.
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Distancia total
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4,5 kilómetros.
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Interés
| Roquedos, vistas sobre el Mueso, panorámicas sobre el Valle de las Navas, cuevas de la Serrezuela, geología kárstica.
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Altitud mínima
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915 m.
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Altitud máxima
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1016 m.
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Desnivel acumulado
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425 m.
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Mapas
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1:50000: 0200 Burgos.
1:25000: 0200-2 Rioseras. |
Notas:
- La zona de la excursión es muy cercana a Burgos por lo que es sencillo desplazarse y efectuar la excursión en cualquier momento del día.
- Como se ha explicado, el terreno es siempre abrupto y rocoso. Sin llegar a ser peligroso sí hay que realizar algunos destrepes y superar rampas empinadas por terreno pedregoso. Si no se está acostumbrado es mejor abstenerse de realizar este recorrido. Evitar ir con niños.
- Hubiéramos podido aún alargar más la excursión descendiendo desde lo alto del Mocha hacia el vallejo del Mueso, y volver pasando por el pueblo de Tobes y Rahedo. También es posible desde el portillo de bajada acceder a la parte superior del monte de la Serrezuela y caminar hasta su extremo oeste en la localidad de Peñahorada (ver entrada en este blog).
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Perfil de elevación |
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